AMPARO GARCIA-OTERO
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Hecha esta breve introducción vamos a conocer más cosas de Amparo, su vida, sus sueños, sus comienzos artísticos y sobre todo su mundo musical y poético.
Amparo García-Otero nace en Valladolid pero, muy joven, se traslada a Madrid, donde obtiene la Licenciatura en Filosofía y Letras e inicia sus estudios musicales en la disciplina de Canto. Desde muy pequeña ya daba muestras de su pasión por la música. En su familia, casi todo el mundo canta en Corales y ya a los tres añitos la llevaron a cantar a la radio. En el colegio, solía cantar en las Fiestas y al llegar a la Universidad es cuando se despierta su interés por la poesía y la música tradicional. Es entonces cuando comienza a cantar como solista y a musicar los poemas que ella misma escribe para luego llevarlos al escenario junto a otros cantos populares. Interviene en varios programas de radio y televisión y su voz se escucha con fuerza en diferentes Colegios Mayores, consiguiendo varios premios como intérprete en diferentes certámenes de música tradicional y canción de autor.
Por una serie de circunstancias, abandona momentáneamente los escenarios y actuaciones. Una vez terminados sus estudios de Canto se traslada a vivir a Segovia, donde reside en la actualidad. Desde allí, continúa con sus estudios de Canto en el conservatorio de Valladolid y sigue escribiendo poemas y canciones.
Eran años en los que la canción de autor tenía cierto auge en nuestro país: Aute, Nino Sánchez, Valen, Manolo Díaz, Adolfo Celdrán y más tarde Sabina, Luis Pastor, Pablo Guerrero, etc. abanderaban una incipiente nueva Canción Castellana. Mientras, en el País Vasco, Mikel Laboa y Lourdes Iriondo se anticipaban cantando en vasco a Benito Lerchundi o Gorka Knör y, por supuesto, en Cataluña, los Raimon. Pi de la Serra, Espinás, Serrat o Lluis Llach nos indicaban un camino a seguir.
Curiosamente, no sé por qué motivo, las cantautoras españolas tenían menos resonancia y promoción. Aparte de Guillermina Motta, Mª del Mar Bonet, Elisa Serna o Julia León, que tuvieron, y siguen teniendo, un nombre y un puesto en el mundo de la canción popular, son pocas las mujeres que ocupan un lugar en el panorama musical español. Quizás ese carácter un poco "machista" de los españoles sea la causa. No obstante, existen otras cantautoras que merecen mayor atención como la burgalesa Miriam de Riu, Rosa Zaragoza y, sobre todo, la que hoy protagoniza nuestro Rincón Musical: Amparo García-Otero.
Hecha esta reflexión volvamos con nuestra cantautora. Terminados sus estudios en el Conservatorio, retorna de nuevo a los escenarios realizando diversos Conciertos como cantante lírica, pero principalmente interpretando la música tradicional y un buen puñado de canciones de su autoría, por diversas ciudades españolas, sobre todo por Castilla y León. Esta actividad la compagina con la docencia, pues es profesora de Lengua y Literatura e idiomas.
El Charrascón
Ha editado varios trabajos discográficos. En su primer registro Castilla, mi corazón espera, se aprecia ese amor a su tierra, al paisaje y paisanaje.
"Allá en las tierras del Duero,
el crepúsculo se apaga
sobre ciudades de nieve,
sobre tejados de plata.
Yo canto a la buena gente,
la gente buena y callada
."
a esos mares de espigas que cuando los mece el viento parecen olas que se empinan
"Nosotros que no conocemos la mar,
que no sentimos gaviotas en la sangre,
nosotros, que no aprendimos a soñar
entre las crestas brillantes de la mar
"
o al pobre campesino que sigue luchando, contra viento y marea, con los intermediarios por conseguir una mejor rentabilidad de los productos que cosecha. La mayoría de las veces, los ingresos que perciben son tan bajos que es muy difícil que puedan llevar un vida digna. Esto motiva que, en nuestros campos y pueblos, siga el exilio de los jóvenes a las ciudades en busca de otros trabajos.
"Cuando vas a la siega, moreno mío, de madrugada,
entre espigas y flores, moreno mío, te acompañara,
de sol a sol besa el aire tu piel de centeno,
de sol a sol la tierra quebrada de mano y canción".
Otras veces Amparo nos viene a recordar que debemos soltar al viento aquellos cantares que todos llevamos dentro, el azul celeste de nuestro cielo castellano o el verde trigal salpicado de amapolas.
"Suenen ya las campanas a libertad
.
Son cantares que llevas dentro y quieren brotar,
hoy la voz es novia del viento, deseando gritar
."
En su segundo disco Pisa Despacio, nos encontramos con una Amparo mucho mas cuajada poéticamente, más íntima y reflexiva. Nos advierte que la vida es tan hermosa que no podemos dejarla escapar estúpidamente entre las prisas y el ajetreo que vivimos, y demasiado valiosa y delicada para tratarla con desdén y brusquedad.
El disco se compone de 10 canciones, seis de las cuales son letra y música de Amparo, tres son poemas de Ignacio Sanz, L.,J.,Moreno y J.,A.,Abella, excelentemente musicados y, por último, "Eres como la nieve", una canción tradicional castellana que Amparo interpreta con gran estilo y sensibilidad. De nuevo el canto a la tierra, la vida, la primavera, el amor y a todo aquello que nos rodea está presente, pero como ya mencioné, de una manera más reflexiva e íntima.
"Es el canto de la tierra
Es la plegaria de Adán
La voz de la savia nueva
En suelo feraz"
"Árboles de la ribera
¿Dónde estará mi amor,
que no llega?
Pero sin duda alguna su último trabajo VIVO SIN VIVIR EN MI merece una atención especial por su calidad, originalidad y buen gusto. Es un Oratorio sobre los textos poéticos de Santa Teresa de Ávila. No es nada fácil poner música a la poesía de Teresa de Jesús. Aunque, en algunas ocasiones, el estilo de sus versos siga la pura métrica tradicional, su misticismo, su mundo interior, sus visiones hacen que su poesía sea diferente y esté plagada de imágenes, a veces, muy espirituales y, otras veces, mucho más terrenales, mostrando así la Teresa Santa con la cabeza en el cielo y la monja andante con los pies en la tierra. Amparo García-Otero ha sabido conjugar con sensibilidad y maestría esta características al componer la música para vestir los poemas de Teresa. Para ello ha empleado la técnica y experiencia que proporciona su conocimiento de la música popular y la clásica.
Cuando colocas el C.D en tu reproductor y comienzas a escuchar las canciones, notas que la música de Amparo se va metiendo en tu piel y te eleva a un mundo de sensaciones y paisajes, que pocas veces sentimos cuando escuchamos otras músicas. Las canciones, aunque en su grabación sólo se haya empleado piano, violín, violoncello, flauta y percusiones, tienen unos magníficos arreglos. Los ha escrito un excelente músico, Miguel Gálvez, que, como en los anteriores discos, ha realizado un maravilloso trabajo, dejando en todo momento esa libertad necesaria para que la cantante se sienta libre y segura a la hora de decir los versos. Esa es la labor del buen arreglista y Miguel, como los buenos músicos, lo ha entendido a la perfección. Esto no es óbice para que, en determinados momentos del Oratorio, su inspiración esté latente (Amparo también puso su granito de arena en estos arreglos), lo mismo que los músicos a la hora de interpretar los temas.
Carla Muñoz al violoncello, Angélica de la Fuente, al piano, Enrique Parra, al violín, María Berzal, a la flauta e Ignacio Bautista, a la percusión, han dejado su profesionalidad y buen hacer en la grabación de este disco. Es tan bueno, que es no es tarea fácil señalar qué canciones te gustan más. Personalmente hay algunas que, por diferentes motivos, me han llamado la atención por la delicadeza, ternura y sensibilidad que derrochan: "vivo sin vivir en mi" y "Dichoso el corazón enamorado", la originalidad con que resuelve las estructuras musicales: "Pues nos dais vestido nuevo", la sabiduría con que ha resuelto el ensamblaje musical con los textos: "En la festividad de los Santos Reyes" y "Vuestra soy, para vos nací", o la buena interpretación en todos los temas con su clara y limpia voz. Un disco, sin duda alguna, para tenerlo en nuestra discoteca y siempre a mano.
Recientemente tuve el placer de conocer a Amparo personalmente. Desde el primer momento me cautivó su sencillez, humildad y, sobre todo, su ternura. Paseamos por las calles segovianas al son de la música y colorido de los muñecos que pululaban por casi todas las vías. Soñamos olmos secos y atardeceres castellanos cuando visitamos la vieja Pensión, hoy convertida en museo, donde vivió Antonio Machado. Recordamos diferentes amigos, perdiéndonos mentalmente por los caminos que el bueno de Ignacio Sanz recorrió a pie para regalarnos su precioso libro, "Castilla a pie". Y nos sumergimos "En la rugosa palma de la mano castellana de Unamuno" para, después, seguir soñando con alboradas azules y noches estrelladas. Fue uno de esos días inolvidables que nos gustaría repetir.
Para conseguir sus discos:
e-mail: ampagarot@yahoo.es
¡Madre!
La tarde está aún tibia
Mi pueblo soñando
¡Madre!
Que dura es la trilla
Si en la ancha Castilla
Todo está esperando.
Es duro tronchar el trigo
Si el patrón lo manda
Dura será mi canción
-Como el labrador-
Que despierta al alba.
En la montaña y el llano
Sé que aún palpitan
Un montón de hermanos
No perdamos la esperanza
Venga tu mano
Junto a mi mano.
Porque sé que en la campiña
Se va hartando el oprimido
Se va ensanchando Castilla
¡Castilla para una trilla!
De rojo sol encendido.
El Charrascón
Dedicado a Amparo
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