El Rincón Literario
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ISSN: 1575-2844

Revista Vivat Academia

Histórico Año I

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Marzo 1999. nº 3

De nuevo nuestro colaborador y amigo Ivo Klaric, Primer Secretario de la Embajada Croata en España, nos deleita con uno de sus relatos. Observen Vds. que el cuento está escrito en otra etapa de la guerra continua de la antigua Yugoslavia, pero tiene vigencia aún hoy, quizás más vigencia que nunca.

SPECULUM VERITATIS

o cómo sensibilizar a la opinión pública británica
(from IreLand to the FuckLands)

Por Ivo Klaric

Me pasma un poco el más influyente, y según las palabras de su propio director, primer semanario nacional croata, El GLOBO. ¿De qué se trata? Todos los que escriben algo para dicho semanario tienen una corona sobre la cabeza. ¡Todos testas coronadas! En cada corona, bajo dos leones con las trompetas de Jericó, pone: SPECULUM VERITATIS, espejo de la verdad.

Miro las coronas, miro las cabezas, miro las coronas y las cabezas juntas... Cada corona casa con su cabeza, y cada cabeza casa con su corona. ¡Como anillo al dedo! Desde el archiduque Otto de Habsburgo hasta el duque, digo, el señor Critico Literario.

Y así de pasmado reflexiono: ¿Están esos escritores entre los reyes, los reyes entre los escritores o las dos cosas? ¿O anuncia el semanario más influyente que a fin de cuentas todos tendremos corona o bozal porque... puede acaso haber corona sin bozal?...

Limpio el vapor del espejo de la verdad, pero aún así sigue empañado.

Después de despabilarme un poco, pongo la vista en el primer editorial: "Ya hace mucho tiempo que tengo claro que la Gran Bretaña es el vagón más lento en el convoy europeo... Para que el convoy entero llegue lo antes posible al reconocimiento de Croacia y a la imposición de sanciones a los agresores, para detener la agresión bélica contra Croacia, hay que dar un empujoncito al vagón británico"... -escribe el destacado político de izquierdas y ahora testa coronada.

Apenas lo hube leído se me encendió la bombilla. Dejé el semanario más influyente, agarré el abrigo y salí corriendo al "Intercontinental", el hotel donde se reúnen todos los periodistas extranjeros de Zagreb.

Me topé con un conocido reciente, el inglés John C., justo en el momento en que se disponía a mandar su crónica de guerra a la opinión pública británica.

-¡John, querido John! -exclamé-, quería dar un empujoncito a tu vagón. Pero tu también tienes que ayudar. Además es tu gran oportunidad. No puedes desperdiciarla -terminé, agarrándolo del brazo.

Me miró unos momentos con extrañeza, como sin entender nada, y entonces agachó la cabeza y cogió una cajetilla de Winston de la mesa. Entonces se me encendió de nuevo la bombilla:

-Sir Winston Churchill consiguió tanta popularidad con sus crónicas de la Guerra de los Boers, en 1900, que llegó a entrar en el parlamento. ¡No se te habrá olvidado! Con las crónicas desde el campo de batalla en que un puñado de 250.000 valerosos soldados británicos derrotó a una multitud de 25.000 boers, que, por desgracia, disfrutaban de la simpatía de la opinión pública mundial, de manera que Britania al final debió concederles la autonomía.

-Yes.

-¡Piensa, hombre, todo lo que puedes conseguir con un reportaje excitante sobre los frentes croatas destinado a la opinión pública británica! ¡Piénsatelo un poco! ¡Quizá hasta detengas la agresión!

Entonces se le encendió la bombilla a John. Dio unos cuantos pasos, pensativo, por la alfombra de terciopelo del "Interconti". Se detuvo bruscamente, se precipitó hacia mí, se sentó, hizo trizas la crónica que acababa de escribir y me puso la mano en el hombro:

-¡Eureka! La siguente crónica empezar así: "Hoy a las ocho en punto local hora Dubrovnik, vivir la secondo más terrible en este guerra insensato. En Stradún, la promenade más vieja y más cultura en todo Europa, y en presencia de europeos observadores, un esquirla de los chetniks alcanzar la pata izquierdo...

-¡Esplendido! ¡Ya lo se! A un terrier escocés.

-¡Nooo!

-¿Entonces, a un pastor de Shetland?

-¡Noooo!

-¿A un perro lobo irlandés, seguro?

-¡Oooh, my God!

-¿Y qué me dices de un bulldog inglés?

-¡Yeees, yeeees!

Después de calmarse un poco, siguió en su croata de Oxford:

-Eso excitar todo opinión público inglés. Él es mucho sensitivo para animales. Very mucho. Quizá caer Gobierna. Gobierna mucho sensitiva a opinión público...¡Pero, hombre, tú saber mejor clases perros británicos que yo saber Croacia!

-Bueno, con una pequeña observación, te podría dar la razón.

-¿Qué observación?

-¿Te das cuenta, John, de que, a pesar de lo que he dicho, yo nunca me atrevería a escribir sobre los terriers y los bulldogs británicos?

-Mí no comprender.

-No importa. Gracias, John. Muchísimas gracias. ¡Te mereces uno whisky escocesa!

fin

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Vivat Academia, revista del "Grupo de Reflexión de la Universidad de Alcalá" (GRUA).
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Última modificación: 10-12-1999