Editorial
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ISSN: 1575-2844

Revista Vivat Academia

 Histórico. Año VI

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Junio 2004. Nº 56

LAS FRASES DEL MES:

Hay algo que Dios ha hecho mal: A todo le puso límites menos a la tontería.

Konrad Adenauer

El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen.

Johann Wolfgang von Goethe

Gauche Divine, Güizquierda o Papaderecha, dos caras de una misma moneda

Unos, los franceses, la llaman la "gauche divine", los suizos, más pragmáticos la llaman "gauche caviar" y hasta hay quien la llama "la Güizquierda" es decir, la izquierda del vaso de güisqui, por supuesto de marca, que una cosa es ser de izquierdas y otra hacer voto de pobreza y cumplirlo. Son personajes que repiten los tópicos políticamente correctos, cuyo lenguaje, en general paupérrimo, cumple con todos los cánones para ir a la page. Son los que dormitan en las películas de Almodóvar, que reciben entradas a conciertos sinfónicos o a óperas pagadas con el dinero de todos los españoles y a lo sumo llegan al acto cuarto (en óperas de tres actos).

Son los que se llenan la boca de hablar de solidaridad y democracia, de papeles para todos, aunque el inmigrante más próximo que han visto es la criada, muchacha, mucama o "bonne a tout faire", filipina o sudamericana, de algún amigo o suya propia, a la que, por supuesto, han autorizado a que les tutee, como ellos tutean a todo el mundo porque todos somos iguales.

Son los que odian a los yanquis, pero mandan a sus hijos a estudiar a ese país y andan como locos esperando que les inviten a mostrar sus saberes en alguna universidad americana, por supuesto a gastos pagados.

Como ahora está de moda, abominan de la patria, que a lo sumo es el estado español, aunque intentan pronunciar "Lleida" o "Girona", pero su acento mesetario hace que ningún catalán se entere de qué están hablando. Son laicos militantes, pero ojo con lo que dicen los obispos, que la libertad de expresión con ellos no cuenta, valientes carcas.

Presumen de cultos e instruidos y, a lo sumo, llegan a leer la solapa del libro de moda.

En lo profesional son auténticos mediocres, tal vez no llegan ni a eso. Su lectura favorita es el BOE y los BECITOS de las comunidades donde se enteran de dónde hay una prebenda que ganar, una gabela que adjudicarse o una sinecura que pretender, y buscan el amigo que se la facilita.

Si ganan los suyos, enhorabuena, el pelotazo está asegurado, si no, pues bueno, hay que meter ruido y así sus adversarios cargados de complejos, por miedo a que les acusen de antidemócratas y revanchistas, les seguirán otorgando sus mercedes y consintiendo sus trapisondas, siempre benéficas, para ellos, para los trapisondistas, hasta el extremo que, si alguno es tan cretino que se deja pringar con las manos en la masa, al poco sus propios adversarios lo van a indultar.

Son expertos en decir hoy blanco y mañana negro, o tal vez gris. Saben muy bien cómo vender una moto sin ruedas, ni motor, ni manillar, ni parachoques y cobrar suplemento por el sillín.

Son los corchos.

Dije la Güizquierda, pero olvidé la Papaderecha. Son semejantes, incluso su vocabulario es muy parecido, sólo que estos votan derecha y, de vez en cuando, se dejan caer por la Iglesia, siempre "con espíritu crítico", no les tomen por beatos o meapilas.

Hacen bueno lo que decía el Nóbel Don Camilo "el del premio" con su cáustico sentido del humor: "Lo más parecido a un tonto de derechas es un tonto de izquierdas".

En el fondo los mismos corchos que flotan, porque están llenos de agujeros, pero flotan, ¡vaya si flotan! y se llenan los bolsillos y hacen y deshacen y cortan y pinchan.

Están en todas partes, en todas partes se les ve y se les oye, hasta en sus aspectos parecen cortados por el mismo patrón, hoy indumentaria en estudiado desaliño, pero siempre de marquita, mañana según mande el uniforme de progre.

También los hay en nuestra querida Universidad, muchos, demasiados, aunque de estos personajes, uno sólo ya es multitud.

Lo mejor es que toda su parafernalia ideológica, no por repetida sentida y asumida -vaya que ninguno se atreve a dejar el colegio de niñas pijas ya a bajar a las alcantarillas de Calcuta, como Madre Teresa, o a dejar la bien provista casa de papá como Francisco Bernardone-, se acaba en tocando sus parcelas de poder. Son tiranos con sus ayudantes, pero demagogos con sus alumnos. No consienten la menor crítica, el menor gesto de disensión. Ellos tienen la verdad, la única verdad, la absoluta verdad. ¿Qué ocurre cuando se equivocan? Pues nada, vale el párrafo primero.

Pero ¿qué ocurre cuando alguien, con dos dedos de frente y una buena dosis de audacia, se atreve a poner el cascabel al gato y se atreve a poner los puntos sobre las íes o simplemente facilita que otros lo hagan?

Lo normal es que en principio no se le haga caso. Si las cosas siguen, viene la segunda fase, el argumento "ad hominem". Suele funcionar ya que si demuestro que Pepe es tonto, todo cuanto diga Pepe son tonterías. Pero las tonterías, aún las de Pepe, pueden ser peligrosas, sobre todo si Pepe es inteligente y cree en lo que hace y le revientan las hordas de arribistas y sabe destapar sus manejos. Si Pepe no se calla, se recurre a sistemas más contundentes. Empieza la zancadilla, las dificultades, los bulos y las mentiras, la difusión de intereses espurios, incluso la calumnia burda.-¿Qué esperar de quienes cuando les conviene rescriben la historia y consienten una ministra del gremio que diga para apoyar el "amor español al Islam" que "Hasta Cervantes vivió cinco años en Argel", callándose que no fue como cierto importante caballero de su cuerda que gusta de Tánger al cuidado de sus negocios, sino simplemente cautivo hasta que le liberaron? Tal vez algún día resulte que su mano lesionada no fue en Lepanto y por un arcabucero turco, sino debido a un agente del PP que viajó en el tiempo-, conductas en las que nuestros amigos son especialistas atribuyendo a Pepe, precisamente, sus propias pautas de conducta que en Pepe son crímenes y en ellos virtudes o astucia.

Si pueden empiezan a negar a Pepe el pan y la sal, a dificultar su trabajo en todos los campos, siendo el estrictamente profesional el primero en caer, a fin de cuentas cuentan con recursos poderosos y los usan sin ningún cargo de conciencia.

Al final Pepe se aburre y se calla.

¿Lo veis como teníamos razón? Y empieza la última fase, hacer leña del árbol caído. Al final hasta el propio Pepe acaba renegando de Pepe. Ellos siguen tan mediocres como antes, con sus vaqueros de marca, su vaso de Güisqui de importación, sus gabelas y sinecuras y su poder, sin que nadie ni les haga sombra ni les desenmascare. Incluso sus electores, la mayoría de los cuales envidian su posición y aspiran a ella, les seguirán votando, igual da que sea para director de Departamento, que para Jefe de bedeles, para alcalde de Cebollar de Arriba o para. En el fondo, cuanto más mediocres y más corruptos mejor. Así los votantes ven justificada su propia corrupción, si tienen ocasión claro.

- ¿Cómo os habéis enterado tío de que comía las uvas a puñados?

- Porque yo las comía de dos en dos y callabas -dice el ciego a Lázaro de Tormes.

Si a pesar de todo aparece otro Pepe, que no se calla, pues lo mismo y hasta la próxima, ellos siguen flotando, abusando y haciéndose ricos, que al final Marx va a tener razón, todo es dinero.

¿Dije Pepe? Tal vez me traicionó algo de mi subconsciente, quería decir "Vivat Academia".

La Redacción

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Vivat Academia, revista del "Grupo de Reflexión de la Universidad de Alcalá" (GRUA).
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Última modificación: 07-07-2004