El cine español hoyJesús Miguel Sáez González, crítico de cine. Desde las páginas de Vivat Academia, me he propuesto siempre motivar todo ese nuevo cine español, tan alejado de los esquemas temáticos, tópicos de parte de nuestro cine. El año pasado pude visionar 130 películas, dentro de éstas propuse para Vivat lo mejor, ha sido un año creativo para nuestro cine, aunque algunos voceros desde los medios critiquen de manera cainita nuestra cinematografía. Muchos de nuestros profesionales obtienen un enorme éxito fuera de nuestro país: Rosales, Marc Recha, Pablo Llorca, Alberto Iglesias, Bardem... Pero el insulto manda lo contrario. Hacer cine en España es cada vez más difícil, una subvención sólo es un catering, una mínima parte casi invisible. Muchas pelis ni se estrenan por culpa del exacerbado consumismo de fin de semana. Muchos de nuestros profesionales son más queridos fuera; algunos de ellos endeudados. Parte de la profesión, como todas las demás, tiene su lado endogámico, pero yo me he encontrado siempre cineastas que te animan y son desprendidos con los demás. Se hace cine de género o con moldes televisivos superfluos como el orfanato y otras (infantiloides), mas estupendos documentales que ahondan en nuestra realidad. El cine como cualquier arte es despreciado en España. La excelencia no existe (Vivat Academia ha denunciado muchas veces esta situación), lo mismo ocurre con el cine. A veces, a los padres no les gusta que sus hijos tengan inquietud creativa -yo también he sufrido esto en mis propias carnes, cuando no el insulto y el desprecio-. Cuesta mucho poner en marcha un proyecto. Proponer el cine a un Euro es esconder una realidad, y el resultado desacertado. Se presiona sobre las salas, igual que sobre lo teatros, de manera mafiosa; ya se preparan más derribos especulativos de teatros y cines. Proponer cine a un euro es mentir a la ciudadanía, exterminar leyes sociales y sanitarias; unas migajas que los ancianos no ven, un simple voto. Es cierto que el cine está muy caro, hay que hacer algo, pero la devaluación del arte... Por historia, el franquismo dedicó sus esfuerzos al cine patriotero religioso y el musical chabacano, mutilando un nuevo cine que, en ocasiones, se estrenaba malamente en barriadas, y tan sólo unos pocos veían (aquellos que tenían inquietudes dentro del marasmo en que se encontraba la sociedad). Se cierran cines y teatros, no existe la igualdad de oportunidades. El triunfo es impuesto, banal. Se abren multisalas cuya propiedad es americana. Incumplimos las normativas audiovisuales europeas... ¡Son tantos los problemas! Volver al principio del artículo Volver al principioUn mundo felizJesús Miguel Sáez González, crítico de cine. EN UN MUNDO LIBRE de Ken LoachSe es parte del mundo, de un lado a otro. Los barrios grises entre la penumbra del viento. El sopor, sobrevivir, quizá a cualquier precio, hacia delante; en el dial suena It´s a free World y aún no me he dado cuenta. El cirujano no extirpa el dolor, no lo combate, lo previene, se significa sólo al mostrarlo, diseccionándolo. Y la herida yace aquí entre subtramas, es cierto. La ambición y sus reglas anularon la ética, pese a los principios; ésta es su praxis: la economía hace tiempo sustituyó al individuo, proclive al estado de bienestar, un paso más hace contestar a la globalización, los derechos, todo vale. La lucha de clases se diluyó en un polvo de placer. Hace tanto tiempo que los servicios y sus conquistas sociales, si es que las hubo o sólo fueron coartadas del ultraliberalismo, se diluyeron... El hombre es un lobo hombre para el hombre, no sólo nos sirve el explotador, sino el explotado, de nada sirve, si éste, la víctima, cuando ésta llega a ser verdugo corrompido, más allá de la ciencia del porvenir, sus iguales son un yugo al que acorralar y someter, la parte más débil de la Europa de las oportunidades, ese desierto angosto de esquiroles todos, donde transita el amor como envoltorio del consumo. Los hijos son ya parte de la trastienda emocional. Los emigrantes que son náufragos sólo naufragan, se hacinan entre cascotes y ríos saturados de CO2 inmediato, cubriendo los expedientes de regulación a bajo coste siempre, sorteando la miseria, siendo invisibles, subterráneos en origen, más bien, en obligaciones, nunca en derechos. Y el estado ejecutor espera la remesa y el accidente xenófobo, como cláusula de arma poética, nunca interrogándose qué puedo yo aprender de ti, qué me puedes enseñar. Estos tiempos de cólera son nuestra metáfora. Debería ser nuestro espejo, las circunstancias de una memoria incierta. Mientras la violencia y la exclusión mutua y el desconocimiento esperan, no pacientemente, a desatarse, anulando nuestro futuro, ya comprado, y la misericordia y la caridad del prójimo, ¿hacia dónde camina? Destacable la interpretación de la actriz Kierston Wareing. Ficha técnica: Volver al principio de "EN UN MUNDO LIBRE" Volver al principio de "Un mundo feliz" Volver al principioBUDA AZ SHARM FARU RIKHT de Hana MakhmalbafSon aquellos los espectros, inmanentes hace tantos siglos, los que marcharon un día, en un lugar de Afganistán, los budas. Y entre su memoria, el corazón, una cueva donde los refugiados sobreviven. También en este tiempo de invasión occidental, no olvidable porque en el fondo nada ha cambiado, los niños, en su inocencia carcomida, son espejo del mundo, testigos de su propio e inexcusable microcosmos adulto, como sombra que es alargada y se proyecta, hasta alcanzar una metáfora trasmitida, la de esa siempre mirada del infante, ahora disfrazada de rencor en sus juegos. Un cambio de papeles malévolo recorrido por la violencia que se desata, subyace la miseria, más, el odio con su venganza, y la muerte, y el integrismo Talibán; también el de la fe irracional, la espiritual y la económica con su falso halo democrático. Símbolos cotidianos de actuación allá de donde vengan, atravesados por la poesía. La no redención también circunda sin querer lo mágico del relato persa, como un viento sencillo que agita, en su trayecto, ese barco de papel navegando entre la aguas cristalinas, que transcienden lo moral como problema en tiempo real. Mejor estar muerto para poder vivir en paz. Y aquella niña que tan sólo quiere oír contar bellas historias, la cual no sirve de guía (maravillosa la pequeña actriz; no profesional, Nikbakth Noruz) Ficha Técnica: Volver al principio de "BUDA AZ SHARM FARU RIKHT" Volver al principio de "Un mundo feliz" Volver al principioSWEENEY TODD de Tim BurtonEl gesto marca el texto. Su voz no es tanto una melodía, sino un perpetuo diálogo expresionista, como substrato intrínseco de la tragedia, del entendimiento subyacente. La acción, por tanto, se considera -a priori- secundaria, quizás, como un preludio hacia un siniestro baile de máscaras, esas ánimas guiñolescas que corretean atrapadas por su propio laberinto, cuyo corazón despojado de virtud, pero no de razones, se filtra saboreando la venganza que les condiciona, sin remisión, hacia la inmolación de la sangre coagulada de sus víctimas, más que un principio caricaturesco del fin; la condena del alma reflejada también, sin afán lúdico ni coreografía programática. Esta praxis, sintetizada tal vez por John Logan, recupera el espíritu macabro de una leyenda del S XIX, la que reestructuró en los setenta el compositor Stephen Sondheim y el letrista Hugh Wheeler, a partir de un texto de Christopher Bond, que en manos de Burton ha reinventado barrocamente, ayudándose de la batuta artística de Dante Perreti, y la iluminación -a modo de juego de dioramas- de Dariusz Wolsky. Un espectáculo Gore Victoriano industrial o más bien una pesadilla musical integra (recordemos algunas aproximaciones, de éste, con el género musical) materializada (aunque por otra parte tamaña propuesta no logre ser del todo innovadora; recordar como ejemplo Olivier de Carol Reed, allá por los 60 y sus condicionamientos musicales), ambas cosas, tal vez, como un suculento coctel a partes iguales, es posible que disfuncional, pero sin duda intrigante. Ficha técnica: Volver al principio de "SWEENEY TODD" Volver al principio de "Un mundo feliz" Volver al principioTrampas en el cine sacroJesús Miguel Sáez González, crítico de cine. LUZ SILENCIOSA de Carlos ReygadasUn largo plano secuencia sostenido, un amanecer abriendo la mañana. El viento es un susurro que circunda el espacio, el infinito cielo levantándose allá en lo alto; en el infinito que cubre la madre tierra. Ante tanta belleza todo acontece durante esos casi siete minutos en tiempo real. Y si este acto sugerente que abre en letanía, que se implora hasta cerrarse de nuevo, hacía alcanzar oscuridad silenciosa y chirriante justo como epílogo, no es un ejercicio, quizás, de impostura ampulosa, puede, el contenido queda por tanto suspenso con su trayecto, angustiado por el continente insustancial, que lo constriñe como un pesado corsé, vaciando el significado de sus largos tiempos muertos con sus imágenes desamparadas, disfrazadas tras su significante. Es la traición del desamor, de la estasis inexistente, del momento de espera, de ese milagro que, cuando llega, queda impuesto a la fuerza. Y Dreyer desconsolado, llorando, sabiendo las razones de esta mentira, aquella obra suya mística de búsqueda y del espíritu que levita, Ordet, yace en el cajón de la desdicha del que nada comprende, del impío nihilista y del integro ferviente indigno Ficha técnica: Volver al principio de "LUZ SILENCIOSA" Volver al principio de "Trampas en el cine sacro" Volver al principioAlgunas obras imprescindibles del cine místico o trascendenteCARL THEODOR DREYER YASUJIRO OZU ROBERT BRESSON Bibliografia aconsejada: El estilo trascendental en el cine Ozu, Bresson y Dreyer de Paul Schraeder, ed JC ,1972 Volver al principio de "Algunas obras..." Volver al principio de "Trampas en el cine sacro" Volver al principio |
|