Reflexiones de veranoJesús Miguel Sáez González Cartas a Pablo LlorenteTiempo Cautivo-poemario Estimado Pablo: Unas palabras, sin duda harto difíciles, si son éstas sencillas como pliegues, porque conforman un discurso complejo; y que dan título al tiempo cautivo, y frente a ellas la distancia no distanciada, siempre fresca que comunica, no sólo una experiencia -que lo es-, sino la intimidad subterránea que ha de ser compartida por el poeta para con el lector, a quién lo hace cómplice con amor, y sin quejas, pese a la dificultad y el dolor, pero también a la hermosura y la belleza, que se desgrana, poco a poco, con su voz poética viva -el arma de conocimiento enamorado-. Y ante la vitalidad del niño que se ha hecho hombre; el adulto otoñal con su experiencia intacta a un tiempo fresca pero dulce, inquieta y atenta, calmada en reposo, pese al temor y el miedo de antaño, con este nuevo tiempo oscuro que nos quebranta, además, y la palabra brota como esqueje, una razón de ser: todo es verdad, salvo la mentira porque ésta viene engendrada por el odio -como dijo Goytisolo, y que Pablo recoge como fruto no impositivo, sino libre y amoroso y sincero y de esperanza frente al monstruo-. Gracias Un saludo Jesús Miguel Volver al principio de la Carta Volver al principio de "Reflexiones" Volver al principioVivir Alcalá / Vivir Tanger Saber mirar, es saber amar. Este axioma de doble dirección, en el fondo, esconde con sinceridad estas dos ventanas que han de abrirse, desde su inicio, hasta un fin no concluido. Es el viaje, no de un turista, sino del paseante, que reflexiona -no es esto cierto del todo quizás-, sino que ama a pesar de todo y nos conduce al amor y la serenidad atenta; y a través de ella, justo al abrirse la vida con sus anhelos y sus pérdidas, sus mirlos, las muchachas, una playa, una ciudad, la poesía, el deambular por el zoco una mañana, la mar, los cantos, la historia y sus meandros que son memoria, la comprensión del mundo y su naturaleza toda, porque en el fondo Pablo es ciudadano del mundo. Un abrazo Jesús Volver al principio de la Carta Volver al principio de "Reflexiones" Volver al principioEl musical. Carta a José AntonioEstimado José: Me gusta mucho el musical. Esos espacios cerrados imposibles, sólo posibles gracias a la magia de hacerlos posibles; me acuerdo de Sombrero de Copa con Fred Aistare y Ginger Rogers. También es cierto que el musical, hubo un tiempo, que salió del estudio a la calle y los números fueron cada vez más corales, y complicados, por ejemplo, Un día en New York, o se tildaron en dramas, como esa Romeo y Julieta llamada West Side Story. Me entusiasma Bob Fosse, es el gran genio último, de éste no sólo me gusta Cabaret, sino All that Jazz, y, aunque no sea un musical, Lenny con Dustin Hoffman. El musical para mí es Broadway, aunque me deleito con Los Paraguas de Cherburgo de Demy, con esa actriz tan bella, y que me vuelve majara, que es la Denueve... Cuando hacía radio, hace ya algunos años, dediqué no uno, sino dos programas al musical, por supuesto sin perder de vista a Sinatra, Cole Porter, Kurt Weill, Dean Martín y el Rat Pack. Un abrazo Jesús. Volver al principio de la Carta Volver al principio de "Reflexiones" Volver al principioFábula, variacionesUn narrador de historias, tímido su nombre, pausa y punto, un misterio entre sus dientes la sonrisa, la mirada no perdida centrada en algún punto del espacio, que está incierto sin diluirse, y la voz imaginada por un requiebro del viento sur Sahariano. La danzarina coquetea con el rumor, las olas son el fondo de las cuerdas vocales que son salinas y amargas a la vez allá en lo alto, en aquel faro del no futuro, del azar que murmura las noches de quietud y sonrisa traviesa. Volver al principio de "Variaciones" Volver al principio de "Reflexiones" Volver al principioTras la lectura de Paraiso de las Islas. Carta a Emilio SolaEstimado Emilio: Soy ciudadano del mundo -creo que fue Aristóteles quién lo dijo-, las fronteras son sólo pensamientos abstractos configurados por los tunantes, la comunicación sólo es posible gracias a las Islas, al aliento de los Juglares, que puedo aprender de ti, que me puedes enseñar. Una nueva democracia es aún posible, el hombre no debe ser educado como esclavo, sino hacia el ocio, cuando éste significa conocimiento y búsqueda, más allá, naciendo de la individualidad hacia congraciar a la colectividad sin compromisos, llenándola de virtud, en revolución plena, sin normas, sin presidentes, solo política y compromiso como creo que los griegos lo entendieron. La verdad que nos propones, Emilio, rescata la antigüedad, y sus propósitos y volver al hombre y su identidad, a través de esos espacios libertarios posibles, identificables siempre como un Western; trasformando certezas nada erráticas, porque un mundo aún es posible, amplio y rico y libertario, donde la historia no es un excusa, sino que pasea con el arte y el amor libre y se reiventa por esos mares que son del sur, universales no globales. Por fin el humanismo vence a lo económico. Un abrazo Jesús Aclaración: Desde hace tiempo conozco a Emilio, un anarquista sin carnet, ni militancia, un frontera en un mundo con fronteras, dispuesto a enfrentarse con los molinos de viento a cada momento, su Paraíso de las Islas es su nueva provocación, un ejercicio de lucidez, donde la sociología se funde con el arte, la pintura, el cine, la historia, la literatura, un todo, un complejo poliedro de conocimiento y aventura pirata, porque Emilio tiene alma de pirata cervantino. Volver al principio de la Carta Volver al principio de "Reflexiones" Volver al principioEsta nocheJosé O. Colon Ruiz
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