Contenido de esta sección:

Escuchando Garota Ipanema

Jesús Miguel Sáez González

Recorre la distancia, paso sincero, de par en par vereda baja su chal cuchicheando, cháchara de Guajira Bella, fina estampa el lucero; la canción reluce al andar, lejano el susurro. Veloso dialoga por Jobim, pasa el amor, rezuma la ola y tú, cuerpo azul tendido. Vi pasar la luna. Triste de mí, contemplé la piel; se me hunde la paz en el amor. ¡Ay amor si dejas mi alma!

Volver al principio de "Escuchando Garota Ipanema"             Volver al principio

Línea café

Carlos Díaz Gómez

No todas las rotondas son iguales, ni el sol cae igual todas las tardes de julio. Aún no eran las diez y todavía se veía bien.

La encontré colocándose las botas y me quedé de una pieza.

¿Qué haces aquí?

En mi imaginación, nos montamos en mi coche y golpeé la carretera como una bala perdida. Entonces se alejó mi autobús y la perdí de vista.

Llevaba un vestido rosa corto de tirantes y botas blancas altas por encima de la rodilla. Le quedaba bien.

Ahora, siempre viene conmigo, en mi imaginación. Le enseño los castillos antiguos y la fachada de la Universidad.

A veces se ríe, y a veces se pone a llorar. Y yo le digo: No te asustes ni creas lo que te dicen, nunca es tarde para nada. (A mí me gustas así.)

Volver al principio de "Línea café"             Volver al principio

Estos versos

José O. Colon Ruiz

Mis versos,
en artesanía de color de pájaro
son para ti.

Son como brisas saltarinas
de alto vuelo.

Juntos viajamos en el colador del tiempo.

Tu espíritu
es cual paloma mensajera del cosmos.

Yo... a veces soy un paleto en pos de lo Eterno.

Mas soy como el viento
que duerme con la noche en capullos de luz.

Mis versos son risas cristalinas
para ti.

Poema del libro Cantos a Olga, dedicado por el autor a su esposa. Publicado en Ediciones "El salvaje refinado" (2000).

Volver al principio del poema            Volver al principio

Retazos

Jesús Miguel Sáez González

Autobiografía (variación 4)

El Sur se me quedó sentado, una mañana, cuando la fatiga, sin avisar, soñó con dormitar la tranquilidad. Los cielos no son rasos, abiertos los poros, la cigarra pasa con su vuelo corto, chirría el amor a contraluz; los retales la nostalgia son sudor. Creímos vencer la derrota y encontramos el hastío.

Autobiografía (variación 3)

Esquivar esto, por asunto, el viento traspira multitud, me arrebato, los papeles me dicen lo contrario, pero las canciones silban una melodía, y los ojos me marronean un tiempo.

Volver al principio de "Retazos"             Volver al principio