Docencia e Investigación
Arriba Último Nro. Índice Nros. Anteriores Índices Históricos

ISSN: 1575-2844

Revista Vivat Academia

Histórico Año V

linea.gif (922 bytes)

Julio - Agosto 2003. Nº 47

Contenido de la sección:

Las Hogueras de san Juan (Benjamín Hernández Blázquez)
La dicotomía del turismo (Benjamín Hernández Blázquez)
Municipios españoles (Benjamín Hernández Blázquez)
El talento que se pierde (Mario Albornoz)

Las Hogueras de san Juan

Benjamín Hernández Blázquez. Universidad Complutense de Madrid.

La magia, el ocultismo, el tarot o "taroco" y, las cartas en general son caminos o atajos que fijan su convergencia en la futurología como expresión concreta del "consumo de videncia". Desde la última década de la centuria pasada, este fenómeno se está convirtiendo en un expectante y versátil negocio, sobre todo por la paulatina integración que ha tenido en el engranaje de la programación de revistas, horóscopos, televisión e Internet; asimismo analizado por sociólogos, antropólogos y economistas. Todas estas corrientes de pensamiento o espacios de costumbres, encuentran el terreno óptimo en la denominada "Noche de san Juan", fuente intermitente de datos y paradigma de las ciencias ocultas.

La noche de san Juan, según el Instituto Nacional de Meteorología, cierra el intervalo de los cinco días más largos del año, es decir, 15 horas y 4 minutos de contenido lumínico. En Salamanca, de la A a la V o de Ahigal a Villasbuenas, los alfoces de 27 municipios festejan este evento, el santo con más celebraciones del año en la provincia. Noche, por consiguiente, exigua, pero pródiga en acontecimientos de grandes aciertos y de sonoros fracasos, de apariciones y desapariciones, siempre dicotómica y mágica por excelencia. Sus efectos se extrapolan a todas las facetas de la vida cotidiana: desde las necesidades más primarias hasta los deseos más espirituales, todo tiene cabida en su inventario; su denominador común suelen ser las tórridas temperaturas, que este año barruntan nuevos registros: "por san Juan al sol se cuece el pan".

Muchas leyendas afirman que es un periodo en el que las huertas giran sobre sus goznes, para mostrarnos lo que hay "al otro lado del espejo": se accede a simas profundas, grutas, castillos y palacios encantados; se liberan reinas moras y princesas cautivas; brujas malignas cabalgan a horcajadas, silban serpientes y se reflejan en la luna figuras enigmáticas. En otros lugares, los helechos florecen al inicio de la noche, al lado de retorcidas plantas que se tornan en carnívoras. Duendes, trasgos, endriagos o renuberos, catalizan la atmósfera que se impregna de un aliento extraordinario que llega hasta el último escondrijo de sierras y cabezos. Todo este mundo mágico es la célula generatriz de leyendas, cuentos, anécdotas, fábulas, o historias sin más que nacen y se desarrollan en todas las zonas del mundo occidental, siempre en simbiosis con las vivencias indígenas y que desembocan en "denominaciones de origen".

Esta fiesta solsticial es, como otras muchas, anterior al cristianismo; el antropólogo Caro Baroja, fija su antecedente más claro en las celebraciones de los druidas, el Belltane o bello fuego, que prendían hogueras coronadas por altas pértigas, después pasaban el ganado entre las llamas para preservarlo de las enfermedades; las reses estériles eran quemadas y sus cenizas se esparcían entre los nidales de los gallineros "¡para que pongan muchos huevos!". El fuego tenía una doble vertiente significativa: asegurar la provisión de luz solar para la vida humana y sus animales y, la otra, purificar o destruir las perniciosas influencias de brujas y demonios.

La Iglesia celebra estos actos desde el siglo IV; conmemora a Juan el Bautista, o el Precursor, día 24 de junio, fijado como el día de su nacimiento, aunque el dies natalis de los santos, para los hagiógrafos es el de su muerte. Según los Evangelios, era hijo de Zacarías e Isabel, prima de María, la Virgen. Refiere san Lucas que su padre había perdido el habla por dudar del embarazo de Isabel; empero cuando nació su vástago Juan, recuperó milagrosamente la voz, como así lo había anunciado un ángel. Henchido de alegría encendió hogueras por doquier para comunicar a vecinos y amigos la buena nueva. Poco o casi nada se conoce de la infancia de san Juan hasta que empezó a predicar, pudo ser hacia el año 27, se alimentaba de plantas silvestres y proclamaba el bautismo sin tregua; fue decapitado por Herodes. Las lumbres que anunciaron su nacimiento, fueron una ocasión ideal para que la institución eclesiástica, reciclase y condujera esta fiesta, pagana como ninguna otra.

Este paralelismo lo encontramos en multitud de lugares, como en Venta de Baños (Palencia). A finales del siglo VII, el visigodo Recesvinto a la sazón rey, desde su corte toledana, tuvo noticias de una fuente con aguas curativas dedicada a una deidad latina. Estas aguas sanaron su enfermedad, por lo que mandó levantar sobre ella una iglesia en acción de gracias, se puso bajo la advocación del Bautista, esta vez por el rito del agua. Así nació la basílica de san Juan de Baños, que cada año celebra una misa con ritual antiguo, simbiosis de culturas pretéritas, declarada de "interés turístico".

En Salamanca, Gabriel y Galán, costumbrista como pocos, en "las Campesinas" retrata esta noche, lejos de la magia y de los fantasmas de otras zonas, siempre impregnada de carácter plácido y bucólico sin pretensiones formales:

"si te pudiera pintar, unas ansias de querer, en que ahora me siento ahogar, y unas ganas de llorar, que tengo al amanecer...; Ay: a encenderlas volvieras cuando apagándose van, las hogueras de la noche de san Juan".

Volver al principio del artículo             Volver al principio

La dicotomía del turismo

Benjamín Hernández Blázquez. Universidad Complutense de Madrid

El itinerante verano inició su trayectoria hacia la meta, el 23 de septiembre; los días que median entre estas dos acotaciones, representan una interrupción en las actividades profesionales o cotidianas de una parte significativa de la denominada sociedad de consumo. Se hacen promesas para conciliar proyectos de vida y para jerarquizar las preocupaciones que suelen quedar a falta de algún retoque postrero, pero al cabo, las intenciones se ven engullidas por una inmersión que se nos antoja más o menos lúdica en el hormiguero de playas o parajes interiores de matiz cultural o de ocio.

Lejos quedan los viajeros del siglo XIX y XX "turistas accidentales" como Dumas o Merimée, cuando Isabel II puso de moda los baños en el mar; asimismo olvidado por el tiempo, aquello de "España es diferente" justo cuando pretendía no serlo, y se preconizaban Arcadias de amantes playeros con este u otros eslóganes. En la actualidad, el turismo navega contra viento y marea; en este ejercicio veraniego se espera cierto aire fresco en el sector lo que permitirá mejorar las cifras del año anterior, algo que para la mayoría se presenta como fundamental para poder sortear con probabilidades de éxito el curso o temporada inminente. La economía española secularmente ha sido hipersensible a la marcha de la coyuntura internacional.

Los atentados del 11-S agravaron la situación mundial de un sector que ya exhibía señales de alarma. La necesidad de luchar contra la creciente competencia de países del Este así como de otros lugares emergentes, ha pasado a un plano inferior tras los últimos acontecimientos bélicos. Así, transcurrido medio año, se han contabilizado en España casi 21 millones de turistas que representan un 3,7% superior al periodo precedente. Por lo que sociedades hoteleras auguran cierto optimismo, basadas en la recuperación de las Cías. Aéreas que crecieron un 7,8% en el mismo periodo.

No obstante, el turismo no es ajeno a las crisis, a pesar de que el número de clientes -51,7 millones en 2002- se va incrementando año tras año; el gasto medio por visitante ha descrito una tendencia decreciente, según los analistas, debido a las significativas ofertas de "última hora", en aras de salvar el temido ejercicio que tuvieron que realizar los promotores. Se considera como un estado de transición en todas las regiones y autonomías, en espera que 2004 sea el catalizador de nuevos programas. La excesiva dependencia de un mercado o nacionalidad ha pasado factura en algunos lugares; esto implica, necesariamente, nuevas estrategias basadas sobre todo en la diversificación, trabajo "on line" y cambios de hábitos del consumidor; parques temáticos, cultura, deportes, playas, circuitos; es decir, el sector converge en la eterna dicotomía hispana: interior-exterior, rural-urbano, playa-montaña... ir o no ir de vacaciones.

Los amplios activos españoles, son susceptibles de configurarse en 3.904 kms. de costas peninsulares y 2.100 insulares, con playas de arena fina; escarpadas cumbres con nieves perpetuas, infraestructura acorde con la U.E. y una historia milenaria, con 38 lugares Patrimonio Mundial, que resumen acervos culturales en todas partes. Todo en sinergia y que fructifica en datos que igualan a España con el segundo país del mundo en número de visitantes: británicos, alemanes, franceses e italianos, por este orden, o provenientes de todos los rincones del planeta, son clientes genuinos. En los últimos años, el turismo interior con claro auge, arrojó cifras de alojamiento por encima de 1,1 millones de turistas y cerca de 50.000 plazas. De una forma u otra, todas son alternativas para optimizar el excedente del tiempo estival.

Castilla y León, a la cabeza del turismo rural, con 2.248 municipios, Burgos y Salamanca suman 733, y 2.456.000 habitantes, absorbe sólo el 2,6% de los visitantes; aún así aportan unas cifras de ingresos próximas al gasto que la Junta destina a su personal. Ante tan suculenta tarta, resulta harto improbable no engolosinarse, aunque los dulces no suelen ser una base sólida de la alimentación; son sólo un postre, que culmina una buena comida. El turismo de los países fuertes y de las regiones ricas es susceptible de ocultar las carencias proteínicas en los países o regiones pobres.

Por tanto, el sector es a la vez versátil y volátil si las estructuras lo son, y los altibajos suelen ser inherentes al modelo de crecimiento que lo subtiende. En un mundo con menos distancias cada vez, cuando se encienden las alarmas dejan en fuera de juego las zonas que dependen de un solo factor, cuando entonces nadie pensaba en el futuro porque el presente era tan prometedor que no procedía romperlo con miramientos sutiles. Pero sin usurpar cosa alguna a la satisfacción, el turismo vacacional genera una oportunidad para el ejercicio de la solidaridad, tan loada como escasamente ejercitada.

Volver al principio del artículo             Volver al principio

Municipios españoles

Benjamín Hernández Blázquez. Universidad Complutense de Madrid.

Cuando en el horizonte social de la vida nacional, o autonómica se perfilan las elecciones, de la clase que sean; el análisis demográfico de los municipios es el protagonista en los estudios de los coordinadores de campaña, siempre en aras del electoralismo. Posteriormente, cuando la representación del acto ha finalizado, siguen siendo, en sus últimos estertores, actores principales en el reparto de la cuenta de resultados del ejercicio.

En otro orden de cosas, cuando las severidades invernales, con el denominador común de la saturación, convergen en hielo, nieve, vientos e inundaciones, como parte del paisaje aparecen en medios de comunicación noticias como: "En Asturias más de 400 municipios aislados", "en León 500 incomunicados", etc. Noticias que, si se consulta la distribución de los municipios en España, no son correctas al colocar y contabilizar, en el mismo conjunto, denominaciones de origen tan dispares como: aldea, pedanía, villa, lugar y céndea (ésta de Navarra).

Municipio, según la 21ª edición de la Real Academia de la Lengua "es el conjunto de habitantes de un mismo término jurisdiccional regido por un Ayuntamiento". Y desde hace dos milenios, entre los romanos: "ciudad principal y libre, que se gobernaba por sus propias leyes y cuyos vecinos podían obtener los privilegios y derechos de los ciudadanos de Roma". Ejemplos Gades, Osca, Ilerda... Proviene, según Corominas, del latín munus = oficio, tarea y capere = tomar. En castellano aparece por primera vez en el Censo de Quintanilla de 1494. Pero de una forma o de otra, siempre ha sido unidad básica de Administración Local y una de las palancas, jerárquicamente menores pero políticamente fundamentales del Estado, por cuanto que es uno de los canales institucionales de representación democrática. Fueron similares, en algunos aspectos, la comuna francesa o la italiana comuni; las parroquias que arraigaron en Sudamérica, los cantones de Bolivia o Ecuador. Asimismo, en los Estados Unidos, existen los townships y en Gran Bretaña los borough y districts.

Históricamente los municipios romanos fueron perdiendo autonomía, cuando el poder imperial podía intervenir en aquellos cuyo gobierno se considerara deficiente, nombrando funcionarios al respecto. Cuando se inició el declive del Imperio, el peso de la burocracia acabó de ahogar lo que restaba de libertades cívicas, al transformar el municipio en un engranaje más de la Administración; no obstante, perduró hasta el siglo VII el defensor civitatis, la última institución romana ya en pleno apogeo de los visigodos . Las Cortes castellanas de Madrigal (1476) señalaron la sumisión de los municipios a los intereses de la Corona y cercenaron de un tajo las milicias de hermandades, su brazo armado. Los Concejos y Cortes posteriores reforzaron la intervención estatal con los corregidores. Como toda institución perdurable, su evolución, avance o retroceso, no ha sido lineal, ha tenido orto y ocaso, por eso al afán estatal de asfixiar los municipios, han seguido otras Cortes o Constituciones como la de Cádiz (1812) que trató de devolverles el protagonismo. Con la Constitución de 1978, se celebraron nuevas elecciones democráticas que cimentaron el proceso de mayor descentralización de la historia española.

Por lo que respecta a su población de derecho y alfoz, si hacemos un análisis más o menos somero de los últimos datos del "Censo de Población y Viviendas" de 2001 vemos que en España existen 8.108 municipios, 113 más que en 1995, siendo Castilla y León la Comunidad con mayor número (2.248) y, de lejos (946) le sigue Cataluña.

De acuerdo con estos datos, "municipio medio" español se puede considerar a cualesquiera de los 2.848 que tienen entre 101 y 500 habitantes; de éstos 1.212 se encuentran dispersos en Castilla y León. Se vuelve al tópico del pueblo castellano como expresión general del pueblo rural y campesino.

Si vemos la estadística de provincias, la de mayor número es Burgos, con 371 municipios, seguida de cerca por Salamanca (362) y Barcelona (311). Las provincias que cuentan con menos son: Murcia (45), Cádiz (44) y Las Palmas (34). Claro que, si manejamos el diccionario de Pascual Madoz (mitad del siglo XIX) aparecen el triple de denominaciones de lugares: fincas, aldeas, anejos, villas ...

Otra variable curiosa son las denominaciones municipales con apellido de santo que suman 430, existen en todas las provincias españolas excepto Lugo; con apellido de río se contabilizan 225. Con el prefijo villa o vila, hay 392 distribuidas por toda la geografía excepto Las Palmas, Almeria y Vizcaya. Ciudad Real, una de las mayores provincias de España, tiene igual número de municipios (102) que Málaga y de ellos, casi 1/5 se "apellidan" de ... Calatrava, sin embargo una de las comarcas de más raigambre europeo, la Mancha, carece, en esta provincia, de pueblos con tal denominación, y el Ayuntamiento Cervantes, único de este nombre en España, pertenece a la provincia de Lugo.

En lo referente a la superficie de los municipios, como efecto de la evolución histórica española y, esencialmente, de las condiciones en que se realizó la reconquista, el alfoz varía enormemente, oscilando entre un límite inferior a 10 km2 y un límite superior de 1.821 km2. Así Lorca (Murcia) es de mayor extensión que alguna provincia. En términos generales, en las provincias situadas al norte de Madrid predominan los de tamaño reducido (excepto Asturias); sin embargo, al sur de Madrid la extensión media en algunas provincias es superior a 100 km2.

Asimismo, resulta significativo ver que existen 981 municipios con menos del centenar de habitantes, 82 más que en el último censo, de los que 470, casi la mitad, están en Castilla y León, seguida a gran distancia de Castilla-La Mancha con 198. Por provincias, Guadalajara es la más "abandonada", contabiliza 287 municipios, de los que 148 no llegan a esos cien habitantes. Siempre de acuerdo con la información del Instituto Nacional de Estadística, desde 1981, los municipios que más crecieron fueron, por este orden: Fuenlabrada, Murcia, Las Rozas de Madrid, Móstoles y Dos Hermanas. Por el contrario, Barcelona, Madrid, Hospitalet, Santa Coloma, Badalona y Cádiz, los que disminuyeron su población.

Abundan las denominaciones de ríos, Salamanca con 27 es la primera de España y Ávila con el nombre de Nava (20). El "apellido" de Campos existe en 64 Ayuntamientos de cuatro provincias. Otra particularidad es la polarización dual del mapa municipal de Castilla y Leon: el 48,2% de la población se concentra en 13 Ayuntamientos que tienen más de 20.000 habitantes, mientras que otro 41,1% se distribuye en el 98% de los municipios, menores de 5.000; el resto, casi un 11% se agrupa en los intermedios.

A la vista de estas series estadísticas, y ahondando en ellas, muchas más consecuencias podrían conjeturarse o deducirse, lejos de los ardides político-electorales; pero de una forma o de otra, los municipios, "pueblos medios", son una muestra histórica del devenir de un Estado. Y en lo inherente a Castilla y León que, con 2.456.474 habitantes, ocupa el sexto lugar, el éxodo masivo en la década de los 60, la revolución de las máquinas y el aumento de la infraestructura comunicativa ha hecho que su "modus vivendi" no encaje en las visiones clásicas de Unamuno, Azorín , Machado o Baroja. Tampoco en la de los políticos que no han aprehendido aquello de "gobernar es poblar".

Volver al principio del artículo             Volver al principio

El talento que se pierde

Dr. Mario Albornoz. Director del Centro de Estudios sobre Ciencia, Desarrollo y Educación Superior. Coordinador Internacional de la Red Iberoamericana de Indicadores en Ciencia y Tecnología.

Artículo publicado en "Ondas de la Escuela para Graduados Alberto Soriano. Facultad de Agronomía. Universidad de Buenos Aires. Año 13, Nº29, junio 2003.

En los últimos tiempos, las noticias periodísticas y los comentarios e impresiones informales vertidos cotidianamente dan cuenta de un aumento abrupto de los intentos de emigración de argentinos al exterior. Lo que en algunos momentos de la década pasada aparecía como una expresión de deseos y de descontento con el horizonte de posibilidades que se advertían en el país, en años más recientes y al compás de la crisis económica parece haberse convertido en una marea de ensayos para buscar un mejor destino en el exterior.

Si la emigración es un fenómeno socialmente complejo y frecuentemente doloroso, para Argentina la sangría de personas con un alto nivel de capacitación es un factor que compromete sus posibilidades de desarrollo, especialmente en un escenario como el actual, en el que el conocimiento es reconocido como el principal elemento dinamizador.

¿Es posible estimar la magnitud de este proceso? El aumento de la cantidad de trámites para la legalización de títulos de estudios ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Exterior y Culto, da cuenta de este fenómeno. De acuerdo con los datos disponibles, el número de estos trámites (paso previo indispensable para ejercer una profesión en el exterior) duplicó en cada mes del año 2002 a los correspondientes al año 2001.

La situación entre los recursos altamente calificados

El caso de la migración de argentinos presenta algunas particularidades si se lo compara con los casos de otros países latinoamericanos. La migración de argentinos tiende a concentrarse en sectores que requieren calificaciones profesionales, mientras que la de otros países de América Latina por lo general los que tienen la mayor cantidad de migrantes presenta los mayores contingentes en sectores de baja productividad, menores salarios y mayores índices de residencia ilegal. Tomando como referencia la migración hacia Estados Unidos, se puede observar que el porcentaje de profesionales y técnicos sobre el total de la población económicamente activa de argentinos residentes en ese país es el más alto de la región: casi el 20% de la PEA argentina en Estados Unidos puede ubicarse en ese perfil, contra porcentajes de cerca del 2,5% para México, 8,5% para Colombia o 10% para Perú. Los perfiles educativos también muestran que, dentro del conjunto de los mayores de 25 años, los más altos porcentajes de posgraduados universitarios se encuentran entre los argentinos.

El proceso se enmarca en un contexto de fuerte internacionalización de la educación superior y de las actividades científicas y tecnológicas, intensificado de manera muy notoria en los últimos años, y cuyos efectos preocupan no sólo a los países en desarrollo, sino también a los más avanzados, en el marco de la competencia por el liderazgo científico y tecnológico. En el caso específico de nuestro país, en la década de 1990 aparecieron diversos programas de fomento de la cooperación internacional y se consolidó un patrón de movilidad internacional de los investigadores argentinos, gracias a distintos tipos de intercambios y, entre ellos, migraciones de larga duración de investigadores. Para los jóvenes que querían dedicarse a la investigación existió una muy nutrida oferta de becas que, sumada al tipo de cambio favorable, permitió la salida del país de varios miles de graduados de carreras científicas, que completaron su formación de postgrado en universidades de Estados Unidos y de Europa. Esta tendencia se vuelve preocupante cuando se toma en cuenta que el acceso a una beca en el exterior puede constituir el primer paso hacia una radicación definitiva fuera del país.

Entre los investigadores formados la migración no es cuantitativamente relevante, si bien se inscribe en una atmósfera de desencanto, incertidumbre y angustia que lleva a muchos científicos a plantearse la posibilidad de dejar el país. Como se dijo, el núcleo del problema reside específicamente en los segmentos conformados por graduados recientes e investigadores jóvenes y en formación altamente calificados.

La ausencia de políticas sistemáticas de recursos humanos en el sistema científico y universitario público constituye la parte más general de esta problemática. Uno de los aspectos de esta ausencia que resulta particularmente importante frente a este panorama es la fuerte discrepancia entre la expansión de las becas y la lógica de crecimiento de las plazas de investigación en las distintas instituciones.

En efecto, al panorama de desencanto e incertidumbre se suma la dificultad para ingresar al sistema nacional de ciencia y tecnología, debido a la escasa cantidad de vacantes y la difícil situación general del país. En algunos programas de becas, tales como el FOMEC, se evidencian dificultades para hacer cumplir la cláusula de retorno incluida en el contrato. No sólo se trata de que los becarios quieran permanecer en el exterior, sino también de la incapacidad de las universidades para efectivizar los cargos docentes comprometidos. Simultáneamente, se constata el carácter espasmódico de las decisiones de incorporación de personal científico y tecnológico en las instituciones del sistema público, en un marco general de congelamiento de vacantes dispuestos para el conjunto de la administración pública. En el caso de las universidades, existe una tensión permanente entre la mejora de las dedicaciones y la expansión de los cargos de dedicación simple para hacer frente al crecimiento de la matrícula. En el CONICET, por su parte, durante 2001 se cuadruplicó el número de bajas del año anterior.

Los migrantes argentinos altamente calificados tienen una mayor propensión a quedarse trabajando fuera del país que los del resto de los países de América Latina. Por caso, el 61% de los argentinos que realizan estudios de postgrado en los Estados Unidos manifiesta interés por quedarse en aquel país y el 51% tiene planes firmes de hacerlo. A modo de referencia, cabe señalar que entre los estudiantes brasileños de postgrado se da la situación inversa.

Los datos sobre la presencia de académicos argentinos en universidades estadounidenses resultan significativos a la hora de considerar la tendencia a permanecer en el exterior, ante la coyuntura nacional: en 2000-2001, por caso, trabajaban en universidades de los Estados Unidos 638 académicos argentinos, mientras que en la temporada siguiente el número trepó a 837 (un crecimiento del 31,2%). Como se ve, el intento de muchos argentinos por conseguir una ocupación en el sistema universitario estadounidense suele resultar exitoso.

Otro dato en este sentido se aprecia al considerar las intenciones de regresar de los científicos. Cuando se analizan, por ejemplo, las cifras de solicitudes de subsidios de reinserción que otorga la Fundación Antorchas en los últimos años, se observa un descenso importante en los últimos años: de 90 solicitudes en 1997, se pasa a 25 en 2001.

Posible panorama a futuro y algunas recomendaciones

A modo de conclusión, puede afirmarse que lo más alarmante de este proceso es que su impacto sobre el sistema científico nacional se producirá no tanto por una pérdida directa de su planta estable de investigadores, sino por una pérdida muy importante de los mejores graduados jóvenes en el mediano plazo, quienes deberían estar formándose en los grupos de investigación para convertirse en la generación de recambio.

De todas formas, centrándose exclusivamente en el escenario actual, se puede afirmar que el panorama ya es preocupante y se agrava día a día con el retiro de los investigadores de más edad que abandonan las instituciones sin haber podido traspasar sus valiosos conocimientos a los jóvenes más brillantes, quienes por no poder ingresar en las instituciones científicas argentinas se ven forzados a optar por insertarse en grupos del extranjero.

En el intento por contrarrestar estas tendencias, se pueden esbozar algunas recomendaciones de políticas públicas:

- A corto plazo, es necesario descongelar las vacantes en las instituciones del sistema científico y tecnológico y mantener el ritmo de ingresos a la Carrera del Investigador del CONICET y las universidades.

- Como política de mediano y largo plazo, es necesario estimular el desarrollo del sector productivo en aquellos sectores intensivos en conocimiento, con el fin de que el sector privado genere una demanda de investigadores, tecnólogos y profesionales altamente capacitados.

- Es importante mantener abiertos los vínculos del sistema científico y tecnológico del país con la comunidad científica internacional, como marco general, si bien es preciso acordar mecanismos que faciliten el proceso de formación en el exterior en condiciones que desestimulen las tendencias a emigrar.

Estos son sólo algunos pasos a dar si se quiere revertir el preocupante escenario actual. La creación de mejores condiciones representará la apertura de oportunidades para estos jóvenes, lo cual significará, al mismo tiempo, la apertura de oportunidades para constituir un país más desarrollado y, sobre todo, más justo para todos.

Volver al principio del artículo             Volver al principio
linea.gif (922 bytes)
Vivat Academia, revista del "Grupo de Reflexión de la Universidad de Alcalá" (GRUA).
REDACCIÓN
Tus preguntas y comentarios sobre este Web dirígelos a vivatacademia@uah.es
Copyright © 1999 Vivat Academia. ISSN: 1575-2844.  Números anteriores. Año V.
Última modificación: 16-07-2003