Ambiente y Salud
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ISSN: 1575-2844

Revista Vivat Academia

Histórico Año V

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Mayo 2003. Nº 45

Tras la publicación, en esta misma revista, de un amplio reportaje de nuestro colaborador Carlos Gamero, sobre el uso y abuso de la Talidomida, droga maldita que ha provocado la desgracia de muchas familias, nos llega este conmovedor testimonio de una de las víctimas españolas

Talidomida: ¿realidad, ficción, falsedad o el espíritu fantasma de una maldición anunciada?

Pepe Riquelme, supuesta victima de la Talidomida en España.

Desde algunos estamentos oficiales con total impunidad, siguen afirmando descaradamente que, en España, no se vendió Talidomida a principios de la década de los 60. Y todo ello, a pesar de las pruebas más que evidentes existentes y de las que se dispone.

La Talidomida de antaño, y el previsible holocausto que se avecina y que se puede volver a repetir.

Talidomida = amenazas, censuras y falsedades.

En el año 1981, inicié una cruzada contra la Talidomida en España y en el mundo.

Siempre me he considerado un afectado por aquella "droga maldita", porque todo apuntaba a ello, por coincidir mi malformación congénita con las producidas por la Talidomida, porque traumatólogos, ecografistas... cuando me veían, la palabra repetida y al unísono, siempre era la misma: ¡Talidomida!; así como otras coincidentes circunstancias. El médico que, supuestamente, la recetó, siempre lo negó aduciendo que no había recetado Talidomida a mi madre, sino "otra cosa que no tenía nada que ver con ella".

El Gobierno alemán, como responsable subsidiario, así como los organismos competentes que éste creo al efecto, me denegaron el derecho, que siempre he creído me asistía, a una indemnización. Ellos me lo denegaron alegando que solamente me afectó de una forma unilateral, en una sola pierna, aunque sí en forma de focomelia, que era el sello inconfundible de la trágica Talidomida. Malformación congénita que, con el paso de los años, hizo que la pierna tuviera que ser amputada.

Pienso que el Gobierno alemán y, más concretamente, la Comisión Médica encargada creada a tal al efecto en la Fundación Hilfwerk für Behinderte Kinder (Auxilio a Niños Impedidos) –nombre más que recurrente-, utilizaron una táctica, para mí más que dudosa, a fin de discriminar a los afectados e indemnizar a la menor cantidad de personas posibles de entre las que debían indemnizar y recompensar en realidad, y en su momento.

Por eso, afirmaron, en aquella época: para que una persona sea reconocida como victima oficial de la Talidomida, ésta tenía que padecer una malformación congénita en los dos brazos, o en las dos piernas, o en los cuatro miembros a la vez, además de reunir otros requisitos difíciles de cumplir.

Conozco casos en España de afectados en los dos brazos y en las dos piernas, a la vez, que tampoco fueron indemnizados porque, sencillamente, los médicos que la recetaron a sus respectivas madres se negaron, por miedo y temores infundados, a certificar que habían prescrito la píldora, de una manera muy cobarde por cierto.

Cuando hablo de indemnización, siempre me refiero a paliar, económicamente y en la medida de lo posible, el daño que se causó a las victimas y el error farmacéutico que cometieron los laboratorios fabricantes, y la actitud asumida por las autoridades competentes de todos los países donde la vendieron o distribuyeron.

Hay un refrán popular que dice: "Del mal, el menos..."

Fruto de esa cruzada e investigaciones que inicié allá por 1981, y aunque en aquel momento me denegaron aquella indemnización, comencé a buscar información sobre el tema, pese a las dificultades, y como me impresionó tanto, sobre todo por el ocultismo y las falsedades que empecé a descubrir, persistí en medio de amenazas, negativas a lo que era evidente, etc, etc.

Me sentí solidario y quise ayudar a otras personas en igual o parecida situación a la mía.

Fruto de aquellas investigaciones, nació mi libro "Hijos de la Talidomida", obra por cierto inacabada por el caudal de información nueva que recojo cada día. En él cuento las amenazas, coacciones, censuras, vetos, silencios más que elocuentes y otras lindezas de adjetivos calificativos que tuve y sigo teniendo que soportar en la actualidad, desde distintos estamentos y esferas sociales de nuestro país: Ministerios, embajadas, consulados, diversos medios de comunicación, periodistas de renombre...

La reciente última gorda y muy gorda, ha sido por parte de 3 portavoces diferentes de nuestro inefable Ministerio de Sanidad.

La 1ª portavoz, por carta, omite hablar del tema en España.

La 2ª portavoz, por teléfono, me niega categóricamente que se vendiera Talidomida en España a principios de la década de los 60 y, además, se sorprende que yo le asegure esta afirmación. Cuando tengo la certeza absoluta y tengo las pruebas documentales pertinentes, de ese mismo Ministerio de Sanidad, pero del año 1981, que me aseguraban por escrito, que fueron 7 los medicamentos compuestos de Talidomida que se vendieron en España, a principios de los 60. Y 3 los laboratorios que los distribuyeron por nuestro país.

Y la 3ª portavoz de ese mismo e Ilustrísimo Ministerio de Sanidad, también y por teléfono, me dijo que ¡cómo se iba ella a poner a buscar esa información de una forma manual en los archivos. Que le llevaría horas y días! Le contesté que no tenía prisa. Pero me sentenció que no lo iba a buscar.

Todo esto, y otras informaciones y denuncias relativas a este tema, no van a quedar en saco roto y se van a desvelar y pronto con pelos y señales.

En los inicios de mis investigaciones, y lo he vuelto a hacer ahora, acudí y he acudido de nuevo a los principales programas de TV y radio de la época (1981) y los actuales de 2003, para denunciar todas estas y otras palpables situaciones. Pero todos me dieron y me han vuelto a dar la callada por respuesta, excepto en un programa de TV de ámbito y difusión nacional, quienes se han mostrado valientes y después de Semana Santa van a dedicar íntegro uno de sus programas semanales a este tema, y a denunciar todos estos aspectos.

Recientemente, el Diario La Opinión de Murcia me dedicó una página completa en una extensa entrevista. Lo cual agradezco públicamente desde estas páginas.

En ese programa de TV de difusión nacional al que me refiero, si se emite, aportaré todas las denuncias que obran en mi poder, y en las que vengo insistiendo desde hace años. Y supongo que también me entrevistarán a mí, al margen de contrastar todos los extremos, puntos de vista, así como las diferentes versiones en todos los ámbitos relacionados con este tema...

Hace unos días, un periodista, en una conversación informal que mantuvimos, como preparación de ese reportaje, sin cámaras ni micrófonos, ni grabadoras de por medio, me preguntó cuál era la verdadera razón que me empujaba a denunciar todo esto, y sobre todo, le sorprendía que llevase tantos años detrás de este tema, siguiéndole los pasos y la pista de una forma tan incansable e insistente. Le contesté que son 5 los motivos reales que me mueven a ello y por este orden:

1º) Denunciar todos los obstáculos, amenazas, censuras y coacciones que he sufrido a lo largo de todos estos años, y que los sigo teniendo al día de hoy.

2º) Intentar publicar el libro nacido fruto de estas investigaciones y que las editoriales españolas, hasta ahora, se niegan a publicar, por considerar el tema como muy áspero.

3º) Con todas estas denuncias, intentar que la Comunidad Mundial, se percate y conciencie de los peligros reales; y con estas denuncias, se deje de vender legalmente Talidomida en el mundo y, por tanto, que no sigan naciendo más niños con focomelias, repartidos por el mundo, por culpa de la Talidomida legal actual.

4º) Alertar del uso de Talidomida en varios países tercermundistas, distribuida por organismos de salud de reconocido prestigio internacional, que la estarían utilizando para la lucha de enfermedades como la lepra –como ha sucedido en Perú y Brasil- desde que se descubrieron las nuevas propiedades terapéuticas de la droga en 1965, y que actualmente estaría provocando nuevos casos de niños con focomelia, así como recordar la existencia de un "mercado negro" que distribuye la droga bajo la clandestinidad.

5º) Intentar conseguir la indemnización a la cual creo que tuve derecho y que sigo teniendo derecho, que se me negó por los motivos expuestos anteriormente.

Por ultimo, como prueba fehaciente de que se puede volver a repetir el holocausto de la Talidomida, trascribo literalmente los efectos nocivos y perniciosos y así como los riesgos que puede ocasionar la nueva Talidomida, rehabilitada en la lucha contra algunos tipos de cáncer, la lepra y el Sida (y, que yo sepa, ninguna de estas enfermedades ha sido erradicada, hasta la fecha, con Talidomida).

También detallo literalmente las advertencias que insertan en los prospectos sus actuales fabricantes, la compañía norteamericana Celgene, que la comercializa con el nombre legal de Thalomid en los EE.UU. de América, sacado de su propia página web:

http://www.celgene.com.

"Producto Thalomid: ADVERTENCIA: DEFECTOS HUMANOS SEVEROS, Peligrosos para la vida del recién nacido. SI EL THALOMIDE SE TOMA DURANTE EL EMBARAZO, PUEDE CAUSAR DEFECTOS O MUERTES SEVERAS EN EL NACIMIENTO DEL BEBE. EL THALOMIDE NO SE DEBE TOMAR NUNCA POR MUJERES QUE ESTEN EMBARAZADAS, O POR QUIEN PIENSE QUE PUEDE ESTAR EMBARAZADA, NO DEBE TOMAR LA DROGA. ESTA DROGA, INCLUSO EN UNA SOLA DOSIS (1 CÁPSULA –MAGNESIO 50-) TOMADA POR UNA MUJER EMBARAZADA, PUEDE CAUSAR DEFECTOS SEVEROS EN EL RECIEN NACIDO".

Igualmente, en las navidades pasadas, el periodista peruano Carlos Gamero, en esta misma revista en Red, me dio la oportunidad de colaborar con él, en un extenso reportaje que publicó sobre este tema: http://www2.uah.es/vivatacademia/
anteriores/n40/ambiente.htm
.

Lo cual agradezco tanto a Carlos Gamero, como a Julio Gutiérrez, Director de la Revista Vivat Academia, por haber publicado tanto aquel reportaje, como este testimonio de opinión mío actual.

Para intentar que mi lucha no caiga en saco roto, estoy iniciando la creación y fundación de la Asociación de Victimas Españolas de la Talidomida, para luchar por todos los derechos que creo, les y nos puedan asistir: www.asociaciontalidomida.galeon.com.

También se pueden consultar otras webs sobre este tema y que son las siguientes:

www.hijosdelatalidomida.galeon.com,
www.talidomidamaldita.galeon.com y
www.sebuscaeditor.galeon.com.

Paradójica y sorprendentemente, terminando de escribir este testimonio para Vivat Academia, recibo un email de una chica de EE.UU. muy significativo, revelador y elocuente: Me dice que a su padre le han recetado Talidomida para luchar contra una enfermedad incurable que padece, aunque no me revela cual es. Según esta muchacha, el medicamento allí le cuesta la friolera de 2.000 dólares USA, y me dice que su sueldo es bastante inferior y no la pueden pagar. Por eso, me ruega le informe sobre alguna otra vía o forma de conseguirla más barata, para poder suministrársela a su padre. Es decir, que, si es posible, la ponga en contacto con el mercado negro.

Y para terminar, una noticia que deja perplejo al mas pintado: ¡La Unión Europea, hace breves semanas, ha aprobado el uso, comercialización y distribución de la Talidomida legalmente en toda la Unión Europea, por supuesto en España, para la lucha de las enfermedades descritas anteriormente. Aunque no me han querido desvelar con qué nombres comerciales la van a poner en el mercado, con el componente químico de la Talidomida. (Se recuerda que antaño, fue comercializada como sedante y amortiguador de las molestias propias de los primeros meses de gestación de las embarazadas).

La fuente ha sido el propio Ministerio de Sanidad Español, y además me confirman, que, cuando ha hecho falta traerla del extranjero, mientras ha estado prohibida aquí en España, la han traído, para administrarla a pacientes que voluntariamente la han solicitado, como hacen con otros medicamentos "normales".

El holocausto de nuevo está servido, a la vuelta de la esquina y ya se empieza a volver a repetir. La fotos hablan por si solas, véanlas en el número 40 de esta misma revista.

Triste, pero real como la vida misma.

Pepe Riquelme

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Vivat Academia, revista del "Grupo de Reflexión de la Universidad de Alcalá" (GRUA).
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Última modificación: 22-05-2003