Consideraciones
generales sobre el Presupuesto del 2000
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Ampliar la Escuela de Magisterio | |
Comprar, o pagar plazos de compra y equipar el Palacio de la Princesa de Eboli, de Pastrana y la Casa del Doncel en Sigüenza |
Las partidas para estas dos últimas adquisiciones señaladas indican ya, por sí solas, la irregularidad de estos presupuestos presentados sin el "Plan Cuatrianual" a que obligan los Estatutos de la Universidad, pues se nos está compeliendo a aprobar unas adquisiciones sin saber la cuantía total de las mismas; aun cuando estas en concreto no serán las más graves, ya que parecen ser no los primeros plazos, sino otras que señalaré a continuación en las que parecen ser los primeros plazos. En cualquier caso, el total de las acciones en Guadalajara, unos 3.100 millones de pesetas, parecen superiores a los aproximadamente 2.500 millones referidos a los ingresos FEDER, Comunidad y Diputación.
2.- Utilizando la partida de la Comunidad de Madrid (CAM) para "Infraestructura general" en:
2.1. Comprar, o pagar primeros plazos (supongo) de nuevos edificios históricos:
Colegio de Físicos | |
Colegio de Mínimos | |
San Bernardino | |
Antiguo Colegio de Santo Tomás (Plaza de Cervantes, 10) |
Esto suma un total de 271 millones y, como decíamos anteriormente, aquí se observa, por lo reducido de cada una de las partidas en relación a las dimensiones y características de los edificios correspondientes, que estamos, seguramente, ante primeras entregas de compromisos de compra de los que no se nos da ni cuenta ni la cantidad total, por lo que se nos somete la aprobación de compra de algo sin información que luego no podremos remediar.
2.2. Completar las restauraciones todavía en marcha de edificios que se obtuvieron por el histórico Convenio de recuperación de la Universidad de hace dieciséis años:
Basilios | |
San Ildefonso | |
Carmen Calzado |
Que suman 369 millones y parecen ya ser casi las últimas partidas para completar las acciones de dicho Convenio.
2.3. Realizar una serie de arreglos en algunos centros, además de inversiones en equipamiento general, como R.M.S. (que quisiera saber qué significa, ¿tal vez algo ligado a infraestructura de telecomunicación?). Todo ello por un total aproximado de 580 millones.
2.4. Equipos y programas informáticos por 200 millones.
3.- Utilizando un nuevo plazo de subvención del Ministerio de Fomento, de 300 millones, para Equipamiento del Campus.
En todo este tema de la Infraestructura, la pregunta relevante que conviene hacerse seriamente es la de si sigue estando justificada una política de incorporación de nuevas actuaciones de recuperación del patrimonio arquitectónico en Alcalá o Guadalajara, una vez que ya estamos culminando las que fueron objeto de un plan ya citado, coherente e integral de refundación y recuperación de la Universidad hace dieciséis años, del que todos nos sentimos justificadamente satisfechos. Y no es tanto por el dinero que esas nuevas acciones representan (un 37% este año, pero que por lo dicho se extenderá a años sucesivos en cantidades que desconocemos) sino por los esfuerzos de búsqueda y aplicación de fondos que implican, que parecen extemporáneos después de la conclusión del plan citado.
Creo que no merece la pena ya este lento goteo de acciones de recuperación patrimonial, que no es sino un pálido remedo de aquel plan aceptado por todos que ha recuperado Alcalá y su Universidad. Y me pregunto si no es ya este lento goteo de nuevas acciones una mera justificación de pequeñas insatisfacciones psicológicas, psicopatías incluso, que quema energías que podrían destinarse a actuaciones más necesarias en estos años. ¿No hubiera sido el momento de empezar a hacer algo por modernizar la Universidad, poniendo, por ejemplo, los esfuerzos en la búsqueda de dinero para la dotación informática de verdad de la Universidad en todas sus secciones, profesores e investigadores?. Seguro que el futuro nos perdonará que dejemos ya lo marginal de la recuperación que queda, y que ya no se justifica universitariamente, a otros actores como son los Ayuntamientos y otras corporaciones a las que les hemos abierto el camino. Pero ese futuro será inclemente, lo está siendo ya el presente, con nuestro retraso y "cutrez" en la evolución tecnológica. Hoy quisiera ver aquí a nuestro Rector presentándonos de verdad una programación y un presupuesto de inversiones que significara algo serio para un salto en la calidad de la Universidad y que se observaran esfuerzos de gestión, reflejados en el presupuesto, en la consecución de una verdadera dotación informática y nuevas tecnologías en general, para todos y cada uno de los equipos y personas que trabajan en la Universidad. En este aspecto, sólo hay en este Presupuesto atención, y mala, a los servicios administrativos, mientras que para el resto se colige un "a quién San Pedro se la dé San Pablo se la bendiga" con lo que sáquense sus proyectos de investigación. Esto no es de recibo en el mundo en el que vivimos; en Infraestructura este no es un Presupuesto para el año 2000 sino, a lo sumo, y con mucha buena voluntad, sólo podría ser aceptable para un escenario de 1980.
En cuanto a todo lo demás que no es Infraestructura, lo significativo de un Presupuesto consiste en analizar el crecimiento de Ingresos y Gastos más que las cifras absolutas, y ello por algo obvio: nadie plantearía, ni está planteando, que lo existente desde hace algunos años (y en concreto desde el año anterior) se pueda o deba liquidar. Sólo aceptaríamos desde un punto de vista institucional, como es lógico, un ajuste ligero, o un ajuste progresivo en varios años y, en todo caso, un crecimiento.
En los Gastos, el Presupuesto prevé un incremento del 14,4% con respecto al año anterior, menor que el incremento de los Ingresos, que lo hacen en un 16% porque, contradictoriamente, en 1999 el Presupuesto se aprobó con déficit. El incremento neto de Ingresos consiste, simplemente, en los registrados en la "Subvención nominativa" más "por desequilibrios estructurales" y "otras subvenciones", todas ellas de la CAM, en total, aproximadamente, de 1.000 millones. Ello nos debe hacer reflexionar que la Universidad, como productora de sus propios ingresos, a pesar de lo mucho que suele hablar este equipo rectoral al respecto, no es nada eficiente, pues no se prevé que, en tal aspecto, mejore este año con respecto al anterior; lo cual no quiere decir que no lo haga en algún caso, y significativo, como el de "Estudios propios"; pero lo compensa negativamente en conjunto, hasta el punto que, como se ha dicho, no hay otro incremento de ingresos que ese previsto en la Subvención de la CAM.
Si eliminamos los incrementos de gastos en partidas que se proponen cubrir con sus propios ingresos extra-Universidad (es decir, no por transferencias desde otros programas de la propia Universidad) y prescindimos de partidas de escasa cuantía, nos encontramos que los incrementos más bajos que se programan, muy alejados de ese 14,4% de media de todo el presupuesto, están en las siguientes partidas: Personal Docente, Servicios Comunes, Servicios Informáticos (desciende), Departamentos, Aulas Informáticas, Representación estudiantil, Deportes, Acción cultural, Consejo Social, Actividades generales de Ordenación Académica, Promoción propia de la Investigación, Actividades varias del Vicerrectorado de Desarrollo Científico (desciende). Y hay que hacer la aclaración de que las partidas globales en las que se encuentran Departamentos y Promoción Propia de Investigación, aparecen, no obstante, con incrementos muy elevados de aportaciones netas porque en este año se ha metido la "morcilla" en el Presupuesto de considerar como ingreso global los Remanentes de años anteriores que, en todo caso, pertenecerán a algún o algunos Departamentos o Programas de grupos en concreto. Sin ello, el incremento de verdad de los Departamentos propiamente dichos ha sido aun inferior al 6,32% que se refleja, pues una vez más y de forma inexplicable se incluyen en su presupuesto, y no en su lugar, el de algunos Centros que no son tales. Tal vez eso se hace porque tales Centros, de los que no dudo en ningún momento de la necesidad y utilidad de sus funciones, no tienen ingresos y no se quiere dejar clara constancia de tal circunstancia si se les pone en el capítulo en el que están todos los demás. Prescindiendo de los citados Centros, el incremento en Departamentos queda realmente sólo en el 6,02%.
Por el contrario, los incrementos porcentualmente más altos que se proponen se encuentran en las partidas siguientes: Mantenimiento (27%), Suministros (36,4%), Campus de Guadalajara (20%), Gastos Generales (38,1%), Relaciones Internacionales (31,9%) y Convenios de Cooperación Internacional (27,5%).
Esta distribución del crecimiento de los Ingresos previstos entre los Gastos citados, es la que nos da una idea precisa sobre cuales son las preferencias del Rectorado en la clásica elección de política de gasto presupuestario, al margen de la mayor o menor capacidad negociadora o de generación de ingresos que ya hemos visto se refleja sobre todo cuando se trata de inversiones. Aquí de lo que se trata es de saber qué es lo que quieren primar nuestras máximas autoridades con los ingresos que reciben para el funcionamiento de la Universidad. A la vista de las dos listas de incrementos previstos, se colige que han considerado prioritarias esas seis últimas acciones reseñadas y menos prioritarias las doce primeras; por tanto, nos debemos hacer la pregunta de si esa elección es lógica y necesaria, o al menos más lógica y necesaria que haber, eventualmente, escogido otra distribución. Analizando las partidas concretas que comprenden esos conceptos más beneficiados tenemos:
Por una parte, crecen muy notablemente (un 73%) los "gastos financieros", lo que es sin duda una consecuencia del endeudamiento creciente de la Universidad, que siempre se minimiza en la información que se nos da. Por otra parte, como demostraré más adelante, ese incremento reflejado es mucho menor del real. | |
Y, por otra, se multiplican los gastos para "atenciones protocolarias" (referidas en este epígrafe básicamente a las del Rectorado) en un 138% y las dietas y locomoción del mismo correspondientes a la Universidad (es decir, no se incluyen las de Tribunales, etc.) en un 43%. |
¿Qué conclusión se saca de esta pequeña reseña sobre estas partidas cuyo gasto se pretende incrementar por encima notablemente de la media de crecimiento del Presupuesto?, creo que todos los claustrales la perciben claramente: Hablando en términos asépticos de gestión se puede decir que se prevé gastar más en gestiones personales, relaciones sociales, viajes, ayudantes, etc. del grupo Rectoral, sin justificarse con ello, al mismo tiempo, un mayor rendimiento en cuanto a un crecimiento paralelo de más ingresos y gastos. Es decir, se propone un Rectorado más dilapidador pero menos conseguidor. En términos castizos podemos decir que nuestros máximos gestores quieren actuar más relajadamente, tal vez entendiendo, por su adocenamiento progresivo, que ha pasado el tiempo de trabajar duro y que tienen derecho a vivir un poquito mejor.
Esta conclusión se completa con el recuerdo de aquellos otros doce conceptos de gasto que habíamos dejado más arriba, que recogen la "producción de la Universidad". En su mayor parte se refieren a los sectores que, como brazos desde la "periferia", producen diariamente actividad docente e investigadora, también la cultural y la participación estudiantil... en suma, que hacen funcionar este servicio público: Personal, Servicios comunes, Departamentos, etc. ven crecer sus gastos muy por debajo de la media, lo que, en suma, significará marginalmente una gestión un poco peor de la Universidad como servicio público.
En resumen, en este Presupuesto se programa una "cabeza central" cada vez más gorda, más consuntiva y menos eficiente y unos servicios productivos periféricos (que con el tiempo debieran de manifestar proporcionalmente mejores dotaciones para docencia, acción cultural, estudiantes, etc.) a los que se les reduce progresivamente en términos reales.
Este es el escenario filosófico de este Presupuesto que una comunidad consciente y responsable de un servicio público esencial como es la Universidad, debe de rechazar como expresión de responsabilidad y dignidad en el cumplimiento de las funciones que la sociedad pone en nuestras manos.
¿Se podría hacer algo mejor que lo que se propone si, simplemente, se hicieran crecer algunos de esos gastos exagerados en la media del crecimiento medio del Presupuesto?, pues sí. Simplemente haciendo esa moderada rectificación se obtendrían 56 millones que, por ejemplo, se podrían emplear en elevar un nivel a la mayor parte de los Profesores Asociados que cobren solamente alrededor de las 80.000 ptas. al mes, y esa cantidad fácilmente podría llegar a los 75 millones que son necesarios para el total, simplemente congelando la transferencia a la Fundación, "devolviendo" a la Universidad algunas de las funciones que se le han transferido a ésta y que nos cuestan un 5% más y agregando casi dos millones más al hacer crecer solamente en ese razonable 14% los gastos protocolarios de la Secretaría General y no en el 93,6% que lo hace. Es decir, se podrían arreglar problemas concretos planteados en nuestra Universidad, reconocidos ampliamente como necesarios, haciendo menos voraz una administración política central, que pensara más en gestionar la Universidad que en utilizar a ésta frívolamente sin mucha justificación.
Y ya sólo me resta llamar la atención sobre algunas otras partidas o sobre alguna información deducida:
En suma, es muy grave la forma en la que el equipo rectoral trata asuntos serios de esta Universidad, como es un Presupuesto, y debe ser nuestra responsabilidad decirle que así no se hacen las cosas. Debemos de rechazarle estos Presupuestos para que los haga correctamente y empecemos otra forma de gestión y de relaciones dentro de la institución. Un cheque en blanco una vez más sería una grave responsabilidad de todos nosotros.
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