De Cine
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ISSN: 1575-2844

Revista Vivat Academia

  Histórico. Año X

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Mayo 2008. Nº 95

Contenido de esta sección:

Mayos (Jesús Miguel Sáez González)
1. SHINE A LIGHT de Martín Scorsese
2. ELEGY de Isabel Coixet
3. EL BAÑO DEL PAPA de Enrique Fernández y César Charlone
4. NE TOUCHEZ PAS LA HACHE/LA DUQUESA DE LANGEAIS de Jacques Rivette
5. THE SAVAGES de Tamara Jenkins
6. LA CHINOISE de Jean Luc Godard
7. VEINTE AÑOS NO ES NADA de Joaquín Jordá
8. El EFECTO IGUAZÚ de Pere Joan ventura
Epílogo
Berlanga (Jesús Miguel Sáez González)

Mayos

A mi tío Jaime

Jesús Miguel Sáez González, crítico de cine
miguelescine@hotmail.com

Si en tu camino se cruza el Rock o el Blues,
tu alma está asegurada, la vida tampoco; si es una pluma,
entonces es un ejercicio libre y de compromiso.
-Autobiografía-

1. SHINE A LIGHT de Martín Scorsese

Sí puede ser un buen lugar, no sé si el infierno de Dante siempre anda cerca, pero sus criaturas salen de las entrañas del diablo, dialogando como una verdad sobre el lado oscuro del corazón del ser humano, que se arroja en forma de contoneo salvaje para reverdecer, hacerse paso malévolamente entre la niebla, bajo el brazo los mandamientos de toda una generación dionisiaca, que ha sido absorbida por la redención del tiempo, que ahora sólo ya disfruta de las canciones, ya adocenada siendo burguesía egocéntrica, canturreando a ritmo de rock y consumo intenso. Y allí sigue estando una guitarra que se consume ardiente entre la nostalgia bajo contrato, el de Fausto de Goethe, tan limpio y sucio como astuto al tiempo, que un solo guiño sirve para que un riff explote como una pasión, más que eso, una orgía necesaria para la vejez digna, sobre un escenario delimitado por las cámaras que se agitan frenéticas, nada indulgentes para compartir. Es tiempo de recordar la felicidad epicúrea, los jóvenes se agitan y esperan el maná del presente y comparten escenario, del hoy no futuro arrebatado por el terror y la hipocresía propiciada de un mundo fanático de miedos, y un rubor caprichoso ahora es un guiño con toda su humanidad: las miradas cómplices, las rencillas con sus egos, el cansancio, el éxtasis, todo está recogido por ese Dios, cuyo ojo férreo de Polifemo lo capta todo hasta el pasado y sus noticiarios, cada instante, pese a la incertidumbre con su fragilidad corpórea, iluminando, montando milimétricamente cada encuadre con exactitud exacta, más que eso cada nota y su intensidad, sin perder un todo, y el alma baila por siempre a la historia; larga vida.

Ficha técnica:
Dirección: Martín Scorsese
Fotografía: Mitchell Amundsen
Montaje: David Tedeschi
Intérpretes: Rolling Stones, Christina Aguilera, Buddy Guy, Jack White, Martín Scorsese
EEUU, Reino Unido 2008
Documental.

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Me considero librepensador,
pese a mis contradicciones.

-Autobiografía-

2. ELEGY de Isabel Coixet

El primer amor es al segundo, a los demás, igual de intenso, aunque sea con distinta persona; recita el viejo profesor en su aula los cantos de Borges. Y en este cuerpo -continúa- llegado a este otoño tardío, mi cuerpo no se corresponde, mi mente sigue siendo la de aquel joven que fue -aquí estoy, hasta que marche-. El deseo confluye como una tensión entre el placer y el dolor, esto la vida, la que existe, aún en mis más grandes contradicciones y la fragilidad, de este tiempo, da igual de cualquier tiempo y una página cotidiana en blanco -por qué escribir-, como la de aquel mayo donde la felicidad dionisiaca existía y la furia y la cultura de los instantes irreparables y los impulsos principios como piedras contra el antiguo régimen, y el monstruo cínico en que me he convertido -y que nadie escucha, yo tampoco- y los escarceos adolescentes no me privan del poder del falo, y el consumo liviano del amor no me aleja de la pareja temporal y la inmediatez y la rutina sin rutina del instante, pero no de la fidelidad a mis amigos y su sufrimiento comparto, tan gravemente, que siento soledad y desgarro auténtico en la pérdida, y en este examen continuo, la vida es también una evaluación justificada, nada sabemos, está todo por conocer, hasta la sorpresa por rellenar los espacios, con este nuevo amor que me recobra en mi infidelidad y mi miedo -a media luz, son los besos- y las caricias de la juventud de la amada que intenta ordenar los sentimientos dentro del caos y el deseo que procelosamente adquiere un compromiso, también de esta vejez a contracorriente que se muestra indiferente y corrosiva, de igual a igual con mis amantes otoñales, que me requiebran no en mi conciencia -y sus nombres y qué-, y sin embargo ando desnudo -nunca he sido así, o sí, cuando contraje un matrimonio sin compromiso, del que huir-, perdido en el laberinto de los sentimientos, y siento, aunque sea paternal y protector -todos necesitamos un referente asumible aún en nuestra contradicción, lo sé todo y no tengo ni idea, pero alguien o algo me impulsa, mis palabras aún sirven en el mundo, aunque me alejo cuando quiero, voy a ser también feliz, lo necesito, mi alumna me conquistó y a pesar de mi pesadumbre y egoísmo ha vuelto para quedarse, y yo estaré aquí, deseo el deseo de ser-.

Ficha técnica:
Dirección: Isabel Coixet
Guión: Nicholas Mayer, a partir del la novela "El animal moribundo" de Philip Roth (adaptación libérrima)
Fotografía. Jean Claude Larrieu
Montaje: Amy Duddleston
Intérpretes: Ben Kingsley, Penélope Cruz, Dennis Hopper, Patricia Clarkson
EEUU, 2008.

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La utopía es necesaria,
debemos desarrollarla como bien común y compromiso;
fuera de ella,
al otro lado el Rubicón,
y mas allá la caverna con su mito encadenado,
el tenebrismo como odio y confusión,
de espaldas a las ideas,
conviviendo con la mentira.
-Autobiografía-

3. EL BAÑO DEL PAPA de Enrique Fernández y César Charlone

Mayo 1988. Melo, una pequeña población uruguaya ubicada en la frontera con Brasil, espera la visita del Papa Juan Pablo II. Según las fuentes más fidedignas de los medios estatales, se prevén miles de personas, en peregrinación, para asistir al encuentro eucarístico oficiado por el Santo Pontífice.

Este es el acontecimiento, del que parte una sencilla trama que se desarrolla lentamente, abriéndose a una realidad; a través de la ilusión material, pero no espiritual, de Beto (construir un servicio público cerca de la vivienda, para que alivien, mediante pago, todos aquellos peregrinos que acudan al acto, para así salir en parte de su pobreza y dar rienda suelta a su sueño: comprarse una motocicleta para ser más efectivo en su empleo), una especie de contrabandista que trata de sobrevivir con su familia día a día, trasportando ilegalmente, en su bicicleta, paquetes que entrega a un lado y otro de la frontera. Dicha odisea no requiere en ningún momento subrayados innecesarios, ni juicios a priori, por lo que la acción se desenvuelve de manera naturalista, dentro de un espacio escénico hiperrealista, con el que se interrelacionan todos y cada uno de los personajes, y sus deseos también colectivos (individualistas), dejando paso a la gravedad que ahonda en lo trascendente, cuando el cántaro, como utopía, rompe el señuelo de las expectativas y devuelve al hombre a su ser, la necesidad; entonces no basta con predicar, cuando la voluntad se achica y el hambre rebulle, pero mañana volveremos a pescar.

Ficha técnica:
Guión y dirección: Enrique Fernández y César Charlone
Música: Luciano Supervielle y Gabriel Casacubierta
Fotografía: César Charlone
Montaje: Gustavo Giani
Intérpretes: César Troncoso, Virginia Méndez, Virginia Ruiz, Mario Silva
Uruguay, 2007
Mejor Guión, Festival Iberoamericano de Huelva de 2007.

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4. NE TOUCHEZ PAS LA HACHE/LA DUQUESA DE LANGEAIS de Jacques Rivette

Llegados al final de trayecto, podemos volver al inicio, pero este será ya un poema sobre la amada, no será de otra manera, un canto triste releído, porque allí está la literatura, como también el cine y su representación invocada que se libera como juego de emociones ante los espejos, más que un simple pobre sujeto teatral, una devoción lírica -en esencia- que traspira desnuda. Mirar a nuestro alrededor en la procelosa intimidad, a esos espacios cerrados donde descubrir no sólo una mirada y la dialéctica del corazón, sino los objetos, en silencio, los que delatan una presencia, la que ni siquiera permanecer puede, pero su contacto es una llama de amor y pervivencia pura porque existimos y a nuestro alrededor el perfume del contacto espiritual, sin contacto físico apenas, porque existen -además- barreras sociales al amor, que se entrometen entre esos mil pliegues que rellenar, donde el tiempo histórico existe, pero nunca en su primer término, sino el tiempo de amar como goce y sufrimiento en vida.

Una narración especular planifica su concepción moral y de la vida y, por tanto, la tragedia. La vida como puro teatro, en su génesis, un dulce travelling se aproxima al coro de la iglesia de un convento hasta detenerse. La escena se sugiere ante la mirada y unas cortinas que se abren permanecen ahora en sus márgenes laterales y no dificultan el visionado, para más tarde cerrarse, quizás no del todo, para dejar un punto de atención central, entre medias rejas que dificultan el rencuentro entre la duquesa, ahora sor Teresa, y el amado que dialogan (metáfora que gira constantemente alrededor del drama), pero también -en su transcurrir- mira la historia fuera del muro, que anunciará un futuro próximo: la vuelta del absolutismo tras Napoleón, herido de muerte el reino restaurador, y la posterior revolución, donde la aristocracia se desintegrara irremediablemente hacia el liberalismo sin monarca. Aquí se cierra el prólogo, que hacia el tramo final recupera el epílogo -dentro de un mismo tempo, 1823 Mallorca- como tragedia última y puro lirismo de la muerte rememorada como un poema -a la muerte de la duquesa-. Entre medias, un largo flashback, los amores cinco años atrás en París, contados en primer término por el amado, Armand de Montriveau, y en segundo término por la amada, Antoinne de Langeis, y que trascurren en interiores. Aquí surge precisamente el diálogo entre las artes que conviven -ya lo hemos anunciado-: la duquesa mira, dialoga con el espectador al que compromete –los principios de la Nouvelle Vague no acaban aquí, se retoman reinterpretados, los mismos personajes están fuera de todo convencionalismo de la época, fuera de su tiempo, cercanos al hoy- con sus pensamientos, en momentos adicionales un coro -algunos personajes testigos enjuician los acontecimientos-; los intertítulos sustituyen, en ocasiones, al contraplano, pero pueden sugerirse como parte de la elipsis que hace desarrollar temporalmente el relato, o bien se entrometen como recapitulaciones.

Ficha técnica:
Dirección: Jacques Rivette
Guión: Jacques Rivette, Pascal Bonitzer, Christine Laurent, a partir de la novela de Honoré de Balzac; Ne touchez pas la hache, pieza central de Treize, entre Ferragus y La Fille Aux Yeux d´Or
Fotografía: William Lubtchansky
Montaje: Nicole Lubtchansky
Música: Pierre Allio
Diseño de producción: Emmanuel de Chauvigny
Vestuario: Maira Ramedhan Levi
Intérpretes: Jeanne Balibar, Guillaume Depardieu, Bulle Ogier, Michel Piccoli
Francia, 2007.

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5. THE SAVAGES de Tamara Jenkins

La familia como retrato, cuanto menos se mueva mejor. Pero la llamada consanguínea no se puede liberar, el hilo conductor permanece, persiste temporalmente pese a la descomposición -no hay tradición, solo fragilidad y sentimientos contrariados-. Esta premisa, que alucina un pasado inquieto, cubre hoy un otoño (el de estos dos hermanos), pero también un fin próximo (su progenitor), que se abre paso, pese a todo, con mesura, como si peláramos una cebolla capa a capa y descubriéramos, sin subrayados, la gravedad. Una realidad intrínseca contrapunteada por el temor a la vejez y su no continuidad en la muerte, más que eso, por el miedo y el dolor y la confusión de la soledad y la contrariedad a contratiempo del tiempo como requiebro; sin juicios a priori.

En este juego de no verdades absolutas, que se adentran en el confuso laberinto del tiempo no redimido de los oscuros sentimientos, juega como baza un guión bien construido que se sabe planificar, gracias a una buena descripción de personajes, no arquetípicos sino redondos -buenas interpretaciones de Laura Linney y Philip Seymour Hoffman-, y unas acciones lógicas que se desarrollan controlando una información que nos es suministrada a cuenta gotas, dentro de esos espacios gélidos pero porosos, sin hacer concesiones a una galería edulcorante.

Ficha técnica:
Guión y dirección: Tamara Jenkins
Fotografía: Mott Hupfel
Montaje: Brian Kates
Música: Stephen Traks
Intérpretes: Laura Linney, Philip Seymour Hoffman, Philip Bosco
Título en español: La familia Savages
EEUU, 2007.

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Aquel tiempo, Mayo, quiso cambiar el mundo, los conceptos del antiguo régimen no tenían validez, como tal revolución, rápidamente fue absorbida por la sociedad, de ahí su fracaso. Pero la violencia; Vietnam, Praga, México fueron estigmas de dolor y muerte para aquella juventud. Sus conquistas a juicio o ejemplo. influyente. Yo nací en 1969.

6. LA CHINOISE de Jean Luc Godard

La imaginación al poder.

Premio del Jurado en el festival de Venecia, en la edición de 1967.

La Chinoise, pertenece a la segunda época de la filmografía de su autor, centrándose en la dialéctica política, sin abandonar aspectos sociológicos y de las artes (en ese tiempo contrae segundas nupcias con la joven estudiante Anne Wiazemski, que se convertirá en su nueva musa), consiguiendo elaborar un documento -desde la ficción- metafórico, casi profético, sobre lo que acontecería unos meses más tarde, ya en Mayo de 1968.

Forma y contenido adquieren un síntoma de ruptura y de atrevimiento nunca superado, pues Godard -cinéfilo empedernido de la Nueva Ola francesa y avecindado crítico de Cahiers-, ya un clásico, es el menos academicista de los cineastas posibles, incluyendo los de su generación, de los que se distancia -Truffaut, Chabrol, Rivette o Rohmer-.

En esta obra capital, de un tiempo, conduce la dialéctica hasta fines insospechados, más bien diría que cada vez más extremos, tomando un cariz personalista, que algunos tachan de vaciedad, pues su argumento carece de verosimilitud, no de enjundia, estructurándose a modo de cuadros inconexos -movimientos dialécticos, donde la música es introducida de manera no diegética-, coloquiales hasta la improvisación y la impostura -visual-, verborreicos hasta la extenuación -vacuos-, servidores de una crítica mordaz hacia la burguesía de izquierdas adocenada, sin perder un contexto bretchiano del mundo enfurecido -sumergir al espectador en observador, tomando perspectivas generales sin sentimentalismos, poniéndole frente a algo, por lo que ofrece argumentos, nunca sugerencias- y sus contradicciones artísticas, filosóficas, cinematográficas, literarias (juega con el montaje, con los conceptos y las ideas, con los códigos espacio temporales, sobreimpresionando imágenes, fotografías, cómics, que subrayan su carácter rupturista y subversivo, gracias al montaje de Agnés Guillemont), ya no sólo marxistas, sino maoístas, mal asimiladas -como esos espacios desnudos de colores primarios sin concluir, donde los personajes conviven (subraya esta tesitura la especial iluminación de Raoul Coutard)- y, por tanto, nulamente llevadas a la práctica, pues serán en realidad errores mayúsculos -la conversación en el tren, bello travelling lateral, con carácter dialéctico, queda ilustrado por su banal profundidad coloquial, sobre todo si tomamos como perspectiva a Veronique, papel interpretado por su nueva musa, frente al profesor-, absurdos pero fatales (asesinato final), los que adquieren finalmente los personajes (el activismo de la violencia, incluso si se planteara la lucha armada que se desborda hacia el terrorismo/el conformismo pasivo).

Ficha técnica:
Guión, diálogos: Jean Luc Godard
Imágenes: Raoul Coutard
Montaje: Agnés Guillemont
Intérpretes: Anne Wiazemsky, Jean Pierre Léaud, Juliette Berto
Francia, 1967.

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Los nuevos autoritarismos traerán como señuelo la bandera de la libertad.
-George Orwell-

7. VEINTE AÑOS NO ES NADA de Joaquín Jordá

El tiempo, un espejo, en el que dialoga el ayer oscuro, la ilusión de la lucha contra el letargo (retoma Jordá imágenes, vivencias del documental propio, Numax de 1979, que sirve como elipsis y presentación del presente trabajo), y el hoy desencantado- qué ocurrió con aquellos hombres y mujeres, sus desengaños, y su sentido de la sobrevivencia, su experiencia vital cuando intentaron autogestionar la empresa Numax tras la deserción del capital- pero intacto no sólo con los recuerdos sino con la fidelidad a uno mismo, pero sobre todo hacia el mundo y su sentido colectivo que, a pesar de todo, une ese sentido, que trasciende en el espacio y en el tiempo, con esas canas y arrugas, surcos de la solidaridad y experiencia política. Contra el olvido, la ideología, la lucha permanece intacta, es un susurro de invierno, pero cuyos esquejes brotan, quizás hacia una primavera futura, parte de ese extraño laberinto borgiano; donde esos pasillos se entrelazan sutilmente con sus elipsis narrativas, pese a las digresiones (la historia del atraco con sus puntos de vista, una parte de la historia, dentro de otra historia, que es historia).

Jordá, desde la distancia no distanciada, que no sucumbe, plantea un ejercicio atrevido, nada romántico, al tiempo que sirve para desmitificar la transición y el transcurso de la política española hasta nuestros días. Un documento único y necesario, ejemplo de encuentro frente a las nuevas generaciones -ese momento inolvidable, donde los hijos se sientan frente a sus padres-.

Durante la dictadura no podíamos hablar,
ahora nadie escucha.
-Momento perteneciente al documental-

Ficha técnica:
Dirección: Joaquín Jordá
Guión: Laia Manresa y Joaquín Jordá
Fotografía Carles Gusi
Montaje: Núria Ezquerra
Documental
España, 2004.

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8. El EFECTO IGUAZÚ de Pere Joan ventura

- Hoy los trabajadores en las empresas, en este modelo económico de capitalismo globalizador, somos como pescadores en una barca. Creen que el río está en calma, y sólo nos damos cuenta de lo que ocurre en la barca, tu empresa, cuando se acerca a la garganta (a Iguazú). Entonces es cuando percibes la velocidad de la corriente. Que esta corriente de capitalismo especulador es de tal magnitud que tratas de dar gritos y hacer señas, para advertir a los demás pescadores de que el río no está en calma y que algo habrá que hacer, si no quieren que su barca, su empresa, acabe tapada por las aguas de la garganta-. Partiendo de esta metáfora viva de nuestros tiempos (narrada por el representante sindical del campamento de la Esperanza de Sintel), Joan Ventura y Giorgina Cisquella reconstruyen con fidelidad real, no sólo el conflicto- como acto de resistencia-, sino la vida cotidiana, emotiva siempre, de este grupo de trabajadores heridos por el sistema, de sus esperanzas, anhelos, su vida en común-dentro del campamento-, impulsados por la solidaridad, el apoyo de su familia-mujeres-; y compañeros, así como de intelectuales- Saramago.

Sincero documental, cuyo rodaje abarcó cuatro meses, con la sola idea- corroborada por multitud de material grabado in situ (cintas de video), como aquel aportado, cámara en mano, por los trabajadores-, de mostrar, analizar un problema, aún sin solucionar (Sintel, empresa dependiente de telefónica fraudulentamente vendida, que sumió a sus trabajadores en el despido injusto); y que ha cosechado numerosas muestras de simpatías y solidaridad, tanto entre los espectadores, como recompensada por diversos galardones, en diversos festivales donde se ha mostrado.

Ficha técnica:
Dirección: Pere Joan Ventura
Guión: Georgina Cisquella y Pere Joan Ventura
Fotografía: Alberto Molina
Montaje. Anastasi Rinos
Música. Manu Chao, Reverendo
Documental
España 2002
Primer Premio Tiempo de Historia, Semici, 2002
Goya Mejor documental, 2003.

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Epílogo

Eva bucea en los escaparates: Miró, Torreta, Carolina Herrera, Dior; su realidad adquiere tonos de color azulado. Permanece en la caverna, atada con un fino hilo cordel plastificado, de espalda a los paneles niquelados, suspendida por encima de la hoguera de la vanidad. Su rostro hundido hacia abajo, en actitud de servidumbre, desea ser azotado; y su pensamiento florido se balancea, hasta contonearse. El presente es un engaño, trastocado por la inanidad, pero nada de esto importa, si el cigarillo de hachís aún humea por sus labios rosas, y el alma evade el pensamiento. Taxi, cuánto le debo, dirección Castellana.

-Extracto de una novela sin publicar-

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Berlanga

Jesús Miguel Sáez González, crítico de cine
miguelescine@hotmail.com

Villar del Río es todo un microcosmos, que se certifica como una metáfora críptica de la España de los 50. En la vida de Berlanga no había aparecido todavía Azcona y su trazo grueso color sepia, y la amistad con Bardem se había resentido. Bienvenido fue para muchos el comienzo del nuevo cine español Para mi todo empezó un tiempo antes, con Surcos, apegada al neorrealismo, y cuyo cartel (creo que de Renau) fue censurado; la dirigió Nieves Conde -falangista decepcionado-. Del maestro fallero B a las conversaciones de Salamanca, sólo un paso.

El humor de Berlanga, que aquí aún no es del todo coral, bebe de sus fuentes zarzueleras, de Arniches y de los hermanos Quintero y la sátira (los sueños, incluso el de la maestra que no se rodó), y unas gotas italianas de neorrealismo, más bien costumbrismo y voyerismo y fetichismo (las piernas y las medias), que no populacherismo, ni sobreactuación, ni imaginería nacional católica, ni patrioterismo de raza -todos estos elementos últimos que le gustaban a Franco , porque "amaba" tanto el cine como a Mussollini y su Cineccitta, y a propósito aquí también existía Cifesa, Cea, Chamartín-. Aunque el cine primigenio del valenciano bebe de Clair en parte, aunque él me lo negó -como un Dios anárquico que es-, aquella tarde -por otra parte estupenda- de invierno en la que quedé como el culo, porque mis preguntas son muy serias, y él, para contentarme, me escribió en una tarjeta que conservo: "a Jesús Miguel el único crítico que no se ha metido conmigo, fdo Luís García Berlanga".

Muchos ven una crítica sólo a los EEUU, cuyo vehículo pasa de largo, como así fue, pero eso es quedarse en la nata -y la Iglesia y el nacionalismo español y la corrupción en aquellos ayuntamientos-, aunque Edward G Robinson se cabreara en aquel festival internacional, cuya ciudad se había cubierto de dólares con el rostro de Pepe Isbert. Por cierto, Isbert tan él, tan cotidiano su rostro como Toto en Italia, o Fernandel o Bourvil en Francia. Isbert, como me dijo en una ocasión Azcona en el 2006, se llevaba una libretita con algunos apuntes, pero con el papel sabido de casa, y era tan él, que hasta los piropos a sus compañeras de reparto hacían que sus ojos saltaran como los de un niño que ha hecho una travesura -su rostro cuando mira a Lolita Sevilla que pasa su guante de lamé sobre su cara, es providencial.

Bienvenido o el cuento de la lechera, junto con Calabuig -no Calabuch como propuso la censura, en España sólo hay un idioma, predicaba con su toque de mano y retórica el generalote que alzaba la mano y que, por cierto, tanta parodia ajusticiada con humor en aquel balcón del ayuntamiento donde Isbert y el grande Morán (qué pareja) justificaban la miseria de un pueblo vestido de andaluz, porque la cultura era andaluza y todos vestíamos de corto y toreros o manolas-, la tercera es la censurada Los jueves milagro.

-Extracto de un cinéfilo que no pudo estar-

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Vivat Academia, revista del "Grupo de Reflexión de la Universidad de Alcalá" (GRUA).
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AVISO LEGAL

Última modificación: 11-06-2008