El elefante cojoLuis Monje Arenas. Universidad de Alcalá. Prueba a contar cuantas patas tiene el elefante de la imagen. Volver al principio de la ilusión Volver al principioImágenes de Escher
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Daviz Melero
Aquí va un problema de lógica muy famoso, conocido como el "acertijo de Einstein". Mi tiempo de resolución ha sido de una media hora, así que vosotros lo haréis en menos, seguro.
¡Hala!, a entretenerse en vez de andar de botellón por ahí. Además, para darle más morbo al asunto, os diré que se cuenta que Einstein desarrolló este problema, en el siglo pasado obviamente, y dijo que el 98% de la población mundial no lo podría resolver. ¿Sería una fanfarronada de Einstein o forma parte de la leyenda sobre el famoso científico?
El problema:
Existen 5 casas de diferentes colores. En cada una de las casas vive una persona de diferente nacionalidad.
Los 5 dueños beben una determinada bebida, fuman una determinada marca de cigarros y tienen una determinada mascota. Ningún dueño tiene la misma mascota, fuma la misma marca de cigarros o bebe la misma bebida que cualquiera de sus vecinos.
La pregunta es: ¿quién tiene el pez por mascota?
Claves:
- El británico vive en la casa roja.
- El sueco tiene como mascota un perro.
- El danés toma té.
- La casa verde esta a la izquierda de la casa blanca.
- El dueño de la casa verde toma café.
- La persona que fuma pall mall tiene un pájaro.
- El dueño de la casa amarilla fuma dunhill.
- El que vive en la casa del centro toma leche.
- El noruego vive en la primera casa.
- La persona que fuma blends vive junto a la que tiene un gato.
- La persona que tiene un caballo vive junto a la que fuma dunhill.
- El que fuma bluemaster bebe cerveza.
- El alemán fuma prince.
- El noruego vive junto a la casa azul.
- El que fuma blends tiene un vecino que toma agua.
La solución en el próximo número
Yoritomo Shouke
LOS PREMIOS STELLA
Los premios Stella son unos premios que se dan anualmente en Estados Unidos para poner en evidencia su ridículo sistema legal. Estos premios llevan el nombre de Stella Liebeck, la cual, en 1992, a la edad de 79 años, sufrió un accidente en un McDonalds, al caérsele por encima el café produciéndole diversas quemaduras de consideración; fue indemnizada con 2,9 millones de dólares (unos 580 millones de aquella peseta tan maja que teníamos).
Desde entonces, en las tazas de café, la empresa advierte de que el contenido está muy caliente y de su peligro. Desde entonces también se otorgan premios de carácter anual a esos casos difíciles de entender, pero tan reales y duros como la vida misma.
Quien dude de su realismo puede acudir a www.stellaawards.com
AÑO 1997
Kara Walton de Claymont, Delawere, denunció con éxito al propietario de un pub nocturno de la ciudad cuando ella se cayó desde la ventana del baño y se rompió los dientes contra el suelo. Esto ocurrió mientras la señorita Walton intentaba escaparse por la ventana del baño de mujeres para no pagar la cuenta de 3,50 dólares. |
El propietario tuvo que pagarle 12.000$ y gastos dentales.
AÑO 1998
Carl Truman, de Los Angeles y de 19 años de edad, ganó 74.000$ y los gastos médicos
cuando su vecino pasó por encima de su mano con el coche, un Honda Accord. Carl Truman,
aparentemente, no se dio cuenta de que había alguien al volante del coche cuando se puso
a robarle los tapacubos (que sí, que sí, que así son los Yanquis). | |
Terrence Dickson, de Bristol, Pennsylvania, estaba abandonando una casa justo después de acabar de robarla, y decidió salir por el garaje. |
No fue capaz de salir por la puerta del garaje porque estaba rota y, al intentar volver a la casa, se dio cuenta de que la puerta que conectaba ambas estancias era de un único sentido y no podía salir del garaje.
La familia estaba de vacaciones, y el señor Dickson se encontró encerrado durante 8 días.
Para sobrevivir, se alimentó a base de Pepsi y un enorme saco de comida para perros que encontró. Denunció al dueño de la casa por los daños morales sufridos en aquel incidente, y el jurado accedió a situar la indemnización del propietario al ladrón en medio millón de dólares (unos 100 millones de pesetas, damas y caballeros).
AÑO 1999
Jerry Williams, de Little Rock, en Arkansas, percibió 14.500$, más los gastos médicos, después de ser mordido en el culo por el perro de su vecino. El perro estaba encerrado en una jaula dentro del jardín de su propietario. La indemnización fue menor al percibir el jurado una cierta provocación en el hecho de que el señor Williams estuviera disparándole al perro desde arriba de la jaula con una pistola de bolas. |
AÑO 2000
Kathleen Robertson de Austin (Tejas) fue indemnizada con 780.000$ por un jurado después
de romperse un tobillo al tropezar y caerse por culpa de un niño que estaba corriendo en
una tienda de cocinas. Los dueños de la tienda se sorprendieron al ser obligados a pagar
dicha cantidad, más aún al saber que el niño que tan mal se había comportado era el
hijo de la señora Robertson. | |
Un restaurante de Philadelphia tuvo que pagar a Amber Carson de Lancaster, Pennsylvania, 113.500$ después de que resbalara con un refresco y se rompiera el coxis. Dicho líquido estaba en el suelo porque ella se lo había lanzado a su novio media hora antes durante una pelea. |
Y EL MEJOR DE TODOS:
Mr. Merv Grazinski, de Oklahoma City, en Noviembre de 2000 se compró una caravana marca Winnebago de las grandes (de las que son a la vez coche y caravana). En su primer viaje, estando en una autovía, seleccionó una velocidad de crucero de 70 millas por hora (unos 120 km/h) y se fue a la parte de atrás a prepararse un café. No precisamente nos sorprende que la camión/caravana se saliera de la carretera y colisionara. |
Mr. Grazinski contrariado denunció a Winnebago por no advertirle en el manual de uso de que actualmente todavía no podía hacer eso. Por ello, fue recompensado con 1.750.000$ más una nueva caravana.
Hoy, Winnebago advierte de tal circunstancia en sus manuales, para el caso de que algún otro imbécil compre uno de sus vehículos.
Daviz Melero
El próximo número de la secuencia es 200, porque todos empiezan por la letra "D".
Recordemos la serie:
2, 10, 12, 16, 17, 18, 19...
¿De verdad lo habéis acertado?
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