THE CAVE OF THE YELLOW DOG de Byambasuren DavaaJesús Miguel Sáez González, crítico de cine El nuevo y más reciente trabajo de la realizadora de Mongolia, afincada en Alemania, transita entre la ficción y el documental, contrariamente a su trabajo antecesor: La historia del camello que llora. En esta ocasión ambos niveles se intercambian, aunque nunca desiste un tratamiento naturalista antropológico, tamizado de lirismo poético que lo impregna, elevándose cómo metáfora; entre un mundo nómada real, sobreviviente (el de la familia Barchuluun, que convive en la región de Altai, al norte de Mongolia), con su vida cotidiana plena e independiente, frente a la vida urbana emergente con su certera influencia. El nexo de unión entre ambas realidades o mundos es Nausal, la niña protagonista, que cuenta la historia, su experiencia vital más que iniciática, como trasmisora oral, pero también como recolectora de todo un crisol de vivencias, no sólo en cada verano; junto a los suyos en la estepa. Además, la del internado en la civilización (siempre en la distancia), la propia con sus raíces. Es decir, también la que le ofrece la naturaleza y el entorno familiar. En consecuencia, lo moderno entroncado con lo tradicional, con todas sus bondades; sólo estas comprensibles cuando una anciana narra la leyenda del perro amarillo. En ese momento se suscita el final del camino emocional, en paralelo con el encuentro real con un can y su relación afectiva y de juego. Más allá, entonces, la plena asimilación; un nuevo modo de entender la vida. Aquí el tiempo se detiene. Film minimalista, que posee un tempo lento y ritmo pausado, de trama, esta vez, preexistente, basada en un relato de Gantuya Lhagva, bien trenzada, que se interrelaciona auténticamente con el documento vivo, a través de la didáctica, provocando que la acción, en su crescendo no manipulado, siempre sea ágil, gracias a sus claves y puntos de inflexión precisos, provocando mayor fluidez y dinamismo, evitando todo posible artificio, que ya se denota por su transparente puesta en escena (bien iluminada por Daniel Shoenauer ) y por sus también espacios abiertos y, en un amor desmedido, por una mirada limpia hacia sus personajes (protagonistas), inmanentes éstos con su entorno. Breve apunte biográfico: Byambasuren Davaa nace en Mongolia en 1971. Entre 1989 y 1994 trabaja como ayudante de dirección y presentadora en la televisión pública de su país. Entre 1993 y 1995 estudia derecho internacional en Ulaabaatar, para más tarde matricularse en la Escuela de cine de Mongolia. Completa estudios de cine en la Escuela de Munich, dedicándose posteriormente al documental. Filmografía Documental: Ficha Técnica: |
|