Desde el exilio
Desde dónde las cosas se ven más claras...
Desde dónde las cosas se pueden llamar por su nombre...
JMDB
Parecía que era posible sacar la cabeza de Alcatraz y respirar hondo sin más
historias, pero está claro que los años de plomo, y la larga sombra de Algalá,
nos persiguen a todos, a dónde quiera que vayamos. Sí, no se engañen, más tarde o más
temprano todos ustedes acabarán teniendo esa idea, aunque se marchen bien lejos. Y no
podía ser de otra forma, pues, si quien quedó al mando de este antro de delincuencia
organizada es el delfín del innombrable, rodeado de toda la corte de tecnócratas, -o
tecno-caras, o tecno-ratas, como Vds prefieran- lameculos y sinvergüenzas diversos.
Harto, ya, de llamar a las cosas con nombres como "verde con asas" y
"blanco y en botella", es hora de denunciar lo que es claramente la cesta de la
prevaricación y la mala leche de la falsedad en documento. Harto ya de todo el hedor
insoportable que desprende la Universidad de Alcalá, es hora de acabar con toda esta
basura, aunque para ello tenga que volver, desde mi condición de asilado político, a los
infiernos de Alcalá.
No hace mucho, una persona, que tiempo después se tomó un tiempo de reflexión fuera
de Alcalá, y que todavía no ha vuelto, me dijo: "...pues ya sabes quién es,
así que no esperes nada bueno de ese, porque no lo verás..." Y por avatares
del destino, y pese a que yo pensaba igual, nos vimos obligados a recurrir a ese supuesto
Defensor del Universitario; que no es otra cosa que otro mercenario a sueldo del Rector:
26.500 euros separan a ese Defensor del Rector y CÍA, de lo que debieran ser sus
verdaderas funciones de defensa de la Comunidad Universitaria. La experiencia vivida con
este sujeto y con su Adjunta es para reír y llorar, pero todo a la vez. Una institución
tan nueva y necesaria en la Universidad española no debe ser manchada por individuos de
tan baja catadura moral. Ya en la primera entrevista obtuvimos un "no quiero meter
la pata", para escurrir el bulto y esperar a que otros le resolvieran el
problema. En la siguiente y última entrevista, este sujeto se quitó la careta de poli
bueno y nos enseñó su única y auténtica cara.
Las mentiras y el desconocimiento absoluto de la situación del Plan Antiguo de
Farmacia se pueden probar y comprobar fácilmente; y es que, para empezar, por ley
teníamos tres cursos con dos convocatorias posibles de examen por curso- una vez
acabada la Docencia del curso en cuestión. Para continuar, fuimos los estudiantes -sin
ninguna ayuda del Decanato, más bien todo lo contrario- quienes conseguimos que, en Junta
de Gobierno, se nos reconociesen unos derechos que estaban recogidos en los Reales
Decretos que marcaban los cambios de planes de estudio, que se incumplían, y se
incumplen, con total impunidad. Siguiendo con lo mismo, en la extinción y adaptación, se
vuelven a incumplir esos RRDD entrando ya en un verdadero caso de prevaricación, que se
remata con la vergonzosa actuación de no defensa de los intereses de quienes tienen el
primer ciclo completo de Plan Antiguo y, por ley, tienen que tenerlo reconocido y
adaptado, automáticamente, al primer ciclo del Plan Nuevo.
A cambio de esto, y muy cínicamente, el "defensor" dice haber recomendado y
conseguido que a dicho colectivo se le reconozca su primer ciclo por Plan Antiguo, cosa
que ya tenían desde hace tiempo certificado. Bien es cierto, eso sí, que desde, incluso,
el mismo mes en que se produjo la extinción de nuestro Plan Antiguo, se operaron en
nuestros certificados académicos personales unas manipulaciones que son claramente una
pura falsificación de documento, y cuya consecuencia inmediata para este colectivo fue
que ya no se emitieran certificados de reconocimiento de dicho primer ciclo de Plan
Antiguo; con la finalidad de que luego no se pudiera reclamar el efecto inmediato de
equivalencia y adaptación automática al primer ciclo del Plan Nuevo que la ley marca.
Igualmente se ha llegado a borrar una parte importante de estos certificados
académicos personales, en función de las penalizaciones obligadamente escogidas
pues, si no rellenábamos aquella hoja de prevaricación pura y dura, no nos dejaban
matricularnos- por cada uno de los afectados.
En la Facultad de Farmacia ha habido de todo menos generosidad y legalidad, pues ni
siquiera se tomaron las decisiones por los órganos competentes en aquel momento, y mucho
menos de forma legítima. Y, para remate, el "Defensor del Rector" encarga a un
don nadie un supuesto dictamen, cuya única finalidad es cuadrar los delictivos hechos
acaecidos en la Facultad de Farmacia con la no menos delictiva actitud del Servicio de
Alumnos y Planes de Estudio. Finalmente pone el broche final de esta ilegalidad,
atribuyéndosela a los órganos de gobierno de la universidad, para así diluir las
responsabilidades de quienes pretenden estar por encima de los RRDD, emanados del Congreso
y del Gobierno de España, al más puro estilo fascista y mafioso.
Acabando con este personaje que no merece más atención, si no es para denunciar otra
oportunidad perdida, una vez más, de hacer algo decente en Alcalá, debo poner de relieve
cómo en todas sus actuaciones, encaminadas a tapar la verdad y las ilegalidades, suele
difuminar su responsabilidad no firmando ni un solo papel, es decir, cuando hay algo más
que sospechoso de ser ilegal, y en lo que no tiene más remedio que pronunciarse y, a la
vez, salvar las espaldas al equipo rectoral, se parapeta hasta en la secretaria
administrativa imaginamos que también lo intenta con el conserje, pero éste no se
deja-, no emitiendo ni un solo escrito oficial "para no meter la pata". Lo
máximo que ustedes recibirán, si acuden a su oficina para ser defendidos, son correos
electrónicos desde una dirección institucional de Defensor Universitario, o llamadas
telefónicas difíciles de demostrar.
Definitivamente este caballerete sólo sirve para hacer Libros Blancos -no se mofen que
un libro blanco no son sólo páginas blancas encuadernadas- y redacción de estatutos,
reglamentos y demás cosas, en las que sólo son precisas las funciones de copiar y pegar
del procesador de textos.
Pero, si todo esto les resbala o les supera, también puedo contarles mi experiencia
con la Inspección de Servicios, por una queja sobre el aire acondicionado de la
biblioteca de la Facultad de Medicina (Biblioteca Central de Ciencias Experimentales), en
plena época de exámenes (plena época de exámenes, comprende un período que abarca
desde unos meses antes del primer examen, hasta el último de ellos). A la primera de mis
quejas recibí el siguiente mensaje:
"Puesta en comunicación la Inspección de Servicios de la Universidad
de Alcalá con la Sra. Administradora-Gerente del Edificio de Medicina, se confirma que el
problema está resuelto o en vías de resolución."
Después, visto que todo seguía mal, no funcionaba el aire, las temperaturas iban en
aumento y los exámenes estaban más cerca, volví a escribir y la respuesta fue:
"Estimadas Sras. Alumnas y estimados Srs. Alumnos: en respuesta a su
mensaje les comunico que he contactado de nuevo con la Sra. Administradora-Gerente del
edificio de Medicina quien está pendiente del tema y cursa sus mensajes al Sr. Jefe de
Mantenimiento y Gerente de Infraestructuras. Desde luego la situación no es la mejor para
ustedes; yo lo comprendo perfectamente puesto que conozco los rigores del estudio. De
todas formas espero que se arregle pronto y que puedan ustedes disfrutar de un ambiente
confortable."
A esto le respondí, pasados bastantes días y ya cansado, lo siguiente:
"Sin ánimo ni pretensión de quedar por encima, como el aceite,
debemos, primero agradecerle su atención y preocupación por el problema del aire
acondicionado de la Biblioteca Central de Ciencias Experimentales (vulgo de medicina) y,
en segundo lugar, comentarle que el aire no funcionó aceptablemente hasta bien entrada la
última semana del mes de junio, cuando, además de mantenerse cerradas las ventanas y
fijar en ellas unos carteles prohibiendo su apertura, para mejor funcionamiento del aire
acondicionado, ya no había casi gente en la biblioteca; parte ya había acabado los
exámenes, y otra buena parte optó por ir a otras bibliotecas, como la de Farmacia o
Derecho, por ejemplo.
Parece ser que, desde luego, mejoró la temperatura del aire frío que
salía por las rendijas del sistema, aún cuando parece que los ventiladores no tienen la
velocidad adecuada y no expulsan el caudal de aire suficiente. En resumen, que nos tememos
que, en la segunda quincena del mes de agosto, cuando vuelva a ser muy necesaria la
Biblioteca Central de Ciencias Experimentales y se vuelva a llenar hasta la bandera de
estudiantes, el aire volverá a ser insuficiente, y con un funcionamiento defectuoso.
Desde luego, que nosotros, en Farmacia, donde estuvimos mucho tiempo sin
aire en la biblioteca antes que en la sala de lectura se instaló en todos los
despachos de los Departamentos y, mucho antes, ya estaba instalado en los despachos de
Gerencia y Decanato- y dónde se alcanzaban, debido a los grandes ventanales, casi los 40
grados, y dónde las luces de las mesas apuntaban al suelo en lugar de apuntar a los
correspondientes tableros, conocemos el proceder de esta Universidad, y sabemos que somos
tachados de sibaritas y remilgados. De hecho, la biblioteca de Farmacia es conocida como
la de "sol y sombra", pues nunca se instalaron, en sus grandes ventanales
laterales, las persianas, toldos o cortinas necesarias para que no sea preciso estar con
las gafas de sol puestas, por las tardes, en la mitad de la sala inferior.
Pero lo realmente triste es que usted nos diga: "espero que se
arregle pronto y que puedan ustedes disfrutar de un ambiente confortable".
Señora mía, no se trata de disfrutar de nada, ni de estar confortable, se trata de unas
mínimas condiciones saludables que incluyen el aire acondicionado funcionando,
correctamente, con una cosa que se llama termostato y que aquí en Alcalá no conocen.
También podríamos hablar de luces en el edificio de Medicina, pero ¿para qué?
Agradeciendo nuevamente su interés y advirtiéndole que es posible que tengamos que
volvernos a poner en contacto con usted en septiembre, pues en agosto imaginamos no
estará; nos despedimos con una invitación para que acuda a la biblioteca en septiembre,
y con la humilde sugerencia de que, quizá, sólo quizá, su labor de inspección sería
mucho más productiva si la realiza saliendo e informándose personalmente, mediante
visitas no anunciadas, en vez de realizarla desde un despacho y con un teléfono en la
mano. Gracias."
Ya no hubo respuesta.
Más tarde me enteré que la biblioteca de Farmacia estuvo sin aire acondicionado
durante el mes de septiembre, al igual que el Aula Magna, dónde hacer un examen por la
mañana era todo un suplicio, y dónde imagino que por la tarde debió ser de muerte. Por
supuesto, todo sea por ahorrar y no desgastar el edificio como le gusta a la Gerencia,
dónde hay aire acondicionado, y siempre funciona, desde tiempos a los que el recuerdo no
alcanza. Los sacrificios y los ahorros que los hagan los demás.
Desgraciadamente la sombra de Alcalá es alargada, y si el Vaticano quiere estudiar de
verdad al Demonio demonología creo se dice- debe, sin duda, venir a Alcalá.