A ver quién se come estos percebes"El Grillo" Haciendo memoria, un ejercicio mental muy sano pero poco practicado, me he acordado de un par de veces en la que nuestros ministros salían en televisión, muy sonrientes y campechanos (como es preceptivo salir en televisión cuando quiere parecer que se hace de "estranjis") para tranquilizar a la población española. El primero fue Don Manuel Fraga Iribarne, ministro del régimen por aquel entonces (democrata centrista de toda la vida en la actualidad); se bañaba en Palomares. Muy ufano él, demostrando a todo el mundo que las bombas nucleares son cosa de andar por casa, que no encierran peligro alguno. Eso sí, no se veía más que a él y el mar, la localidad exacta te la decían los del NODO. Y claro, ¡como para dudar de ellos! El siguiente en mi recuerdo es Miguel Arias Cañete, de todos conocido, demostrando que el mal de las vacas locas no nos afectaba, a base de meterse entre pecho y espalda chuletones de Ávila en su punto. Claro, que el chuletón, lo que tiene es que, una vez en su punto, es de indistinguible procedencia. Y lo mismo podrían haber sido de vacas Cubanas. Esto en lo tocante al ejercicio de memoria. Eso sí, (nótese que ni el Caudillo ni el Caballerete (como le llama su amigo F. Castro de vez en cuando) han sido mencionados para nada. Pues bien, hagamos el ejercicio contrario. Es decir, deduzcamos quién se va a comer los percebes que la marea negra (perdón: vertido altamente peligroso) de Galicia NO ha contaminado (seguro que, si se le pregunta a la Subsecretaria de Medioambiente, lo mismo nos dice que es culpa de los percebes por no quitarse del medio): ¿Nuestro incombustible Dueño de la Calle? ¿O será por contra nuestro hermosote ministro de agricultura? Pues no lo sé, lo único que un servidor tiene claro es que, este año, palomitas de maíz. Volver al principio del artículo Volver al principio¡Menuda suerte de gobernantes tenemos!Yoritomo Shouke Estaba uno pensando, "Menuda suerte de gobernantes tenemos". Y entiéndase bien, que puede dar lugar a equívocos. "Suerte", entre otras acepciones, significa "clase", "tipo". Bien, una vez definido y aclarado el contexto sintáctico, sigo. Pues eso, que menuda suerte de gobernantes y políticos tenemos. Y si no tengan un botón: Se nos hunde un petrolero extranjerísimo (lo digo porque entre propietarios, armadores, aseguradores y pabellón concurren en este caso más de tres nacionalidades extranjeras) frente a nuestras costas (lo que de por sí, en siendo Galicia, no es tan extraño), ¿y qué hacemos con él? Pues lo paseamos por delante de todo el litoral posible, evidentemente, no sea que al llevarlo a un puerto o playa (donde fácilmente se pueda controlar su carga), se nos rompa y la contaminemos. De esta forma, al esparcir la mancha, ésta se diluye. También se diluye el resto, competencias, responsabilidades, petróleo, indemnizaciones (el dinero sale..., ojo, que si no, no tiene gracia). Y todo ¿por qué? Porque si se nos hunde en una playa la oposición nos machaca. Entonces se elige la mejor solución posible, a saber: La alfombra, que debajo cabe todo. Lo alejamos de la costa, y con suerte se hunde en aguas internacionales. ¿Que no es el caso? Pues no hay problema, una vez hundido, y con eso de las corrientes submarinas, vete tú a saber por donde sale el fuel-oil, y con suerte nos sale a plazos (con lo que podemos cargarle el muerto a las langostas si es preciso). Todo por no echarle narices al asunto. Y desde un principio. Una fragata permanente en Finisterre, y por la costa de la muerte no pasan petroleros, ni barcos cisterna, ni balleneros ni... Con dos narices, esas mismas narices de las que este gobierno en particular presume en la Plaza de Colón (Madrid) cada mes. ¡Vaya panda de salvapatrias! Y ahora, el momento de repartir culpas. Porque de eso se trata, antes era el haber carecido de la competencia apropiada y ahora de carecer de la responsabilidad. Y para eso, la clase política de este país (uno ya no sabe si es una adaptación evolutiva o no) se las pinta sola. Será culpa del viento, de la pasividad intrínseca de percebes y mejillones, de Poseidón y sus caprichos, de los armadores, de Gibraltar o Perejil, de los ecologistas por no haber ido antes o de la Santa Bárbara Bendita patrona de los mineros. Pero nunca de ellos. ¡Vaya suerte de incompetentes e irresponsables! Y total, ¿de qué se quejan? Si no recogen el marisco, siempre pueden recoger el fuel-oil, que ¡a lo que se cotiza el barril...! ¿No les gusta meterse entre las peñas a recoger bichos?, pues es similar, sólo que con un cubito y una espátula. No, si a España, al final, la van a hacer ir mal los de siempre. Los que tienen tanto dinero que hacen subir el precio de las viviendas, los que le tienen miedo a que el cotarro se nos llene de moritos y morenos, los que están dando todo su apoyo a la Ley de Calidad de la Educación, los que nunca van a la huelga. Pues esos, los de siempre. La misma panda de salvapatrias, incompetentes e irresponsables de toda vida, desde que en este país no se ponía el Sol. Volver al principio del artículo Volver al principioReportaje fotográfico del hundimiento del Prestige
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