El Principio de Arquímedes: Arquímedes enunció su famoso principio cuando se encontraba en los baños de Siracusa, rodeado de discípulos, al observar con disgusto como el patito de bronce que le acababan de regalar se hundía, mientras que los de sus amigos, de madera, se mantenían a flote. Lo que dijo - "EUREKA"-, no es más que un "taco" propio del argot del lugar. Seguimos investigando para encontrar la palabra que pronunció cuando, al salir de la piscina hecho una furia, pisó sin querer el jabón.

La Ley de Gravitación universal de Newton: Newton tenía fama de vago, siempre echado bajo un manzano, con la mirada ensimismada en el infinito, o durmiendo la siesta. Como es natural, cuando se acercaba el otoño, la fruta madura caía a su alrededor. Uno de sus mejores amigos no dejaba de darle la lata – "Un día te caerá la luna encima" - le dijo. Newton, para librarse de él, se puso a demostrar que la luna no podía caer jamás, con lo que acalló las recriminaciones del pesado de su amigo.

Las leyes de Mendel: Mendel, cocinero del convento, era recriminado por sus hermanos frailes por lo rugosos que le salían los guisantes con jamón. Consciente de que la culpa no era del todo suya, decidió investigar por su cuenta las causas, hasta que encontró la forma de plancharlos, antes de servirlos en la mesa. Más tarde, como el trabajo era ímprobo, decidió que lo mejor era plantar las semillas planchadas, lo que dio lugar al nacimiento de la ingeniería genética.

La teoría de la evolución de Darwin: Durante su viaje alrededor del Mundo, Darwin tenía que escuchar todas las noches los lamentos del contramaestre del barco, con el que compartía camarote, porque los marineros se reían de él por su gran parecido con un simio. Harto de no poder dormir, para tranquilizar a la tripulación, decidió convencerles de que todos tenemos algo de monos, ya que son nuestros antepasados más directos. Lo peor es que cuando cayeron en la cuenta de que, muy finamente, los había llamado animales, fueron con las quejas al capitán y éste decidió darle una pasada por debajo de la quilla.

La teoría de la Relatividad: Einstein fue pillado infraganti por su mujer, cuando yacía en la cama con una amiguita. Para evitar el escándalo, y tras recordar el famoso cuento del Decamerón, decidió demostrar que todo lo que se observaba dependía del sistema de referencia en que uno se encontraba. Así consiguió convencer a su mujer de que dos objetos que se encuentran juntos al mismo tiempo en un sistema de referencia, pueden estar separados en otro por grandes distancias u observarse en el mismo lugar en instantes de tiempo muy distintos.

El principio de Incertidumbre: Heisenberg tenía graves problemas sexuales (por culpa de los que murió virgen) y en una ocasión escribió una carta a su psiquiatra contándole que "cuando encontraba el momento no encontraba la posición y cuando encontraba la posición no encontraba el momento". El problema es que se equivocó al meter la carta en el sobre y se la envió a la Sociedad de Física. Cuando ésta le preguntó sobre el significado, para evitar que se divulgara su intimidad, Heisenberg no dudó en aplicar la frase a las partículas.