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Ilusiones ópticasLuis Monje Arenas
La imagen anterior esconde 5 perfiles humanos... ¿o era 6?. Volver al principio de ilusiones ópticas Volver al principio
Imágenes de Escher:
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Fuenteovejuna
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El Grillo
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Vean, vean... como se las ingenian los frioleros gatos para no pasar frío.
Sigfrido del Alce
El camarero del bar "La Tapa que Tapa", Pepe Barbadillo, tenía la costumbre de apostar con los parroquianos, proponiéndoles acertijos y rompecabezas. Si los parroquianos no acertaban con la solución del problema, pagaban doble su consumición. Si la hallaban, él les invitaba a otra copa y ambas eran gratis.
En aquella ocasión, había seis clientes en el bar, un hombrecillo solitario, tomando un café, en el que mojaba distraídamente un pastelillo, y D. Pancracio y cuatro de sus amigos, habituales del establecimiento y acostumbrados a perder las apuestas. Era la ronda de D. Pancracio.
Barbadillo colocó en hilera sobre el mostrador diez vasos vacíos y llenó de tinto los cinco primeros. Dirigiéndose a D. Pancracio le dijo:
- Si moviendo sólo cuatro vasos consigues que los diez estén alineados de forma alternada, vaso vacío-vaso lleno, tenéis gratis esta consumición y la siguiente.
Esta vez D. Pancracio sacó su mejor sonrisa y, guiñando un ojo a sus compadres, contestó:
- Te he pillado Barbadillo, este vez no nos cobras doble.
Enseguida tomó los vasos cuarto y noveno y los cambió entre sí. A continuación hizo lo mismo con los vasos segundo y séptimo.
- Ya está. Llena los cinco vasos vacíos y pon una ración de calamares y otra de bravas. Hoy tomamos doble aperitivo a tu salud y tu bolsillo.
- Un momento –interrumpió el hombrecillo, apurando su café-. Me llamo Armando Gorraidieztedi – se presentó-. ¿Para qué mover cuatro vasos? Si yo lo consigo moviendo sólo dos, ¿puedo venir a tomar mi café todos los días gratis?
El camarero soltó una carcajada, que contagió a sus clientes y respondió:
- De acuerdo, pero por muy de Bilbao que sea usted no lo va a conseguir y, si pierde, el café que se ha tomado le va costar 100 €.
- Trato hecho.
¿Conseguirá D. Armando ganar la apuesta? La solución en el próximo número.
Sigfrido del Alce
Recordemos el problema:
Nada más abrir, el farmacéutico recibió un pedido de diez frascos de unas píldoras muy peligrosas; una mínima desviación de la dosis prescrita podía ocasionar la muerte al paciente desafortunado que la ingiriese. Cada frasco contenía 10 pastillas de 100 miligramos cada una.
Una vez colocados los envases en la estantería correspondiente, llegó un telegrama que decía:
URGENTE. No venda ninguna píldora sin antes haber verificado todos los frascos. Error en uno de los frascos, sus píldoras sobredosificadas con 10 miligramos. Devuelva frasco defectuoso.
El boticario se dirigió al mancebo contrariado. Le explicó la situación y le dijo:
- Tendrás que abrir los frascos y realizar la pesada de, al menos, una píldora de cada uno de ellos. Son diez pesadas que debes realizar con suma precisión.
El mancebo pensó durante unos segundos y respondió:
- ¿Me da usted el resto del día libre si hago la verificación en sólo una pesada?
- ¿Cómo vas a verificar el contenido de los diez frascos con sólo una pesada? –preguntó intrigado el farmacéutico-. Si lo consigues trato hecho.
¿Conseguirá el practicante el día libre?
SOLUCIÓN:
El mancebo se dirigió a la estantería, colocó los frascos sobre el mostrador bien alineados, abrió todos los frascos y colocó en el platillo de la balanza, bien diferenciados, para que se supiera de qué frasco procedían, los siguientes grupos de píldoras:
 | 1 píldora del primer frasco. |
| 2 píldoras del segundo frasco. |
| 3 píldoraas del tercer frasco. |
| ... |
| 10 píldoras del décimo frasco. |
El dependiente explicó al boticario:
- Tenemos en total 55 pastillas. Si la pesada fuera de 5600 miligramos, está claro que el frasco erróneo sería el que he colocado en primer lugar. Si el exceso de masa fuera de 200 miligramos, el error correspondería al segundo frasco y así sucesivamente.
El farmacéutico contrariado, se dispuso a llamar a su esposa para que le ayudara en las tareas de aquel día.
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