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Aquella tarde, en la penumbra, fue en un cine…Jesús Miguel Sáez González, crítico de cine DIE STILLE VOR BACH de Pere PortabellaTodos los caminos son inescrutables, conducen a Bach, bajo una estructura caleidoscópica, donde cada secuencia es independiente de por sí (unidas por audaces, cuando menos extrañas elipsis), trasgrediendo el pronunciamiento aristotélico (planteamiento, nudo y desenlace); porque ante todo lo visual prevalece sobre el discurso. Antes, la nada, el vacío; no sabemos si el silencio además (dentro de un espacio blanco, con sus compartimentos, avanza hacia la cámara una pianola, deslizándose; suena música de Bach, se abre un diálogo con la música/un afinador ciego se sienta al piano, desgrana unas notas, que suenan inconexas). Tras ello una compleja estructura musical que da sentido a una bóveda arquitectónica, que contempla una multiplicidad de voces y variaciones, al tiempo se socializa, partiendo de la técnica, con esfuerzo diario, inmerso en la cotidianidad y la piedad -quién canta, reza a Dios (Bach compone en el hogar mientras los hijos corretean o por el contrario atiende a un cliente)-. Y trascurre la historia zigzagueante a lo largo de los siglos, bajo múltiples digresiones, nutriéndose de musicalidad, no sólo de Bach, sino de la influencia ejercida sobre Mendelssohn y sus dos sonatas (aquel carnicero de Mendelssohn que envolvía la carne que le vendía con las partituras de Bach de "La pasión según San Mateo"), hasta un profundo estudio para órgano de Ligety. Y ya en el siglo XXI un camionero (Alex Brendemuhl) toca el fagot sin desprenderse del maestro lo que nos conduce al vendedor de pianos y al tiempo a su pareja, una instrumentalista que viaja a Leipzig para proseguir sus estudios, esta vez en la iglesia de San Tomás; donde vivió y se desarrolla la vida del genio (el coro de niños cantores, el director de la institución habla sobre la misma). A su vez el vendedor de pianos entra en una librería, allí conversa sobre Europa, sus espacios vacíos, la gravedad del mundo, las tensiones, el dolor de la historia inseparable a la belleza que nace y convive, aunque esta nos haga daño, la indeterminación, la amnesia y la confusión que subyace, que el presente no es menos ambivalente que el pasado y la identidad cuestionable -no hemos aprendido nada antes y después del Holocausto-. Todo esto, sin perder de vista el virtuosismo y el esfuerzo que supone tocar música (siempre con sonido directo), pese a las inclemencias de los lugares (atípicos) y las distorsiones de este tiempo (un grupo de violonchelistas toca una pieza, mientras viajan en el metro), conciliándose vida y arte, y la música, hoy, sea indeterminada o abstracta, finalmente filmando sólo su materialidad (las partituras, notas sobre fondo blanco). Ficha técnica: Volver al principio de "DIE STILLE VOR BACH" Volver al principio
Todo ocurre dentro del plano, trasciende la realidad en riguroso "tiempo real" y espacio, concentrando la acción, despojándola de elementos visuales (ese tono apagado, como sombras de certeza y agonía), narrativos esteriotipados (subrayados innecesarios, siempre una mirada objetiva), que tiendan a desviar la mirada del espectador, constriñéndose el punto de vista (extraordinaria por otra parte interpretación de Ana María Marinca como Otilia), como puro itinerario conductista, más bien físico nada psicológico (de ahí la elección de largos y sostenidos planos secuencia, tanto los frontales como los fijos, levemente no inmóviles, para las escenas interiores, que limitan lo que acontece. Y los de cámara en hombro que acrecientan inestabilidad, locura y, sobre todo, miedo; por esas calles desprotegidas, que se convierten en pura metáfora abstracta, sin quererlo. Es el tiempo de Ceucescu, a finales de la década de los ochenta, donde trascurre este descenso terrorífico hacia el infierno, de estas dos muchachas que se enfrentan a un trauma personal, humano, social, y una decisión perseguida: el aborto; quien decide, a quien se ayuda. Por lo que inteligentemente Mungiu desarrolla un tratamiento científico que va de lo particular a lo general (hasta coagularlo), no por ello menos denso, rugoso, moral (y que nos invita a reflexionar sobre el hoy, nuestro presente) y necesario con todos sus pliegues; el que sume al individuo en la hipocresía de la cotidianidad de la dictadura hipócrita (sin pintoresquismo costumbrista), que anula la elección, pero también del mundo. Ficha técnica: Volver al principio de "4 MESES, 3 SEMANAS, 2 DÍAS" Volver al principio
Tiende el cine norteamericano a reencontrarse con la historia, más bien con un sentimiento nostálgico al que acudir; esta "intuición" debió ser la que atrapó a Jon Krakaver, basándose; inspirándose más bien, en las experiencias a pie de escueta página de Christopher Mccandless. Abandonar el mundanal ruido, buscar la felicidad, más bien la libertad y la paz, y la identificación de uno mismo con la naturaleza (el paisaje). Ese territorio de espacios libres, porque no vacíos, quizás identificables bajo mapa, y en el camino (itinerario) nos encontraremos, así son los tramos, las etapas. Las idas y venidas también, las de los espacios (en huída) y los tiempos, que se contrapuntean; en ocasiones para dar identidad al hábeas (voz en off de la hermana del personaje central, como contraposición a la libre elección del hermano, el dolor y la pérdida y de la soledad que queda, y de la familia inquieta, a la vez inquietante, promotora, incentivadora de la huída, tanto y más como la sociedad, de la que se intenta apartar el rebelde, puede que con causa, es lo más probable, o desde un nuevo adocenado e histriónico motivo, uno más, que sobrevive hacia delante puede, ilusorio o romántico, utópico. otro mundo es posible, de ahí una nueva visión de éste y de la experiencia, que construir, cargando con todas las contradicciones y dolores de la experiencia inusitada, también de la memoria y la historia, de la literatura, del pecado moral y del exterminio del individuo -del otro-, hacia la redención, la purificación subterránea como aquella lírica Beat adyacente). En definitiva al Western, con sus prolíficos condicionantes épicos, deudores de frontera móvil, proclives a su vez a un extraño misticismo folk tan cotidiano, desde la penumbra a la mística luz, en un tránsito recorrido de expansión, de una "torturada alma", sin más que " una esperada muerte", "ausente de proyecto". Mención interpretativa para el actor Emile Hirsh. Ficha técnica: Volver al principio de "INTO THE WORLD" Volver al principio
NO ES PAIS PARA VIEJOS de Ethan y Joel CoenFue quizás el viejo maestro Ford, quien habló a través de aquel personaje, que interpretó John Wayne en Fort Apache. Quedémonos con la leyenda, por supuesto sus mitos, como forma de vida asumida y reducción de la realidad, la cual dormita en la trastienda de la historia, dejando sin querer una rendija para la relectura de los acontecimientos, tamizando el drama, más bien su incruenta tragedia en un espacio crepuscular de luces y sombras. Sin renegar, este axioma último se reinventa, depurando al máximo la narrativa, los de unos personajes descritos con un solo trazo sin juicios morales, a priori, varados por espacios abiertos fantasmagóricos, a su vez limitados por una frontera sin contenido, abstracta, donde los vemos deambular como espectros, hacia ninguna parte, puede que a su destino: la muerte. Y es intrínsecamente en ese territorio sin definir donde no queda sitio para la vida, sino para el azar y el desencuentro (como volver a paladear cortantes diálogos como cuchillos, los que hicieron grande al Western, cuyos valores explosionan como una relectura de este tiempo cínico y violento de exterminio, inabarcable y caótico al tiempo enigmático y surreal; resignado a fin de cuentas). Y en paralelo acontecen las acciones, un tanto esquemáticas, qué más da, contrapunteadas por la existencia de un personaje cansado, el Sheriff (sobria interpretación de Tommy Lee Jones), testigo pasivo del enfrentamiento entre dos hombres sin definición, ni motivaciones, etéreos como fantasmas que no existen: un aventurero amoral (buen trabajo de Josh Brolin), y su ángel exterminador abrupto, imprevisible, sin identidad (inmejorable aportación de Javier Bardem). Esta es en esencia la novela "Country for old men" de Cormac Mccarthy, que bajo la mirada de los hermanos Coen, se ha trasformado en un extraño Western (Thriller) elíptico. Ficha técnica: Volver al principio de "NO ES PAÍS PARA VIEJOS" Volver al principio
¿Dónde se fue el amor? Estos ojos sin saberlo, aunque en la apariencia y la ocultación, miran hacia el pasado; ya en este presente. Como el teatro del mundo, somos conducidos, habitando unos decorados translúcidos, donde nos desenvolvemos como espectros insignificantes, en nuestro anhelo por existir, sobrevivir día a día, hacia delante (filmando pudorosamente nuestra intimidad, como detalle, cada movimiento es preciso, acompasado con elegancia y cada encuadre atento a la conversación, intrínseco a un ambiente delimitado, al que se es incapaz de renunciar, en definitiva nuestra pequeña pecera tabicada). Así transitan las vidas de estos seis personajes, nunca conformando un retrato colectivo, sino un suspiro concatenado, milimétricamente, en actos respetuosos, que se rozan tangencialmente gracias al azar, componiendo su propia sinfonía de la emoción subterránea (el deseo), que se extiende levemente -a media luz los besos, a media luz los dos, o un trío-, mientras un pequeño vientecillo, quizás ensoñativo, procura la magia del instante que se nos escapa (la nieve cae sobre los cuerpos impermeables), desvaneciéndonos como siluetas, sin poder evitarlo; la melancolía. Ficha técnica: Volver al principio de "COEURS" Volver al principio
THERE WILL BE BLOOD de Paul Thomas AndersonPuede que el pecado original nunca prescriba. Si su lectura es la nostalgia, a todas luces su mentalidad retrospectiva coincide con la debilitación de su fe tradicional, por lo que se justifica su evidencia, nunca ya las hipótesis; pues éstas se ven traspasadas científicamente, también por la relectura que rezan sus luces y sobre todo sus sombras, mediante sucesivas comprobaciones hacia el crepúsculo. Por lo tanto, la épica del patriotismo en vena entra en discusión, conociendo su efecto contrario. Ésta puede ser, sin duda, la historia americana a través de su literatura (Dos Passos, Kerouac, O¨Neill, Meville), por ejemplo, o su cine, sin casi un halo de presuntuosidad, una leyenda proscrita; la exaltación última de un nacimiento, que aún está por nacer. Sin duda así se concibió la conquista del Oeste, un proyecto capitalista del Este hacia el Oeste, amamantado por sus habitantes, procedentes en su mayor parte de la vieja Europa. Arrastrando carruajes, eliminando tribus. Una idea programada de modernidad que se va dinamizando a pesar del conflicto civil, siempre hacia delante, hasta buscar la costa, la fertilidad de la tierras, su explotación, la aparición del Oro y la codicia, la religiosidad a ultranza en guardia contra el exacerbado poder del capital, la modernidad y el tren, el viejo mundo es sustituido por el nuevo (el petróleo, la industria); más bien lo redime, se reestructura con un solo fin, la conjura del hecho democrático y sus libertades, donde lo económico prima sobre el individuo. No existirían pobres si no hubiese riqueza, dijo Marx. La reinvención monetaria es un don, más allá de la oferta y la demanda, sino de la comunión, del ritual del cambio, el que une a la esperanza y el progreso, puede que de todos, gracias a que las fronteras son móviles, y los bastos territorios siempre puntos a descubrir, bajo la atenta mirada del viejo testamento, que seduce y se exporta enajenadamente, de la palabra a la violencia, a la sumisión y la esclavitud, a la imposición y la violencia subterránea (como la música, más bien el sonido, ejercita este papel, como pulsación dramática, además), y la hipocresía. Un viaje físico emocionante a la vez conductista, en resumen, bien narrado elípticamente pese a su tempo brusco, contenido, al tiempo que sobrio, de ritmo pausado, pero candente, compuesto de miradas casi gélidas, sin juicios, aunque abstractas, y por qué no surreales. Ficha técnica: Volver al principio de "THERE WILL BE THE BLOOD" Volver al principio
La estrella de los "Goya" de 2008Nuestro colaborador de esta sección, Jesús Miguel Sáez González, hizo la crítica de "LA SOLEDAD" de Jaime Rosales, en el nº 87 de VA, correspondiente a los meses de julio y agosto de 2007. El lector puede acceder al texto pulsando este enlace. Volver al principio
Taller de cortos y edición "Final Cut Pro"La UAH propone del 23 de febrero al 7 de junio de 2008, el Taller de Cortometrajes y, del 3 de marzo al 3 de abril de 2008, el curso básico de edición "Final Cut Pro", dentro del curso de Creación audiovisual.
Fecha límite de inscripción para el taller: 22 de febrero Fecha límite de inscripción para el curso de edición: 3 días antes del comienzo del curso. Oficina: Volver al principio |
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