Crónicas de la UAH
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ISSN: 1575-2844

Revista Vivat Academia

 Histórico. Año IX

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Noviembre 2006. Nº 80

Contenido de esta sección:

Desde el exilio (JMDB)

Desde el exilio
Desde dónde las cosas se ven más claras...
Desde dónde las cosas se pueden llamar por su nombre...

JMDB

Parecía que era posible sacar la cabeza de Alcatraz y respirar hondo sin más historias, pero está claro que los años de plomo, y la larga sombra de Algalá, nos persiguen a todos, a dónde quiera que vayamos. Sí, no se engañen, más tarde o más temprano todos ustedes acabarán teniendo esa idea, aunque se marchen bien lejos. Y no podía ser de otra forma, pues, si quien quedó al mando de este antro de delincuencia organizada es el delfín del innombrable, rodeado de toda la corte de tecnócratas, -o tecno-caras, o tecno-ratas, como Vds prefieran- lameculos y sinvergüenzas diversos.

Harto, ya, de llamar a las cosas con nombres como "verde con asas" y "blanco y en botella", es hora de denunciar lo que es claramente la cesta de la prevaricación y la mala leche de la falsedad en documento. Harto ya de todo el hedor insoportable que desprende la Universidad de Alcalá, es hora de acabar con toda esta basura, aunque para ello tenga que volver, desde mi condición de asilado político, a los infiernos de Alcalá.

No hace mucho, una persona, que tiempo después se tomó un tiempo de reflexión fuera de Alcalá, y que todavía no ha vuelto, me dijo: "...pues ya sabes quién es, así que no esperes nada bueno de ese, porque no lo verás..." Y por avatares del destino, y pese a que yo pensaba igual, nos vimos obligados a recurrir a ese supuesto Defensor del Universitario; que no es otra cosa que otro mercenario a sueldo del Rector: 26.500 euros separan a ese Defensor del Rector y CÍA, de lo que debieran ser sus verdaderas funciones de defensa de la Comunidad Universitaria. La experiencia vivida con este sujeto y con su Adjunta es para reír y llorar, pero todo a la vez. Una institución tan nueva y necesaria en la Universidad española no debe ser manchada por individuos de tan baja catadura moral. Ya en la primera entrevista obtuvimos un "no quiero meter la pata", para escurrir el bulto y esperar a que otros le resolvieran el problema. En la siguiente y última entrevista, este sujeto se quitó la careta de poli bueno y nos enseñó su única y auténtica cara.

Las mentiras y el desconocimiento absoluto de la situación del Plan Antiguo de Farmacia se pueden probar y comprobar fácilmente; y es que, para empezar, por ley teníamos tres cursos –con dos convocatorias posibles de examen por curso- una vez acabada la Docencia del curso en cuestión. Para continuar, fuimos los estudiantes -sin ninguna ayuda del Decanato, más bien todo lo contrario- quienes conseguimos que, en Junta de Gobierno, se nos reconociesen unos derechos que estaban recogidos en los Reales Decretos que marcaban los cambios de planes de estudio, que se incumplían, y se incumplen, con total impunidad. Siguiendo con lo mismo, en la extinción y adaptación, se vuelven a incumplir esos RRDD entrando ya en un verdadero caso de prevaricación, que se remata con la vergonzosa actuación de no defensa de los intereses de quienes tienen el primer ciclo completo de Plan Antiguo y, por ley, tienen que tenerlo reconocido y adaptado, automáticamente, al primer ciclo del Plan Nuevo.

A cambio de esto, y muy cínicamente, el "defensor" dice haber recomendado y conseguido que a dicho colectivo se le reconozca su primer ciclo por Plan Antiguo, cosa que ya tenían desde hace tiempo certificado. Bien es cierto, eso sí, que desde, incluso, el mismo mes en que se produjo la extinción de nuestro Plan Antiguo, se operaron en nuestros certificados académicos personales unas manipulaciones que son claramente una pura falsificación de documento, y cuya consecuencia inmediata para este colectivo fue que ya no se emitieran certificados de reconocimiento de dicho primer ciclo de Plan Antiguo; con la finalidad de que luego no se pudiera reclamar el efecto inmediato de equivalencia y adaptación automática al primer ciclo del Plan Nuevo que la ley marca.

Igualmente se ha llegado a borrar una parte importante de estos certificados académicos personales, en función de las penalizaciones obligadamente escogidas –pues, si no rellenábamos aquella hoja de prevaricación pura y dura, no nos dejaban matricularnos- por cada uno de los afectados.

En la Facultad de Farmacia ha habido de todo menos generosidad y legalidad, pues ni siquiera se tomaron las decisiones por los órganos competentes en aquel momento, y mucho menos de forma legítima. Y, para remate, el "Defensor del Rector" encarga a un don nadie un supuesto dictamen, cuya única finalidad es cuadrar los delictivos hechos acaecidos en la Facultad de Farmacia con la no menos delictiva actitud del Servicio de Alumnos y Planes de Estudio. Finalmente pone el broche final de esta ilegalidad, atribuyéndosela a los órganos de gobierno de la universidad, para así diluir las responsabilidades de quienes pretenden estar por encima de los RRDD, emanados del Congreso y del Gobierno de España, al más puro estilo fascista y mafioso.

Acabando con este personaje que no merece más atención, si no es para denunciar otra oportunidad perdida, una vez más, de hacer algo decente en Alcalá, debo poner de relieve cómo en todas sus actuaciones, encaminadas a tapar la verdad y las ilegalidades, suele difuminar su responsabilidad no firmando ni un solo papel, es decir, cuando hay algo más que sospechoso de ser ilegal, y en lo que no tiene más remedio que pronunciarse y, a la vez, salvar las espaldas al equipo rectoral, se parapeta hasta en la secretaria administrativa –imaginamos que también lo intenta con el conserje, pero éste no se deja-, no emitiendo ni un solo escrito oficial "para no meter la pata". Lo máximo que ustedes recibirán, si acuden a su oficina para ser defendidos, son correos electrónicos desde una dirección institucional de Defensor Universitario, o llamadas telefónicas difíciles de demostrar.

Definitivamente este caballerete sólo sirve para hacer Libros Blancos -no se mofen que un libro blanco no son sólo páginas blancas encuadernadas- y redacción de estatutos, reglamentos y demás cosas, en las que sólo son precisas las funciones de copiar y pegar del procesador de textos.

Pero, si todo esto les resbala o les supera, también puedo contarles mi experiencia con la Inspección de Servicios, por una queja sobre el aire acondicionado de la biblioteca de la Facultad de Medicina (Biblioteca Central de Ciencias Experimentales), en plena época de exámenes (plena época de exámenes, comprende un período que abarca desde unos meses antes del primer examen, hasta el último de ellos). A la primera de mis quejas recibí el siguiente mensaje:

"Puesta en comunicación la Inspección de Servicios de la Universidad de Alcalá con la Sra. Administradora-Gerente del Edificio de Medicina, se confirma que el problema está resuelto o en vías de resolución."

Después, visto que todo seguía mal, no funcionaba el aire, las temperaturas iban en aumento y los exámenes estaban más cerca, volví a escribir y la respuesta fue:

"Estimadas Sras. Alumnas y estimados Srs. Alumnos: en respuesta a su mensaje les comunico que he contactado de nuevo con la Sra. Administradora-Gerente del edificio de Medicina quien está pendiente del tema y cursa sus mensajes al Sr. Jefe de Mantenimiento y Gerente de Infraestructuras. Desde luego la situación no es la mejor para ustedes; yo lo comprendo perfectamente puesto que conozco los rigores del estudio. De todas formas espero que se arregle pronto y que puedan ustedes disfrutar de un ambiente confortable."

A esto le respondí, pasados bastantes días y ya cansado, lo siguiente:

"Sin ánimo ni pretensión de quedar por encima, como el aceite, debemos, primero agradecerle su atención y preocupación por el problema del aire acondicionado de la Biblioteca Central de Ciencias Experimentales (vulgo de medicina) y, en segundo lugar, comentarle que el aire no funcionó aceptablemente hasta bien entrada la última semana del mes de junio, cuando, además de mantenerse cerradas las ventanas y fijar en ellas unos carteles prohibiendo su apertura, para mejor funcionamiento del aire acondicionado, ya no había casi gente en la biblioteca; parte ya había acabado los exámenes, y otra buena parte optó por ir a otras bibliotecas, como la de Farmacia o Derecho, por ejemplo.

Parece ser que, desde luego, mejoró la temperatura del aire frío que salía por las rendijas del sistema, aún cuando parece que los ventiladores no tienen la velocidad adecuada y no expulsan el caudal de aire suficiente. En resumen, que nos tememos que, en la segunda quincena del mes de agosto, cuando vuelva a ser muy necesaria la Biblioteca Central de Ciencias Experimentales y se vuelva a llenar hasta la bandera de estudiantes, el aire volverá a ser insuficiente, y con un funcionamiento defectuoso.

Desde luego, que nosotros, en Farmacia, donde estuvimos mucho tiempo sin aire en la biblioteca –antes que en la sala de lectura se instaló en todos los despachos de los Departamentos y, mucho antes, ya estaba instalado en los despachos de Gerencia y Decanato- y dónde se alcanzaban, debido a los grandes ventanales, casi los 40 grados, y dónde las luces de las mesas apuntaban al suelo en lugar de apuntar a los correspondientes tableros, conocemos el proceder de esta Universidad, y sabemos que somos tachados de sibaritas y remilgados. De hecho, la biblioteca de Farmacia es conocida como la de "sol y sombra", pues nunca se instalaron, en sus grandes ventanales laterales, las persianas, toldos o cortinas necesarias para que no sea preciso estar con las gafas de sol puestas, por las tardes, en la mitad de la sala inferior.

Pero lo realmente triste es que usted nos diga: "espero que se arregle pronto y que puedan ustedes disfrutar de un ambiente confortable". Señora mía, no se trata de disfrutar de nada, ni de estar confortable, se trata de unas mínimas condiciones saludables que incluyen el aire acondicionado funcionando, correctamente, con una cosa que se llama termostato y que aquí en Alcalá no conocen. También podríamos hablar de luces en el edificio de Medicina, pero ¿para qué? Agradeciendo nuevamente su interés y advirtiéndole que es posible que tengamos que volvernos a poner en contacto con usted en septiembre, pues en agosto imaginamos no estará; nos despedimos con una invitación para que acuda a la biblioteca en septiembre, y con la humilde sugerencia de que, quizá, sólo quizá, su labor de inspección sería mucho más productiva si la realiza saliendo e informándose personalmente, mediante visitas no anunciadas, en vez de realizarla desde un despacho y con un teléfono en la mano. Gracias."

Ya no hubo respuesta.

Más tarde me enteré que la biblioteca de Farmacia estuvo sin aire acondicionado durante el mes de septiembre, al igual que el Aula Magna, dónde hacer un examen por la mañana era todo un suplicio, y dónde imagino que por la tarde debió ser de muerte. Por supuesto, todo sea por ahorrar y no desgastar el edificio como le gusta a la Gerencia, dónde hay aire acondicionado, y siempre funciona, desde tiempos a los que el recuerdo no alcanza. Los sacrificios y los ahorros que los hagan los demás.

Desgraciadamente la sombra de Alcalá es alargada, y si el Vaticano quiere estudiar de verdad al Demonio –demonología creo se dice- debe, sin duda, venir a Alcalá.

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Vivat Academia, revista del "Grupo de Reflexión de la Universidad de Alcalá" (GRUA).
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Última modificación: 19-10-2007