A partir del número 33 de Vivat Academia, alternamos esta nueva sección, relativa a la salud en relación con el consumo y el medio ambiente, con la página "Sociedad" dedicada a los aspectos sociales de nuestro comportamiento. Contenido: Del hambre a la gloria... o a la inanición. La anorexia no sólo es una enfermedad que afecta a modelos y estrellas del cine y la televisión de nuestro desconcertante presente, sino que también afectó a las mujeres (y hombres) de todas las épocas, sino que lo digan las santas y brujas de la Edad Media, y otras féminas que supieron de la amargura del hambre a trancas y barrancas. La insoportable levedad del nuncacomerPrimera parte: Santas y BrujasCarlos Gamero Esparza / Diario OJO, Lima.
1. IntroducciónA fines del siglo XVI, en Lima, Rosa de Santa María, nuestra Isabel Flores de Oliva, Patrona del Perú, América y las Filipinas, sometía su cuerpo al hambre y la tortura como vehículo para acercarse a Dios. Cuando un joven le dijo un día que era muy guapa, ella se provocó cicatrices en el rostro con pimienta picante. Cuando otro muchacho le habló de la belleza de sus manos, Rosa las sumergió en lejía para deformarlas. Se acostumbró a consumir alimentos poco apetitosos y cada vez en menor cantidad. En la pequeña choza levantada por sus padres en el jardín de su casa, su dura rutina consistía en doce horas de oración, diez horas trabajando y otras dos horas para conciliar el sueño en un rústico camastro.
En el Siglo XIV y al otro lado del Atlántico, otra santa, Catalina de Siena, a sus 25 años, le escribió así a su confesor: "Querido padre, le agradezco toda la santa dedicación y el celoso cuidado que usted muestra hacia mi alma, porque me parece que usted se preocupa mucho cuando escucha cosas sobre mi vida (...) Usted me escribió aconsejándome que le pida a Dios que me haga comer. Y yo le contesto Padre mío, y se lo digo en nombre de Dios, que de todos los modos posibles yo me obligo a ingerir algún alimento una o dos veces por día (...) Muchas veces cuando hice lo que pude, me miro a mi misma para entender mi enfermedad y la bondad de Dios que por una gracia muy especial me permitió corregir el vicio de la glotonería..."
Desde tiempo inmemorial, la anorexia ha atacado a la humanidad, siendo más visible entre las mujeres y, aunque las circunstancias han variado de época en época y de sociedad en sociedad, la historia parece ser siempre la misma: una persona, casi siempre del s |