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Contenido de esta sección: Y la nave vaJesús Miguel Sáez González, crítico de cine. TRISTRAM SHANDY: A COCK OFF BULL STORY de Michael WinterbottomLa obra "The life and opninions of Tristam Shandy, gentleman" de Laurence Sterne, pastor protestante que vivió en Yorkshire durante el s. XVIII, fue publicada entre 1759-1767 y consta de nueve volúmenes. Este trabajo fue reconocido y admirado tanto en Londres como en Paris, por su estilo enciclopédico; su forma resultó todo un atrevimiento, incluso con su tono burlesco subido de tono. Está narrado como una autobiografía de historias dentro de otras historias, cuyas reflexiones se superponen unas con otras, sin una dirección concreta, alterando los tiempos, pero también los espacios narrativos, tamizados de digresiones y juegos tipográficos, por lo que una posible adaptación a la pantalla resulta cuanto menos imposible. Tanto el guionista Martín Hardy, como el propio realizador británico, atrapados por la magnificencia del corpus, desde sus tiempos universitarios, han respetado la esencia temática, hasta narrativa y de estructura, que, sin duda, se les escapa, aunque evaden originalmente la estructura convencional, apostando por un ensayo laberíntico que va, poco a poco, complicándose aún más hasta la imposibilidad. Se transforma en un hábil juego, incluso obsceno, que se fractura, una y otra vez (incluso tipográficamente, dejando, como en la obra de Sterne, páginas en blanco; en este caso fundidos en negro), a través de la confusión entre realidad (falso documental o fake) y ficción, que establece el cine dentro del cine (tramas y sutramas) con todos sus infinitos parámetros, sarcásticos y mundanos, de enfrentamientos ególatras entre Dioses (creadores) y criaturas (personajes). Vanidades que afloran al tiempo que esos egos, antes mencionados, pero también las infidelidades e inseguridades que, en ocasiones, se autoparodian. Ficha Técnica: Dirección: Michael Winterbottom Volver al principio de "TRISTRAM SHANDY" Volver al principio del artículo Volver al principio
EL JEFE DE TODO ESTO de Lars Von TrierQué se es y la apariencia del ser de este gran teatro del absurdo que es el mundo, donde, además, todos somos intérpretes de una compleja función que se tensiona dramáticamente, como personajes etéreos buscando autor (Beckett) que, sin duda, parece ser Dios y que, en este caso, paradójicamente, es un realizador quien ocupa ese puesto, con su marcada y bretchiana voz en off. En precisos tramos refuerza este axioma (esos planos desubicados pero coherentes; que afectan a un montaje abrupto, gracias a esa nueva técnica llamada Automavisión, delegando en programa de ordenador las decisiones sobre el tipo de encuadre, iluminación, sonido, apartando esa misión teóricamente del cineasta que no abandona la cámara en mano). Por ello, las situaciones que se producen en escena son azarosas; más bien sorprendentes pero también confusas, contradictorias, donde surge el humor ácido y la crítica mordaz. Ficha Técnica: Guión, dirección Y fotografía: Lars Von Trier Volver al principio de "EL JEFE DE TODO ESTO" Volver al principio del artículo Volver al principio
Acaso, en ocasiones, nos distanciamos tanto de nosotros mismos, que la vida ya parece no adquirir ningún valor; incluso hasta el punto de declamar nuestra insatisfacción por ésta. Pero, y si un día, en un chequeo, nos diagnostican una enfermedad terminal, una atrofia multisistemática, como ocurre en el caso de Carlos Cristos, protagonista trascendental de este documental en tiempo real... Su amigo, el realizador Antonio Canet, es el encargado de filmarlo con su permiso, durante tres años. Así observamos el deterioro físico, que no psítico, del ser humano, objeto no pasivo, sino activo de una narración que es seleccionada y organizada, pero confiere en ese itinerario todo su sentido elíptico frente al mundo: el de la fragilidad de un cuerpo despojado y la razón de la existencia, serena, y que traspasa, siempre bondadosa, sin exhibicionismo, bajo la intimidad que acepta. Pero también el conflicto entre la razón y el sentimiento de ese tiempo ahora fugaz, que se escapa hacia su destino. También hay dolor en esa sinceridad, no querida, pero aún con la voluntad, que siempre caracterizó ejemplarmente al médico de familia, de amor y ser amado, a ser posible sin victimismo, ni autocompasión; pero sí, por supuesto, con la angustia, que se viene a trasformar en duda y miedo al tiempo, sublimada por el conocimiento y la voluntad. Por eso es necesario este documental, porque definitivamente nos ayuda a vivir mejor. Gracias Carlos; hasta pronto. Ficha Técnica: Director: Antonio Pérez Canet Volver al principio de "LAS ALAS DE LA VIDA" Volver al principio del artículo Volver al principio
A PRAIRIE HOME COMPANION de Robert AltmanA prairie home companion es un celebre y conocido espacio radiofónico semanal country, con cuatro millones de oyentes, a través de unos 558 emisoras de radio norteamericanas. El año pasado el show celebró su trigésimo aniversario. El guionista, también conductor y en este caso aquí además actor, Garrison Keillor, escribe el guión basándose en su experiencia, a través de una fábula crepuscular posible: El último show que acontece en una población medio rural, cuyo local está apunto de ser derribado. Los films de Altman son corales, dotados de un extraño concepto multifocal que se multiplica narrativamente y que afecta a la escena y a sus diferentes habitáculos heredados de otros tiempos (bien fotografiados e iluminados por Edward Lachman), como un juego elíptico (es la música la que adquiere este papel, bien engranada por el montaje de Jacob Coreycroft) y donde el espacio, pero también el tiempo, se vertebran alrededor de un extraño y complejo corpus, casi invisible, nunca unidireccional, y en torno al cual giran, como siluetas o esbozos o perfiles, más que personajes redondos, encuentros, desencuentros, hasta entrecruzamientos, un tanto minimalistas, de seres que conversan víctimas del azar (siempre utilizando los planos secuencia, la cámara se acerca y aleja, dando entrada y salida a los personajes), cuyos comportamientos adquieren todo su sentido etológico que evita juicios a priori, a través de diálogos delirantes, donde, en esta ocasión, se aúnan lo evocado hasta la melancolía y el dolor de seguir vivo. Hay intrínseca, además, una actitud vitalista contrastada, no política como en otras ocasiones, que no reniega de un halo mágico, hasta espectral, de un mundo que concluye, con toda su dignidad, bajo la mirada de un Dios y un "ángel" que sirve de guía (eco bergmaniano de la muerte). Destacan todas las interpretaciones. Ficha técnica: Dirección: Robert Altman Volver al principio de "A PRAIRIE HOME COMPANION" Volver al principio del artículo Volver al principio
NOTA: Pero Nacarino era un ser humano brillante, sobrevivió, un maestro, tolerante -a mí me ayudó mucho con su sabiduría, su ejemplo y sus consejos-, antiviolento, nunca vengativo, autodidacta y culto al mismo tiempo, amigo de poetas como Ángel González, Caballero Bonald o José Hierro (estuvo con él en el Dueso). El último comunista, incluso conoció al padre Lecanda y a Unamuno en su niñez, memoria de una ciudad. En una ocasión, un grupo de policías metieron a Naca junto con otros en una habitación, con el objeto de darles una paliza. Uno de los policías, "de manera descuidada", dejó a mano, sobre una mesa, una pistola. Naca tuvo oportunidad de hacerse con ella, pero lo pensó bien: "Si la agarro y la utilizo habré cometido un delito verdaderamente; yo soy inocente". Desistió. Prefirió que lo maltratasen. Nuestra universidad pudo haber realizado un documental pero, como siempre, se comienzan las cosas para luego dejarlas y olvidarlas; echaron tierra sobre la memoria, la de Nacarino y tantos. Por eso es tan importante esta dedicatoria. Volver al párrafo Volver al principio |
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