¡Finisterre, Finisterre!
"Aras solis" fuego celeste
allí donde el Sol se hunde,
agoniza el petrolero Prestige,
desangrándose en las aguas
de la Costa de la Muerte.
El saurio antediluviano
su sangre negra desangra
por calas y acantilados
manchando las cristalinas,
puras, transparentes aguas
de las Islas Sisargas.
El blanco silencio de la arena
toca la melodía de los cuerpos desnudos,
que al sol florecen,
hoy la cubre
un manto fúnebre,
donde las rosas yacen.
Flora y fauna de la mar
la va matando a su paso
la masa densa y viscosa.
¡Adiós Costa da Morte.
Adiós rías altas y baixas.
Mi corazón encogido
poniendo en fuga mi alma!
Gigante de Nemancos
en la punta de la Buitra,
faro de Cabo Vilano
¿qué contempláis arrogantes?:
Dolmen de Dombate
Mamoas de Barbanza,
monumentos funerarios
de celtas y de druidas
el féretro del mar avanza
a su sepulcro de arena.
Por Mugía, muge el mar,
herido de muerte va
para morir en la ría.
Camariñas guárdate
de quien hace con el fuel-oil
los encajes de bolillos
del Señor de los Hilillos
que sigue "jugando a barcos"
en los bancos del Congreso,
vertiendo patrioterias
para escudar petroleros.
Galicia guárdate bien
de quien te engaña,
de quien pregona
"el rencor por las esquinas",
mientras nos mete en la guerra,
vendiéndonos por oro negro
el verdor de tus aldeas,
paisajes iluminados
entre la neblina:
¡el alma de tus paisanos!
La verdad es la que ves,
"de la nube cae la lluvia
y del monocasco Prestige
esa inmensa marea negra
que sale a la superficie,
que extiende su gelatina
por playas esplendorosas",
Lora, Loriño, Carnota
que llena todas de "merda".
No te dejes engañar
por los que siempre mintieron
trileros de la verdad:
los Rajoy, los Álvarez-Cascos,
los Arenas, los Fraga-Iribarne,
los que sostienen el feudo
de los Andrade y los Castro
¡que hundieron el petrolero
al mandarlo al "quinto pino"
alejándolo de la Costa
a merced de las tormentas,
dejándolo a la deriva,
en vez de pedir amparo!
.......
Luce rota en Muros
la mañana de cristal
y en el altar del Sol
se alza la imagen viva
del alemán de Camelle,
de su alma en taparrabos.
Sus ojos azules vieron,
en su revuelo de plumas,
la gloria de las gaviotas
sobrevolando la espuma.
¡Ay! dolor, ahora al ver
sus alas alquitranadas,
la obra de toda tu vida
sucia y rota
ante tus pies,
te dejas morir de pena.
.......
¡Tu corazón se funde
con el corazón del mar,
de pura melancolía!