Tan fácil parece, ¿tan difícil es?La Facultad de Filosofía ha dispuesto tradicionalmente de un espacio para aparcamiento que, si bien en no muy buen estado debido a sus particulares condiciones -arbolado, frecuente encharcamiento, etc.- ofrecía un valioso servicio a aquellos que nos vemos en la obligación de utilizar nuestro vehículo, dada la condición de bien preciado que el aparcamiento tiene en los centros urbanos. En la actualidad, y tras sufrir las obras de mejora de la Facultad, si bien han desaparecido las malas condiciones del patio -se talaron sin mas los árboles y el suelo ahora es uniforme, por lo que no se encharca-, se da la curiosa circunstancia de que de este espacio que permitiría paliar el grave problema de aparcamiento en el centro de la ciudad, nadie sabe/nadie contesta. Aunque se han cursado distintas peticiones a algunas "altas" instancias de la Universidad para que tuvieran a bien promover las medidas oportunas para solucionar esta anómala e insólita situación, o explicar las razones por las cuáles no es posible volver a utilizar el patio como aparcamiento -se habla de su futuro ajardinamiento, tampoco estaría mal pues aún andamos escasos de jardines tropicales aquí en la flamante ciudad Patrimonio de la Humanidad (aunque quizás debería escucharse a los afectados sobre qué uso es más funcional/racional y no únicamente más estético, pues tenemos necesidad de un aparcamiento, perdóneseme la digresión-), el hecho es que aproximadamente dos años después de su cierre el aspecto que presenta el patio es el que muestra la foto. Por eso, y aun cambiándole algo la letra podemos cantar esa vieja coplilla que dice:
Francisco Bachiller |
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