Lista de los representantes nombrados por
la Junta de Gobierno en sus diferentes Comisiones Delegadas
CADA OVEJA CON SU PAREJA, O FELICIDADES SR.
GARCÍA
(Retransmisión seudoperiodística de una Junta de
Gobierno especial)
Por Julio Gutiérrez. Departamento de Física.
Representante de profesores en la Junta de Gobierno de la UAH.
Este encabezamiento que, en principio, parece más bien el título de
una comedia de Enrique Jardiel Poncela, describe en realidad, en muy pocas palabras, lo
que sucedió en la convocatoria extraordinaria para la constitución de la nueva Junta de
Gobierno de la UAH. Como testigo de la expresión de asombro de algún profesor, PAS y
alumno que no daba crédito al desarrollo de la reunión, no me puedo resistir a
contárselo a los lectores de Vivat Academia. El problema radica en relatarlo de forma
inteligible para aquellos no pertenecientes a la comunidad universitaria alcalaína, sin
que les suene, definitivamente, a obra jardieliana.
Las diferentes comisiones se fueron formando con los candidatos que
habían sido consensuados, aunque parezca mentira, entre los propios componentes de los
diferentes colectivos que forman la Junta de Gobierno. Se produjo la excepción en la
representación estudiantil, donde hubo que recurrir a un par de votaciones, a sabiendas
de que el grupo capitaneado por el Sr. García, (presidente del Consejo de Estudiantes),
no iba a ceder ni un sólo puesto a un alumno que no estuviera bien colocado en su
órbita. Así lo estipula el reglamento, la elección corresponde entonces al pleno de la
Junta de Gobierno.
La sesión iba discurriendo con la normalidad que habíamos previsto
los que conocemos un poco los entresijos de la política universitaria que se estila en
Alcalá. Se hacían pronósticos sobre el resultado de las votaciones que acababan
haciéndose realidad, con desviaciones de voto arriba voto abajo, sobre un total oscilante
de veinte a treinta. Todo cuadraba, cada oveja estaba con su pareja, y el color de la lana
era el que correspondía.
Pero llega la hora de tener que elegir a los representantes en el
Consejo Social. Allí, aparte de tener tres representantes natos el equipo de gobierno,
uno los profesores, uno los ayudantes, becarios y alumnos de tercer ciclo, uno el PAS, y
uno los estudiantes de primero y segundo ciclos, quedaban por cubrir todavía tres
puestos, a repartir entre todos los miembros de la Junta de Gobierno. La tensión subió
por momentos, pues, aún antes de que se presentaran oficialmente las candidaturas,
llegó, como siempre de forma secreta, la onda de la propuesta del equipo rectoral:
querían un puesto más para ellos, en la persona del vicerrector Gonzalo Angulo, y
pedían el voto para el Decano de Derecho, Dr. D. Diego Luzón, y la decana de Filosofía
y Letras, Dra. Dña. Dolores Cabañas. Una vez más se cumplían los pronósticos y cada
oveja seguía con su pareja. Aquí he de hacer un paréntesis, en el sentido de que los
deseos del equipo rectoral, en realidad, no llegaron de forma tan secreta, ya que algún
vicerrector despistado pasó los nombres escritos a las personas que tenía detrás, sin
darse cuenta de que alguna de ellas podía después contar lo ocurrido. Gajes del oficio
de vicerrector: vivir un poco apartado de la cotidiana vida universitaria.
Llegados aquí, las cosas terminaron por torcerse. Para los tres
puestos a repartir, cual pastel apetitoso, el Sr. García, que ya había conseguido su
puesto en el Consejo Social, presenta la candidatura de un estudiante más de su órbita.
Un estudiante fuera de órbita también presenta la propia. Lo hacen también el decano de
Derecho, la decana de Letras, el Dr. Meziat, representante de directores de departamento,
y tomando la palabra, el Dr. Navlet presenta al presidente de la Junta de PDI y comete el
"error" de pedir también el voto para la Dra. Cabañas, elegida en su día por
el grupo de profesores, aunque no avalada por la Junta de PDI. En ese momento algo hizo
"crac" en el ambiente y todos asistimos a un cambio radical de posturas, que,
por supuesto, intuimos, aunque los resultados nos dieron la razón. Rápidamente el Sr.
García abandonó su asiento para "negociar" con el equipo rectoral. A renglón
seguido algunos vicerrectores se levantaron para ir hablando con estudiantes
"orbitales" y otros miembros de la Junta.
Tras una primera votación entre todos, salieron elegidos, con ventaja
amplia, el Dr. Luzón y el vicerrector Angulo. Las predilecciones del equipo de gobierno
se habían desplazado hacia el Sr. Campos, estudiante propuesto por el Sr. García, que
conseguía empatar con el Dr. Meziat. No salió elegida la Dra. Cabañas, que enseguida se
levantó para hablar con el rector Gala. Había que proceder al desempate. Por dos veces
se repitió la votación con exacto e idéntico resultado: el empate.
Y aquí es donde tenemos que felicitar al Sr. García, que supo jugar
muy bien sus bazas para conseguir un segundo puesto para sus chicos. Tal como está
compuesta la Junta, estaba claro que algún director de Departamento, algún decano y
algún profesor, de esos que hablan por los pasillos de las maldades de la LRU, de lo mal
que nos va a causa de la democracia universitaria, estaba allí como un clavo, fiel a las
consignas, votando a favor de que un estudiante más asumiera la representación de la
comunidad universitaria en el Consejo Social, en detrimento de un director de
Departamento, (quizás porque la persona propuesta está más próxima a las posturas de
los que piensan que la UA no va del todo bien, o no tan bien como nos quieren hacer
creer).
Esos descontentos con los Estatutos de Alcalá, que nos ponen la cabeza
como un bombo, en cuanto tienen ocasión, y que claman por lo pernicioso de un sistema que
permite caer en la trampa de una universidad en manos de estudiantes que estudian poco y
de lo antiuniversitario que resulta permitir que un director de departamento tenga que
debatir con personas que "no deberían estar en los órganos de gobierno", no
tuvieron ningún reparo en discriminar al Sr, Meziat, por el Sr. Campos.
Los que siempre hemos defendido la necesidad de la representación
estudiantil, en la gestión, somos ahora los que no deseamos que esa representación esté
ocupada únicamente por profesionales de la política universitaria que poco, o nada,
velan por los intereses reales de sus compañeros. Estaríamos dispuestos a votar a un
estudiante frente a un profesor, para defender los intereses de la comunidad
universitaria, si no se hubieran dado la serie de hechos que ya denunciamos en el número
anterior de Vivat Academia. Son precisamente los otros, los que siempre abogaron por
restringir la participación estudiantil, los que cierran filas con los miembros de la
candidatura 10x10, encabezada por el Sr. García. ¡Vivir para ver, y ver para creer!
Claro que tampoco debemos extrañarnos, porque, al fin y al cabo, cada
oveja sigue con su pareja, y de esos descontentos con la LRU en realidad sabemos que,
frente a una taza de café, nos cantan las maldades de un sistema del que se han
beneficiado hasta la saciedad, simplemente porque no consiguen sacarle todo el beneficio
que quisieran. ¿Comprenden ahora la extrañeza de algún novato en estas lides
representativas?
Dirán ustedes que esto es pura ciencia-ficción porque, en cualquier
caso, las votaciones son secretas, urna interpuesta. Reflexionen, nos conocemos todos y
teniendo en cuenta que en total, entre los miembros del equipo rectoral y la cohorte
orbital del Sr. García no sumaban ni 24 votos, dígannos entonces de dónde provenía el
resto. Pero hay un dato significativo más. El desempate sólo se resolvió, cuando, tras
la segunda votación, entraron en la sala el vicerrector D. Luis Beltrán y el director de
la Escuela de Turismo, el Dr. D. Antonio Mora. En ese momento el Sr. Campos obtuvo los dos
votos más que necesitaba para salir elegido...
Debo decir, para conocimiento general que, el que esto escribe no
falló ninguno de los pronósticos. Tampoco presentó su candidatura a ninguna de las
comisiones. Aceptó que, en las negociaciones con el grupo de profesores, le asignaran la
de asuntos económicos, porque algún otro vicerrector había difundido la idea de que
Julio Gutiérrez no sería bien visto en la suya, y que tampoco sería bien visto en el
Consejo Social.
Y esto lo narro para que todos ustedes sepan a qué atenerse, para que
todos ustedes queden enterados de cómo se desarrollan las cosas en la Junta de Gobierno,
cómo está el equilibrio de fuerzas. Para que todos ustedes conozcan la verdad sobre
aquellos en que depositan su confianza, dándoles la representación; porque luego hay
alguno que no se lo cree, si se lo contamos en "pequeño comité". Hay que
explicarlo en público, de esta forma, si alguna de las personas presentes tuviera otra
versión de los hechos, le damos pie y pretexto para contárnosla. Sólo así,
contrastando pareceres, ustedes podrán sacar una idea clara de todo este proceso, a la
que tienen derecho.
Deseo dejar bien claro que lo que acabo de relatar es una mera
apreciación personal de los hechos; no cabe duda de que puedo estar equivocado y les
ruego que me corrijan si ese fuera el caso.
Como deportista practicante que soy, sé reconocer al ganador y soy el
primero en rendirle homenaje por su triunfo. Otra cosa es que me prepare para, en el
campeonato siguiente, intentar ganarle. Pero hoy por hoy, no tengo más remedio que
felicitar al Sr. García por lo bien que lo ha sabido hacer. Además, he de confesar que
me ha despejado una incógnita en la ecuación más difícil que se me ha planteado en la
vida: No entendía por qué el rector no hacía más que repetir que, en la Junta de
Gobierno, el suyo era sólo un voto más. Vamos, que en realidad no es el culpable de
ningún desaguisado de los varios que ha organizado el órgano gestor por excelencia de la
UAH. Realmente quien lleva la voz cantante, quien maneja la batuta y marca el compás,
quien en la práctica es el rector de la Universidad de Alcalá, es el Sr. García.
Enhorabuena.