¿Recuerdan Vds. el argumento de "El nombre de la Rosa"? Esperemos que el ejercicio de la risa sana no nos lleve a la serie de asesinatos que Umberto Eco describe en su famosa novela.

¿A qué viene esto? Pues queridos lectores, esto viene a cuento del berrinche que se han cogido algunos, incluido nuestro Rector, con la aparición de Vivat Academia. Curiosamente las feroces críticas no van dirigidas a los artículos de opinión, ni al estudio de la evolución del presupuesto, ni tan siquiera al formato. Se hacen a las páginas de humor, "llenas de insultos", según aseguran. Pero algo más grave, en el sentir de los dolidos, los insultos no van dirigidos contra las personas, sino, ¡oh gran desatino!, contra la propia Universidad. Pobrecitos los habitantes de Lepe, si se tomaran las cosas tan por la tremenda.

Ya los Fariseos, en la época de las bárbaras naciones, utilizaban el método del rasgado de vestiduras, ante cualquier alusión a su actitud intransigente, fuera o no dirigida directamente. La intención del humorista suele tener mucho menor alcance que la que encuentran los que se sienten aludidos. La propia Universidad de Alcalá, en la reciente "muestra de humor gráfico", ha expuesto piezas que nuestra revista nunca reproduciría.

Yo les reto a que encuentren esos insultos, para poder rectificar. Todos somos conscientes de que el humor es caricatura, esperpéntica la mayoría de las veces, y en cualquier caso mordaz. Se trata de provocar la risa del lector. De despertar su interés por la actualidad, quitando hierro a la tragedia. Incluso existe el humor negro.

Paséense por cualquier revista de prestigio internacional y encontraran los chistes más variados y las historias más provocativas, aludiendo a cualquier personaje conocido de la mayoría. Ni por asomo se les ocurre a los caricaturizados denunciar que se está dañando la Institución a la que pertenecen o representan. Una publicación periódica de actualidad sin humor carece de carácter.

En fin, reconozco que me equivoco. Sí hay personas, afortunadamente muy escasas, que tienen cierta acusada tendencia a identificarse con las Instituciones cuando ostentan el gobierno de las mismas. Mejor dicho, la tendencia es inversa, es decir, identifican la Institución en cuestión con sus personas, lo cual es bastante peor. Cuando esto ocurre, algo funciona mal en los respectivos sistemas. Algo comienza a corromperse, cuando la verdad caricaturizada se toma por un insulto. Casos que nos pueden servir de ejemplo los encontramos en las dictaduras de todo tipo.

Pensar que una reseña humorística de los errores y horrores que cometen los que ostentan el poder es un ataque a la Universidad, es no saber lo que es esta última. Afortunadamente la U.A. va a cumplir quinientos años y está muy, pero que muy por encima de rectores, vicerrectores, gerentes, etc.

Estamos encantados con que nos critiquen, porque nosotros aceptamos las críticas, eso nos estimula para seguir trabajando. En caso contrario nos dormiríamos en los laureles, pensando que lo estamos haciendo muy bien, llegando incluso a creernos divinos. Pero nuestro deseo es que esas críticas se hagan por escrito, se envíen a la redacción de Vivat Academia y las podamos publicar. Hemos repetido hasta la saciedad que pretendemos que nuestra revista sea un foro de debate. ¡Aprovéchenlo!

En cualquier caso, somos conscientes de que los síntomas corresponden a una enfermedad vírica incurable. Es universalmente conocido que los mecanismos de prevención sólo son eficaces si se utilizan vacunas apropiadas, consistentes en inocular a los pacientes, al menos, las proteínas de la envuelta del virus. Prometemos aplicar la vacunación intensiva para evitar que la epidemia se extienda, o se convierta en endemia.