En la Cafetería de la Facultad de Ciencias, como viene siendo
habitual, por razones de aparcamiento y proximidad a la estación de RENFE, el pasado 17
de febrero (miércoles), tuvo lugar la tertulia mensual del Grupo de Reflexión de la
Universidad de Alcalá. El tema elegido para esta ocasión fue: Para introducir el debate, dimos lectura a un escrito remitido por un asistente asiduo que no pudo asistir, y que recogemos a continuación: a.- Estoy a favor de la legalización de las drogas con advertencias sanitarias y controles sanitarios, con la información necesaria sobre su uso. El consumo de la droga es un habito cultural y primitivo, Existe constancia de que incluso los animales se drogan (por ejemplo, mi gato esnifa plástico y pegamento, porque no puede comer hierba ya que en casa no tenemos, para provocarse el vómito y así limpiarse el estómago de los pelos que se traga al lamerse con la lengua), y es evidente que los humanos aprendieron de los animales los usos tranquilizantes (alucinógenos) de determinadas hierbas. b.- Estoy en contra de las posteriores elaboraciones sintéticas o químicas o comerciales que se hacen de los productos naturales. Como ya sabes, por ejemplo, el vino en su estado natural, es decir, en la uva, puede producir cierta embriaguez y euforia (léase Noé en la Biblia) cuando se come en abundancia y en determinadas circunstancias, es decir, por ejemplo, en ayunas. Es pues, en los procesos de elaboración donde se precisan los máximos controles, como con el vino. c.- Como el consumo de drogas contemporáneo resulta en un problema social, es socialmente como hay que atajarlo. Al drogadicto se le ha de dar el mismo trato que al enfermo de SIDA, o de tuberculosis o de cualquier otro tipo de enfermedad de carácter "radical". Por no hablar de los que se benefician económica y políticamente con el invento. d.- Nosotros, por suerte, somos herederos de un crisol de culturas que nos hace sabios y prudentes. Hemos sabido seleccionar de nuestra tradición aquello que realmente merecía la pena, como el jamón y el vino tinto. No tienen por qué venir los americanos, o los ingleses de Oxford, o los suecos de Suecia a ratificar lo que ya sabíamos: que esos productos eran saludables; quizás no teníamos la confirmación técnica o científica de un laboratorio, pero sí el dato empírico. Animaría, pues, a mis colegas de ciencias - farmacia, biología, química- a estudiar las propiedades saludables y las negativas que la droga en su estado virginal posee, con vistas a un informe para su legalización o no ¿Estamos en una universidad, o no? Y, por favor, no entremos en la sofisticada y política ambigüedad de drogas blandas y drogas duras, que en mi opinión son drogas naturales y drogas elaboradas. Y sobre eso ya he hablado. La conclusión consiste en que no hubo conclusión alguna. Todos estábamos de acuerdo en considerar que el problema suscitado por la legalización o la prohibición de la droga debe ser analizado con profundidad, a la luz de las experiencias que algunos países, como Suiza, están realizando. Sin embargo, los datos de que se dispone en la actualidad no permiten tomar una postura racional. En un principio se pensó que el discutir sobre un tema de carácter
general sería más aceptado por la comunidad universitaria, pero no ha sido así. Por
consiguiente, hemos decidido continuar con los problemas más cercanos a nosotros, sobre
todo los relativos a la U.A. Se habló de analizar los pros y contras de la existencia de
Universidades privadas y el posible menoscabo de las públicas. No obstante, dado que
recientemente se están produciendo contrataciones de carácter poco racional, se
convocará la próxima reunión con el tema: El lugar y la hora serán los acostumbrados: Cafetería de la Facultad de Ciencias a las 16,15 horas. La fecha el 17 de marzo, miércoles. |
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