Seis chistes malos, seisSigfrido del Alce En la escuela Entran dos estudiantes tarde a la sala de clase y la profesora le dice a uno de ellos: - Estimado alumno, ¿por qué llega tarde? - Es que estaba soñando que viajaba por todas partes, conocía muchos países, y me desperté un poco tarde. - ¿Y usted, apreciado alumno? -dirigiéndose al otro. - ¡Yo fui al aeropuerto a recibirlo! Uno de abogados Un bote, en el que viajaban unos excursionistas, volcó en aguas infestadas de tiburones. Afortunadamente, consiguieron encaramarse al bote dado la vuelta. Uno de los ocupantes era un abogado que sorprendió a los otros viajeros ofreciéndose de voluntario para nadar a la lejana orilla para pedir ayuda. Mientras él nadaba, sus compañeros estaban sobresaltados por la aparición de dos aletas de sendos grandes tiburones blancos, yendo directamente hacia el abogado. Para su sorpresa, los tiburones permitieron al abogado asirse de sus aletas y lo escoltaron hasta la orilla, sano y salvo. Cuando el abogado regreso con ayuda, sus compañeros le preguntaron cómo había realizado semejante hazaña. El abogado respondió: - Cortesía Profesional. Uno de catalanes Jordi está en el centro de Barcelona dando vueltas y más vueltas en un intento desesperado de aparcar su coche. Da una vuelta, espera, va un poco más lejos, espera, da otra vuelta... Nada... Angustiado, levanta la vista al cielo y dice: - Señor, si me encuentras un hueco para aparcar en cinco minutos, te prometo no volverte a hacer el vacío, comer todos los días butifarra, ser un buen catalán que visitará Montserrat todos los meses, rezando en catalán con el abad, así como el día de San Jordi y todas las fiestas regionales y...¡Qué narices!, ¡hasta daré limosna a los pobres! Entonces, de forma milagrosa, queda libre una plaza de justo delante de su coche. Jordi, emocionado, mira al cielo y exclama: - ¡¡¡Señor, Oh Señor!!! No busques más que ya he encontrado yo una. El valor de un esposo (nadie sabe el valor de lo que tiene, hasta que lo pierde) Tres operarios limpian las ventanas en lo alto de un rascacielos. Uno de ellos tiene necesidad de ir urgentemente al baño y decide bajar. Mientras está en el baño, un viento fortísimo azota el edificio y hace precipitar al vacío a sus dos compañeros, quienes se estrellan contra el pavimento... Esa misma noche, nuestro amigo, que no tiene consuelo por lo ocurrido, acude con su esposa al velatorio de sus compañeros y trata de dar ánimo a las viudas, pero no encuentra suficientes palabras de aliento. De pronto irrumpen en la sala dos señores muy circunspectos, que preguntan por las esposas de los fallecidos y se dirigen a ellas: - Señoras: el seguro previsto por la empresa de siniestros... -se trata de un cheque por euros 1.250.000,00- para cada una de ustedes. Tengan los cheques y reciban nuestras más profundas condolencias. La esposa de nuestro amigo mira anonadada la escena y se dirige a su marido y le dice: - ¡Claro! ¿Y el seoritoooooo...? ¡¡Cagando!! El chófer Durante su última visita a España, el Papa, cansado de tanto protocolo y alabanza decide romper un rato las reglas. Cuando sube a la limusina para uno de los traslados no públicos le dice al chófer: - Hijo mío... tengo ganas de romper un poco el protocolo... ¿Serías tan gentil de dejarme conducir mientras tú te pasas al asiento de atrás? Así descansas un poco. - Bueno, Santidad, nadie puede negarle algo al Papa, ¿verdad? Y allá vamos, con el Papa al volante y el chofer sentado atrás en la enorme limusina de cristales ahumados. Un poco olvidado del arte de conducir, el Papa va por una de las avenidas principales de Madrid con exceso de velocidad y se va saltando stops, semáforos rojos, tumbando contenedores de basura... Al fin, lo detiene una patrulla. El Papa baja el cristal de su ventana y, al verlo, el policía se asombra y, sin decir nada, regresa a su vehículo, toma la radio y se produce el siguiente diálogo: Agente: "Patrulla 505 a Central. Cambio." Central: "Sí, agente, ¿qué sucede? Cambio." Agente: "He detenido a un tío que parece muy influyente y poderoso y no sé cómo proceder. Cambio." Central: "Pues haga lo común y póngale una multa. Cambio." Agente: "No, es que este tío tiene que ser muy, pero que muy influyente y no me quiero meter en problemas. Cambio." Central: "¡Ah, coño!, ¿es un politiquillo o qué? Cambio." Agente: "¡No, hombre, mucho más gordo que cualquier politiquillo! Cambio." Central: "¡Ah!, ¿es un cacique del PP o del PSOE? Cambio." Agente: "¡No digas chorradas, los del PP o el gobierno no llegan ni a la suela del zapato de éste! Cambio." Central: "Bueno, ¿pues quién es entonces? Cambio." Agente: "Pues no sé, pero... se me hace que es DIOS. Cambio." Central: "A ver compañero. ¿Estás pedo o qué? ¿Cómo que DIOS? ¿Por qué lo dices? Cambio." Agente: "Pues fíjate como será que...¡¡¡LLEVA AL PAPA DE CHÓFER!!!" Donde las dan... Un campesino había comprado un Mercedes de la nueva clase E, en el concesionario Daimler-Benz AG, y se encontró sumamente sorprendido con todos los gastos de los accesorios que no estaban incluidos en la versión de serie. Unos meses después, el director de la concesión acudió al campesino, con el que había hecho cierta amistad, para comprarle una vaca para su granja recreo. El campesino presenta la siguiente Factura 1 vaca (versión normal), precio base
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