Editorial
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ISSN: 1575-2844

Revista Vivat Academia

 Histórico. Año IX

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Marzo 2007. Nº 83

FRASES DEL MES:

Mucho dinero y poca educación es la peor combinación.

Valentín Moragas Roger

No hay opiniones estúpidas, sino estúpidos que opinan.

Anónimo

 

Homo Habilis versus Homo Sapiens

Algunos rectores, entre ellos el de la Universidad de Alcalá –no podía ser de otra forma-, junto con empresarios –españoles, por supuesto-, parecen haber encontrado la clave del fracaso de los estudios universitarios en la sociedad actual.

Antes de entrar en materia, hemos de mencionar un factor muy importante y de uso habitual en los análisis realizados por los responsables de la educación de nuestro país: parten de conjeturas, premisas e hipótesis erróneas, por lo cual las conclusiones no pueden ser acertadas y, por supuesto, no son idóneas para ser aplicadas.

Dicho lo dicho, el problema reside en la enseñanza superior en sí misma, aseguran, pues los profesores nos dedicamos a enseñar Ciencia a los estudiantes, en vez de enseñarles habilidades.

Estupefactos nos preguntamos: ¿No habían resuelto los especialistas en antropología el dilema de la evolución del hombre? Habíamos oído decir que, en el proceso del progreso de la especie humana, desde el mono hasta los viajes espaciales, primero habíamos pasado por la fase de Homo Habilis, para llegar, tras millones de años de selección natural, a ser Homo Sapiens, dejando en el camino especies fallidas. Pues bien, ahora las preclaras mentes de algunos "expertos" universitarios han encontrado el siguiente paso a dar por la humanidad, a fin de conseguir un nuevo avance evolutivo, debemos volver a la etapa de Homo Habilis. Quizás nunca la deberíamos haber abandonado, para regocijo de los políticos, así no tendrían necesidad de hacer grandes esfuerzos para engañar al electorado; garrotazo y tente-tieso bastarían para gobernar sin protestas ni sobresaltos emanados de las urnas.

El diccionario de la Real Academia española es claro en sus definiciones:

Habilidad.- Capacidad y disposición para una cosa. Gracia y destreza en ejecutar una cosa que sirve de adorno al sujeto, como bailar, montar a caballo, etc. Cada una de las cosas que una persona ejecuta con gracia y destreza.

Destreza.- Habilidad, arte, primor.

Siendo más precisos, en los textos de psicología del aprendizaje podemos encontrar diferencias de matiz entre habilidades y destrezas:

Una habilidad hace referencia a un movimiento de carácter natural e innato. Es más bien la capacidad de relacionarse con el entorno mediante desplazamientos y tiene que ver con movimientos del cuerpo de carácter global.

Una destreza hace referencia a un movimiento de carácter adquirido o aprendido. Es más bien la capacidad de relacionarse con el entorno mediante la manipulación de objetos y está relacionado con movimientos finos, con connotaciones de manualidad.

Tanto habilidades como destrezas se centran en aspectos motores y no parecen ser eficientes en el desarrollo de la capacidad intelectual superior, en relación con los conceptos más abstractos del conocimiento, propios de las carreras universitarias. Si al menos hubieran mencionado destrezas, en vez de habilidades, podríamos concluir que se estaban refiriendo a la enseñanza, en aulas y laboratorios, de los botones a pulsar y tornillos a apretar en el desempeño de una actividad profesional, en relación con la manufactura de objetos cualesquiera. Sin embargo, ni así habrían estado acertados. A título de ejemplo, piensen ustedes en un futuro químico. ¿Debemos adiestrar a un estudiante en la manipulación de todos y cada uno de los aparatos que pudiera encontrarse en cualquier empresa del sector? En tal caso, deberíamos pasar muchísimos años antes de enseñarle el manejo de las múltiples máquinas y diversos aparatos de una fábrica de cerveza, de otra de fertilizantes, de una refinería de hidrocarburos, de unos laboratorios farmacéuticos, de una fábrica de detergentes, de otra de suavizantes para ropa, de una de aceites lubricantes, y un tan largo etcétera que convertiría este comentario en un grueso catálogo de posibles actividades profesionales.

No es de esta forma como proceden las firmas punteras cuando contratan un titulado superior. Toman al más capacitado para aprender cosas nuevas en tiempo mínimo y le enseñan, en los correspondientes cursos de adaptación, los intríngulis de su actividad. Por esa misma razón no es raro encontrar un biólogo –buen estudiante, por supuesto- trabajando en una compañía dedicada al desarrollo y manufactura de material informático, un físico en un hospital, galardonado con el Premio Nobel en Medicina, por el desarrollo de la Tomografía Axial Computerizada, o un licenciado en medio ambiente trabajando codo con codo con un veterinario.

Precisamente, los buenos empresarios se quejan de la pobreza cognitiva de los actuales egresados universitarios para enfrentarse a problemas nuevos con garantías de éxito, justamente porque la enseñanza universitaria va cada vez más dirigida a la adquisición de destrezas que no de conocimiento. A este respecto, recordamos al propietario de una agencia de diseño gráfico, sobrecogido por haber tenido que prescindir de los servicios de sendos ingenieros, uno informático y otro de telecomunicaciones, ante su incapacidad de modernizarle la empresa, sin acudir a la compra de programas comerciales carísimos, al parecer, lo único aprendido a manejar por los protagonistas en su paso por las aulas.

No parece ser aplicable, en ningún caso, la enseñanza de habilidades y destrezas a los futuros licenciados, arquitectos e ingenieros. Ello sería más bien propio de la formación profesional en sus niveles más elementales, ni siquiera en una fase avanzada de los mismos. Como decíamos, la enseñanza universitaria debe desarrollar la capacidad de un futuro profesional para entender y manejar cualquier proceso, incluso para mejorarlo, con rapidez, tras un periodo corto de aprendizaje posterior in situ, simplemente por el hecho de conocer, entender y manejar los conceptos fundamentales y leyes subyacentes en los procesos naturales y fabriles; y eso sin mencionar las Ciencias Sociales y Humanas.

Bien es verdad que la formación profesional es la asignatura pendiente de todos los gobiernos españoles, sobre todo, de los siguientes a la transición. Incluso, intentos anteriores debidos a la dictadura, que funcionaban a la perfección, como eran las Universidades Laborales, fueron literalmente arrancados de raíz durante el primer gobierno socialista, en el cual (¿casualidad?) el señor Rubalcaba era el alma del Ministerio de Educación, aunque no fuera ministro hasta el final de la última legislatura de Felipe González.

Hace tiempo que los rectores y demás agentes sociales recién llegados a la gestión universitaria no hacen sino hablar por hablar -quizás para justificar sus sueldos y/o dietas abultados-, mostrando un desconocimiento total del ambiente en que desarrollan su actividad y haciendo válido el Principio de Peter en su más cruda y literal aplicación.

La educación española está plagada de ideas y decisiones incongruentes, encaminadas a no se sabe qué fines. La última consiste en suprimir el cero de las calificaciones en los estudios primarios. ¿Será para evitar las falsificaciones de las notas, ante la facilidad de anteponer un 1 al 0?

Como conclusión, sólo podemos añadir algo evidente: cuando inteligencias de nivel inferior a la media llegan al poder, de un nivel cualquiera, en un país, toda catástrofe es posible.

LA REDACCIÓN

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Vivat Academia, revista del "Grupo de Reflexión de la Universidad de Alcalá" (GRUA).
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Última modificación: 30-03-2007