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Comunicado del Decanato de la Facultad de Farmacia

Desde día 13 de noviembre, el Equipo Decanal de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Alcalá está formado por:

Decano: Dr. D. Fidel Ortega Ortiz de Apodaca

Vicedecana 1ª: Dra. Dña. Carolina Burgos García

Vicedecano 2º: Dr. D. Salvador Granero Ribelles

Secretario: Dr. D. Manuel Gómez Rubio

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Quien mal comienza... peor acaba

Julio Gutiérrez. Universidad de Alcalá

Sí, ya sé, normalmente se esperan cien días para analizar la trayectoria de un nuevo gobierno, pero cuando se mete la pierna (el zapato, dice mi amigo Luis, ¡siempre se mete antes el zapato!) desde el principio la cosa empieza a tener cierto tufillo.

Todos sabemos que las acciones no promovidas en los tres primeros meses de mandato, difícilmente se abordan posteriormente. Por ello, los ocupantes de cargos de responsabilidad se esfuerzan por demostrar al electorado el cumplimiento de lo prometido. Después, desgraciadamente, la máquina se los traga, sobre todo cuando han de contentar a los más directos responsables de su elección.

No vamos a entrar en los nombres de las personas nominadas para desempeñar los puestos de vicerrector, aunque se podría decir mucho al respecto. Sin embargo, nos han extrañado sobremanera las invenciones de nuevos cargos, en absoluta incongruencia con lo dictado por el sentido común. Porque vamos a ver, ¿qué significa un "vicerrector adjunto"? Todos creíamos se trataba de un "ayudante" o "asesor" de un vicerrector, para un área concreta de su campo de actuación. Pues no, en la UAH se han nombrado "vicerrectores adjuntos" dependientes directa y exclusivamente del rector. Si mal no recuerdo eso es un vicerrector, tal cual, sin apellidos adicionales a los de su responsabilidad delegada. En tal caso deberían llamarse "rectores adjuntos" y entonces lo entenderíamos mejor, es decir se trataría de vicerrectores de mayor categoría y con más poderes. ¿Es ese el sentido de la nomenclatura del nuevo cargo? No parece ser así.

A nosotros el invento nos suena a "vicerrectores de segunda" o, dicho de otra forma, personas merecedoras de "recompensa", porque para eso se han esforzado en la captación de votos, pero para las que sólo quedan migajas o, peor aún, como dicen algunas malas lenguas, personas en las que no se confía del todo y mejor se tienen cerca y sin muchas responsabilidades, no sea...

Desde luego, por inventar lo inimaginable que no quede.

Una vez puesta en claro nuestra opinión, nos asalta, en un caso concreto, una duda aún mayor: ¿qué significa un vicerrector adjunto del campus de Guadalajara? El anterior rector, Gala, cayó en la cuenta tarde, bien es verdad, de su error al realizar nombramientos de ese estilo (y en aquel caso se trataba de un vicerrector de pata negra, no de segundas categorías). Guadalajara no es un campus aparte, como tampoco lo es el "campus externo" de Alcalá, dicho sea de paso. Una delegación de ese tipo sólo puede significar la desidia del propio rector por ocuparse de los asuntos de los "desterrados"; ¡son tantas las cosas a atender...!, mejor enviamos un delegado. ¿Es algo así como los delgados del gobierno de las comunidades autónomas? Habría entonces una diferencia abismal y evidente, las comunidades autónomas son eso, autónomas, con su propio gobierno y competencias transferidas y mucho nos tememos que no es nuestra situación. ¿Se imaginan al presidente del gobierno de la nación nombrando ministro delegado para Cantabria, Canarias, etc.?

Claro, a lo peor, en todo este embrollo se esconde una razón poderosa. Hay quien opina -otra vez las malas lenguas-, que Guadalajara como campus dependiente de la UAH tiene los días contados y la mejor solución es comenzar poniendo las cosas en su sitio, induciendo a los miembros de la comunidad universitaria alcarreña a pensar como castellano-manchegos.

Como la crítica ha de ser constructiva, recomendamos encarecidamente al nuevo rector reconsidere, en su propio beneficio, los nombramientos, en caso contrario se podría ver acusado de desconocer la universidad más de lo juzgado en principio.

Volviendo a las medidas tomadas en los cien primeros días, nos ha llamado la atención la adoptada por el vicerrector del "campus externo". Está bien eso de limpiar el erial; puestos a proponer, desde le aquí le solicitamos haga desaparecer de una vez por todas la dichosa pérgola, de dudosa estética y más dudosa utilidad. Esperamos por el bien de todos no se empeñen en terminarla. Avisamos, se caerá otra vez y ¿quién se hará responsable de los posibles daños colaterales? Pero volvamos al hilo de nuestra preocupación. Como decíamos, hay una medida curiosa y, a nuestro humilde parecer, ridícula. Se han retirado los cubos de basura de la cocina de Ciencias y se han llevado más lejos, donde se puedan ver bien desde el jardín. En esta ocasión no será por estética; donde han sido colocados son todavía más extravagantes. Imaginamos se les ha ocurrido para evitar malos olores en los despachos con ventanas sobre la cafetería. Para eso había otras soluciones, amén de que nadie suele tener las ventanas abiertas, en invierno por el frío, en verano por causa del aire acondicionado. No nos parece normal esa la falta de reflexión en las consecuencias de la medida. Habida cuenta de la nueva necesidad de los largos paseos de los cocineros para tirar la basura, mucho nos tememos que la almacenen dentro del recinto y ya tenemos asegurada la invasión de "Okupas roedores".

En fin, mal empezamos, confiemos en una reposada reflexión de nuestras autoridades académicas para no ir de mal en peor.

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