Seis chistes malos, seis.

Sigfrido del Alce

Cuidado con los cacharros que no se usan.

La esposa regresa a su casa muy temprano y... encuentra a su marido en la habitación matrimonial haciendo el amor con una bella y espectacular mujer.

- ¡Eh, desgraciado, mal nacido, infiel, falto de respeto! ¿Qué haces? ¿Cómo te atreves a hacerme esto a mí, a tu esposa fiel, abnegada, madre de tus hijas? ¡Me voy de esta casa! ¡Quiero el divorcio!

- ¡¡Espera..., espera... un momento!! -dice el esposo-. Antes de decidir, por lo menos escucha lo que pasó.

- Hummmmm, no sé..., bueno, será lo último que te permita que me digas ¡¡¡Peeeeeero que sea rápido, cretino, mal hombre!!!

- Bueno..., lo que pasó fue lo siguiente: mientras volvía a casa en el auto, vi a esta joven pidiendo que la llevarán en autostop. La vi tan indefensa que accedí a llevarla. Noté que estaba muy delgada, mal vestida y sucia. Me contó que hacía 3 días que no comía. Con gran compasión y dolor, la traje para casa y le recalenté los tallarines que te preparé anoche y que no te comiste porque engordabas; y la pobre chica prácticamente se los devoró. Luego, como estaba muy sucia, le dije que se bañara. Mientras se duchaba noté que su ropa estaba sucia y rota, así que se la tiré a la basura. Para que se vistiera le di esos jeans que hace años no usas porque te quedan apretados, la blusa que te regalé para el aniversario y que no usas porque tuve mal gusto cuando la escogí y no te gusta, el suéter que te regaló mi hermana para la Navidad y no usas para molestarla, y las botas que compraste en esa lujosa zapatería y que nunca más te pusiste desde que tu amiga se compró unas iguales. Al final, cuando la joven se iba muy agradecida y la acompañé a la puerta, se volvió y con los ojos llorosos me preguntó:

- ¿No tendrá usted alguna otra cosita que su señora ya no use?

En el juzgado

Pregunta el fiscal:

- ¿Es cierto que usted, el día de los hechos, se cagó en todos los muertos del denunciante, en toda su familia, en la perra de su madre y en el hijo de puta de su padre, al igual que en toda la corte celestial?

Respuesta del acusado:

- No, es falso... Yo estaba tranquilamente trabajando en la fundición y entonces le dije: "Antonio por Dios, ¿no te das cuenta de que me has echado todo el acero fundido por la espalda y que es una sensación muy desagradable?"

En la selva

Un señor va de safari a África y se lleva su perrito para no sentirse solo en ese lugar. Un día, en plena expedición, el perrito jugueteando se aleja del grupo, se extravía y comienza a vagar solo por la selva. En eso, ve a lo lejos una pantera enorme que viene a la carrera. Al ver que la pantera lo va a devorar, piensa rápido qué hacer. Entonces ve un montón de huesos de un animal muerto y empieza a mordisquearlos.

Cuando la pantera está a punto de atacarlo, el perrito dice:

- ¡Ah!, ¡que rica pantera me acabo de comer!

La pantera lo alcanza a escuchar y frenando en seco, da media vuelta y sale despavorida pensando: "¡Quien sabe qué animal será ése, me voy, no me vaya a comer a mí también!"

Un mono que andaba subido en un árbol cercano y que había visto y oído la escena, sale corriendo tras la pantera para contarle cómo la había engañado el perrito:

- Si serás estúpida..., esos huesos ya estaban ahí, además es un simple perro.

El perrito oye al mono y se le ponen los pelos del rabo de punta ante la mala leche del simio.

Tras un paseo por la selva, rumiando el escarnio a que la había sometido el perro, la pantera, muy molesta, le dice al mono:

- ¡Súbete a mi espalda, vamos donde está ese perro a ver quién se come a quién!

Y salen corriendo a buscar al perrito.

El perrito ve que viene nuevamente la pantera y esta vez con el mono chismoso.

- ¿Y ahora qué hago? -piensa asustado el perrito.

Entonces, en vez de salir corriendo, se queda sentado dándoles la espalda como si no los hubiera visto y, cuando la pantera está a punto de atacarlo de nuevo, el perrito dice:

- ¡¡Este mono mentiroso y trapacero...!! Hace como media hora que lo mandé a traerme otra pantera, y todavía no ha aparecido!

Moraleja: en momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento. Procura ser imaginativo como el perro; evita ser estúpido como la pantera..., pero nunca seas tan hijo de puta como el mono.

Técnico de IKEA...

Una mujer, cuya casa está justo encima de una línea de metro, va a Ikea a comprar un armario. Para que le saliera más barato lo compra desmontado, para montarlo ella en casa. Llega a su casa, lo monta y le queda perfecto.

En ese momento pasa el metro y se cae con un gran estruendo.

Lo vuelve a montar, vuelve a pasar el metro y el armario se cae a trozos de nuevo... Tras el tercer intento, muy mosqueada, llama a Ikea, explica el problema y le dicen que le envían un técnico.

Llega el técnico, monta el armario, que queda perfecto. Pasa el metro y ¡Brruuuuummmmm!, el armario se desmonta otra vez.

Finalmente el técnico le dice a la señora: Mire, lo montare otra vez, me meteré dentro y cuando pase el metro, desde dentro, veré mejor donde está el error de ensamblaje...

Lo monta, se mete dentro y en aquel momento llega el marido de la señora.

- Cariño, ¡qué armario tan bonito!

Abre la puerta, ve al instalador, y le dice:

- ¿Y usted?, ¿qué hace aquí?

El técnico, asustado responde:

- Pues mire, casi que le voy a decir que he venido a acostarme con su mujer, porque si le digo que estoy esperando el metro... no se lo va a creer.

Errores clinicos:

El Sr. Gómez fue a la consulta del doctor a recoger los resultados de los análisis de su mujer y la recepcionista le dice:

- Lo siento muchísimo, Sr. Gómez, pero hemos cometido un lamentable error y tenemos un grave problema. Cuando enviamos las muestras de su mujer al laboratorio para proceder a los análisis, se enviaron junto con las muestras de otra Sra. Gómez, de tal manera que ahora no estamos seguros de cuál de los resultados es el de su mujer. Estamos desolados...

- ¿Pero qué quiere usted decirme?

- Bien, escuche. Una Sra. Gómez dio positivo en el test de Alzheimer y la otra Sra. Gómez dio positivo en el test del SIDA, pero no sabemos cuál de ellas es su mujer.

- ¡¡¡Es terrible!!! ¿Y qué se supone que debo hacer yo ahora?

- Abandone a su mujer en medio de la ciudad y si consigue llegar a casa..., por favor ¡no tenga relaciones sexuales con ella!

Cuidado con las pronunciaciones

Un caballero se encuentra con uno de sus amigos que es chino y, contento de su nueva adquisición le dice:

- El otro día me compré el coche de mis sueños.

- ¿Ah sí? –responde el chino.

- Sí, mira, es ese de ahí.

- ¿Y qué malca es? –pregunta el amigo.

- Un Alfa.

- ¿Lomeo?

- Lo meas y perdemos las amistades, además de darte un sopapo.

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