"Hasta que no tengan conciencia de su fuerza, no se rebelarán, y hasta después de haberse rebelado, no serán conscientes. Éste es el problema".

George Orwell: "1984"

LOS SERVICIOS INFORMÁTICOS DE LA UAH: UN NAVIO SIN RUMBO

DATO: La marinería obligada a admirar el paisaje.

Es un hecho incontestable que los Servicios Informáticos de la Universidad de Alcalá de Henares no funcionan o, al menos, no funcionan como debieran, desde sus inicios. Sin embargo, todos esperábamos que con el tiempo los problemas se fueran minimizando y desapareciendo. Ilusión vana ya que lo que realmente ocurre es todo lo contrario.

Desde nuestro punto de vista, como usuarios activos de los citados servicios (en adelante S.I.), debemos denunciar tres graves y significativas incongruencias que hacen del servicio un rompecabezas imposible.

Y en tercer lugar, la falta absoluta de una política de planificación en acuerdo con las necesidades de la comunidad universitaria. La ausencia total de información bidireccional, que debería fluir entre los responsables gerenciales y los pacientes sufridores, hace inevitable que cualquier medida que se tome para impulsar el desarrollo y el uso de los medios informáticos en la UAH carezca de toda efectividad.

Por todo ello, nos han sorprendido las declaraciones del Director de los S.I. en el número dos de la nueva "Revista de la Universidad de Alcalá", sobre todo cuando dice que "somos punteros en muchos aspectos". Ignoramos a qué se refiere. Una anécdota, resulta que uno de los logros que menciona, la puesta en marcha de un servicio de Proxy-Caché, ya ha dado muchos quebraderos de cabeza a uno de los colaboradores de Vivat Academia. Alentado por las sugerencias del director de los S.I., en la idea de que efectivamente su conexión a Internet iba a ser más rápida y fluida, puso en las preferencias de su navegador Microsoft la conexión a través del servidor Proxi, (afortunadamente, no lo hizo en el otro navegador que normalmente utiliza). Resultado: muchas horas perdidas para averiguar qué le sucedía a su conexión que se había vuelto imposible al cabo de unos meses, hasta que cayó en la cuenta de que, como es habitual, sin previo aviso, había dejado de funcionar el servicio.

Para empezar no es normal, y además es antiestatutario, que un profesor ocupe una plaza destinada a personal laboral. Existen otros métodos si se quiere hacer una planificación desde el equipo rectoral, pero nunca se debe mezclar lo que es la dirección en sí, labor puramente técnica, con la toma de decisiones políticas, aunque sean de política universitaria.

Todavía nos sorprende más que el profesor Gutiérrez de Mesa asegure: "Yo lo que soy es profesor de la Universidad y estoy aquí de director de Servicios Informáticos por mandato del rector". Que nosotros sepamos ningún profesor está obligado a desempeñar un cargo correspondiente al PAS, por mucho que el rector se lo imponga. Y al hilo de esto y de sus propias palabras -"Ahora mismo estoy exento de docencia, porque no podía atender a mis alumnos como se merecían con tantos compromisos de este cargo, en el que llevo dos años"-se nos ocurren un montón de preguntas: ¿Mantiene el sueldo de profesor? ¿Cobra como PAS director de los S.I.? En este caso ¿Ha pedido la excedencia del cuerpo a que pertenece? (Ello le obligaría a opositar de nuevo si quiere volver a la docencia). En el caso hipotético de que no se encuentre en ninguna de estas situaciones, ¿cuál es su situación legal? ¿En qué B.O.E. se ha publicado el concurso correspondiente para cubrir el puesto que desempeña? No queremos pensar que haya incurrido en irregularidades denunciables.

Habla el director del personal adscrito al servicio que dirige, pero no dice que el peso de la responsabilidad de la mayor parte de la gestión de los recursos recae en los becarios. No queremos insinuar que dichos becarios no sean expertos, pero sí son "aves de paso" que, cuando empiezan a tomar conciencia de la envergadura del trabajo que desarrollan, han de dejar sitio a otros, o simplemente se marchan porque la experiencia adquirida les sirve para ganar más en cualquier otro sitio.

No obstante, lo que el director de los S.I. no declara, es la insistente negativa a organizar una Comisión de Usuarios, donde se expongan y debatan las auténticas necesidades de los mismos. Esto nos recuerda los métodos descritos por Orwell en su famosa novela "1984". Es "El Gran Hermano" y "El Partido" quienes de verdad conocen nuestras carencias y dirigen, sin equivocación posible, nuestras vidas y haciendas. ¿Desde cuándo nosotros, meros mortales, pretendemos saber decidir nuestro futuro?

Queda ahora por conocer la identidad del famoso "Gran Hermano", pero mucho nos tememos que, al igual que en la ficción orweliana, no se nos desvele el misterio jamás, aunque nuestras ideas al respecto tengamos.

Lo que no nos cabe la menor duda es que dirigir, lo que verdaderamente es dirigir, los S.I. no corresponde al Prof. Gutiérrez de Mesa, otros hay que, si bien no son más doctos, si son más hábiles en estas labores; es algo que salta a la vista. Otros directores, cesados en épocas no tan lejanas, son de la misma opinión. Pero independientemente de este hecho en sí, resulta evidente que por encima de todo planea la figura del "Gran Hermano".

Nosotros nos preguntamos, y ya lo hemos hecho en otras ocasiones desde las páginas de Vivat Academia, cuál es el fin auténtico que se persigue con esta política de toma de decisiones al margen de la comunidad a la que se pretende servir. Como somos mal pensados, tenemos la sospecha de que está en juego la propia existencia de los S.I., es decir, ¿no será la privatización la idea que subyace en todo este juego? Desde luego la hipótesis no tiene nada de desdeñable: Si el servicio no funciona, es fácil echar la culpa al hecho de estar en manos de funcionarios o personal laboral de la universidad. Sólo creando malestar se podrá dar la enorme satisfacción al usuario de "haber encontrado la solución mágica". Nosotros afirmamos que, gracias al esfuerzo de las personas que allí trabajan, los S.I. no funcionan tan mal como parece que se intenta conseguir.

Ya hemos aludido a la falta total de información, pero conviene insistir en el fenómeno porque es de la mayor importancia. No se nos avisa de los cambios. No se responde, como regla general, a las peticiones de información, por la vía más adecuada en el caso que nos ocupa, el correo electrónico (o si se responde se hace en forma inadecuada). Se toman decisiones que nos atañen, y que suponen un gran esfuerzo económico, sin que ni siquiera sepamos cuál es el fin a que están destinadas. Seguimos sin poder cambiar la clave de acceso a nuestro correo electrónico, con lo que cualquiera puede leer los mensajes que nos están destinados. Se limitan los tamaños de los espacios reservados en disco, sin ni siquiera tomarse la molestia de una llamada telefónica. Esto es algo que está disponible en cualquier servicio gratuito de los muchos disponibles en la red, ¿por qué razón aquí no? Hablan de seguridad, cuando lo seguro es que el usuario cambie su clave de acceso periódicamente, como dice cualquier manual al respecto.

Un ejemplo: Hace meses que desde la Junta de PDI se ha solicitado un espacio para publicar una WEB, todavía esperan contestación.

Pongamos otro ejemplo. Hace unos días quisimos actualizar la WEB de la revista, introduciendo un pequeño cambio en uno de sus archivos. El tamaño del nuevo era ligeramente mayor que el original. ¡Oh sorpresa!, el programa nos informa de que no tenemos espacio disponible. Tampoco sabemos cuánto espacio se nos ha asignado, nos tememos que nos han recortado al tamaño actual de Vivat Academia. Aunque no es normal en los tiempos en que vivimos, podríamos llegar a entender que nos limitaran el espacio si no existieran recursos técnicos o económicos suficientes, lo que no parece ser el caso según las propias palabras del director, pero, por favor, sean profesionales y avisen, que no les cuesta nada. Nos preocupa constatar que nuestros servicios informáticos no sean capaces de seguir el ritmo de la única revista electrónica de información general y opinión que existe en la UAH. ¿Tantos recursos económicos supone asignar a una WEB el espacio necesario? O lo que es peor, ¿los recursos técnicos de los que se enorgullece el director son insuficientes? En la entrevista reseñada se pavonea de los impresionantes "números y más números" que puede aportar en la actualidad en medios técnicos y de personal. Ahora bien ¿y la calidad?

Otro ejemplo ha sido la puesta en marcha del nuevo "portal" de acceso. Un sinfín de problemas, agudizados por la falta de información previa sobre el cambio, por la inexistencia de un natural rodaje interno, antes de ofrecerlo al público, y por la necesidad de uso exclusivo de programas de Microsoft, cuando cualquier universidad que se precie huye de esos paquetes informáticos.

Si tenemos la mejor red de comunicaciones de las universidades españolas, como asegura el Prof. Gutiérrez de Mesa, lo lógico es usarla, entre otras cosas, para transmitir información. Ya sabemos que "la información es poder" y el poder debe estar en manos de quién debe estar. Volvemos pues a nuestra idea recurrente: sólo al "Partido" corresponde estar en posesión de los hilos que mueven nuestra existencia.

Lo sentimos, nos ha salido un editorial un poco pesimista, pero la solución está ahí al alcance de la mano. Créese la Comisión de Usuarios de los Servicios Informáticos de la UAH. No le tengan miedo, sólo queremos funcionar mejor. Si sus soluciones son las más idóneas, convénzanos con el razonamiento y el debate, no las impongan, que somos mayores de edad.

Retornemos a las propuestas de Orwell plasmadas en la frase del mes. ¿Seremos capaces de tomar conciencia de la situación y rebelarnos? Confiamos en que el final de la historia no coincida con el de "1984": tras una serie de años de torturas y lavados de cerebro, el protagonista no sólo acaba aceptando el sistema, sino que termina "¡amando al Gran Hermano!".

Desde estas páginas hacemos un llamamiento a nuestros lectores, sufridores como nosotros del sistema, para que nos envíen sus opiniones sobre este delicado tema. Es intención de la Redacción de Vivat Academia, proponer la creación de una asociación que dé salida a nuestras aspiraciones, en el sentido de promover los cambios necesarios para que los Servicios Informáticos de la Universidad de Alcalá de Henares funcionen y lo hagan bien, así como para que otras muchas deficiencias del funcionamiento interno de la UAH se solventen o, al menos, se ponga interés en conseguirlo.