La danza puertorriqueña

(Cuento de Paleto)

José O. Colón Ruiz

Ayer, hoy, no sé, cómo que me he detenido en el tiempo. Es que he estado buscando a Paleto y no lo he encontrado. Cuando viene a mí me llena todo de alegría y nos enfrascamos en aventuras. Me motiva a conversar y a seguir escribiendo. Cuando ya estaba a punto de irme escuché su relincho. Miré hacia Las Piedras Del Collao y allí estaba, pastando. Viene a mi trotando como en pasos de arcilla, o como ave en el eco de mi existencia. Y le pregunto:

-¿Qué hacías por ahí, por estos mundos de antaño?

- Estas piedras deben tener millones de años, recuerdo que trotábamos por aquí cuando usted era niño.

-¿Sobre qué quieres dialogar hoy, buen amigo?

-Amo, quisiera saber cómo se originó la Danza Purtorriqueña.

-¡Vaya, hacía tiempo que deseaba contarte sobre el origen de nuestra danza!

-¡Sí, Cuénteme, cuénteme!

-Paleto, el origen de la danza puertorriqueña no está claramente definido. Los peritos o expertos historiadores coinciden en que sus comienzos fueron alrededor de los principios del siglo diecinueve, por allá, por el mil ochocientos cuarenta.

-Maestro, me interesa saber cómo lo bailaban nuestros ancestros.

-¡Ya yo no soy maestro, Estoy retirado.

-Para mi usted lo sigue siendo...

- Si tú lo dices. El asunto es que para el primer tercio del siglo diecinueve, nuestra danza ya era muy popular en esta isla, Puerto Rico, con influencia de la contradanza española.

-Amo, para algunos su nombre se deriva del "Country Dance".

-Paleto. déjame, contarte. Para mí que no, porque los americanos, llegaron más tarde en el noventa y ocho. Además, ésta era una forma de baile muy rígido y muy rápido, de figuras, en el cual, los que bailaban tenían que hacer movimientos específicos de acuerdo a las instrucciones de un "bastonero", que era una especie de director, el cual, además, decidía cuantas parejas bailarían cada pieza y las posiciones de turno de cada persona., asignándole inclusive la pareja.

-Baile folclórico, Amo.

-Bueno, sí déjame seguir. El asunto es que el primer, bailarín, que generalmente era uno de los más expertos, iba realizando unos cuantos movimientos y piruetas complicadas, que los demás observaban y luego imitaban.

-Amoo, yo quiero que me cuente sobre las peleas en los bailes.

- Bueno, sí, se dice que muchos bailes terminaban en discusiones, algunas de las cuales resolvían en el campo del honor. Estas peleas se originaban porque algunos de los bailadores cambiaban los movimientos.

-Los guapetones, Amo.

-No siempre, si embargo, era imprescindible seguir el baile para no confundir los demás bailadores. Estos bailes fueron perdiendo popularidad y fue suprimido en el año mil ocho cientos treinta y nueve.

-Oiga, como el merengue, que también fue prohibido.

-Paletooo, déjame terminar. En la década de mil ochocientos cuarenta, la juventud que llegó de Cuba, trajo una nueva modalidad de danza para parejas solas. Este tipo de baile pegó mucho para aquella época.

-Amo, porque tenía más cadencia rítmica y a la gente le gusta bailar con su pareja.

-¿Cómo lo sabes?

-Usted no es el único que cuenta cuentos y observa.

-Sí, luego vinieron más variaciones, el llamado paseo que todavía prevalece, y que consistía típicamente de ocho compases 2/4, con base rítmica, que servía de introducción. La segunda parte se llamaba merengue, el cual surgió como un baile aparte, que ya te conté en mi libro, CUENTOS DEL FOLKLORE PUERTORRIQUEÑO.

-Amo por los escritos de Braulio Dueño Colón, se sabe que con el tiempo siguió cambiando.

-Sí, buen amigo, evolucionando...

Aquella tarde, me llevé a Paleto para nuestra humilde hacienda, donde pasó la tarde comiendo pasto fresco y trotando con su yegua Lisín.

10/26/04

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