Editorial
Arriba Último Nro. Índice Nros. Anteriores Índices Históricos

ISSN: 1575-2844

Revista Vivat Academia

Histórico Año V

linea.gif (922 bytes)

Junio 2003. Nº 46

LAS FRASES DEL MES

Disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien.

Julius Marx (Groucho)

Muchas personas están demasiado bien educadas para no hablar con la boca llena, pero no para no hacerlo con la cabeza vacía.

Orson Welles

De las vergüenzas políticas españolas

En los últimos días, los caballeros dirigentes de los partidos llamados de "izquierdas" han protagonizado uno de los episodios más bochornosos de la democracia española. No cabe duda alguna, la actitud de dos de los diputados del PSOE, elegidos en su lista para la Asamblea de Madrid, les ha tenido que escocer y mucho, pero de ahí a tildarlos de "ladrones", "corruptos", "tránsfugas" y otras lindezas por el estilo, va un abismo.

Es de todos conocida la falta de sensatez de nuestra clase política, una de las menos aptas para gobernar del mundo mundial, si exceptuamos Taiwán –esos hasta se ponen los ojos morados-, pero dedicarse a hacer declaraciones acusatorias, sin pruebas fehacientes, significa que no andan lejos del comportamiento de los dictadores más feroces de las repúblicas bananeras, donde todo el mundo es culpable hasta que no se demuestra lo contrario.

Se equivocaron al meter en la dichosa lista a dos candidatos lejanos a las triquiñuelas de la cúpula del partido. Ahora, lo único prudente sería reconocer el error e intentar salir del trance con una airosa solución, lo menos dañina posible para la ya muy deteriorada imagen de nuestros políticos contemporáneos.

Al parecer era obligado "alistar" a esas dos personas, habida cuenta de las grandes divisiones, distribuidas en diversas tendencias, existentes en el partido, y todos los votos eran necesarios. Riesgos de una decisión sin reflexión previa, cuando no se tiene un oráculo como el de Delfos. Lo más ridículo es que, a pesar de tener conciencia de su díscolo proceder futuro, el árbol de la prepotencia de las elecciones "ganadas" no dejó ver el bosque del posible comportamiento de unos militantes que no obedecen, a ciegas, las directrices superiores.

Precisamente, ese el mal más sobresaliente de los partidos políticos españoles y, quizás, la fuente de todos los problemas sufridos por los ciudadanos de a pie. La disciplina de voto, la obediencia ciega a lo dictado por los que mandan, la actitud de superioridad que implica el expulsar de un partido a quien no se comporta según las "reglas" del juego sucio político, hacen del patio nacional un insufrible caos, donde se rechazan normas de bien común porque la idea proviene de las cabezas de los partidos opositores. Esto nos recuerda a lo sucedido, no hace mucho, en UGT, con Pedro Díaz Chavero.

Esta situación también nos trae a la memoria cierta anécdota atribuida a un colaborador de Fraga, en la época de su ministerio franquista. El colaborador en cuestión asistía con D. Manuel a una reunión internacional donde estaban presentes los enemigos más encarnizados del régimen de entonces, los soviéticos. Fraga fue llamado a Madrid y tuvo que ausentarse, no sin cierta inquietud, ya que el colaborador no sabía inglés, no había traducción simultánea y era la única persona que podía sustituirle en aquel foro. A la vuelta, Fraga le preguntó, con visible miedo, sobre lo sucedido en su ausencia. La respuesta fue muy elocuente. "No te preocupes ministro, yo observaba siempre lo que apoyaban los rusos y, simplemente, votaba lo contrario".

Puede que, de momento, la solución esté en convocar nuevas elecciones, en ellas los electores acudirán a las urnas a sabiendas de que votar al PSOE significa tener en el gobierno de la Comunidad a IU, aunque la distorsión producida por las declaraciones de estos últimos días haya sido contraproducente. Sin embargo, todos estos problemas se evitarían si, de una vez por todas, en vez de listas abiertas, los ciudadanos pudiéramos elegir a las personas que nos van a representar y no a un conjunto donde, a lo sumo, conocemos a los tres primeros del elenco, y eso de oídas y vistas en televisión. De esta forma no se atreverían a presentar, pongamos por caso, por Albacete, a un señor que ha pasado toda su vida en Ávila, por muy joven y guaperas que sea. También podrían salir elegidos los últimos de la lista, esos que se colocan allí por compromiso, y para que no salgan. Así los ciudadanos podríamos exigir responsabilidades directas sobre las actuaciones del representante de turno en los foros legislativos. En ese caso, los representantes serían, a su vez, conocedores de las necesidades reales de los electores y no a través de lo que un señor, sentado en un cómodo sillón de un espléndido piso de Ferraz o Génova, haya soñado en una noche de pesadillas persecutorias.

Quizás se enteren alguna vez de un hecho incontestable: la sociedad actual está más que harta de las trapisonderías internas de los partidos, donde se reparten tartas y pasteles y donde el trozo asignado no es del gusto de todos, creando malestar que, naturalmente, repercute en el buen funcionamiento nacional. Hace unos días un colaborador de Vivat Academia, conocedor de los entresijos de la política de partidos, nos comentaba: "Las cuchilladas y persecuciones internas de los partidos no tienen parangón. Las guerras intestinas son más cruentas que las entabladas contra los partidos competidores". A esto añadimos una frase de un abuelete que ha vivido dictaduras y monarquías, pasando por la república: "Mirad si la política es perversa que, si añadís ese adjetivo a la palabra madre, resulta la suegra".

Argumentan que los dos diputados electos, implicados en el escándalo, deberían haber dimitido sin más y aquí no habría pasado nada. Efectivamente, no habría pasado nada, ni siquiera nos habríamos enterado del porqué y, posiblemente, hubiéramos salido más perjudicados. De la forma en que lo han hecho, todos sabemos cuáles son los entresijos de la historia, ahora toca decidir cuál va a ser nuestro futuro. Si los responsables del PSOE lo hubieran aceptado como lo que es, un error de cálculo previo, y no se hubieran dedicado a descalificar a sus correligionarios, ahora podrían acudir a las urnas con la cabeza muy alta, sin haber convertido la anécdota en un drama nacional. Sin embargo, para el votante sensato va a resultar difícil elegir a los que así se ensañan con los díscolos de su entorno; uno puede pensar aquello de "si eso hacen con los allegados, que no harán con los enemigos..."

Una cosa nos preocupa aún más, aparte del triste espectáculo ofrecido, risión de todos nuestros vecinos extranjeros, y es que de verdad se crean su actitud y no sea simplemente una pose de cara a la galería. Nos preocupa que, de verdad, nuestros políticos tengan esa manía persecutoria y vean maletines y contubernios por todas partes. O, peor aún, nos preocupa que lo de los maletines y los contubernios sea una práctica tan extendida y normal que sea eso lo cocido en los pasillos de Asambleas, Congresos y demás Cámaras de este mosaico de reinos de taifas llamado España.

LA REDACCIÓN

Volver al principio
linea.gif (922 bytes)
Vivat Academia, revista del "Grupo de Reflexión de la Universidad de Alcalá" (GRUA).
REDACCIÓN
Tus preguntas y comentarios sobre este Web dirígelos a vivatacademia@uah.es
Copyright © 1999 Vivat Academia. ISSN: 1575-2844.  Números anteriores. Año V.
Última modificación: 24-06-2003