Seis chistes malos, seisSigfrido del Alce Diálogo entre ancianos Tres hombres conversan sobre los achaques de la edad y el más joven de ellos, ya sesentón, dice: - No hay peor edad que los 60... Sientes en todo momento ganas de mear y la mayor parte del tiempo te pones a ello y... ¡no sale nada! - ¡Ja! Eso no es nada... Cuando tengas 70 no vas a mover el vientre jamás. Tomas laxantes, comes fibras, te sientas en el baño todo el día y... ¡nada! -le sale al quite su amigo de setenta-. - Perdón, pero la peor edad son los 80 -les replica el octogenario-. - ¿Tienes problemas para orinar, también? -pregunta el de sesenta-. - ¡No! Orino todas las mañanas a las 6 en punto. Meo sin problemas como un caballo en el campo. Sin historias... - ¿Problemas con la evacuación del vientre? - ¡No! Un relojito: todas las mañanas a las 6,30. - Si orinas todos los días a las 6 y defecas a las 6,30, ¿qué es lo terrible de los 80? - ¡Que no me despierto hasta las 7! Los divorcios Dos amigos se encuentran después de años sin verse. - Me casé, me separé y ya nos hemos repartido los bienes. - ¿Y los niños? - El juez decidió que se quedasen con el que recibió más bienes. - Entonces ¿se quedaron con la madre? - No, se quedaron con el abogado. Cuestión de peso - Doctor, ¿qué hago para adelgazar? - Basta con que mueva la cabeza de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. - ¿Cuántas veces? - Todas las veces que le ofrezcan comida. Como un juguete Un marido llega a su casa, pega un portazo y con lagrimas en los ojos le dice a su mujer: - María, me he enterado de que nuestro hijo no es mío, es del vecino del tercer piso... ¿Cómo has podido hacerme esto? - ¡Chis!, ¡(Con voz baja) Calla! ¡No le digas nada y así nos lo quedamos! El cura y los ricos Javier y Pablo eran dos hermanos ricos y malvados que iban a la misma iglesia. Cuando Pablo murió, Javier le entregó al pastor un cuantioso cheque para que construyera un nuevo templo a todo lujo. - Sólo le pongo una condición, -le aclaró en tono despótico-, que en el oficio fúnebre diga que mi hermano era un santo. El pastor accedió y depositó el cheque en el banco. En la ceremonia fúnebre, subió al pulpito y declaró: - Pablo era un hombre malvado, que engañaba a su mujer, y traicionaba a sus amigos, pero comparado con Javier, era un santo. Uno de suegras Un señor llega de su trabajo y ve a su esposa muy angustiada que corre hacia él gritando: - ¡Mi amor! ¡Mi amor! ¡A mi madre le ha picado un alacrán! Y el esposo le dice: - ¿Cómo que un alacrán? ¡Si había cuatro en la cajita! Volver al principio |
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