Volamos
sobre el ancho piélago
volamos
allí está la tierra,
abajo, más abajo;
una nube dorada
y otra plateada
se ciernen en
el ocaso
volamos bajo el sol
allí, un reguero
de luz
en un lento estallido,
como esa explosión
que se para,
se detiene,
luego, suavemente,
esa bola de plata
se inclina, se desliza
se resbala
por el oeste de mis
ojos
volamos
al norte, no de la
Cruz del Sur,
sino de la alta
Estrella Polar
vuela la nave
al lugar anhelado
de mi corazón;
esa cosa se llena
por dentro,
el pozo que un día
escuché cantar
se llena
se llena
mientras
volamos
ahora el ocaso
parece un bostezo
del día que se va
volamos
espero ver la estrella,
cual Venus, lucero
vespertino,
colgada del cielo
como una guirnalda
entre sus hermanas
las estrellas
volamos
y no puedo olvidar
mi corazón;
el pozo no tiene fondo
pero siento
que se llena;
ahora el cielo
es gris
ocre
azul
negro
ese sol, el astro
de ese día
se va para prenderlo
en el corazón
no hay oscuridad
volamos
quiero ver ese lucero
colgado
del cielo
como esa pompa
de Navidad