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Un lector nos ha enviado esta muestra de eficiencia empresarial, ambientada en cierta universidad española, que ha optado por modernizar los métodos de trabajo, en aras de la productividad. Nosotros, para evitar dolores de cabeza y chorros de tinta en los periódicos de la localidad en que se ubica dicha universidad, hemos maquillado los datos, por lo que pedimos perdón al remitente. De todas formas igual da, esto ha podido ocurrir en cualquier rincón de la España "veintiunesca".
EFICIENCIA EMPRESARIALCarrera de remeros entre Japón y España: ¿Quién ganará? Cuentan las crónicas que se celebró una competición de remo con equipos formados por miembros de una empresa española y la correspondiente japonesa. La regata, parecida a la que enfrenta a las Universidades de Oxford y Cambridge todos los años, se celebraba en aguas neutrales y consistía en la bajada de un río, en un recorrido de 30 millas náuticas, usando una embarcación con 11 tripulantes. Se dio la salida y los remeros japoneses empezaron a distanciarse desde el primer momento, llegando a la meta con una hora de ventaja sobre el equipo español. Los altos cargos de esta empresa española se reunieron para sacar conclusiones sobre el espectáculo tan bochornoso que se había dado, llegando a la siguiente conclusión: "Se ha podido comprobar que el equipo japonés estaba formado por un jefe y diez remeros, mientras que el nuestro lo formaban diez jefes y un remero, por lo que el próximo año se tomarán las medidas pertinentes para paliar esta situación". Al año siguiente, de nuevo se dio la salida y de nuevo el equipo japonés se empieza a distanciar desde la primera remada. El equipo español llegó con dos horas y media de retraso. Los altos cargos españoles se vuelven a reunir sacando la siguiente conclusión: "Este año, el equipo japonés estaba compuesto igualmente por un jefe y diez remeros, mientras nuestro equipo, tras la eficaces medidas adoptadas por los responsables, se compuso de un jefe, nueve asesores y un remero, por lo que, tras un minucioso análisis comparativo con los datos del ejercicio precedente, se llega a la siguiente conclusión: EL REMERO ES UN INCOMPETENTE". Al año siguiente, como no podía ser de otra manera, el equipo japonés llegó con una ventaja de cuatro horas sobre el equipo español. Una vez más, se celebró una reunión de alto nivel, en la cuarta planta de la sede social de la empresa española y, tras cinco horas de evaluaciones, llegaron a las siguientes conclusiones: "Este año, el equipo japonés optó por una tripulación tradicional, formada por un jefe y diez remeros. El nuestro, tras una Auditoría Externa y una Asesoría Adicional, se planteó una formación mucho más vanguardista y se compuso de un jefe, cinco asesores con gratificaciones, uno con productividad doble, tres jefes de sección, un sindicalista liberado y un remero, el mismo de años anteriores, al que se había castigado sin prima ni pluses de productividad, por sus fracasos de todos conocidos, y al que cuatro vigilantes jurados no le quitaban el ojo desde la orilla. Se ha acordado que el próximo año el remero será de una contrata externa, ya que, a partir de la vigesimoquinta milla naútica, se viene observando cierta dejadez en el remero fijo de plantilla, rozando el pasotismo en la línea de meta". NOTA DE SIGFRIDO DEL ALCE: Esta pequeña historia está lejos de ser ficticia y, como es habitual en estos casos, diremos aquello de: "Está basada en hechos reales, pero algunas fechas, lugares y nombres de personajes han sido cambiados para evitar daños innecesarios a..." ¡ A quién iba a ser al remero!, bastante tiene con haber sido sancionado tras un expediente disciplinario". Volver al principio |
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