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Vacaciones con nuestra mascota

Bertha Argüeso. Secretaria del Decanato de Farmacia. Universidad de Alcalá

Viajar con nuestra mascota, perro o gato, puede ser una grata experiencia para todos, incluido para el animal, o convertirse en un auténtico tormento, arrepintiéndonos de haber tenido la idea de salir con nuestro "Toby" y no haber recurrido a una estupenda residencia de animales o incluso habérselo dejado a un amigo o familiar.

El éxito o fracaso de la experiencia dependerá en gran parte de la capacidad previsora y de no dejar nada al azar.

Preparativos

Imprescindible visitar al veterinario, para actualizar vacunas, desparasitar y obtener los certificados necesarios para el viaje. Si nuestro viaje es al extranjero, debemos decirle a qué país, puesto que varían las exigencias sanitarias según donde vayamos.

Todos los animales de compañía deben estar identificados. El microchip es el mejor método para evitar que lo roben y para encontrarlo en caso de extravío.

La identificación es obligatoria en todos los países de la Unión Europea.

No olvidar poner en su collar una chapita con el teléfono del propietario, esto es muy eficaz.

Importante, que su pelo este limpio y bien cortado para que en el viaje se sienta cómodo.

Equipaje

La "maleta" de nuestra mascota debería incluir, como mínimo, el transportín y distintos elementos de alimentación, higiene y paseo.

Piense en que come habitualmente y en la cantidad necesaria para todo el viaje. Recipientes para agua y comida.

Cepillo, aerosol desparasitador y champú.

Correa, collar y bozal, este último por si lo exigen en algún destino o medio de transporte. No olvidar las bolsas para recoger excrementos.

Conviene llegar un sedante para, si fuera necesario, administrárselo al animal.

El viaje

Antes de emprender el viaje, lo mejor sería habituar al animal al medio de transporte que vayamos a utilizar. Pero esto es prácticamente imposible, a excepción del coche, por lo que se pueden seguir unas pautas para que el desplazamiento en el automóvil resulte cómodo y sencillo.

En coche:

Aconsejable dar un largo paseo antes de salir de viaje.

Dejar que el animal explore y se familiarice con el lugar que va a ocupar en el coche. Con su manta y algunos de sus juguetes preferidos, se sentirá más tranquilo.

Si el animal no está acostumbrado a viajar, es mejor que esté en ayunas, al menos unas 12 horas antes de partir.

Si el coche es grande, lo mejor es situarlo en la parte trasera, separado de los ocupantes por una rejilla. Si no hay espacio el mejor lugar será en los asientos traseros, en un transportín si es un gato o un perro pequeño. Si el animal es grande convendrá atarlo con correas. La DGT prohíbe que los animales viajen sueltos o en los asientos delanteros.

Hay que detenerse cada dos o tres horas para que el animal dé un paseo, beba agua y haga sus necesidades. Los cachorros requieren más cuidados, por lo que las paradas deberán ser más frecuentes.

Si nos ausentamos, no debemos dejarlo nunca en el maletero. La mayoría de los perros padece claustrofobia y, a más de 30º, pueden sufrir un golpe de calor y morir.

Si no hay más remedio que dejarlo en el coche, hay que aparcar a la sombra, con las ventanillas un poco abiertas y bien cerradas las puertas. Los tiempos de espera para el animal no deben ser muy largos.

Se debe impedir que durante el trayecto saque la cabeza por la ventanilla, esto puede provocarle otitis y conjuntivitis.

No olvidar llevar agua y un recipiente para darle de beber.

En avión:

La IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) prevé dos modalidades para viajar con animales: como equipaje de mano, si el animal más el transportín no exceden de seis kilos de peso, y en la bodega para animales de peso superior. Estos últimos deben ser entregados en la terminal de carga tres horas antes de la salida del vuelo.

Obligatorio presentar un certificado de salud del perro y la cartilla de vacunación.

Las tarifas de vuelo dependen del peso del animal.

Es aconsejable administrarle un sedante.

Se deben utilizar cajas normalizadas o autorizadas por la compañía. También se pueden alquilar.

Es preferible no viajar en fines de semana o en días punta de vacaciones, ya que los vuelos están muy masificados.

Se deben conocer las normas del país de destino.

En barco:

Obligatorio presentar un certificado de salud del perro y la cartilla de vacunación.

No es un medio de transporte muy agradable para el animal, el mareo esta asegurado; es aconsejable administrarle un sedante.

El animal permanece en un compartimento especial en la bodega. En las travesías largas está permitido visitarlo e incluso pasearlo.

En tren:

Los animales de menos de seis kilos pueden viajar con los pasajeros; los de mayor peso viajan con el equipaje.

En el coche cama, el animal puede viajar en compartimentos privados. Si se comparte con otro pasajero, éste debe estar de acuerdo.

En trenes de alta velocidad, los animales pueden viajar en el mismo vagón que el propietario, como en los de cercanías.

El precio del billete está en relación con el peso del animal, según la tarifa del Paquete Exprés.

En autocar, taxi, etc.:

La mayoría de los autocares no acepta el transporte de animales de compañía. En algunos viajes de largo recorrido, son admitidos en la cabina si nos pequeños.

La admisión es una decisión del propietario del vehículo, salvo en el caso de los perros guía, que deben ser admitidos.

El lugar de destino

No todos los hoteles ni apartamentos aceptan animales. Antes de llegar a destino hay que informarse de esta posibilidad. Hay que consultar si se admiten en las habitaciones o si deben pernoctar en perreras (generalmente en el exterior). Los precios varían en función del hotel. Generalmente no son admitidos en la zonas comunes, como el restaurante. Existen en el mercado diversas guías con el listado de estos hoteles.

Cada país tiene unos requisitos para la entrada de animales. Antes de partir hay que informarse en la embajada o consulado de los permisos de entrada. Se debe especificar el país de procedencia y recorrido.

Se recomienda llevar un listado de las clínicas veterinarias cercanas a nuestro destino.

En mi opinión la alternativa de hoteles o apartamentos rurales, así como camping es la más idónea para que tú y tu mascota disfrutéis de unas buenas vacaciones. El aire libre y la naturaleza son los más apropiados para que un animal se desenvuelva feliz, sin sentirse agobiado y su salud se beneficie.

Si necesitáis algún tipo de información sobre vacaciones con animales, o bien sobre residencias donde dejarlos, me podéis consultar, que estaré encantada de echaros una mano.

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