Pijas
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ISSN: 1575-2844

Revista Vivat Academia

 Histórico. Año VI

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Diciembre 2003 - Enero 2004. Nº 51

Pijas sevillanas.

LA PIJA (también conocida como la supermega o la osea).

Fuenteovejuna

El estudio ha sido realizado en Sevilla y alrededores, pero es aplicable al resto de España. Disfrutadlo.

Tras convivir durante varios años con esta tribu urbana tan archiconocida, y después de leer un estudio sobre otra tribu, radicalmente opuesta aunque coexistente con la anterior, como son los canis, hemos decidido analizar en profundidad los hábitos de vida, relaciones y reproducción, o intentos, de las pijas, dado que el sexo femenino de esta especie es el más llamativo, ya sea por la belleza (o arreglo), admirado por los hombres, ya sea por la envidia-odio justificado que siente el resto de féminas.

Tras el preámbulo, decir en primer lugar que PIJA, para aquellos que desconozcan su significado (algo bastante improbable pero que por no caer en el principio de no contradicción es posible), es toda individua residente en barrios "bien": Los Remedios, Huerta de la Salud, Santa Clara..., orgullosas de sus apellidos aristocráticos o de solera (procedentes de un pariente lejanísimo de la Edad Media que mató a unos cuantos moros en la Reconquista o, tal vez, descendientes de algún alcalde, médico o profesional libre antiguamente conocido o reconocido en la ciudad, o, por ultimo, cualquier apellido de procedencia inglesa cuya familia tenga propiedades vinícolas en Jerez de la Frontera.), con pelo siempre largo, generalmente a mechas rubias resecas, con un aspecto tal que así:

1. Parte superior: Es la más difícil de explicar dada la cantidad de prendas que suelen acumular. Veamos. El principio irrevocable es "nada debe ir solo, yo antes muerta que sencilla". Lo cual se concreta en las siguientes variantes:

Camisa + Camisa, a ser posible de marca, o de mercadillo pero con marca, preferentemente Burberrys.
Polo + Camiseta; el polo Lacoste porfa.
Top + Top, cuando es verano, y aunque se asen como pollos al vino, palabra de honor, tiene que ir sobre otro haciendo contraste y dejándose ver.
No olvidemos levantar los cuellos, quien no levanta los cuellos, es como quien no forma parte de un club como Pineda, Labradores o el Náutico, nunca será un pijo socialmente aceptado.

2. Cintura: Cinturones anchos, llamativos, que se noten que son pijas. Los hay de "sport", con franjas de varios colores, y los de diario o fin de semana (no hay diferencia) con lentejuelas, pedrerías y todo aquello que brille. Si ves una figura brillar en el arco de la Macarena, no es la Virgen, es una pija, porque recuerda que los bolsos tienen que estar dotados de espejitos o muchas lentejuelas. Son generalmente de puestos ambulantes, ya que a la pija le apetece a veces mezclarse con la "plebe" para sentirse más humana; a veces se hastían de sentirse constantemente tan "divinas".

3. Pantalones: Por supuesto marcando figura, pero sin llegar a ser provocativa. La pija no puede rozar nunca la ordinariez de otros barrios o especies, tiene que ser indiscreta pero "fina", con "estilo". Son de pata ancha y con los bajos, tan bajos, que limpien la mierda de su casa o la de su calle. Cabe también mencionar aquí los pantalones tipo "Obélix", azules con rayas blancas verticales, que han causado furor entre las pijas este año.

4. Zapatos: Si estás detrás de una pija regálale unos tacones de aguja con la puntera estrecha, no te lo agradecerá, pero se los verás puestos (y no se los dará a su "muchacha" como hace con el resto de las cosas). Colores beige, marrón, negro y burdeos. Muy socorrida la tienda "MARYPAZ" en tiempos de crisis económica.

5. Complementos: Perlas, pendientes largos, pinzas, mil pulseras... Que brillen, que se muevan y a ser posible que suenen al mover los miembros que las contengan. "Mamá" les presta alguna que otra joyita seleccionada.

La pija siempre tiene un novio pijo, como es normal. Se trata de un individuo con el pelado "de toda la vida", raya al lado, con las greñas generalmente crecidas de manera que el pelo resbale hacia la cara, cosa que no sucederá cuando se echen su medio bote de gomina para los días de salida nocturna o pretendido hincamiento. Las patillas a lo "curro jiménez" que, aunque era un guerrillero del pueblo, tenía criado, el Algarrobo, y eso da "clase". Las camisas preferentemente Yves Saint Lorent o Ralph Lauren (Cortefiel es muy socorrido cuando el camisero está de vacaciones), o las artesanas con bordados de sus iniciales. En verano polos de Lacoste, a juego con sus novias, y también con camisetas por debajo. Pulserita de hilo con la bandera de España, y a ser posible el tono en el móvil del Himno de esta España nuestra (¡lástima que el cara al sol esté fuera de catálogo!). Suelen tener moto, y los más listos estrenan carné con el BMW de sus mamis, que usan para desplazarse a la Universidad, si es la Olavide mejor. No os dejéis engañar por su aspecto: parecen bobalicones, pero hay de todo, algunos hasta aprueban. El novio pijo puede llamarse: Borja, Lalo, Cuco, Coco, o cualquier otro nombre ridículo. Cuánto mas ridículo suene, mayor será el prestigio del susodicho novio pijito.

Las carreras favoritas para las pijas son Farmacia y Derecho, pasando por Empresariales. Nunca verás una pija en Bellas Artes ni Filología.

Con respecto a la música no le hacen ascos al flamenco (muchos son rocieros), aunque nunca dirán "me gusta el flamenco", sino "me gusta el flamenquito". Otros gustos musicales son el break (sólo en algunos casos) y adoran a Bisbal (especialmente las pijas) y el pachangueo en general.

Las pijas, como tribu urbana, parecen vivir en armonía y formar un grupo más o menos homogéneo, pero mantienen continuas rencillas por superarse, son envidiosas y MUY PROMISCUAS, rasgo que critican en otras. Distinguen entre "nuevos ricos" y pijos "de toda la vida". Se critican a la espalda y luego todos son risas, pero siempre largan un "tiene el culo más gordo" cuando su interlocutora se acaba de marchar diciendo lo mismo de ella; en fin, quien roba a un ladrón...

Sus novios, los pijos, son tres cuartos de lo mismo, pero en vez del peso corporal prefieren la xenofobia y el clasismo como temas de conversación, de vez en cuando las taras físicas vienen bien cuando se hace un silencio incómodo al no saber de qué seguir hablando; suelen ser miembros de las Juventudes del PP.

Una gran mayoría se encuentra religiosamente unida gracias al ya (¡¡por fin!!) san Josemaría (el padre Balaguer), que tanto luchó por enchufar a sus padres, tíos y, próximamente, a ellos, en un cargo de alguna empresa adicta. Los Josemaría de Balaguer son a los pijos como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo al cristianismo. El pijo de verdad estuvo hace un mes en Roma viendo al Papa.

Si alguna vez estás en la calle y oyes: ideal de la muerte, mortal de la guerra, estás perfecta, vienes divina, quiero sacarme el carné para ir a Pineda, es lo más in, es un artista, o sea, no me digas que Piluca está con Chicho, está supergorda, es guapo y además su padre es juez..., te aseguro que, si te das la vuelta, te encontrarás con una pija.

No olvides que nunca podrás entrar en su círculo. Podrás hablar con ellos, prestarles apuntes, darles tabaco, pasarte 5 años con ellos en la misma clase..., pero nunca serás un pijo, viene de cuna. Si no naciste pijo olvídate de entrar en su viciado círculo. Paradójicamente, en esta ciudad nuestra, están proliferando y, lo peor de todo, hay que ir disfrazados de ellos para que un gorila descerebrado, con toda la masa encefálica en los bíceps, te deje, con cara de perdonavidas, entrar en una discoteca en la que te cobran 5 euros por una puñetera copa. Y encima el PP nos prohíbe el botellón.

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Vivat Academia, revista del "Grupo de Reflexión de la Universidad de Alcalá" (GRUA).
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Última modificación: 18-06-2004