Chistes
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ISSN: 1575-2844

Revista Vivat Academia

 Histórico. Año VI

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Febrero 2004. Nº 52

5 chistes 5

Fuenteovejuna

Es simple...

Un hombre que vuela en globo se percata de que está perdido, por lo que maniobra y desciende hasta que divisa a alguien, y grita:

- ¡Disculpe! ¿Podría usted ayudarme? He quedado a las dos con un amigo, llevo media hora de retraso y no sé dónde me encuentro.

- Claro que sí -le contesta el interpelado-, se encuentra Ud. en un globo de aire caliente a unos 30 m de altura, entre los 40º y 42º de latitud norte y los 58º y 60º de longitud oeste.

- Es Ud. informático ¿verdad? -dice el del globo.

- Sí señor. Lo soy. ¿Cómo lo adivinó?

- Es simple. Porque todo lo que me ha dicho es "técnicamente correcto", pero "prácticamente inútil". Continúo perdido, llegaré tarde y no sé que hacer con su información...

- Es Ud. jefe de una empresa o de un gran servicio público ¿verdad? –preguntó, a su vez, el del suelo.

- Sí señor. ¿Cómo lo ha sabido?

- Es simple. No sabe donde está ni a donde va. Ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el problema. De hecho se halla exactamente en la misma situación que estaba antes de encontrarnos, salvo que ahora, por alguna extraña razón. ¡la culpa es mía!

El regalo

Un amigo mío se fue a Madrid en viaje de trabajo, sabiendo que su novia necesitaba unas gafas para la vista y, encontrando la ocasión de comprarle unas muy bonitas y baratas, entró en una óptica. Después de ver unas cuantas, se decidió por un bonito modelo y las compró...

La dependienta las envolvió y él pagó la cuenta. Pero, al marcharse, en lugar de coger el paquete con las gafas, cogió otro muy parecido que había al lado. El paquete contenía unas bragas que una clienta de la óptica se acababa de comprar en una corsetería. Mi amigo, que no se dio cuenta de la equivocación, se fue directamente a correos y le envió el paquete a su novia, junto con una carta.

La novia al recibirlo se quedó extrañadísima con el contenido, así que abrió la carta y leyó:

Querida Marta:

Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la falta que te hacen, ya que llevas mucho tiempo con las otras que tenías, y éstas son cosas que se deben cambiar de vez en cuando.

Espero haber acertado con el modelo. La dependienta me dijo que era la última moda, de hecho me enseñó las suyas y eran iguales. Yo, para comprobar si eran ligeras, las cogí y me las probé allí mismo. No sabes como se rió la dependienta, porque esos modelos femeninos en los hombres quedan muy graciosos y más a mí, que sabes que tengo unos rasgos muy prominentes.

Una chica que había allí me ayudó también a decidir. Me las pidió, se quito las suyas y se las puso para que yo pudiera ver el efecto. A esta chica le lucían menos que a la dependienta, porque el pelo se las tapaba un poco por los lados pero, aún así, me pareció que le favorecían muchísimo. Finalmente me decidí y te las compré. Póntelas y se las enseñas a tus padres, hermanos y, en fin, a todo el mundo a ver que te dicen. Al principio te sentirás rara, acostumbrada a ir con las viejas, y últimamente a no llevar ningunas... pero, sobre todo, mira que no te estén pequeñas, si no te van a dejar señal cuando te las quites. Ah, y ten cuidado de que no te estén grandes, no sea que se te caigan cuando vayas andando. Para que te sean útiles y resulten más bonitas, me han aconsejado que las limpies muy a menudo..., no hagas como con las otras que no las limpiabas nunca.

Igualmente me recomendaron que tengas cuidado con los roces porque se acaban estropeando. Llévalas con cuidado y, sobre todo, no vayas a dejártelas por ahí y las pierdas, que tú tienes la costumbre de quitártelas y llevarlas en la mano. En fin, para que te voy a decir más, estoy deseando vértelas puestas.

Creo que éste es el mejor regalo que podía hacerte.

Un beso de tu Manuel.

Chiste muy malo

En un autobús, dirigiéndose hacia Acapulco, se encontraban Pepito y su mamá.

Y pregunta Pepito:

- Oye mami, ¿Cómo se llama el pueblito que pasamos?

- No lo sé hijo.

Pasa media hora y le vuelve a preguntar:

- Mami, ¿Cómo se llama el pueblo que pasamos hace media hora?

- Que no lo sé hijo...

Pasando veinte minutos más le hace la misma pregunta y la mamá responde:

- Que no sé, ya te dije, ¿Por qué tanta insistencia?

A lo que responde Pepito:

- Es que quiero saber cómo se llama el lugar donde se quedó mi hermanito.

Mejor darse a conocer para evitar sorpresas

Trabajaba como un burro, toda la semana... Lo único que lo hacía feliz era saber que los sábados eran suyos...

Como todos esos días, se levantó muy temprano, se puso la ropa correspondiente y, tratando de no hacer ruido para no despertar a su esposa, salió del dormitorio, bajó las escaleras, para luego tomar un desayuno rápido, subió a su auto y se dirigió al campo de golf. Por el camino, encendió la radio en el justo momento en que daban el parte meteorológico:

- "Tormentas eléctricas y lluvias durante toda la mañana".

Una mueca de fastidio llenó su ilusionada cara y, luego de pensarlo unos instantes, giró el vehículo y regresó a su casa.

Guardó el auto en la cochera, subió al dormitorio, se quitó la ropa deportiva, tratando de no hacer ruido, para luego deslizarse entre las sábanas hasta quedar pegado la espalda de su esposa y susurrarle muy dulcemente:

- Amor, hay una tormenta terrible

Y ella con su voz más sensual, le respondió:

- Y el payaso de mi marido, jugando al golf...

Surrealismo en la Seguridad Social

Estaba en un Hospital, en la "Sala de Espera". Sale el médico y dice:

- ¿Quién va ahora?

- Yo doctor.

- ¿Qué le pasa?

- Me duele aquí.

- ¡¡Bueno¡¡, póngase allí a ver si así no le duele.

- ¡¡¡El siguiente¡¡¡

- Mire doctor, me duele aquí -el paciente se toca la cabeza con el dedo-, y aquí -señala y toca con el dedo el hígado-, aquí también... - y se toca la rodilla.

- ¡¡¡Vale¡¡, ya sé lo que le pasa, Ud tiene el dedo roto.

- ¡¡¡El siguiente¡¡¡

Se acerca un joven, le entrega un papel al medico, éste lo lee y le dice:

- Te voy a hacer un examen de orina.

- Pues me voy a casa a estudiar un rato –responde el enfermo.

En esa, miro la pared y había un cartel que decía:

"Se ruega a los señores pacientes que no intercambien síntomas, pues luego es muy difícil hacer un buen diagnóstico"

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Vivat Academia, revista del "Grupo de Reflexión de la Universidad de Alcalá" (GRUA).
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Última modificación: 01-04-2004