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Dado lo extenso del documento conocido como "Informe
Bricall", les ofrecemos el resumen oficial que nos han hecho llegar algunos de
nuestros lectores
RESUMEN DEL INFORME "UNIVERSIDAD 2000"
I.- INTRODUCCIÓN: UN PERÍODO DE TRANSICIÓN EN LA UNIVERSIDAD
1. - Cambios en la misión de la universidad.
I.- INTRODUCCIÓN: UN PERÍODO DE TRANSICIÓN EN LA UNIVERSIDAD.
1. - Cambios en la misión de la universidad.
1.1.- Introducción.
Los servicios de educación, aprendizaje e investigación (objetivo de
las universidades y, en general, de las instituciones de enseñanza superior) han de
proveerse de la forma más adecuada, incorporando los nuevos procedimientos que generan
las tecnologías de la información y de la comunicación, lo que obliga a revisar las
formas de operar de la Universidad.
1.2.- Una nueva transformación de la Universidad.
Los tres grandes impactos de nuestro tiempo que han influido
radicalmente sobre la demanda y sobre la provisión de la educación superior han sido: la
emergencia de la sociedad de la información, que está transformando la naturaleza del
trabajo y de la organización de la producción; el fenómeno de la mundialización que
incide sobre las posibilidades de creación de empleo y, finalmente, la revolución
científico-técnica que crea una nueva cultura y que plantea acuciantes cuestiones
éticas y sociales.
Ello da lugar a que la capacitación profesional ha de permitir una
continua renovación de los conocimientos para favorecer los cambios científicos y
sociales y que, el aprendizaje especializado es necesario completarlo con la propia
práctica profesional.
En cuanto a la demanda de investigación y al desarrollo comercial de
los resultado de la misma, se configura un nuevo esquema de relaciones entre las empresas,
la Administración Publica y los centros de investigación y de formación superior: es
aconsejable el establecimiento de redes integradas de institutos de investigación
sean o no universitarios- de consultoras o de empresas instaladas en los propios
campus universitarios, relacionadas entre sí de forma flexible con el fin con el fin de
favorecer sinergia entre ellas y alcanzar objetivos conjuntos de investigación.
Los cambios afectan también a los procedimientos de provisión de los
servicios educativos.
1.3.- Ampliación del número de estudiantes y diversificación de su
perfil.
El crecimiento del número de estudiantes de enseñanza superior en
España ha sido espectacular: mientras en el curso 1959-60 la población universitaria era
de 170.602 estudiantes matriculados, en el curso 1998-99 esta cifra ascendía a 1.583.297;
esta evolución ha sido común a la mayoría de los países desarrollados.
La tasa de acceso era, en 1992, del 41% para los hombres y del 46% para
las mujeres, unas tasas de las más altas del área de la OCDE; sin embargo, las tasas de
graduación eran en ese mismo año sensiblemente inferiores a los porcentajes que se dan
en dicha área: del 20% en el caso de los hombres y del 29% en el caso de las mujeres.
Consecuencia evidente de este crecimiento es la ampliación del mercado
de graduados superiores, lo que ha favorecido el crecimiento del empleo en tareas de nivel
medio y superior: los titulados universitarios han pasado de representar poco más del 5%
de la población ocupada en 1976, a situarse alrededor del 17% en 1997.
Cualquier política de futuro de la educación superior en España ha
de considerar la situación y los problemas de la educación secundaria (especialmente en
su tramo no obligatorio), los aspectos profesionales para los que prepara nuestro sistema
de educación superior, y ha de proveer a la sociedad de formas nuevas y renovadas de
enseñanzas, de nuevas formas de organizar el aprendizaje y de nuevas salidas
profesionales.
2.- Obstáculos a la reforma
Son numerosas las anomalías que aquejan al sistema de enseñanza
superior; pueden citarse algunas: desajustes entre el sistema de educación impartida y el
número de egresados de la Universidad con relación al número de los estudiantes que
ingresan en ella; desajustes entre los objetivos de los planes de enseñanza y las
demandas que provienen del mercado de trabajo; desajustes entre los sistemas educativos
nacionales y la realidad de un espacio educativo europeo.
Se suelen aducir para justificar estas anomalías las siguientes
causas: la rigidez
del estatuto del profesorado; la normativa de aquellos títulos
académicos que fijan condiciones de ingreso; la forma de impartir las enseñanzas;
debilidad para incorporar innovaciones en las decisiones; la consideración que la
opinión pública tiene sobre el mundo universitario; el riesgo político que supone tomar
decisiones para transformar estructuras universitarias
3.- Algunas cuestiones de la Universidad en España
3.1.- Los estudios.
La incorporación de la enseñanza superior no universitaria a la
Universidad, a partir de la Ley General de Educación de 1970, tuvo un doble efecto: por
una parte, se uniformaron las normas y los modelos de organización de toda la enseñanza
superior; por otra, la posibilidad de establecer un sistema de carreras de menor duración
para la obtención de diplomas quedó, en la práctica, desvirtuado.
La L.R.U. supuso una oportunidad para adaptar la Universidad al modelo
de la Universidad europea, concebida como una institución donde se conjuga la enseñanza
superior y la investigación; en ciertos aspectos, la oportunidad fue aprovechada.
La reforma de los planes de estudios que introdujo se vio obstaculizada
por la participación de intereses corporativos; el profesorado estuvo más atento a
establecer nuevas titulaciones a partir de especialidades disciplinares y de
investigación que a atender las necesidades que la sociedad expresaba y que ya llegaban a
la Universidad: se ha tendido a uniformar las enseñanzas más que a aumentar su variedad.
Aunque la citada Ley incorporó un modelo más flexible de organización curricular y se
reconoció la existencia de títulos propios, éstos han acabado siendo aceptados como
títulos de reconocimiento oficial.
A la demanda de estudios superiores se ha respondido con la creación
de nuevas instituciones universitarias, manteniendo los sistemas restrictivos de acceso,
pervirtiendo la elección inicial de los estudiantes, manteniendo el sistema tradicional
del estudiante a tiempo completo; estos hechos, junto con otros, explican la elevada tasa
de abandonos de los estudios y la acusada desviación entre la duración oficial o
previsible de los estudios y su duración real.
Los estudios post-universitarios se han establecido, por lo general,
con este carácter, a continuación de los reglados y además al margen de éstos.
Por último, se desconoce el itinerario del estudiante en su carrera
universitaria y, luego, en su posterior ejercicio profesional, aunque se advierte que las
probabilidades de desempleo son menores entre los diplomados en Ciencias de la Salud,
seguidos por los licenciados en esta misma área, los ingenieros superiores y los
licenciados en Ciencias Naturales.
3.2.- Problemas de financiación.
En 1995 el gasto total (público y privado) por estudiante
universitario era de 4.944 dólares, mientras que la media en los países de la OCDE era
de 8.134 dólares, situándose España por debajo de todos los países de la Unión
Europea, excepto Grecia.
Un 24% de este gasto supone la aportación privada y el 76% restante es
la
aportación pública; en el resto de la Unión Europea la aportación
privada es menor.
Las ayudas públicas a los estudiantes (becas y préstamos) representan
el 7% del gasto público en educación superior (el 5,4% del gasto total), inferior al
resto de los países europeos.
Además podemos destacar: la debilidad del gasto de personal docente
(elevada proporción de estudiantes por enseñante: 17-1 en 1996 y bajas remuneraciones en
comparación con países de la OCDE) y la alta proporción de los gastos de inversión
(20% del gasto universitario frente al 12% de los países de la OCDE); este peso en los
gastos de inversión contrasta con el de gastos corrientes, que puede tomarse como un buen
indicador de la calidad de las instituciones (21% frente al 31% de la media de los países
de la OCDE). Los programas de ayudas a los estudiantes es bastante limitada tanto en
cuanto a su cobertura (en 1996-97 afectaron al 17,3% frente al 75% y 100% de los países
nórdicos y el 20% de los países mediterráneos) como en sus cuantías (109 ECU al mes,
frente a los 200 ECU en Francia y Holanda).
Asimismo, existen diferencias apreciables en cuanto al gasto por alumno
a nivel territorial: por una parte, las Comunidades con mayor gasto (Navarra, Canarias)
superan en aproximadamente 200.000 pesetas a las Comunidades con menores niveles de
recursos (Valencia, Galicia y Andalucía); por otra, la dispersión del gasto entre las
universidades localizadas en una misma Comunidad Autónoma (las universidades catalanas
mantenían en 1996 diferencias de gasto de 1 a 3,5).
3.3.- Personal
Tras los 17 años transcurridos desde la entrada en funcionamiento de
la LRU, se ha puesto de manifiesto un diferente criterio en la aplicación de las normas
en las distintas universidades en lo que se refiere a la utilización de las figuras
contractuales de personal docente (Profesores Asociados, Ayudantes, aplicación de la
figura del Profesor Titular de E.U.), lo que ha provocado un desequilibrio notable de la
plantilla académica.
El modo de acceso a los cuerpos docentes ha sido valorado de forma
negativa, atribuyéndose tal valoración a las modificaciones que la LRU introducía:
excesiva endogamia, escasa movilidad del personal; sin embargo, las distorsiones en el
sistema de selección son muy anteriores a la promulgación de dicha Ley.
Existe una disparidad en las plantillas docentes entre universidades,
apreciándose por la diversidad en el porcentaje de doctores: 42% en 1991, 43% en 1995;
por debajo de este porcentaje se sitúan las universidades nuevas, las politécnicas y las
que han descentralizado sus campus.
El P.A.S. es un personal de apoyo básico e imprescindible para las
tareas fundamentales de la Universidad; está aumentando su importancia y está adoptando
nuevos roles y técnicas de trabajo más especializadas. Aunque se rige por la
legislación básica de funcionarios (el personal funcionario) o por el Estatuto de los
Trabajadores (el personal laboral), la propia autonomía universitaria, al amparo de su
potestad de auto-organización, permite importantes modulaciones y especialidades,
destacando la pluralidad y la variedad de sus componentes.
La dispersión existente en el régimen del P.A.S. en las distintas
universidades ha dado lugar a un sistema universitario cuyo personal docente presenta
perfiles comunes y un P.A.S. que posee un estatuto diferenciado en cada universidad, tanto
a nivel retributivo, promoción, movilidad, etc.
3.4.- Investigación.
Constituye una actividad relativamente reciente que consagró la LRU,
al establecer la doble dimensión en las universidades como centros docentes y domo
centros de investigación; la citada Ley introdujo incentivos a la realización de I+D con
contrato o en colaboración con el sector privado, sin embargo, la investigación en la
universidad ha sido financiada mayoritariamente por las Administraciones Públicas. El
gasto de I+D ha pasado de 25.000 millones de pesetas en 1983 a 219.951 en 1997; el número
de investigadores ha crecido de 13.033 a 30.649 en el mismo período. Ahora bien, este
gasto es muy inferior a la de la mayoría de los países más avanzados en términos de
participación en el PIB (0,86 en 1997 frente al 2,2% de la media de la OCDE).
En el sistema de I+D hay que distinguir entre la participación
pública y la privada, tanto desde la perspectiva de la financiación como de la
ejecución del gasto: en 1995 el 52,4% corresponde a las Administraciones Públicas y el
40,3% a las empresas privadas, frente a la media de la OCDE del 33,8% y 59,9%,
respectivamente, lo que pone de manifiesto el bajo esfuerzo en I+D que realizan las
empresas privadas en relación con los países de la OCDE. Además, la distribución
territorial del gasto del sector empresarial español es muy desigual: en 1997 el 76,8%
del gasto ejecutado se concentró en tres comunidades autónomas: Madrid (34,5%),
Cataluña (28,1%) y el País Vasco (14,2%); ahora bien, los porcentajes de la parte de la
I+D ejecutada por las universidades de estas mismas tres comunidades autónomas son
bastante inferiores a la media del conjunto del Estado.
II.- UNIVERSIDAD, AGENTE SOCIAL.
1.- Una incesante adaptación a las funciones.
1.1.- La Universidad es una institución autónoma que, de manera
crítica, produce y transmite la cultura por medio de la investigación y de la
enseñanza; ya desde principios del siglo XIX se advierte que los Estados tienden a
influir sobre ellas en una determinada dirección.
La universidad constituye un medio adecuado para conseguir determinados
fines de carácter colectivo. Nos referimos a:
1.2.- La corriente Humanista no fue acogida en la Baja Edad Media. Las
universidades europeas no aceptaron la filosofía y la literatura que promovía el
humanismo hasta el siglo XVI.
Con la revolución científica a finales del siglo XVIII aparecen las
primeras universidades técnicas y la enseñanza superior para responder a las nuevas
demandas técnicas y sociales fomentó su generalización.
La investigación asegura el desarrollo de la creatividad y acostumbra
a los estudiantes a cuestionarse los logros científicos y los saberes adquiridos.
2.- Conocimiento, innovación y aprendizaje.
2.1.- Un proceso histórico.
3.- La mayor parte de la actividad humana en las sociedades, en el
siglo XVIII, se centraba en los procesos de control de los medios de producción. El
desarrollo económico ha aumentado y ha estimulado la expansión de la demanda de
servicios, ha convertido la formación en un factor fundamental.
La sociedad se reorganiza para afrontar los procesos sociales y
económicos, para lo que necesita desarrollar el conocimiento humano.
4.- Las sociedades industriales han encabezado el desarrollo mundial,
especialmente desde los años 70, la capacidad de aprender es el fundamento principal de
las sociedades modernas. Conocimiento, innovación y capacidad de aprendizaje son los
pilares de las sociedades avanzadas.
2.2.- Cuatro dimensiones de un cambio estructural.
5.-
| la generación de nuevos avances científicos y las TIC. |
| el reparto de la actividad económica. |
| la internacionalización de las sociedades y sus economías. |
| el aumento del nivel de educación. |
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6.- La capacidad de difusión de las TIC deben dar lugar a las
innovaciones organizativas para poder aprovechar las ventajas sociales asociadas a los
avances tecnológicos.
7.- El reparto de la actividad económica y los cambios en el
funcionamiento de los mercados.
8.- La internacionalización de las economías, compromisos entre
empresas en el ámbito de la I+D que sirve de soporte a los flujos de capital y a los
activos de conocimiento.
9.- Los procesos de formación y aprendizaje.
10.- Las importantes inversiones publicas y privadas en I+D reflejan el
exponente de la capacidad de innovación de un país.
11.- Las inversiones en TIC y poder realizar importantes cambios
organizativos.
12.- Inversiones destinadas a formación y adquisición de nuevas
cualificaciones.
2.3.- Papel central de los procesos de innovación.
13.- La competencia tecnológica.
14.- Eje de las políticas económicas.
15.- Compensar la insuficiente provisión privada en I+D.
16.- Gestión financiera apropiada.
17.- Innovación como proceso interactivo.
18.- Capital social y capital humano.
19.- Procesos de aprendizaje y adaptación.
20.- Acceso a conocimientos.
21.- Capacidad de absorción.
22.- Vías a nuevos conocimientos.
2.4.- Las nuevas referencias de la política social y
económica.
23.- Mayor interdependencia de las economías nacionales.
Capacidad de las empresas para competir en mercados.
24.- Integración coherente.
25.- Política de fomento de la ciencia y del desarrollo tecnológico.
Política de educación y aprendizaje.
26.- Relaciones entre la ciencia y la innovación.
27.-
| Potenciación y mejora de las relaciones entre instituciones públicas. |
| Fomento público de la investigación básica. |
| Potenciar la política de transferencia tecnológica y difusión de los resultados. |
| Desarrollar una política de bienes colectivos. |
| Fomento y apoyo a una capacidad empresarial. |
| Consecuencias de la inversión internacional. |
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28.- Validación y difusión de nuevos conocimientos.
29.- Preservar y transmitir los valores sociales.
30.- Se deberían introducir materias humanísticas de manera
transversal para tratar de acortar distancias entre la llamada cultura humanística y la
cultura científica.
3.- Universidad y entorno social.
3.1.- Cultura y consumo.
31.- Organización social, producción/consumo.
32.- Habilidades de producción y consumo.
33.- Orientación hacia nuevos campos en colaboración con otras
organizaciones de carácter local y de niveles superiores.
34.- Integración de representantes de las entidades más
significativas en sus órganos internos.
3.3.- Generalización de la educación superior: el acceso a la
universidad.
35.- Criterios de asignación:
| Haber superado las PAAU. |
| Nota de acceso + expediente académico. |
| Oferta/demanda. |
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36.-
| Exceso de demanda en:
| Areas de Ciencias de la Salud y Enseñanzas Técnicas. |
| Ciencias Sociales y Jurídicas. |
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| Demanda estancada en:
| Ciencias Experimentales y Humanidades. |
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| Segundas demandas:
| Ciencias Sociales, Jurídicas, Experimentales y Humanidades. |
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37.- Vías de ingreso:
| Procedentes del Bachillerato. |
| Formación Profesional. |
| Pruebas mayores de 25. |
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38.- Fenómeno oferta/demanda.
| Mayor oferta de plazas. |
| Mayor información y orientación. |
| Actuación sobre la oferta. |
| Coordinación territorial. |
| Sistema de distrito. |
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39.- La mundialización de la sociedad hacia un espacio europeo.
Criterios estrictamente académicos.
Autonomía universitaria.
3.4.- Dimensión territorial de las universidades.
40.- Presiones de los poderes públicos y de la sociedad en la mayoría
de los países de la OCDE.
41.- Intercambios entre la universidad y la industria y en general con
su entorno.
42.- Aportar la aparición de líderes de la sociedad política y
civil, así como creadores de opinión.
43.- Decisiones de inversión y atracción de nuevas actividades.
44.- Estimular la creatividad y la innovación, garantizar las
capacidades de producción y consumo y asegurar conexiones con el resto del mundo.
45.- Son piezas esenciales en la generación y el mantenimiento de las
capacidades.
46.-Establecer el diálogo con los demás agentes sociales del propio
territorio.
47.- Necesidad de cambios:
| Excesiva cultura académica. |
| Incentivos para una mayor apertura al entorno local. |
| Reformar las propias estructuras sociales. |
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4.- Instituciones de la política universitaria.
Los gobiernos se plantean como objetivos:
| Una mayor preparación de técnicos para favorecer la innovación y la competitividad. |
| Garantía e igualdad de oportunidades de acceso. |
| Transmisión de los valores culturales como cauce para el progreso. |
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La descentralización y la autonomía son el marco más idóneo para
organizar las enseñanzas de nivel superior y para rendir cuentas ante la sociedad en
general y a las Administraciones Públicas en particular.
Sería igualmente importante establecer unos criterios de delimitación
de las competencias sobre investigación y enseñanza superior. También sedería crearse
un Consejo que actuase como órgano coordinador de las distintas Administraciones.
III.- DIFUSIÓN DEL CONOCIMIENTO: FORMAR PARA APRENDER
El capítulo comienza con una introducción referida a la necesidad
de adaptación de la educación a nuevas exigencias y remarca dos hechos de especial
importancia como son la consolidación de un sector no universitario de enseñanza
superior; y la creciente percepción social de que la formación superior ha de acompañar
a las personas a lo largo de su actividad laboral. De aquí la importancia de la
formación continuada no sólo por si, sino por lo que implica de diversificación en la
propia enseñanza superior y en el mismo seno de la Universidad, donde su encaje pone en
cuestión algunas estructuras de la universidad actual, al quebrar la división
disciplinar de la misma y demandar nuevas formas específicas de organización. Respecto
de estas últimas el Informe apunta que en el seno de cada universidad, la estructura
responsable de los programas de formación continuada puede adquirir formas centralizadas,
formas descentralizadas o bien formas autónomas de organización de las mismas, es decir,
en el primer caso se plantea como un servicio con trazos propios, dependiente de los
servicios centrales de la universidad; en el segundo caso son las Facultades o
departamentos quienes gestionan de manera independiente los programas; y finalmente, en el
tercer caso se confían estos a una entidad jurídica diferenciada como puede ser el caso
de una Fundación... etc.
A continuación el Informe entra a especificar cuál debiera ser el
papel que han de desempeñar las administraciones públicas, teniendo en cuenta las
crecientes tasas de difusión de la enseñanza superior en las sociedades desarrolladas,
lo cual exige de las universidades mayor flexibilidad e innovación, partiendo de un
enfoque centrado en el propio estudiante, el cual a su vez, presenta un perfil diferente
al que venía siendo habitual.
En este sentido se apuesta por circunscribir el papel de las
administraciones a:
| Determinar las prioridades educativas |
| Garantizar, mediante sistemas de evaluación externa, unos niveles mínimos de calidad
para cada institución y enseñanza, de acuerdo con los objetivos que ellas mismas se
marquen. |
| Verificar la idoneidad de los estudios ya emprendidos por las instituciones con el fin
de obtener determinadas cualificaciones académicas y profesionales. |
| Asegurar la financiación suficiente si se cumple con lo anterior y se gestiona
correctamente. |
| Organizar un sistema adecuado de información a los estudiantes. |
| Precisar el modo de introducir transparencia en los estudios realizados y fomentar la
movilidad de los estudiantes, fijando el crédito como unidad de aprendizaje y
determinando claramente la significación de las distintas titulaciones y grados. |
| Dotar a las instituciones de enseñanza superior de suficiente autonomía cuidando de
que asuman su responsabilidad ante la sociedad. |
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Es decir se aboga por un nuevo esquema de relaciones entre las
administraciones y las instituciones académicas basado en mecanismos de acreditación a
posteriori y en principios de mutua transparencia.
El Informe aborda a continuación la estructura de las enseñanzas,
partiendo de la distinción entre los estudios en los que el elemento decisivo y
unificador son los factores disciplinares de formación que se revelan en la enseñanza y
en los programas científicamente fundamentados (los que tradicionalmente han impartido
las universidades, y los estudios profesionales en los que el énfasis se pone en las
competencias adquiridas.
Se propone la siguiente clasificación:
| Estudios de tipo A, de carácter disciplinar. Tendrían cuatro años de
duración y, a su vez, la dividirían en dos tramos: un primer tramo de carácter inicial,
de dos años como mínimo, de tipo pluridisciplinar en buena medida, común a las grandes
áreas científicas(ciencias, humanidades, ciencias sociales, ciencias de la vida,
ingenierías) y un segundo tramo de carácter especializado o más monodisciplinar. |
| Estudios de carácter profesional de tipo B, con programas integrados de tres
años de duración. Estos estudios acogerían los equivalentes a los antiguos peritajes,
estudios de enfermería, magisterio, etc. Así como estudios impartidos de forma aislada
propios de una formación profesional de carácter superior. |
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El segundo grado estaría conformado por:
| Estudios disciplinares de tipo C, en los que se pretende una ulterior
profundización disciplinar que, en muchos países otorga el título de master o magister
y que corresponde a un postgrado en una determinada disciplina. Se cursarían durante uno
o a lo sumo dos años. |
| Estudios profesionales de tipo D que se cursarían también durante uno o dos
años y que acogerían estudios integrados como en el caso de las ingenierías y estudios
más dispersos como los que conducen a la obtención del título de "master" en
su actual acepción y práctica española, donde domina la referencia profesional. |
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El tercer grado de formación sería para el doctorado, cuyos
estudios se organizarían en un solo tramo que conduciría a una sola clase de doctorando,
tras superar los estudios de tipo C o de tipo D suficientemente integrados.
Los estudios de carácter técnico, que en España se denominan
ingenierías, podrían organizarse de manera alternativa mediante una primera fase de tipo
A, que permitiría acceder a una segunda fase de tipo D, u otra única de tipo B.
Igualmente se propone que junto a las titulaciones que definen el grado
alcanzado en la superación de laos diferentes ciclos de la enseñanza superior, se
reconozca mediante las oportunas certificaciones los cursos aislados de tipo B y D y el
tramo pluridisciplinar de tipo A con el fin de informar sobre los distintos estudios
realizados, en le caso de que estos no permitan alcanzar titulación alguna por
interrupción o abandono de los mismos.
Esta estructura de estudios debe permitir a los estudiantes elaborar su
propio itinerario curricular, en el marco de un número preciso y reducido de
condiciones. Ello exige la conversión de los estudios al esquema de créditos (ECTS)
"European Credit Transfer System" que mide las enseñanzas recibidas en
términos de clases, trabajos prácticos, seminarios y exámenes u otros métodos de
evaluación. Este procedimiento facilita la movilidad entre las diversas enseñanzas y el
reconocimiento académico entre instituciones a través de la consideración de que los
créditos son de aplicación general y se basan en el principio de que, para toda
institución de educación superior, un año académico equivale a una cantidad fija de 60
créditos.
El Informe apunta también muchas otras sugerencias entre las que
destacan las referidas a que en los distintos cursos y programa debiera figurar la
conveniencia de seguir estudios en otras universidades (tras haber cursado los primeros
cursos) así como detallar las actividades que desarrollar en centros de trabajo, las
cuales deberían ser tuteladas conjuntamente.
Igualmente merece destacarse la idea de que la organización de los
cursos de tipo A y C podría atribuirse generalmente a los departamentos mientras que los
cursos de tipo B y D se deberían organizar según sistemas alternativos. En los mismos,
los responsables de estos cursos deberían dar cuenta de su enfoque ante los organismos
centrales de las instituciones y para llevarlos a cabo se debería contar con la
colaboración de personas ajenas a la Universidad.
La determinación del marco general y de los mínimos curriculares de
los programas debería corresponder a las administraciones públicas, quienes deberían
limitarse a estos mínimos excepto para aquellas profesiones para cuyo ejercicio exista
una tradición, compartida por diferentes países, de regulación profesional.
Dichos criterios mínimos deberían abarcar los grandes campos del
conocimiento, campos sin duda más amplios que las actuales titulaciones correspondientes
a cada grado equivalente a una licenciatura o a una diplomatura.
Así mismo las Administraciones públicas, en el ámbito de sus
competencias territoriales, deberían establecer, con carácter plurianual, las distintas
opciones de estudios preferentes que desean que se lleven a cabo. La delimitación de
estas opciones tendría el carácter de directivas con efectos positivos para la
financiación de dichas instituciones a través de los contratos-programa.
Las universidades y demás instituciones de enseñanza superior
deberían formular sus propuestas de estudios atendiendo a sus características.
Los planes de estudio deberán ser transparentes y han de facilitar la
máxima información y cuando conduzcan a títulos académicos, la institución que los
promueva debería someter su propuesta a las Administraciones públicas competentes, las
cuales podrían oponerse a dicha propuesta, dentro de un plazo determinado, sin requerirse
una aprobación formal, la cual se entendería concedida cuando hubiera transcurrido dicho
plazo, sin formular oposición expresa.
Esta aprobación por parte de la Administración tendría carácter
provisional, hasta que la institución implicada no recibiera la acreditación posterior
sobre la idoneidad de su programa y obtuviera, una evaluación suficiente sobre la calidad
del mismo. Esta acreditación deberá renovarse en sucesivas ocasiones.
El Informe culmina este capítulo con una serie de sugerencias
encaminadas a facilitar apoyo, información y asesoramiento al estudiante. Promueve
igualmente que la enseñanza se apoye en el uso de las modernas tecnologías y apunta la
necesidad de corregir la notoria disparidad entre la duración real de los estudios y su
duración oficial, para lo que propicia corregir las situaciones de "rigor
desproporcionado" y atribuir un número especial de créditos (equivalentes a los
normalmente necesarios para conseguir uno de los grados) a cada estudiante el cual los
utilizaría en su matrícula y una vez consumidos terminaría su derecho a proseguir sus
estudios.
VALORACIÓN
En general este capítulo es de los más precisos y responde
positivamente a la necesidad de un adecuado encadenamiento de los diferentes estudios,
haciéndolo compatible con una notable capacidad de elección del alumno.
Favorece la tendencia hacia la armonización del espacio europeo de
educación superior e integra la componente profesional como complemento a la disciplina
para el conjunto de las titulaciones, lo cual permite una mejor acomodación de las
exigencias del sistema productivo sin que se vea mermado el carácter de una formación
universitaria que no puede responder únicamente a esa finalidad.
Igualmente es respetuoso con la autonomía universitaria y le concede a
las administraciones públicas el papel de supervisores de la necesaria calidad del
sistema al tiempo que le sugiere vías para facilitar que los intereses generales de la
sociedad sean atendidos.
En general parece muy adecuado como respuesta a los problemas que en
este ámbito están planteados.
IV.- GENERACIÓN Y APLICACIONES DEL CONOCIMIENTO.
Las principales propuestas, se recogen en siete líneas básicas de
actuación.
1. Aumento del gasto en ciencia y tecnología, hasta alcanzar el promedio de la UE.
Aunque se resalta el hecho de que sólo la ½ del gasto en I+D corresponde al sector
privado, frente al 2/3 privado y 1/3 público de la UE. No se aporta ninguna propuesta
para superar este claro desequilibrio, como no sea el aumento de personal en ambos
sectores y la obtención de fondos de la UE.
2. Potenciación y mejora de las relaciones entre la universidad y el sector
empresarial.
Se propone una participación mas activa de las universidades en el proceso innovador.
Entre las que destacaría la creación de empresas y el reconocimiento y valoración de
los parámetros de innovación (patentes, asistencia técnica,..).
Además se apuesta por consolidar centros de investigación tanto en ciencias básicas y
aplicadas como de humanidades, como medio de reforzar la implicación del sector
universitario en los procesos de innovación.
3. El fomento de la investigación básica.
Este apartado al que se dedica una mayor extensión, presenta propuestas que recomiendan
un aumento de fondos en las actividades de investigación básica, así como favorecer
iniciativas que aumenten su excelencia y calidad.
4. Potenciación de la política de transferencia tecnológica.
La participación de las universidades en dos tipos de iniciativas como son los consorcios
administración-empresas de un determinado sector productivo y las asociaciones de
empresas de idéntica y complementaria actividad.
5. Apoyo de nuevas iniciativas empresariales asociadas a las nuevas tecnologías.
Este apartado básicamente repite lo ya expuesto en la línea de actuación 2ª .
Creación de empresas por los propios investigadores, movilidad de los investigadores con
las empresas, reconocimiento de parámetros de innovación (patentes, asistencia
técnica..)
6. Mayor difusión territorial del esfuerzo en I+D y de innovación.
Creación de una red de centros que sirvan de apoyo a los centros de investigación y a
las empresas.
7. Potenciación de los esfuerzos en formación de nuevos investigadores.
Se sugieren modificaciones en los estudios del 3er ciclo de manera que se prestigie el
título de doctor.
Estas son, a modo de resumen, las principales líneas de actuación que
el informe Bricall propone para la investigación en la Universidad.
VALORACIÓN.
La investigación en la universidad presenta una peculiaridad, si la
comparamos con el resto de los organismos públicos de investigación, (CSIC, INIA, ..).
Esta peculiaridad le viene conferida por el hecho de ser sólo un grupo de profesores los
que desarrollan de forma continuada proyectos de investigación, probablemente estos
representan el 40% de todo el profesorado, variando con la Universidad y los
Departamentos.
Aquellos profesores que no desarrollan investigación pueden dividirse
en dos grupos.
a) Los que por el número de clases y una falta de medios (doctores
capaces de dirigir las tesis) se encuentran condenados a no realizar investigación
alguna.
b) los que siendo funcionarios no consideran a la investigación como
una actividad complementaria de la actividad docente.
Esta introducción es imprescindible a la hora de plantear análisis y
entender la acción sindical sobre la investigación en la universidad.
Para los que intervinimos en las jornadas que han dado lugar al informe
Bricall, estaba claro que nos estabamos refiriendo a aquellos grupos de profesores
implicados de forma continuada en proyectos de investigación, los otros grupos requieren
otros planteamientos que escapan a los que a continuación exponemos.
En su conjunto el informe representa un intento importante de análisis
y de ofrecer propuestas a la investigación universitaria, considero que estas no
contradicen nuestras propuestas en investigación, aunque significaran cambios que no
sabemos si serán entendidos por el conjunto del profesorado.
Nuestro sindicato debe hacer un esfuerzo y discutir seriamente las
propuestas que se contemplan en el informe, y no sólo desde la perspectiva del profesor
dedicado a la docencia, sino desde la perspectiva del profesor/investigador implicado en
el desarrollo de proyectos de investigación en una universidad donde la actividad
docente, aunque mal valorada, es su razón de ser.
Al margen de una valoración global positiva quiero resaltar algunas
cautelas que deben tenerse en cuenta sobre las propuestas anteriormente reseñadas.
El informe no trata de las precarias condiciones de trabajo de los investigadores
universitarios.
Deberemos apostar por la eliminación de las becas como forma de
relación contractual entre los investigadores y los proyectos. Las becas deberán quedar
reducidas exclusivamente al periodo de formación y ser sustituidas posteriormente por
contratos de larga duración
La creación de la figura del investigador de plantilla en las Universidades, propuesta
por el informe deberá abrir un debate sobre sus actividades.
Frente a un apoyo desmesurado a las grandes concentraciones de científicos en
Institutos, Centros de investigación,........ Proponemos el que no se olvide el apoyo de
la investigación realizada en grupos pequeños, unidos a la existencia de unos servicios
centralizados de apoyo a estos grupos.
En definitiva solicitamos el aumento de la masa crítica de
investigadores en todo el territorio nacional y no sólo en Madrid y Cataluña como
sucederá si apoyamos a los grandes grupos, además el aumento de investigadores
garantizará que la ciencia realizada en las universidades responda a lo que en realidad
queremos que sea, un servicio público de interés social.
La introducción de nuevas figuras como las empresas universitarias, los consorcios y
los parques tecnológicos, deben de ir acompañadas de unos mecanismos transparentes de
control y de un papel más activo por parte de los sindicatos a la hora de vigilar los
tipos de contratos y de relaciones contractuales que se establezcan entre la universidad y
los investigadores/trabajadores de estas empresas.
Solicitar la participación de las fuerzas sociales (sindicatos y empresarios) en el
control de los planes de investigación. Recientemente en el III Plan Andaluz de
Investigación se ha conseguido introducir una comisión de control surgida del Consejo
Asesor de Ciencia y Tecnología.///
V.- FINANCIACIÓN
1- Introducción
1. Objetivos de un posible sistema de financiación: a) mejorar la eficiencia y la
calidad de la enseñanza superior; b) lograr una mayor igualdad de oportunidades.
2. Las universidades se financian con tres tipos de fondos: tasas (precios),
subvenciones y otros.(Véase apartado I-34). Las tendencias OCDE son hacia un aumento de
la financiación privada frente a las subvenciones públicas que siguen manteniendo una
presencia mayoritaria. El aumento de las tasas exige incrementar los préstamos-renta y
las becas, para garantizar la equidad e igualdad de oportunidades.
3. Aspectos que diferencian los diferentes modelos de financiación:
| Importancia atribuida a las tasas (uniformes, dos partes y bloques). |
| Oferta de becas |
| Políticas para obtener "otros ingresos" |
| Alcance y características de las subvenciones públicas |
|
4. La combinación óptima debe perseguir los siguientes objetivos:
| Suficiencia financiera |
| Eficiencia interna |
| Eficiencia externa |
| Igualdad de oportunidades |
|
5. Plantea la necesidad de combinar adecuadamente los procedimientos de obtención de
recursos
2.- Financiación privada y financiación pública a los estudiantes
2.1. Tasas académicas y ayudas al estudiante
6. En la OCDE las tasas suponen entre el 0 y el 20 % del coste total de los estudios.
7. Durante la última década se ha producido un incremento de las tasas al mismo
tiempo que se ha procedido a la reforma de las políticas de ayudas al estudiante.
8. No se ha comprobado una relación clara entre el importe de las tasas y la tasa de
escolarización, no obstante se observa que las familias de rentas bajas responden mucho
más a cambios en los precios o en el coste neto de los estudios.
9. Se argumenta contra la gratuidad total de la enseñanza universitaria.
10. "La gratuidad de la enseñanza no basta para alcanzar la igualdad de
oportunidades."
11. La igualdad de oportunidades no puede alcanzarse únicamente mediante becas o
supresión total de tasas. Hay que proceder a reformas tendentes a la evaluación docente,
revisión de planes de estudio y normas de permanencia. La mejora de la eficiencia
requiere modificaciones de la gestión interna y de los órganos de gobierno. "La
financiación pública de la enseñanza superior podría ser regresiva".
12. Se deben combinar tasas, becas y programas de préstamos.
13. Para garantizar la igualdad de oportunidades es necesario establecer un programa de
préstamos garantizados por el Estado.
14. El sistema de préstamos es más eficiente, porque incentiva el esfuerzo del
alumno; y es más equitativo, ya que elimina la dependencia respecto a las familias.
15. Los préstamos pueden desincentivar a familias de bajo nivel socioeconómico. Para
evitarlo hay que combinar préstamos y becas y acudir al préstamo-renta.
16. Analiza una propuesta teórica de implantar el impuesto universitario, que ha
tenido un cierto eco entre los expertos pero no ha llegado a aplicarse en ningún país.
17. Constata que la contribución de los usuarios al sostenimiento de las universidades
públicas está creciendo en el conjunto de la OCDE.
18. Analiza la situación y evolución de tasas, becas y préstamos en varios países,
especialmente de Australia, Nueva Zelanda y Reino Unido
19. El sistema español de financiación no ha sido capaz de combinar tasas y ayudas.
Hay una escasa cobertura de ayudas a los estudiantes. Se recomienda utilizar
prioritariamente las becas en los primeros años y los préstamos-renta en los ciclos
posteriores.
2.2 Becas
20 Estudia los tipos de becas y el grado de cobertura de las mismas en diversos
países, haciendo especial mención de Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Holanda.
21. En España el sistema de becas es insuficiente y además no es siempre progresivo,
debido al fraude fiscal y a la combinación de criterios académicos y económicos.
22. Los requisitos académicos llevan a estudiantes de renta más baja a perder su
beca. Se sugiere reducir o eliminar el peso de los criterios académicos. Esta reforma
debe ir acompañada de una revisión de las normas de permanencia (Véase III-63).
23. Otra limitación importante reside en el importe de las ayudas. Sería deseable
que la cuantía de las becas compensara el coste de oportunidad de estudiar.
24. Las ayudas por cambio de residencia son de escaso importe. Se debe promover la
movilidad con un sistema de becas no discriminatorio (Véase II-39 y V-33).
2.4 Préstamos-renta (es evidente que hay un error en la numeración. Debería ser
el 2.3)
25. Los préstamos se pueden utilizar para financiar:
| Los costes directos de la enseñanza (tasas o precios). |
| Los costes indirectos (alojamiento, transporte, libros, etc.). |
|
26. Para estudiar los créditos hay que tener en cuenta las siguientes cuestiones:
| Elegibilidad |
| Forma y cuantía de las subvenciones |
| Carácter público o privado de los fondos |
| Condiciones de su devolución |
|
27. Elegibilidad: Las instituciones de crédito no han de tener capacidad para
seleccionar. Las Administraciones Públicas son las únicas que han de decidir quién
tiene acceso. En general suelen tenerse en cuenta dos criterios: la renta familiar y los
resultados académicos. En muchos países la concesión tiende a ser prácticamente
universal.
28. Los préstamos suelen incluir una componente implícita de ayuda pública, ya sea
en forma de tipo de interés, período de carencia o de un aval público.
29. Los fondos prestados son a menudo públicos. En otros casos, son privados, pero con
garantía del Estado. Debe existir un control público de devoluciones.
30. Los préstamos se pueden devolver en plazo fijo o en función de la renta.
31. Riesgo de falencia. Medidas a tener en cuenta:
| Posibilidad de largos períodos de devolución |
| Sistema flexible de amortización |
| Control de los prestatarios a través de alguna instancia pública |
|
32. Los programas de préstamos con devolución condicionada según la renta parecen
resolver la mayoría de los problemas.
33. Parece adecuado empezar con un programa experimental de préstamos-renta,
priorizando modelos que faciliten la movilidad.
34. Configuración de los préstamos-renta:
| ELEGIBILIDAD: restringidos a estudiantes de los últimos cursos. Las condiciones
deben ser controladas siempre por la Administración Pública. |
| CUANTÍA DEL PRÉSTAMO: en torno a 600.000 ptas./año por estudiante. |
| TIPO DE INTERES Y CARENCIA: tipo de interés nulo o muy reducido. Se comenzarían
a devolver al superar la renta per cápita media del país. |
| DEVOLUCIÓN: deben detallarse los períodos y las cuotas. |
|
35. En la mayoría de los casos es la agencia tributaria quién controla el proceso de
devolución de los préstamos.
3.- Financiación pública directa a las instituciones de enseñanza
superior
36. La subvención pública es la principal fuente de financiación de la enseñanza
pública. Las subvenciones públicas directas no han respondido a un modelo que
relacionase los recursos y los objetivos. Los fondos repartidos lo han sido en función de
años anteriores modelo incrementalista -. En épocas más recientes la
introducción de esquemas de incentivos favoreció la eficiencia y la calidad. El sistema
incrementalista tiene problemas de descrédito o busca objetivos políticos. Considerar la
sustitución del modelo incrementalista y burocrático por uno basado en objetivos
educativos. Modelos de este tipo se utilizan ya en la OCDE.
37. Las fórmulas de financiación en Estados Unidos, desde Tejas años cuarenta,
cuentan con ventajas como garantías de trato similar y mismas reglas del juego para todas
las instituciones, transparencia y flexibilidad. El elemento innovador en los años
sesenta de presupuestación en base cero mejora la eficiencia económica, aunque genera
incertidumbre y requiere gran información sobre costes. En los años noventa aparece la
tendencia de ligar la financiación a indicadores de rendimiento. Destacar que en los
años ochenta se exigió que se evaluase el aprendizaje, se controlase la actividad
docente y la dedicación a la enseñanza ya que existía la sospecha de que se
privilegiaba la investigación por encima de la enseñanza. El gobierno federal exigió
establecer agencias de información y evaluación de la enseñanza superior. En la Unión
Europea han destacado los modelos y fórmulas de Reino Unido y Holanda.
| En el Reino Unido en los años ochenta se modificó la financiación pública aplicando
nuevas fórmulas que han reducido la financiación por estudiante. En conclusión, el
Reino Unido utiliza financiación mediante fórmulas con imputs (estudiantes) y outputs
(investigación). |
| En los países bajos hay cuatro tipos de modelos con tendencia a ligar la financiación
a los outputs, planea sustituir la fórmula por un contrato de 5 a 10 años dando un
horizonte estable a los centros. |
| Francia ofrece un modelo centralizado. En 1976 establece una fórmula de financiación
basada en la carga docente y el coste de la enseñanza. Se introduce una nueva fórmula en
los ochenta basada en costes estándar por estudiante. En los noventa se reforma
introduciendo contratos programa. |
| Finlandia usa el modelo contractual. |
| Nueva Zelanda usa contratos-programa. |
| Australia, en 1974, suprimió las tasas académicas. En 1989 reforma con una
combinación HECS, aumentando la autonomía y exigiendo una precisa rendición de cuentas. |
| Dinamarca establece en 1992 una financiación en función del output estudiantes
aprobados, promoviendo la titulación y con posibles efectos perjudiciales sobre la
calidad evitándolo con mecanismos de control de calidad. |
|
38. En resumen, pueden diferenciarse las siguientes características:
| Subvención calculada a partir de imputs y outputs. |
| Fondos asignados a criterios objetivos o gastos justificados. |
| Financiación para usos específicos o libertad en su asignación. |
|
39. En general, los sistemas tienden hacia una subvención normativa, mediante fórmula
y como subvención global con plena libertad de adscripción. Para gastos corrientes la
financiación se completa con subvención para gastos de inversión en planes
plurianuales. Crece la difusión de los "contratos-programa".
40. Los sistemas universitarios con elevado número de instituciones y financiación
mediante fórmula se apoyan en la existencia de instituciones intermedia a modo de
"buffer", mientras en un sistema descentralizado no hay espacio para
intermediarios.
41. El modelo de financiación debe cubrir objetivos y garantizar la suficiencia
financiera, permitiendo cumplir los objetivos y protegiéndolas de las presiones
políticas. Debe ser transparente, fijar sus prioridades e incentivar el logro de sus
objetivos.
42. En los años noventa, se elaboró el Informe de Financiación de 1995. La Comunidad
Valenciana usó fórmulas de subvención, Canarias y Cataluña contratos-programa y la
Comunidad de Madrid desarrollo un plan plurianual.
43. En España la subvención pública podría articularse en torno a una fórmula
referenciada a los costes corrientes y como elementos básicos: el número equivalente de
estudiantes y los costes estándar. El concepto de estudiantes a tiempo completo se
estimará dividiendo el número total de créditos por 65 o 70. Se debe eliminar los
incentivos a la elevación desmesurada de la carga docente estableciendo un número
máximo de créditos financiables y de asignaturas optativas financiables. (Apartado
III-63 del Informe de Financiación 1995). La fórmula lineal en función al número de
estudiantes no es eficiente. Se recomiendan factores que incentiven el ajuste de la
demanda, titulados de calidad y economías de escala.
44. Dado el sistema actual el modelo deberá considerar las preferencias en la
preinscripción primando las plazas de primera opción, concediendo financiación extra
por estudiante admitido en primera opción. Los nuevos modelos pueden recoger las
economías de escala introduciendo un elemento fijo en la subvención. Se debe incluir
incentivos a la salida de graduados, titulados competentes, estimulando un aumento de la
productividad y realizar un seguimiento de la carrera profesional de sus titulados. El
modelo de financiación para gastos corrientes se completaría con una subvención para
gastos de inversión, requiriendo la coordinación de los gobiernos de las CC. AA. Prestar
atención especial a las necesidades de equipamiento de las universidades.
45. Financiar a grupos y actividades de especial calidad fomentando la competencia,
incluir financiación para potenciar innovaciones docentes y actividades de mejora de la
calidad de la enseñanza. Ejemplos de programas específicos:
46. Muchos de los programas competitivos deben afectar al conjunto del sistema
universitario español. En los países de estructura federal se impulsen programas
federales de financiación.
47. La adaptación de las instituciones de enseñanza superior a los objetivos fijados
podría instrumentalizarse mediante los contratos-programas.
4.- El reparto de responsabilidades en la financiación de la educación superior
48. UNESCO, París, octubre 1998. "La financiación de la educación superior
exige recursos públicos y privados. El papel del Estado permanece esencial a este
respecto". El análisis de la financiación en España aconseja proponer cambios
progresivos y no traumáticos. La finalidad última es lograr la suficiencia financiera e
incrementar la responsabilidad de las universidades frente a los gobiernos y frente a los
estudiantes. La situación actual es:
El gasto total en educación superior representa el 1,1% del PIB (la
media de la OCDE es del 1,6%)
El gasto anual por estudiante es aproximadamente de 5.000 dólares (el
60% de la media de la OCDE).
El sistema universitario español debería aumentar su gasto por
estudiante. Ello requiere aumentar el gasto total (público y privado) en enseñanza
superior. Este objetivo puede alcanzarse a medio plazo, el cual no ha de exceder de 10
años.
En relación con el reparto del esfuerzo entre gasto público y gasto
privado, conviene que recordar que:
La proporción de los recursos públicos en España es del 76% (la
media OCDE es del 86%), la aportación privada es del 24%.
La subvención a estudiantes y familias, por diferentes conceptos,
representa en España el 0,06% del PIB (la media europea es del 0,25%).
El importe medio de las becas en España era de 109 ECUS por mes en
España (1996). En España el porcentaje de familias que se acogen a becas es el 17,3%.
Las principales partidas que componen la estructura de la financiación
de las universidades públicas y privadas:
La subvención directa a las universidades públicas, que supone un
0,8% del PIB.
Los pagos privados a las instituciones educativas públicas y privadas
(0,25% del PIB).
Los subsidios o ayudas públicas a las familias.
Otras categorías de gastos de escasa importancia.
El sistema de financiación debe mantener un modelo mixto
(público-privado). Es recomendable, por tanto, que la participación privada a través de
las tasas, por lo menos, no supere el porcentaje actual en el conjunto de los fondos de
financiación de las instituciones universitarias.
Se aconseja destinar una buena parte del aumento de los recursos
públicos a la enseñanza superior incrementando las ayudas a los estudiantes y a sus
familias; y aumentando el peso de las subvenciones a los estudiantes y las familias en
relación con las subvenciones directas y facilitando la movilidad a los estudiantes.
El crecimiento de la población universitaria en el futuro es de
estimación incierta. Se ha supuesto que no habrá crecimiento.
Aumentar sustancialmente el número de estudiantes que reciben becas,
llegando al 40% para los estudiantes de los primeros cursos. Las becas cubrirán un 10% de
los estudiantes de últimos cursos, en los cuales se dará prioridad al sistema de
préstamos-renta. La cuantía de las ayudas deberá incrementar hasta llegar a las 400.000
pesetas. Una parte de la financiación de las universidades, deberán conseguirla a
través de la atracción de estudiantes con o sin becas.
Poner en marcha un programa piloto de préstamo-renta orientado a los
estudiantes de últimos cursos ya que este colectivo tiene mayores expectativas de poder
hacer frente a la devolución. El programa debería ir dirigido a cubrir a un 30% de los
estudiantes de los últimos cursos. A largo plazo los retornos y los préstamos deberían
equilibrarse. Su devolución dependería, en gran medida, de la idoneidad de los estudios
cursados con relación a las oportunidades de ejercicio profesional. Antes de generalizar
el sistema de préstamos-renta parece conveniente introducir un programa experimental de
movilidad.
La subvención directa a las universidades deberá repartirse entre
convocatorias, contratos-programas y subvenciones nominativos con criterios objetivos,
aumentar el peso relativo de la financiación mediante convocatorias y contratos-programas
respecto al de las subvenciones.
Simulación de la evolución en las fuentes de financiación de la
educación superior:
Subida del gasto de 200.000 pesetas por estudiante.
El volumen total en estudiantes se sitúa en torno al 1.785.000.
El porcentaje del gasto que correspondería:
Las Administraciones Públicas el 80%.
El sector privado el 20%.
Las cifras propuestas de crecimiento darían lugar a un aumento decenal
de 357 millones de pesetas, hasta conseguir el 1,52% del PIB al final del período. Se
distribuiría de la siguiente forma:
Un crecimiento de 139.000 millones de pesetas del gasto público
destinado alas instituciones educativas.
Un crecimiento de dicho gasto privado de 43.500 millones de pesetas.
El mayor crecimiento correspondería a la ayuda pública a los
estudiantes.
En total se pasaría pues a un gasto en ayudas a estudiantes
universitarios en torno a los 174 millones de pesetas.
VI.- PERSONAL DE LA UNIVERSIDAD
(A) RESUMEN Y PROPUESTAS
1.- Gestión de recursos humanos
1.1.- Un nuevo entorno.
(1) La calidad de una institución de educación superior depende en
gran parte de sus miembros. Por tanto, los profundos cambios a abordar en la U. afectarán
también al PDI y al PAS.
(2) Por ejemplo, en la necesidad de formación permanente (TIC) o de
movilidad.
(3) En particular, es necesaria una planificación estratégica de las
necesidades de personal, que requiere un diseño de su plantilla. El principal problema es
que debe partirse de una situación ya existente: hay que referirse más a las necesidades
del entorno que a las internas de reproducción y promoción.
1.2.- Planificación de necesidades.
(4) Es necesario flexibilizar las figuras disponibles (funcionarias o
contractuales) así como sus categorías.
La política de personal deberá tener en cuenta los salarios y
perfiles exteriores (quizá habrá que recurrir a tiempos parciales), la reserva de
reclutamiento, las futuras jubilaciones y otros muchos factores externos (competencia,
demanda,...) e internos (características académicas, territoriales, estructura,...) por
lo que el proceso no es lineal y general, sino iterativo y particular.
(5) El planeamiento debe recoger el número de plazas de los
distintos niveles, su dedicación y finalidad, y las prioridades. Y análogamente para
PNN.
Se puede empezar por planes parciales de cada unidad, aunque éstas
suelen tender más a la improvisación que la planificación. Además su sistema de toma
de decisiones prima la participación sobre la eficacia y la racionalidad, y las
intervenciones externas son problemáticos (por desconocedoras y mal acogidas). La
creciente cultura de la evaluación hará cambiar estas actitudes.
(6) Internamente, la planificación debe hacerse tanto "de abajo a
arriba" cm al revés. Debe negociarse con las Administraciones Públicas, teniendo en
cuenta la diversidad, y tendiendo a negociaciones globales de plazas, en vez de
individualizadas.
Contra la visión usual de la U. como dinamizadora de su auto-reforma,
se tiende hacia Consejos de Administración externos. Conviene que sean las
Administraciones Públicas quienes estimulen la planificación estratégica de la que se
derive la plantilla.
(7) Hay que tener en cuenta la percepción del propio personal, para no
desmotivarlo.
(8) La planificación de personal ha de prever el número, pero sobre todo el perfil de
los puestos. La "gestión por competencias" de personal en la U. ha de ajustarse
a los activos disponible o incorporables, y las competencias que cada persona ofrece (no
sólo conocimientos y destrezas sino también motivación, carácter, autoestima,
actitudes, valores). Igualmente, ha de establecer para cada puesto no sólo el perfil
genérico sino las competencias requeridas (tanto "de umbral" como
"diferenciadoras"): definición del puesto de trabajo, tareas y actividades,
formación y experiencia, conocimientos, destrezas. Entre las competencias evaluables hay
que incluir también las difíciles de obtener: comunicación, dirección, liderazgo,...
Objetivos de todos ello son: configuración de equipos de trabajo,
cultura de la mensurabilidad, gestión del cambio.
(9) Debe complementarse con una evaluación integral que se desarrolle
y perciba como un instrumento para mejorar.
(10) Probablemente la planificación resultante de necesidades de
personal será incompleta, imperfecta e inadecuada; pero será más útil que no tenerla.
2.- Profesorado.
2.1.- Problemas.
(11) Entre las dificultades para elaborar la plantilla de PDI se
señalan: compatibilizar investigación con docencia (sobre todo en primeros ciclos),
degradación de la función docente, falta de visión global y de compromiso con la
institución,... En este sentido, las individualidades deben aunar sus esfuerzos.
(12) El proceso de inducción pretende que el personal de comprometa
con la institución.
Las U. tendrán que afrontar dos cambios: curriculares, y de
organización. En efecto, la escasa eficiencia resulta para unos de le escasa
financiación, y para otros de la propia estructura que da la última palabra a su propio
personal, no suficientemente comprometido con la colectividad.
La necesidad de reforzar este carácter de colectividad debe
manifestarse también en la selección de PDI: no del genéricamente mejor, sino del más
adecuado; de ahí la necesidad de un perfil (definido por la institución, no por el
propio departamento).
(13) Un problema recurrente ha sido y es el del PNN.
Es difícil analizar los modelos de plantilla en otros países, ya que
sólo se ha planteado desde los 80, cuando han aumentado los estudiantes y han disminuido
los recursos.
(14) Hay que reafirmar la indivisibilidad entre docencia e
investigación, con lo que el más adecuado quizá no sea el mejor investigador. Habrá
que contar con una figura preferentemente docente y otra preferente investigadora,
cuidando el equilibrio entre ambas. Por ejemplo, en enseñanzas más profesionalistas se
necesitan los primeros.
(15) Algunas exigencias son:
| correcta ratio estudiantes/profesor |
| remuneración adecuada |
| justificar la dedicación a la investigación |
| recobrar los asociados LRU |
|
2.2.- Figuras de personal académico.
(16) En cuanto a figuras de profesorado se recomienda:
| CU, TU: mantenerlas como ahora |
| CEU, TEU: no se considera un tema relevante, pero se sugiere suprimirlas a medio plazo
(negociar su futuro con ellos y también con los sindicatos) |
| Asociados: volver a la LRU; se recomienda el contrato directo en vez del concurso; que
incluso puedan ser PAS |
| Ayudantes: mantenerla como en la LRU, enfatizando que no tiene plaza asegurada;
concretamente se sugiere 3 años improrrogables como "Ayudante" (no doctor) o
"Ayudante doctor" para capacitación pedagógica |
| Visitante: incentivarla |
| Emérito: para evitar desviaciones, que lo decida la U. sin participar el departamento |
|
(17) Hay que evitar malos usos de las anteriores figuras y paliar
desajustes entre necesidades docentes e investigadoras
(18) Por ello se proponen dos nuevas figuras contratadas:
| Titular Docente (TD): para docencia de primer y segundo ciclo; desde Ayudante de ambos
tipos |
| Titular Investigador (TI): para investigación y docencia de doctorado; desde Ayudante
doctor, o doctores en general |
|
3.- Carrera académica y procedimiento de selección
3.1.- Carrera académica
(19) La carrera académica es la progresiva capacitación y
adquisición de competencias (conocimientos, habilidades, aptitudes). No excluiría otros
accesos.
En la actualidad no la hay, por causas difíciles de precisar.
(20) Ha de establecer figuras iniciales y las exigencias de promoción,
evitando acumulación de PNN como las habidas. Ha de encauzar la promoción, dejando claro
que la formación no garantiza plaza. Ha de relacionarse con la planificación y
previsión de plantilla, e incluso con las posibles salidas hacia el exterior.
Se señala una fuerte demanda por jubilaciones hacia 2005-2010, lo que
debería aprovecharse para mejorar el tercer ciclo, y para que la formación empiece tras
la tesis.
(21) Hay experiencias interesantes en Francia (monitores), Holanda
(asistentes de investigación),...
(22) En España se empieza con el doctorado (también es necesario el
tercer ciclo), que no es una iniciación a la docencia. Hay que completarla con formación
metodológica, uso de TIC,...
(23) Una vía sería Ayudante y después Titular Docente.
Otra vía sería el doctorado (becas,...), y después Ayudante-doctor
adscrito a un centro acreditado por la Agencia de Acreditación, para ser al final
reconocido como "investigador". Entonces podría acceder a Titular Investigador,
e incluso a TU, así como a Titular Docente.
(24) Por tanto, habría tres tipos de carrera (sólo docente, sólo
investigadora, o mixta) para garantizar suficiente flexibilidad.
Habría otras exigencias específicas: en medicina, enseñanzas
profesionalistas,...
(25) Se podría acceder a TD y TI desde otras vías, exigiendo el
doctorado para TI.
(26) Hay que garantizar y promover la formación permanente del
personal universitario: toma de conciencia, méritos para evaluación,...
Por ejemplo, se debería garantizar el año sabático, fomentar la
movilidad y la internacionalización, y valorar la formación continua en la selección de
PDI
3.2.- Incentivos y motivaciones.
(27) A pesar de la mejora que supuso los quinquenios y sexenios,
las retribuciones siguen siendo bajas (el art.11 afecta a una minoría) y poco
estimulantes, por ejemplo, para la productividad. Se sugiere establecer incentivos
adicionales, como premios consolidables por evaluación externa positiva; también
suprimir el tope de sexenios.
(28) No entra a fondo en la mejora las condiciones de trabajo,
citando que a menudo esa es la recompensa por una evaluación positiva, o en sentido
contrario los efectos negativos de la escasez de PAS.
En este contexto de deficientes retribuciones y condiciones de trabajo,
hay que destacar el trabajo anónimo de muchos integrantes de la U., poco reconocido. Para
mantener esta motivación hay que eliminar algunas fuentes externas de insatisfacción,
más que crear nuevas recompensas externas o sanciones.
El síndrome de "burn out" es muy negativo para la
institución, pero de hecho una parte importante del PDI padece estrés por exceso de
trabajo y falta de tiempo.
3.3.- Selección del profesorado
(29) Los mecanismos de selección perderán trascendencia si se asegura
una buena formación.
Con todo, habría que revisar el peso excesivo de la investigación
(que quizá estaba justificado en los 80), planteando una mayor adecuación a las tareas a
desarrollar, lo que en ciertos casos significará enfatizar los aspectos docentes.
Nuevamente hay que insistir en la movilidad.
(30) En la alternativa entre regular o no la selección, hay que
garantizar: que se seleccione al más adecuado para la función precisa; la autonomía
universitaria.
El procedimiento descansaría en tres pilares:
| planteamiento previo de las funciones a cubrir |
| informe de expertos, no necesariamente del área |
| decisión de la U. (global, no restringida al propio grupo; quizá un Comité Académico
de la U.) |
|
Estos principios se aplicarían a todas las selecciones
Los contratos podrían ser indefinidos para TU y TI.
(31) No parece que en España el modelo de habilitación sea el más
adecuado. Se sugiere un método que de hecho ya se usa en el sector público.
Se dividiría en dos fases la selección de funcionarios:
| preselección por un comité de especialistas externos, ordenándolos separadamente para
cada aspecto a considerar |
| decisión por personas de la propia U., como mejor conocedora de las necesidades a
cubrir |
|
Sería mejor que el mero endurecimiento de las pruebas, siempre que se
garantice una formación contrastada.
4.- Personal de administración y servicios
Con respecto al Personal de Administración y Servicios el informe
señala la diversificación existente en la actualidad sobre la presencia de los
colectivos en las diferentes Universidades españolas así como un buen análisis de las
diferentes características tanto del Personal Laboral como del Personal Funcionario.
(32) El informe establece la conveniencia de adoptar medidas de
homologación y homogeneización de las plantillas dentro de ámbitos de mesas sectoriales
y define con bastante exactitud las competencias de los dos colectivos dentro de las
Universidades.
(33) La pieza clave en materias de plantillas son las RPT,
definiéndolas en la actualidad como demasiado rígidas y lejanas a los principios de
racionalidad, economía y eficiencia que serían exigibles para las necesidades actuales
de las Universidades. Recomienda por tanto la creación de una RPT tipo, dentro del
ámbito de las Comunidades autónomas, que garantice la homogeneidad de las diferentes
plantillas entre las Universidades de ese ámbito.
(34) El informe plantea la necesidad de asunción de competencias por
parte de las Comunidades Autónomas con respecto al Personal de administración y
Servicios, recomendado la creación de una Mesa Unitaria para el PAS dentro de la Mesa
Sectorial de Universidad, igualmente plantea la necesidad de que estos acuerdos de
carácter autonómico sean de obligado cumplimiento tanto para Las Universidades como para
los órganos de representación Unitarios, por ultimo hace mención a la recomendación de
crear un convenio multilateral que facilite la movilidad del PAS entre las diferentes
Universidades.
(35) Analiza la estructura retributiva del Personal de Administración
y Servicios, planteando el actual sistema como un sistema rígido, ineficaz y
extremadamente complejo, añade el informe la falta de conceptos retributivos por
incentivos y la perversión del concepto de productividad en el caso del Personal
Funcionario.
El informe destaca como única vía posible para fijar políticas
universitarias desde la cúpula funcionarial, el actual sistema de puestos de libre
designación y añade en sus conclusiones el poco desarrollo de una autentica carrera
administrativa dentro del ámbito universitario.
(36) Se aborda la equiparación en cuanto al desarrollo de la
formación continuada de las mismas políticas que recomienda en apartados anteriores para
el Personal Docente.
Recomienda por lo tanto la promoción de consorcios entre
Universidades, inicialmente de la misma Comunidad Autónoma, para programar adecuadamente
la formación del Personal de Administración y Servicios.
(B) VALORACION Y SUGERENCIAS
1.- Gestión de recursos humanos
Es positiva la insistencia en la necesidad de planificar la necesidad
de personal, y por lo tanto la plantilla.
Se deslizan valoraciones muy negativas sobre la capacidad de
autogobierno participativo (5) y de autoreforma (6) de la U., dando por hecho que, al
contrario, la intervención de externos o de la Administración resultaría provechosa. No
compartimos esas valoraciones, que en cualquier caso corresponden al cap.VIII. en
particular, parece contradictorio con la insistencia en mantener la motivación y la
corresponsabilidad del personal.
Interesante la "gestión por competencias", aunque se
reconoce que los frutos pueden ser decepcionantes en la U. Es dudoso que una
planificación de personal "incompleta, imperfecta e inadecuada" pueda ser más
útil que no tenerla: cuando se tiene, hay la tentación de usarla.
2.- Profesorado
Interesante, aunque incompleto, análisis de los problemas del PDI. Por
otra parte, de nuevo se aprovecha para cargar contra el autogobierno participativo, al
mismo tiempo que se insiste en la necesidad de corresponsabilizar al personal.
Las propuestas sobre cuerpos docentes son muy incompletas. Así, no se
habla del catálogo de funciones, ni por tanto las que distinguen TU de CU, con lo que
también se obvia la promoción. Tampoco se justifica la supresión de TEU y CEU; por
cierto, es inaceptable que en la negociación al respecto se de a los sindicatos un papel
inferior al de las asociaciones corporativas.
Muy interesante la necesidad de formación docente durante la etapa de
Ayudante.
Las nuevas figuras contratadas de Titular Docente y de Titular
Investigador resultan inatacables, pero debería alertarse sobre el peligro de
precarización y de abuso. En particular no se concreta el tipo de contrato, aunque en
(30) se dice que puede ser indefinido.
3.- Carrera académica y procedimiento de selección
Compartimos la necesidad de una carrera académica, pero las propuestas
se limitan al periodo de formación y de acceso a plazas funcionarias, como ya se ha
dicho. La pretensión de que la tesis doctoral sea previa a tal carrera puede frustrarse
si no hay una suficiente política de becas y ayudas al respecto.
Nuevamente compartimos la preocupación por la formación docente.
Los aspectos retributivos se tocan superficialmente, como por otra
parte es lógico.
Una de las mejores aportaciones es la propuesta de selección del
profesorado (perfil de funciones, doble fase de preselección externa y decisión
interna,...), que puede dar una salida al eterno debate al respecto. Merece nuestro apoyo
total y entusiasta.
4. Personal de Administración y Servicios.
(32) No se hace ninguna alusión a las funciones de gestión y de
apoyo a la docencia y a la investigación en este primer punto cuando habla de las
actividades de ambos colectivos.
(33) En este punto falta una mención en el mismo sentido al ámbito
estatal que debería proporcionar esa homogeneidad entre todas las Universidades para
evitar grandes diferencias entre Comunidades autónomas.
(34) El informe no hace referencia a la capacidad reconocida que tienes
los Comités de Empresa para la negociación lo cual haría sumamente complicado que desde
un punto de vista jurídico acuerdos de carácter autonómico se pudieran imponer sin mas
a los Organos de representación de estas Universidades.
(35) Parece una contradicción que el informe recomiende el desarrollo
de la carrera administrativa a la vez que defiende la figura de la libre designación como
vía de acceso a los puestos de máxima responsabilidad dentro de la escala funcionarial.
Además de relacionar estos puestos al servicio de las políticas universitarias lo que
dista mucho del ideal de independencia que los profesionales de la gestión deberían
tener. Por último la conclusión del informe instando a las Comunidades Autónomas a
intensificar el ejercicio de sus competencias en materia retributiva sobre el Personal de
Administración y Servicios parece un poco pobre en cuanto a su desarrollo y definición.
(36) Es interesante la necesidad de formación del Personal de
Administración y Servicios, apostando por consorcios entre Universidades dentro de la
Comunidad Autónoma. Un poco escaso en cuanto al desarrollo de estos planes formativos y
su implicación en la carrera administrativa y laboral como vía de promoción.
VII. CALIDAD Y ACREDITACIÓN
1.- Garantizar la calidad.
1.1. Cultura de la calidad
1. Parece que en la actualidad ya existe una cultura de la calidad y de
la necesidad de que ésta se evalúe en las universidades, y por tanto las cuestiones a
plantear son los medios a aportar por la Universidad, la clase de evaluación (interna o
externa), y los beneficios que se producirán.
¿Evaluar programas o evaluar instituciones? ¿Qué control o relación
ha de ejercer la Administración? ¿Habilitación (conceder a la universidad el derecho de
otorgar títulos) o acreditación (contrastada según criterios sobre conocimientos
adquiridos o competencias profesionales)? ¿Qué grado de influencia han de tener los
resultados de la evaluación en al financiación (fórmulas o contratos-programa)?
2. La evolución de la calidad permite conjugar y equilibrar a corto plazo la
autonomía universitaria con la responsabilidad social.
La autonomía debe llevar consigo la responsabilidad de los órganos de
gobierno y administración. Por ello, el aumento de autonomía ha traído consigo un mayor
peso de las evaluaciones y de sus consecuencias.
3. El desarrollo cuantitativo, cuando ha supuesto un incremento de la
calidad se ha debido a esfuerzos individuales, sin responder a coordinación o
sistematización en la búsqueda de la calidad.
"Alcanzado el límite previsible de su crecimiento cuantitativo,
el reto actual de la Universidad parece radicar en un esfuerzo de calidad. Es uno de los
cambios mayores que deben producirse en las universidades durante el próximo decenio.
Las Administraciones Públicas y las universidades, en colaboración
con otros sectores económicos y sociales partícipes de la calidad universitaria, deben
proseguir los esfuerzos y actividades de sensibilización de la comunidad universitaria
respecto a la cultura de la calidad, como elemento de equilibrio entre la autonomía
universitaria y la responsabilidad social."
1.2 Preocupación por la calidad en la universidad.
4. Entre los sistemas propios actuales de calidad tenemos: de los
profesores (selección, promoción y nombramiento); de los estudiantes (admisión
selectiva, exámenes, becas, premios); de la investigación (financiación y ayudas,
índices de citaciones y publicaciones, evaluaciones internas y externas); de los planes
de estudio, cursos y enseñanza en general (evaluación y acreditación de programas y
cursos, cuestionarios a los estudiantes, evaluación del profesorado, programas de
formación docente); del PAS (selección y formación). Estos sistemas propios deben
continuar, aunque ha cambiado el concepto de calidad, y también están cambiando los
objetivos y métodos.
Acepciones de calidad:
a.- Calidad confundida con excelencia y distinción. Concepto útil
para universidades de elite (en el sentido tradicional) o que intentan diferenciarse y
especializarse. Inútil para un sistema universitario público. Guarda vigencia en la
investigación, aunque no sea posible comparar resultados de evaluación en disciplinas o
departamentos diferentes.
b.- Calidad como conformidad con unos estándares: la acreditación
para otorgar títulos asegura que se cumplen unos estándares mínimos, que supera el
estudiante que aprueba.
c.- Calidad como adecuación a un objetivo o finalidad. En continuo
debate. Autonomía y diversificación obligan a que cada universidad defina su propia
estrategia y objetivos y mida su capacidad para cumplirlos; para ello debe desarrollar
instrumentos de planificación estratégica y evaluaciones para medir la consecución de
los objetivos.
d.- Calidad relacionada con eficiencia y coste de la Universidad:
concepto extendido a la gestión y la administración.
e.- Calidad como aptitud para satisfacer las necesidades de los
usuarios, destinatarios o clientes (industrial).
5.
f.- Calidad como capacidad de transformación y cambio (calidad total),
de gestión del cambio ante las nuevas demandas de la sociedad. Los sistemas deben tomar
como objetivo la mejora de la calidad.
g.- Calidad=Concepto multidimensional y complejo.
6. Funciones de los sistemas de calidad:
a.- Preparar mecanismos para la acreditación de instituciones o
programas (asegurar mínimos de calidad).
b.- Mejorar la docencia, la investigación y la administración.
c.- Servir de instrumento para rendir cuentas al gobierno y a la
sociedad.
d.- Suministrar información pública y transparencia a los estudiantes
y al mercado laboral (competencia y diferenciación)
e.- Operar como mecanismo para decidir una financiación diferencial de
las universidades.
7. Cabe optar por un modelo de autorregulación, en que la universidad
ejerza la responsabilidad en la iniciativa y ejecución, o por un modelo de control
externo gubernamental, con responsabilidad en órganos ajenos. O por un modelo mixto
combinando agencias independientes aprobadas por el gobierno o las propias universidades.
La tendencia es combinar una primera autoevaluación interna con la evaluación externa.
2.- Experiencias de evaluación.
2.1. Experiencias en otros países.
8. "El sistema de calidad debe, por tanto, combinar el uso
simultáneo de la autoevaluación interna y la evaluación externa y debe incluir la
presentación pública de un informe.
9. La organización y gestión de los procesos de evaluación externa
deberían encomendarse a organismos autónomos, independientes de las Administraciones y
de las instituciones de enseñanza superior; pero establecidos como resultado de un
acuerdo entre ambas".
Reseña de experiencias de evaluación en EE.UU., Australia, Reino
Unido, Dinamarca, Francia, Holanda, Universidad de Delft, Universidad de Twente, UAB, ...
"Existe una necesidad creciente de acreditación internacional.
Para algunas universidades y para algunas titulaciones, este es un elemento fundamental
para su futuro y el sistema debe facilitar este tipo alternativo de evaluación.
Las tendencias recientes marcan la aparición de redes voluntarias de
acreditación entre universidades, a escala internacional. Cualquier sistema debería
facilitar la existencia de acuerdos tanto a escala nacional como internacional, que
permitan la colaboración de las universidades con métodos o calidad parecidos.
El sistema de calidad implantado en un sistema universitario nacional
debería facilitar la transparencia y la transportabilidad hacia otros sistemas
universitarios, especialmente del espacio europeo.
El sistema de calidad habría de permitir acomodar los nuevos métodos
de aprendizaje a distancia y las nuevas necesidades y demandas de los estudiantes "no
tradicionales". La acreditación de nuevas titulaciones y esquemas innovadores
debería tener un tratamiento especial".
2.2 Experiencias en España.
10.11.12.13.14.15.16.17. Reseña de la evolución de los distintos
planes de evaluación e iniciativas adoptadas en aras a la calidad.
Experiencias en España: plan experimental y plan nacional de
evaluación de la calidad. Modelo Europeo para la Evaluación de la Calidad.
"Se necesita dar un paso más y sustituir un programa de
evaluación estricto, sin consecuencias, por otro de evaluación y acreditación. No es
sino la consecuencia lógica de una mayor desregulación del conjunto, de una mayor
flexibilidad de las estructuras y de una profundización en el ejercicio de la autonomía
universitaria.
Hay que advertir, sin embargo, del peligro que representa es un
punto débil de esta opción- la posibilidad de que la acreditación se transforme, con el
tiempo, en un sistema normalizado (es decir, una manera de "normalización" del
funcionamiento) y que a la larga cree inconvenientes a las actitudes innovadoras.
Es conveniente que los programas de evaluación actuales tengan
continuidad. El balance del Plan Nacional de evaluación de la Calidad de las
universidades debe servir de base para la realización de posteriores programas con
objetivos más concretos y selectivos y para aumentar el grado de exigencia en los
resultados."
3.- Un sistema de evaluación y acreditación.
3.1. El sistema.
18.19.20.21.
3.2. La calidad en el Plan Estratégico.
22. "Cada universidad debería introducir en su Plan Estratégico
los mecanismos adecuados para garantizar el nivel satisfactorio de calidad en los procesos
docentes y de investigación, y en la gestión."
"Los programas de calidad contenidos en el Plan Estratégico deben
ser objeto de un seguimiento atento por parte de la universidad y a este respecto deben
ser liderados por el rector y deben afirmar su carácter institucional abarcando la
totalidad de organismos que la constituyan. De ahí su concepción transversal, que impide
su integración jerárquica en los respectivos organigramas. Su elaboración ha de contar
con la participación de todos los estamentos universitarios, para obtener el compromiso
activo de docentes, estudiantes y gestores.
24. La elaboración y el desarrollo de los programas de calidad contenidos en el Plan
Estratégico deben corresponder a un grupo de trabajo específico compuesto por profesores
y técnicos responsable ante el rector y órganos centrales.
Alcanzado el acuerdo respecto a los programas a abordar, su prioridad y
extensión, correspondería al grupo de trabajo redactar un documento detallado de las
acciones a seguir, concretando sus plazos de ejecución y medios necesarios. El documento
contaría con la aprobación de los órganos superiores de gobierno de la universidad.
Posteriormente un informe anual daría cuenta de los avances de los programas de calidad
del Plan Estratégico y de posibles medidas correctoras.
Un Consejo Asesor de Calidad con la participación de expertos
externos y profesores- formularía propuestas y asistiría al rector y al grupo de
trabajo.
El Plan supone la correspondiente asignación presupuestaria y, en
consecuencia, la existencia de partidas específicas para mejorar la calidad.
El objetivo último de los programas de calidad del Plan Estratégico
es la mejora de la calidad. Por tanto, su credibilidad depende de conseguirla en el menor
plazo posible, particularmente en la docencia. Para conseguir esta eficacia los programas
que deben formar parte del Plan Estratégico exigen una cuidadosa selección, combinando
el realismo con la voluntad de renovar aquellos aspectos que necesitan mejora e innovar en
temas cuya futura demanda se perfila como segura."
3.3. Unidades o Consorcios de Evaluación.
25. "De acuerdo con las recomendaciones de la Unión Europea de modo
especial, las surgidas a raíz del Proyecto Piloto Europeo de 1995- parece de una
importancia capital que la organización y gestión de los proyectos de evaluación se
encomiende a organismos autónomos, que gocen de independencia respecto a la
Administración y las universidades en la toma de sus decisiones.
26.27.28.29 A este respecto y dadas las transferencias a las
Comunidades Autónomas, el sistema de evaluación podría partir de Unidades o Consorcios
de Evaluación de las Universidades radicados en los territorios de la Comunidades
Autónomas, aunque sería recomendable que donde el número de instituciones sea pequeño,
las Unidades pudieran abarcar instituciones universitarias que operasen en diversas
Comunidades. Las Unidades deberán ser organismos autónomos dirigidos por personalidades
independientes, técnicos, profesores y personas externas, nombrados por acuerdos entre la
Administración autonómica o Administraciones autonómicas, en su caso- y los
órganos correspondientes de representación de las universidades en cada
territorio."
3.4. Agencia de Acreditación.
30. "Un sistema correcto de acreditación, además de otorgar la
autorización inicial para las instituciones y sus programas, debería renovar
periódicamente la validez de los títulos que concede, en función de los resultados de
los sucesivos programas de evaluación. La acreditación debería orientarse especialmente
hacia los programas, más que a las instituciones, habida cuenta que parece haberse
superado la fase meramente expansiva del sistema. No obstante, también ha de permitir,
gracias a los resultados contenidos en los informes de evaluación, detectar su en alguna
universidad se producen carencias graves que la puedan situar por debajo del nivel de
calidad mínimo exigible en la enseñanza superior.
En los estudios de contenido profesional se deben vincular las
actuaciones de acreditación con las demandas y necesidades formativas que sugieran los
distintos organismos profesionales, para proceder a su necesaria transformación".
31. "Para proceder a la acreditación se propone la creación para
toda España de una Agencia de Acreditación, suficientemente alejada de los problemas y
condicionantes que pueda ocasionar la proximidad de las universidades y las
Administraciones Públicas. Debería, por tanto, gozar de autonomía en su actuación y
libertad en la toma de decisiones como condición básica en la responsabilidad que se le
encomendaría. Podría estar integrada por un número reducido de personalidades del mundo
académico y profesional, nacionales o extranjeras, de reconocido prestigio y larga
trayectoria en actividades y funciones relacionadas con el análisis de la calidad del
sistema universitario, asistidos por un número suficiente de técnicos y personal de
apoyo".
"La Agencia debería estar dedicada a las tareas de acreditación,
separadas y distinguidas de los procesos de evaluación. Sin embargo, es evidente que la
Agencia de Acreditación debería basar sus actuaciones en los datos resultantes de los
programas de evaluación, precisándose pues la coordinación entre los dos sistemas. Sin
un buen funcionamiento de los programas de evaluación institucional no podrá llevarse a
buen término la iniciativa de introducir la acreditación en el sistema universitario
español.
La sustitución del sistema actual "a priori" de
homologación y de reconocimiento de las enseñanzas y los títulos universitarios por
otro "a posteriori" como el que se propone mediante la acreditación precisaría
de una revisión periódica de los estudios que se sugiere que se produzca cada 10 años.
Los resultados de los trabajos de acreditación que realice la Agencia
deben tener carácter público y los resultados han de tomar la forma de recomendaciones
para las Administraciones Públicas correspondiente a quienes corresponderá tomar la
decisión que proceda.
Conviene que la Agencia de Acreditación opere mediante procesos de
negociación con las universidades interesadas, de modo que se establezcan plazos dentro
de los cuales puedan corregirse las carencias o eliminar las debilidades que impiden la
acreditación. No es la mejor fórmula que el proceso de acreditación se limite a emitir
informes estrictos favorables o desfavorables según los casos-, sin dar oportunidad
a las correcciones."
32. "Por lo que afecta a la evaluación docente del profesorado los resultados no
parecen satisfactorios por haberse desvirtuado el propósito inicial. Se sugiere, por
tanto, proceder a un nuevo sistema de evaluación que reforme, transforme o sustituya el
actual. A este respecto debería encargarse un informe que examinase lo realizado y
propusiese su modificación, situándola al nivel de aceptación que ha conseguido la
evaluación de la actividad investigadora del profesorado".
VIII.- GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN
1. Las cuestiones
1. Su forma de organización actual se ha de adaptar alas nuevas
exigencias que el despliegue de sus funciones plantea; es decir, la Universidad ha de
dirigir y administrar una organización de servicios: de educación, de investigación y
otros orientados a la comunidad académica y a la propia sociedad de referencia de cada
universidad.
2. La naturaleza de los cambios que están teniendo lugar en el entorno
universitario hace pensar que deberán plantearse ajustes más profundos de su estructura
organizativa y de sus pautas básicas de actuación.
3. Los cambios en dicha estructura se justifican por su valor para
mejorar la capacidad de la institución para resolver sus problemas.
4. No faltan motivos para que, en este tema, las cuestiones
ideológicas y políticas se presenten mezcladas, de forma intrincada, con las cuestiones
meramente técnicas. Hay que distinguir tres tipos de cuestiones:
| Las cuestiones relativas a las relaciones entre los gobiernos y las universidades
públicas. |
| Las cuestiones relativas al gobierno interno de las universidades. |
| Las cuestiones relativas a la estructura funcional de las universidades. |
|
No existe una única combinación óptima que se pueda proponer como
solución.
1.1 Autonomía y responsabilidad social
5. La noción de autonomía universitaria es confusa.
7. En la actualidad, la noción de autonomía universitaria se puede
caracterizar en los siguientes términos:
| La autonomía es una característica de la institución universitaria, no de los
miembros pertenecientes a la misma. |
| La autonomía es una forma de organización de la Universidad que tiene una triple
dimensión: la financiera, la de gestión y la académica |
|
8. Las universidades europeas gozan de más autonomía de gestión
interna y de una cierta autonomía académica y financiera; en cambio, están más
condicionadas por los gobiernos en las cuestiones relativas a la selección de personal y
a la selección de los estudiantes.
9. El carácter público del servicio que prestan las universidades
explica que la creciente autonomía de que gozan las universidades actualmente haya ido
acompañada de una cada vez mayor demanda de responsabilidad social a las universidades.
10. Por un lado, que la organización universitaria sea capaz de
suministrar información objetiva y, por otro, que el mecanismo de gobierno de la misma
permita una labor de control y seguimiento.
1.2 Gobierno interno
11. El gobierno interno de las universidades puede tomar diferentes
formas. Una primera forma de organización tradicional es la denominada forma colegial de
gobierno universitario.
12. Una segunda forma corresponde a la llamada forma profesional de
gobierno.
13. La forma colegial ofrece ventajas en la medida en que facilita un
elevado nivel de consenso interno y garantiza una gran autonomía en el plano académico.
En cambio, dificulta la gestión de la institución en diversos aspectos. La forma de
organización profesional puede evitar estas dificultades, pero con la misma también se
corren ciertos riesgos.
14. En la práctica, los sistemas universitarios tienen ciertos
componentes esenciales de gestión colegial, pero al mismo tiempo, se está produciendo un
claro desplazamiento hacia la adopción de sistemas más profesionalizados.
1.3. Organización disciplinar y organización por funciones
15. Tradicionalmente la organización de las universidades ha
respondido a las grandes líneas de división de las disciplinas académicas.
16. Varios factores están contribuyendo a diluir esta estructura
tradicional. La diversificación de los curricula académicos ha roto la anterior
correspondencia entre éstos, las facultades tradicionales y los títulos profesionales.
17. La organización resultante se acerca, cada vez más, a lo que se
conoce como un modelo de organización matricial. El modelo matricial es en principio más
flexible y eficiente que el tradicional, incorpora más rápidamente a la estructura
universitaria las modificaciones que se producen en los diferentes ámbitos científicos.
La organización matricial favorece un modelo de gestión más profesional que colegial.
Los aspectos negativos son que aumenta la complejidad organizativa,
produce interferencias entre los diferentes órganos de gestión y existen solapamientos
18. La visión de una organización de prestación de servicios
públicos empieza a dibujarse en la organización de la Universidad. Los receptores de los
servicios universitarios están pidiendo su cuota de poder.
19. La Universidad adopta, progresivamente, distintos esquemas
organizativos e incluso nuevas estructuras jurídicas para gestionar los nuevos servicios.
La organización universitaria ha de proceder a seleccionar aquellos servicios y aquellos
ámbitos en los que quiere estar presente.
2.-Modelos de organización universitaria
2.1 Modelos abstractos
20. Se pueden distinguir hasta tres modelos de gestión universitaria:
el modelo burocrático, el modelo colegial y el modelo de mercado.
21. Los sistemas de gestión burocráticos están regidos por el
derecho administrativo por las pautas de comportamiento características de las
administraciones públicas, como en Francia y en los países del Sur de Europa. Se acepta
que este modelo es demasiado rígido para la gestión de las universidades y que restringe
su capacidad de responder a los cambios en su entorno social.
22. En el modelo colegial la Universidad es considerada como una
entidad completamente autónoma, con normas propias de funcionamiento con un papel muy
preponderante a la comunidad académica. Tiene el riesgo de inclinarse excesivamente hacia
el inmovilismo y el corporativismo, limitar la capacidad de respuesta a los nuevos retos.
23. El modelo empresarial o de mercado parece el sistema más
compatible con el de las universidades de titularidad privada. La ventaja de este sistema
residen en su flexibilidad y en su capacidad de respuesta organizativa a los nuevos retos
de las universidades. Los problemas, en cambio, provienen del escaso margen de autonomía
académica que el mismo garantice.
24. Los tres modelos pueden considerarse como tres tipos ideales
situados en los vértices de un triángulo cuyo interior define el espacio real de
posibilidades
25. Se detectan ciertas tendencias de carácter general. Se puede
caracterizar en:
| Aumento de la autonomía institucional correlativa a un aumento del control social sobre
las universidades. |
| Profesionalización de la gestión interna de las universidades. |
| Potenciando la diversificación y la competencia entre universidades. |
|
2.2 La situación del sistema universitario español
26. La LRU implantó un modelo híbrido de coordinación y de gestión
de la Universidad. Otro de los objetivos era democratizar el sistema universitario y dar
un fuerte impulso a los objetivos de modernización de la Universidad.
27. La solución organizativa que cristalizó finalmente no responde a
ninguno de los tres modelos apuntados anteriormente. Las universidades son financiadas en
su mayor parte por la Administración Pública, pero ésta no interviene en el gobierno
interno de la institución. La gestión de las universidades se rige por las normas del
derecho administrativo, aunque, gocen de considerable autonomía organizativa y
presupuestaria. En ocasiones, la autonomía universitaria ha derivado hacia un
corporativismo académico, a menudo de miras sumamente estrechas. El modelo de la LRU se
aproxima al modelo colegial, desplazándose muy levemente hacia el modelo de gestión
profesional y técnico.
3.- La primacía de las competencias y de los procesos académicos
3.1 Significado de los distintos procesos
28. Es necesario buscar un cierto equilibrio entre la capacidad de la
oferta universitaria, las expectativas de la demanda de la sociedad y las políticas e
iniciativas de los reguladores.
29. La capacidad de supervivencia de la Universidad deberá sustentarse
en las competencias académicas y en los procesos académicos clave
30. Por procesos académicos clave se entiende el conjunto de
actividades que permiten llevar a cabo la misión docente e investigadora de la
Universidad.
32. Para conseguir el cumplimiento de su misión y de sus objetivos, la
Universidad ha de estar en condiciones de controlar un conjunto de procesos
académicos, de apoyo y de gobierno-
3.2 Procesos académicos: estudios
33. La eficaz gestión de las funciones de tipo transversal es una de
las debilidades reconocidas del actual sistema de organización de las universidades.
34. Se aconseja establecer una organización académica responsable de
gestionar la primera etapa de las enseñanzas de tipo A que no se fundamente en la
estructura habitual por departamentos.
35. Los estudios disciplinares del segundo tramo de las enseñanzas del
tipo A y del tipo C pueden ser gestionados correctamente con una estructura organizativa
más tradicional, basada en los departamentos. La caracterización de los estudios de
predominio del output parece aconsejar una gestión por unidades que los organice de forma
integrada en función precisamente de dicha salida profesional.
3.3 Procesos académicos: investigación
37. Las actividades de investigación plantean una gran variedad de
tipologías de organización, desde el investigador que trabaja individualmente hasta los
grandes centros de investigación públicos o en colaboración con la iniciativa privada.
38. La Universidad española debería, por tanto, dar apoyo a esta
estructura multinuclear y con distinto nivel de formación en su organización. Sin
embargo, la tendencia prioritaria se ha de encaminar hacia la consolidación de grupos de
excelencia en investigación. La creación de unidades de gestión y de apoyo en la unidad
para cualquiera de los niveles mencionados es, indispensable para el adecuado
funcionamiento profesional de la investigación.
3.4 La gestión de los procesos académicos
40. El diseño de planes incluye el desarrollo y mejora de los planes
de estudio, de las líneas de investigación y del desarrollo de los demás servicios a la
sociedad. Es uno de los procesos claramente mejorables en las universidades y las
actividades de promoción de estudiantes, de captación y movilización de recursos, para
la investigación y para las demás actividades de la universidad, van a requerir un mayor
impulso dado el entorno más competitivo que parece que se dibuja para las universidades.
43. Para la gestión de los procesos académicos se propone, en primer
lugar, dar mayor importancia a los órganos ejecutivos que se responsabilizan de su
gestión. Bastaría un refuerzo de las estructuras administrativas de los departamentos y
una integración de algunos de ellos según grandes áreas del conocimiento científico.
Una segunda recomendación consiste en diseñar distintas formas de organización para la
prestación de los distintos servicios universitarios, logrando así, una mayor
flexibilidad organizativa.
4.- Funcionalidad de los procesos de gobierno
4.1 Elaboración y desarrollo de la estrategia: planificación estratégica
44. La organización y la gestión de los procesos de cada universidad
forman parte de las funciones de los órganos de gobierno de la misma y están
estrechamente relacionados con la configuración de su plan estratégico y de la
definición de su misión. El plan estratégico propio de cada universidad, debe:
| conocer el grado de satisfacción de los diferentes destinatarios de los servicios que
presta la Universidad. |
| desarrollar la visión y la estrategia de la institución. |
|
La fijación clara y explícita de los objetivos de la Universidad, es
indispensable también para la rendición de cuentas de sus resultados y par reclamar los
recursos públicos que precisa. El desarrollo de un programa de comunicación y de
relaciones públicas, se convierte pues en un elemento fundamental para llevar a buen
término nuevas iniciativas y actividades.
4.2 Estructura de gobierno
45. El déficit de eficiencia en la gestión proviene fundamentalmente
de la intrincada red de órganos colegiados, de las limitaciones que los sistemas de
elección y control imponen a los órganos unipersonales, y de la complejidad de los
procedimientos de participación en la toma de decisiones.
La estructura de gobierno debería orientarse claramente hacia un
modelo más profesional, que potenciase la flexibilidad y la eficacia en la gestión y
facilitase la rendición de cuentas a la sociedad.
46. Se sugiere, en primer lugar, mantener como autoridad máxima de la
Universidad la figura del Rector. La Junta o Consejo de Gobierno sería el órgano máximo
de gobierno de la Universidad. De ella formarían parte, además del Rector, el Presidente
del Consejo Social y el Gerente y un número reducido de miembros, más de la mitad
deberían ser representantes de la comunidad universitaria, elegidos por el Claustro, y el
resto de personas de comprobada capacidad de gestión y representación social, elegidas
por el Consejo Social.
47. El tamaño del Claustro debería reducirse para hacerlo más
operativo. El presidente del Consejo Social podría ser nombrado directamente por el
Gobierno de la Comunidad Autónoma correspondiente.
48. El Rector podría nombrar un equipo de carácter ejecutivo. Además
de estos órganos de gobierno es preciso articular todo un sistema de administración
descentralizada. El equilibrio podría conseguirse, por ejemplo, haciendo que los
responsables de procesos orientados directamente a prestar servicios "hacia el
exterior" dependieran de la Junta de Gobierno mientras los responsables de procesos
más orientados "hacia dentro" fueran elegidos por los consejos
correspondientes.
5.- Carácter instrumental de los procesos de apoyo
5.1 Los procesos de apoyo
49. La mayoría de estos procesos suelen entrar dentro del ámbito tradicional de
responsabilidad de la gerencia universitaria.
5.2 Gestión de recursos financieros y materiales
50. Es indispensable que las universidades identifiquen los productos y servicios que
ofrecen y desarrollen los instrumentos de contabilidad analítica, que permitan conocer
sus costes.
51. La identificación de las unidades de coste y la imputación de los costes de los
servicios de la universidad responsabiliza a las distintas unidades en la toma de
decisiones. El presupuesto de la universidad debería convertirse en el mecanismo para
distribuir los fondos de acuerdo con la planificación estratégica formulada por sus
unidades docentes y de investigación.
54. Las universidades tratan de lograr una mayor financiación tanto de
sus servicios tradicionales como de nuevos según estrategias no uniformes que tratan de
responder a los cambios del entorno.
55. La búsqueda de estas nuevas fuentes de financiación puede hacerse
de tres formas:
Una primera forma supone conseguir nuevos ingresos en los servicios
tradicionales de la Universidad a través del cobro de prestaciones por:
| Servicios prestados. |
| Explotación externa y venta de productos. |
| Uso de las instalaciones. |
| Publicidad en publicaciones y en otros soportes. |
|
Un segundo camino para conseguir nuevos ingresos se basa en la
obtención de fondos adicionales para afrontar las actividades habituales de las
universidades.
Finalmente, la tercera forma se orienta a conseguir fondos para
promover nuevas actividades, algunas de las cuales derivan de las oportunidades abiertas
por la fase actual de cambio tecnológico. Financiar los proyectos innovadores es uno de
los problemas básicos a los que se enfrenta cualquier institución que desee adaptarse al
cambio. La financiación inicial podría proceder de la propia universidad o combinar los
programas de subvenciones y de ayudas públicas y con ayudas privadas, y no hay que
descartar el acudir directamente a fondos procedentes del sector privado.
56. Las universidades deben dotarse de una contabilidad patrimonial,
actualizando con ello sus activos patrimoniales construcciones, equipamientos e
instalaciones -, que permita contabilizar el monto anual que ha de dedicarse a
amortizaciones.
57. En los últimos años se ha ampliado el abanico de nuevos servicios
reforzando el carácter de la universidad como proveedora de servicios a los estudiantes y
al resto de la sociedad. La definición, contenido y función que se asigne a los nuevos
servicios universitarios será un elemento fundamental que definirá la estrategia general
de la Universidad y será elemento diferenciador.
IX.- REDES TECNOLOGICAS Y REDES UNIVERSITARIAS
(A) RESUMEN Y PROPUESTAS
1.- Introducción de las TIC en la Universidad
1.1.- Las tecnologías de la información y comunicación (TIC)
(1) Las TIC han experimentado un desarrollo espectacular, y en el
futuro inmediato afectarán fuertemente a la U.,
(2) tanto por cuestiones de demanda
(3) como de oferta (docencia, investigación, administración)
(4) Sin embargo, las U. han respondido de forma desigual
(5) mientras que los nuevos proveedores de educación superior suelen
utilizarlas de forma intensiva.
1.2.- Incorporación de las TIC en las U.
(6) Las principales dificultades para la introducción de las TIC en
las U. son: falta de estrategia institucional, resistencia a usarlas en docencia, costos
elevados.
Se aconseja que las U. entren en la educación a distancia, con una
cierta dosis de docencia virtual.
(7) Las U. deben clarificar su decisión estratégica sobre el uso de
las TIC en docencia y demás servicios. En particular: dosis de docencia virtual, nuevos
colectivos de estudiantes, formación continuada,...
(8) La inversión en TIC fracasará si el profesorado no está
motivado: incentivos para formación en TIC, reversión de ingresos hacia el propio centro
o departamento,... Aunque el profesor no vaya a resultar substituido, será menos emisor y
más tutor, con una parte de enseñanza no presencial.
(9) Para hacer frente a las inversiones y a la competencia, las U.
deberán colaborar con entidades externas (de telecomunicaciones, información, ocio,...),
con otras U. (material docente) y con agentes económicos, sociales y profesionales
(diseño de formación continuada,...).
(10) Para cubrir los elevados costos de las TIC habrá que acudir a
aportaciones externas, pero sobre todo a redistribuciones internas de los fondos,
tendiendo a constituir un fondo estable y suficiente.
(11) Hay que programar tanto las inversiones y renovaciones (alta
obsolescencia), como el personal (asesoramiento técnico, generación de productos
educativos,...)
(12) Igualmente, nuevas unidades de apoyo para ayudar al profesorado a
incorporar las TIC.
(13) Las U. han de introducir la reingeniería de procesos
administrativos (consulta del propio expediente, tasa de éxito,...) y la gestión por
proyectos de la docencia que requiere para cada asignatura o curso: presupuesto
(estudiantes, objetivos, clase de tecnología,...), propuesta de equipo (docentes,
diseñadores, técnicos TIC,...), calendario,...
(14) Las U. han de facilitar el acceso de los estudiantes a las TIC
(ordenadores, red,...). Las aulas informáticas han resultados muy costosos, por lo que se
tiende a que cada estudiante disponga de su propio ordenador, desarrollando ayudas al
efecto (becas, donaciones,...)
(15) Las U. han de fortalecer los servicios de sus campus: la
integración en el medio universitario consigue un desarrollo personal mucho más rico que
la enseñanza virtual. Las actividades fuera del aula y del laboratorio probablemente
determinarán las preferencias de los estudiantes.
2.- Formas de cooperación entre universidades
2.1.- Redes universitarias.
(16) Se pone de relieve la necesidad creciente de cooperación
interuniversitaria en forma de red: mundialización de la economía, factor positivo para
la localización de empresas, dinamización económica del territorio, mercado de trabajo
continental, multidisciplinariedad (temas medioambientales,...), obtención de fondos,...
Las TIC lo facilitan.
(17) Se entiende por "red" una forma de colaboración no
jerárquica entre U., o entre éstas y la Administración pública y el sector productivo.
Entre sus ventajas: flexibilizar estructuras, comunidad de acción, mayor número de
unidades implicadas,...
(18) Las motivaciones principales han sido:
| intercambio de información |
| movilidad de estudiantes y profesores |
| potenciación de la especialización y de las franquicias |
| estándares comunes de calidad |
| provisión de servicios complejos |
| internacionalización de los curricula |
| titulaciones y doctorados compartidos |
| intercomunicación de investigaciones |
| formación continuada |
|
(19) Entre los requisitos para el éxito:
| liderazgo |
| toma de decisiones (a nivel central y de cada unidad) |
| confianza mutua |
| motivación de las personas implicadas |
| masa crítica |
| relaciones a largo plazo |
| definición y coordinación de objetivos |
| preservación de la identidad de cada U. |
| operatividad |
|
La financiación privada no ha de comprometer la independencia de la
U., ya que presta un servicio público.
2.2.- División del trabajo ente U.
(20) La cooperación entre instituciones requiere una cierta división
del trabajo: la red proporciona un marco estable. La cooperación se ha convertido en una
dimensión básica de la estrategia de la U., sobre todo la intraeuropea.
Tres tipos de organizaciones internacionales:
| asociaciones académicas: académicos y sus unidades |
| consorcios académicos: agrupaciones de unidades académicas para ejecutar un contrato
determinado, habitualmente financiado externamente |
| redes institucionales: grupo de instituciones (U., empresas, administraciones públicas)
con objetivos estables y no perecederos (movilidad, cooperación en investigación,...) |
|
(21) Pueden surgir por:
| respuesta a una demanda exterior |
| centros de excelencia (docente o investigadora) |
| deseos de colaboración surgidos internamente |
| acceder a programas concebidos por terceros |
| ideales de solidaridad |
|
Cada U. ha de ir asumiendo la financiación, substituyendo la exterior
inicial.
No deberían circunscribirse al ámbito europeo.
2.3.- Alianzas estratégicas de la U.
(22) La competitividad empresarial se ha acentuado, obligando a
elecciones estratégicas para concentrarse en ámbitos concretos, externalizando otros.
Por ello han crecido las redes de cooperación (horizontales o verticales; de naturaleza
jerárquica o coordinada; informales o normativizadas) entre ellas.
También entre organizaciones culturales, sanitarias, sociales,...
(23) Las alianzas estratégicas ente U. y otras organizaciones
requieren una mayor concreción. No como un mero contrato de investigación, sino
precisando:
| congruencia de objetivos |
| reparto de presupuestos |
| oficinas de enlace (habitualmente el rectorado) |
| metodología y estándares de calidad |
| derechos de propiedad intelectual |
| solución de discrepancias |
| formas de abandono |
|
Las alianzas estratégicas ayudan a la financiación y a la autonomía.
No debería ser una sola, sino varias convenientemente coordinadas.
2.4.- Colaboración territorial.
(24) En España, la expansión territorial ha sido influida más por
intereses locales que por programación racional, promoviendo más la confrontación que
la competencia. Debería atenderse a:
| colaboración y coherencia del sistema |
| equilibrio territorial y social |
| diversidad de la oferta |
| suficiencia financiera de cada U. |
|
(25) Dos modelos:
| polarización en grandes concentraciones urbanas |
| redes en ciudades pequeñas y medianas
|
|
La política universitaria debe aprovechar las ventajas de ambos.
(26) La cooperación territorial requiere órganos de coordinación,
representativos de las U. y de la sociedad, paralelos a la Administración Pública
territorial.
(27) La mayor autonomía universitaria requiere mayor eficiencia y
mayor responsabilidad.
Las U. de gran tamaño deberían descentralizarse en un
"sistema" o dividirse.
En un "sistema" las funciones de los órganos centrales
suelen ser:
| asegurar la debida excelencia |
| adaptar el flujo de recursos |
| reservar el carácter comprensivo |
| cuidar que la competencia resulte beneficiosa |
| cooperar con el resto de instituciones |
|
(B) VALORACION Y SUGERENCIAS
1.- Las TIC
Quizá se exagera la trascendencia de las TIC. En especial la docencia
virtual y semipresencial. En ese sentido, hay que evitar la imagen de que la docencia
presencial es algo obsoleto (ni siquiera la de tiza y pizarra). Igualmente, hay que evitar
la hipertrofia de los órganos promotores, incentivos, etc. de las TIC.
Pero es cierto el peligro de que la U. pública pueda aparecer como
desfasada: se requiere una decisión estratégica al respecto.
Acertada alerta sobre los costos de implantación y mantenimiento de
las TIC. Incluso pueden obligar a cofinanciación, que comprometa la independencia de la
U.
También acertada alerta de que el estudiante virtual se pierde gran
parte de los valores de la formación universitaria.
2.- Cooperación entre U.
Importante defensa de la cooperación (redes, alianzas estratégicas)
entre U., aunque paradójicamente algunos argumentos son mercantilistas (para mejor
afrontar la competencia). Habría que insistir en los argumentos ideológicos de la
cooperación: servicio público, progresión del conocimiento, el conocimiento al alcance
de todos, etc.
En cuanto a las redes y alianzas con sectores privados, es muy dudoso
que sea compatible con la autonomía y la independencia de la U. Se dice que hay que
evitar ese peligro, y propone para ello la multiplicidad de alianzas; pero no parece
antídoto viable ni suficiente. Por tanto, las alianzas estratégicas habría que
limitarlas al sector público.
Totalmente de acuerdo con el apartado sobre política territorial,
aunque debería desarrollarse más e primer párrafo. Concretamente debería plantearse
claramente la alternativa entre el modelo de "especialización y cooperación
planificada" frente al "competitivo de confrontación de intereses", y
argumentar más detalladamente en favor del primero.
ANEXO
Este apartado se ha elaborado en la Secretaría de Universidad con la
intención de sugerir su inclusión el en capitulo VI apartado 4-(36) del Inform Bricall.
APORTACIONES PARA EL PERSONAL DE ADMINISTRACIÓN Y SERVICIOS
Los años ochenta trajeron consigo un aumento muy importante del
número de estudiantes universitarios en tal cantidad que desbordó la capacidad de
recepción y atención cualificada por parte del personal encargado de la administración
y los servicios universitarios, tanto en lo que hacía referencia a las tareas de apoyo a
la docencia y a la investigación como a las tareas administrativas y de gestión.
Eran los años donde un Convenio Colectivo único para el personal
laboral y la dependencia directa del Ministerio de Educación -Organismos Autónomos- para
todo el funcionariado, ayudó a construir el concepto de que el PAS podría tener una
entidad propia, definida y diferenciada del resto de las personas que le trabajaban a las
distintas administraciones públicas, especialmente a las administraciones educativas.
Se promueven en esa década diversos encuentros estatales para el PAS
de las Universidades con apoyos económicos de los equipos gerenciales de aquellos años,
con el intento de fructificar en un sindicalismo de tipo asambleario o de corte
corporativo, pero se encontraron con una apuesta decidida de los sindicatos más
representativos que hizo fracasar aquellas tentativas y que en definitiva acabó siguiendo
los pasos de la inmensa mayoría del personal laboral y funcionario de las
administraciones. No obstante, se consiguió crear un poso por el que se concibió el
PAS-Universitario como un conjunto global con dos únicas y claras diferencias: Personal
laboral para los servicios y personal funcionario para la administración.
Las transferencias educativas a las comunidades autónomas con
competencias plenas: Euskadi y Navarra, Catalunya, Galicia, País Valencià, Andalucía y
Canarias van a provocar una fuerte distorsión y generarán nuevas tensiones alimentadas
por las tendencias centrífugas que provocaran el nacimiento de nuevos convenios
colectivos autonómicos e incluso de empresa.
La creación de nuevas universidades fue el segundo paso después de la
aprobación de los estatutos de las Universidades, uno y otro crearon condiciones para
refugiarse más en lo local y en lo más próximo, de este modo se generaron las
condiciones de una nueva concepción, fines, actividades y especialización del PAS.
Las oleadas liberales en la concepción de la política, especialmente
en la política universitaria sobre al gestión de los recursos humanos, introducen el
elemento de la privatización en la prestación de servicios universitarios, pero
planteados siempre como procesos de externalización para evitar el conflicto directo con
los sindicatos. Paso a paso los gestores universitarios superaron sin problemas la puesta
en marcha de un proceso privatizador- que se ha desarrollado sin conflicto es más,
en muchas ocasiones con propuestas muy solventes para el personal propio de la Universidad
de tal modo que ha resultado incluso atractivo. En definitiva, se consolida un nuevo tipo
de PAS continuista con las relaciones anteriores, personal estable en una gran mayoría a
través de un régimen laboral o funcionarial. Pero también nace otro PAS con una
relación indirecta con la Universidad, establecida ésta a través de contratas de
servicios, subcontratas, sociedades propias y mixtas, fundaciones, etc...
Con todo el PAS fue encontrando un espacio propio cubriendo la
prestación de servicios universitarios y dedicándose a la administración de las
acciones universitarias. La creación de nuevas universidades desde la década de los
ochenta ha incrementado notablemente el peso del PAS y la necesidad creciente de su
especialización que han venido a resaltar su papel e importancia en el apoyo a la
investigación y a la docencia, así como en tareas no solo administrativas sino también
en la gestión económica, tecnológica y científica.
La gestión de la internacionalización lleva consigo una pesada carga
administrativa que las universidades deben asumir. El seguimiento de los proyectos
internacionales, tanto en su faceta de movilidad de personas como las facetas de
investigación requieren tiempo, esfuerzo y la participación del PAS especializado en la
contabilidad y en el control, que no siempre están disponibles en los departamentos
universitarios y que deben ser claramente diferenciados de las tareas del profesorado.
Desde el punto de vista expuesto se refuerza la propuesta de separar
las funciones docentes y de gestión, dedicándose los profesores a las primeras y
coordinándose las segundas con personal especializado. Debemos redefinir pues al
PAS-Universitario para encajar tanto al personal más directamente implicado en servicios
de apoyo a la investigación y en la gestión económica y administrativa, con también al
amplísimo colectivo de PAS con tareas auxiliares, compartimentadas y muy especializadas
que trabajan en los campus universitarios. El uso de las nuevas tecnologías, la
internacionalización de las actividades universitarias y la imperiosa especialización en
la administración y en la gestión van a condicionar un nuevo concepto y nuevos cometidos
para un el PAS universitario. Una apuesta decidida por la calidad de todos estos servicios
debe imponerse para romper las tendencias actuales que pretenden desvincular de la
Universidad al personal que realiza tareas auxiliares mediante formulas de relación
laboral específicas y extraordinarias, este es el reto al que nos enfrentamos para el
inmediato futuro y frente al que debemos plantearnos alternativas para alcanzar la
excelencia universitaria y hacercarnos a sociedades más regularizadas y estables.
Las ratios PAS/PDI nos indicaran el coste del PAS en función de su
relación con el PDI. Este es uno de los aspectos más difíciles de abordar debido a la
falta de definición, todavía, en el concepto del PAS ¿qué incluimos?. A nadie escapa
que en las universidades norteamericanas uno de los índices de calidad que se tienen muy
en cuenta es el factor de la ratio PAS/PDI. La relación 1x1 es el estandar de calidad
norteamericano para especialistas en los análisis de valoración de calidad de las
universidades. La repercusión sobre el coste total del sistema universitario no es en
absoluto despreciable cuando nos referimos a valores de gasto entre el 17% y el 20% de los
costes de personal en los que se mueven las universidades españolas contabilizando solo
al personal contratado directamente por las universidades. Pues bien, el Informe
Universidad 2000 adolece de estadístisticas, análisis y estudios que refuten o sostengan
afirmaciones en uno u otro sentido. Un dato, en las universidades valencianas, según el
Libro Blanco del sistema Universitario Valenciano nuestra relación PDI/PAS se sitúa en
el 2,2 mientras que el coste medio de un PAS se calcula en torno a los 3.300.000 pesetas.
Para abordar con más rigurosidad este apartado que ha sido olvidada en el Informe
Universidad 2000 deberían incorporar los estudios realizados al respecto para establecer
unas reflexiones más precisas y poder formular alternativas adecuadas.
FILOSOFIA DEL PERSONAL DE GESTIÓN
1.- El PAS como gestor de la Universidad.
La universidad es un organismo público que debe dar respuesta a las
necesidades de colectivos de usuarios muy diversos, todo ello en una organización
caracterizada por la coexistencia de numerosos centros de poder. (Centros de
poder que son tanto puramente políticos "MEC, CC.AA"., como
politico-académicos," Rectores, gerentes, decanos", como corporativos.)
La creciente complejidad de la gestión, hace necesaria la presencia de
personal que haga funcionar el sistema, poniéndolo al servicio de las actividades propias
de la universidad. Colaborando, en suma, en la buena marcha de los programas científicos
y académicos y en el buen funcionamiento de la administración de la universidad.
La gestión universitaria puede ser eficiente si es rigurosa a
imaginativa, sin caer en la trampa del mimetismo con la gestión privada, porque tiene y
ha de tener un estilo propio, al que son inherentes la democracia interna y la
participación, que se han de hacer compatibles con la agilidad y que permiten movilizar
un caudal importante de voluntad y de inteligencia, los dos recursos menos escasos,
probablemente, en la universidad pública.
2.- Apoyo a la docencia y la investigación.
Como institución dedicada a la investigación científica y a la
educación superior, la universidad se caracterizaría en nuestros días por ser,
simultáneamente, una empresa pública de investigación científica, un servicio público
de educación superior, y una empresa pública de información científica y cultural.
Se podría proponer una plantilla integrada, con puestos de trabajo
bien definidos, con independencia de la relación administrativa o laboral de las personas
que los ocupen.
Cada puesto de trabajo debería tener definidas sus características,
requisitos de acceso y funciones, así como sus relaciones orgánicas y funcionales.
El sistema de gestión contaría con tres tipos de personal:
| Personal técnico: ejerce las funciones específicas de un servicio. |
| Personal auxiliar especializado: no realiza tareas técnicas, pero sí tareas de apoyo
para las que se requiere una cierta formación. |
| Personal de administración: ejerce las funciones propiamente administrativas como
institución. |
|
Por otra parte, cada universidad debería elaborar un programa de
formación y reciclaje del personal que permitiera una actualización continua de los
conocimientos necesarios para el ejercicio de la profesión.
En conclusión, el personal de gestión debe ser, desde su posición de
apoyo a la docencia, a la investigación y a la propia gestión administrativa de la
universidad, el órgano encargado de obtener el máximo rendimiento social de las
inversiones públicas en el sistema público universitario, de la investigación y de la
enseñanza superior y sin estar sujetos a tendencias o criterios políticos concurrentes.
4.3. Carrera administrativa y carrera laboral
1. El nombre de carrera administrativa indica el itinerario individual
de progresiva capacitación y adquisición de competencias que adquiere el trabajador
desde su ingreso en los niveles básicos de la administración universitaria, hasta los
más altos niveles administrativos y de gestión. El mismo esquema es aplicable al
Personal Laboral en cuanto a sus competencias desde grupos y categorías bases hasta
niveles de apoyo docente e investigador del mas alto nivel. Si bien no hay que obviar la
posibilidad de acceder a puestos de categorías intermedias o altas directamente cuando se
dan ciertos requisitos tales como titulación o superación de pruebas de acceso
especificas.
Actualmente se hace difícil reconocer una autentica carrera
administrativa dentro del Personal de Administración y Servicios debido entre otras cosas
a los malos diseños y carencias de los diseños de plantillas, así como por la
utilización, en algunos casos indiscriminada, de figuras como los puestos de libre
designación.
2. Un modelo de carrera administrativa o laboral debería establecer
claramente cuales son los niveles básicos de formación y las exigencias mínimas para la
promoción hacia niveles o categorías superiores. Igualmente debería evitar situaciones
de alta precariedad o contratación que ejercen una fuerza enorme sobre la promoción al
tener que adaptar el sistema a la estabilización del Personal de Administración y
Servicios.
En la mayoría de Universidades el acceso es vía concurso-oposición
pero se constata una contratación temporal muy alta como vía de ingreso a la
Universidad, esta contratación masiva genera muchas dificultades a la hora de establecer
una autentica promoción profesional además se observa un taponamiento muy elevado al
llegar a los niveles y categorías intermedios debido a la contratación y los puestos de
libre designación en niveles superiores.
3. La inclusión por tanto de estos niveles de gestión y apoyo a la
docencia e investigación dentro de las RPT así como la reducción de la precariedad se
hace fundamental como primera medida para diseñar la carrera administrativa. Potenciar la
promoción a través de la formación continuada como principal elemento a valorar
debería ser el camino a seguir a semejanza del modelo de carrera académica que se
pretende instaurar para el profesorado universitario.
4. La compatibilidad entre las diferentes RPT es fundamental a la hora
de elaborar las futuras plantillas para evitar una deshomogeneización que llevaría a
hacer imposible la movilidad del Personal de Administración y Servicios entre las
diferentes Universidades. En este sentido la vía para armonizar las RPT sería un acuerdo
dentro del marco del Protocolo de Negociación en el ámbito estatal para el Personal de
Administración y Servicios de las Universidades Publicas Españolas.
ESTUDIO LEGISLATIVO SOBRE EL PERSONAL DE ADMINISTRACIÓN Y SERVICIOS DE UNIVERSIDAD
Existen distintos ámbitos legales:
| Ley de medidas para la Reforma de la Función Pública (30/84) |
| Legislación de función pública de las Comunidades Autónomas y normativa concordante. |
| Ley orgánica 11/83 de Reforma Universitaria |
| Normativa de transferencias en materia de educación universitaria de las Comunidades
Autónomas. |
| Estatutos específicos de cada una de las Universidades |
| Convenios colectivos de ámbito autonómico o estatal para el Personal Laboral. |
|
No aparece ninguna referencia de los ámbitos funcionales del PAS hasta
llegar a los estatutos específicos de Universidad.
En la perspectiva de una eventual modificación de la Ley Orgánica
11/83 de Reforma Universitaria estimamos conveniente la modificación de la denominación
del Título VI como "Del Personal de Gestión, Administración y Servicios" y la
adición de un punto 5 en el artículo 49 del mismo Título VI en la que se enunciaran con
carácter general los ámbitos funcionales de este personal incidiendo en los aspectos de
gestión en sus diversas áreas y la de soporte a la actividad docente e investigadora.
Se propone un avance de redacción del punto 5:
"Serán, con carácter general, funciones del Personal de
Gestión, Administración y Servicios las de soporte para la actividad docente e
investigadora. Así mismo es competencia de este personal el desarrollo de las labores de
gestión administrativa, económica, académica, de servicios de biblioteca, informática,
información y cualquiera otro que se determine necesario por la Universidad para el
cumplimiento de sus objetivos." |
|