¿Quién te ha matado, Amor, sino nosotros?
Estuvimos en tu habitación
y ya no estabas,
fuimos a tu alcoba
y te habías ido,
miramos entre las sábanas
y no te vimos.
¡Amor, quién te ha matado
sino nosotros, los soldados,
cuando penetramos a oscuras
en tu casa,
silenciosos y agachados
cual ladrones!
Sobre tu cuerpo desnudo,
cara al cielo,
violada tu hermosura,
la sombra de una guerra
se descorre.