El jueves 11 de mayo, la UAH elige rectorJulio Gutiérrez Para el próximo jueves, tenemos un solo candidato, el actual rector, Virgilio Zapatero. Las dudas, mencionadas el mes pasado, ya se han disipado. Está claro, ningún rectorable se ha atrevido a enfrentarse a una campaña sin futuro. También podría ocurrir que, dada la situación de la Universidad de Alcalá, prácticamente convertida en una "guardería", nadie cree ya en una posible mejora, y menos aun en un cambio de rumbo, dando lugar a un desánimo generalizado. Posiblemente, ni el mismo Zapatero crea en ello y de ahí su cambio de estrategia, reflejado claramente en su lema para estas elecciones. Si recuerdan ustedes, la anterior campaña se tituló "el futuro está en las aulas". Hoy nadie lo piensa, ni siquiera el propio rector; se ha dado cuenta que el futuro está mucho más lejos de nuestro entorno. De esta forma el nuevo eslogan hace referencia a ello y "el objetivo es Europa". Total nada. Por otra parte, si Zapatero está pensando en dejar la universidad por un puesto político más acorde con sus aspiraciones, piensa hacerlo dejando bien amarrado su mañana y el de su posible sucesor, evidentemente miembro del equipo de gobierno que ahora designe. Hemos releído los Estatutos de la UAH y, en caso de dimisión del rector, no hay necesidad de realizar un nuevo proceso electoral. La responsabilidad recaería en un vicerrector, previamente designado para tal eventualidad, o en el vicerrector de mayor antigüedad. Como el texto no menciona cuál sería la duración de este mandato interino, es de suponer que correspondería a la totalidad del periodo para el que fue elegido el propio rector dimisionario. Existe la posibilidad de una moción de censura, pero eso, en nuestra universidad, es impensable. Así pues, todavía no se han acallado los insistentes rumores que siguen apuntando a una casi inmediata retirada de Virgilio Zapatero. En consecuencia, a los que no están de acuerdo con la actual política universitaria, si quieren expresar su opinión, sólo les queda la posibilidad de introducir un voto en blanco en las urnas. No votar no es una opción válida, por cuanto, teniendo en cuenta el pernicioso sistema de recuento, que reasigna un número escaso de votos, en un determinado colectivo, al total del porcentaje reservado para dicho colectivo, un único voto tendría un peso desproporcionado, dejando a los que no hicieron uso de su derecho de elección totalmente desautorizados. Así pues, la opción es ir a votar, bien en blanco, bien al candidato único, para que, al menos, se vea cuál es su grado de aceptación en la comunidad universitaria alcalaína. Volver al principio |
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