Dado el carácter extraordinario del proceso electoral a Junta de Gobierno, y los incidentes que se han producido durante el mismo en la Universidad de Alcalá, hemos creído conveniente, además de su destino habitual en la sección "base de datos", dedicarle está página especial de la revista. CRÓNICA DE UNAS ELECCIONES.Por Julio Gutiérrez Muñoz. Antes de entrar en materia quiero dejar bien claro que las opiniones que encontrarán seguidamente lo son a título personal, sin que hable en representación de todo el colectivo que formaba la candidatura. Es bueno hacer esta aclaración porque escribo estas líneas sin haber consultado previamente con mis compañeros, aunque estoy seguro que mayoritariamente estarán de acuerdo con lo aquí expuesto. Las pasadas elecciones a Junta de Gobierno, a pesar de haber sido todo un éxito para los que creen en los métodos democráticos y en la posible salvación del auténtico carácter público de la universidad española, así como en la curación de nuestra enferma más ilustre, la Universidad de Alcalá, han tenido un pequeño tinte oscurecedor, que indica que no se puede uno dormir en los laureles. Nos referimos a los intentos, por parte del equipo de gobierno actual y sus más feroces seguidores, por conseguir votos sin el menor escrúpulo. La comunidad universitaria alcalaína, a pesar de todos los aspectos recriminables del proceso, ha mostrado su sensatez, su gran madurez en política universitaria y su confianza en que al final la razón se impondrá sin crispaciones, sin aspavientos y sin necesidad de usar las mismas artimañas que los que quieren convertir la UAH en un "cortijo". Más o menos impacientes e indignados, eso sí, hemos asistido al proceso electoral más significativo de la historia reciente de la Universidad de Alcalá. La pluma de uno de los candidatos avalados por la Junta de PDI, José Morilla Critz, ahora suplente entre los representantes en la nueva Junta de Gobierno por los caprichos de la suerte, lo ha dejado bien claro con su artículo en el semanario "Puerta de Madrid", que reproducimos y pueden consultar pulsando este mismo enlace. Los nuevos representantes electos, calificados con todas las "maldades" posibles ante electores desconfiados, por desconocedores de los entresijos de la vida universitaria, no son "jóvenes y radicales atilas", entre otras cosas porque más de uno ha envejecido y encanecido luchando por conservar intacto el espíritu universitario. Además "Puerta de Madrid" ha dedicado una página completa a analizar, por boca de sus protagonistas, estas elecciones singulares (consúltela pulsando este enlace). Enrique Téllez, presidente de la Junta de PDI y representante electo habla del declive final del gobierno de Gala, iniciado hace largos años, que la comunidad universitaria ha detectado, por lo que ha reaccionado para evitar que en la caída se vea arrastrada la propia universidad. Evidentemente, no hubo sorpresas en el sector estudiantes, donde parece que "todo vale" con tal de conseguir un grupo compacto apoyando al rector y sus incongruencias, en detrimento de los intereses de sus propios compañeros. Esta vez no creo que me acusen de pataletas por haber perdido unas elecciones, porque no sólo no las he perdido, sino que me encuentro entre los profesores más votados. Por eso mismo, esta vez voy a hablar más claro. Las declaraciones del Sr. García -"Hemos arrasado democráticamente y se ha podido demostrar que no tienen ningún futuro candidaturas que han sido impulsadas entre los estudiantes por otros colectivos de la universidad."- me producen tristeza, cuando no una sonrisa difícilmente contenida. Intentaré darles a ustedes unas pinceladas, además de la propia denuncia de sus compañeros (ver este enlace): 1) ¿Llama usted, Sr. García, arrasar democráticamente a difundir mentiras entre los votantes? Voy a enumerar un par de ellas.
2) ¿Llama usted, Sr. García, arrasar democráticamente a ser usted juez y parte, actuando a la vez como vocal de la Junta Electoral y candidato, paseándose por las mesas para controlar el voto de los estudiantes. (En una de ellas, ante su actitud, se le llegó a pedir su credencial de interventor)? Curiosamente, y dicho sea de paso, el color de las papeletas de la elección estudiantil coincidía con el color utilizado por la candidatura 10x10 durante la campaña. 3) ¿Llama usted, Sr. García, arrasar democráticamente a haber sacado papeletas de la elección estudiantil y, debidamente marcadas con la candidatura 10x10, repartirlas el mismo día de las votaciones, aún antes de haberse abierto los colegios electorales, a la entrada de los edificios o a la bajada de los trenes, tanto en Alcalá como en Guadalajara? De estos procedimientos han sido testigos algunos colaboradores de Vivat Academia. 4) ¿Llama usted, Sr. García, arrasar democráticamente a conseguir que los representantes estudiantiles por centros no lo sean con los votos de los compañeros de los estudios correspondientes, que los conocen, (y como ocurre en las elecciones a Claustro, en las que usted no salió elegido), sino con el voto global de los estudiantes de toda la Universidad de Alcalá? Sabe usted muy bien que una iniciativa en tal sentido, presentada por los estudiantes de la Escuela Politécnica, fue abortada en Junta de Gobierno con su ayuda, no hace mucho. Afortunadamente, estas elecciones han servido para poner de manifiesto varias cosas que, pese a su antigüedad, se mantenían latentes, unas positivas y otras negativas. Vayamos con las negativas: a) Los métodos utilizados por el antiguo SEU (Sindicato Español Universitario, de tan triste recuerdo, triste por lo que sufrimos algunos bajo su neofascista corte), todavía siguen vigentes, tras la oportuna resurrección que el Sr. García, presidente del Consejo de Estudiantes, ha conseguido realizar con gran éxito. b) Desde el poder, y nos referimos claro está al equipo de gobierno, se siguen insinuando candidaturas de profesores, sin tener el valor de hacerlo abiertamente. Ustedes dirán que no tengo pruebas y que hago caso de simples rumores. Alguno de nuestros lectores habrá recibido la lista, con la recomendación de votar a todos sus integrantes. El problema para los que las han elaborado es que, esta vez, han dispersado más los votos, al haber confeccionado varias listas, que contenían nombres diferentes según se repartieran en un centro u otro, o por un vicerrector u otro. No voy a decir que ello haya sido la causa de la victoria electoral de la candidatura avalada por la Junta de PDI, pero sí es verdad que los más votados de las listas "oficiales" han sido los que se encontraban como miembros invariantes de las diferentes opciones que circularon. Una pequeña anécdota, a mí personalmente me entregaron una copia de "la lista oficial" en uno de los hospitales, en el acto electoral correspondiente. En otro de los actos, uno de los asistentes se acercó a saludarnos y comentó: "yo vengo por cortesía hacia vosotros, como compañeros, aunque en realidad estoy en la candidatura de la oposición". Alguien me mostró la "lista" con una tarjeta del secretario general, sujeta con un clip. Claro que como no me gusta hablar sin pruebas, tampoco sé si el que me la mostró la había recibido así o la puso él después para despistar. c) Desde el poder se siguen olvidando las formas más esenciales del juego democrático. El señor secretario general de la UAH, en su calidad de presidente de la Junta Electoral, hizo colgar en los tablones de anuncio una extraña normativa, que pueden consultar pulsando este enlace, diciendo que se podía admitir el voto de personas no incluidas en el censo electoral. Pero aún hubo más, a los presidentes de las mesas electorales, a través de las administraciones gerencias de los edificios, se les hizo llegar desde la Junta Electoral el documento que incluimos en este otro enlace, en el que volvía a insistir sobre el particular. Como profesional del derecho que es, el Dr. Bustos sabe perfectamente que, cuando en un proceso electoral se incluyen plazos de publicación y rectificación de censos, no hay posibilidad de que voten los no incluidos en el momento mismo de poner las papeletas en la urna. Solamente en aquellos casos en los que las listas de que dispone la mesa sean erróneas, y no coincidan con las definitivas del censo publicado, el elector puede ejercer su derecho al voto presentando una certificación de la Junta Electoral correspondiente, lo que no era el caso en las pasadas elecciones. Preferimos ignorar a qué se debían tales irregularidades. Sabemos que hubo presidentes de mesa que no se dejaron intimidar por el fax del presidente de la Junta Electoral y procedieron ajustados a derecho. Y ahora las positivas, para que nos quede un "buen sabor de boca": a) Más de la mitad de los profesores no están de acuerdo con la política llevada a cabo por el rector Gala y colaboradores desde hace más de diez años. b) Mucho más de la mitad del Personal de Administración y Servicios está hastiada de la falta de sensibilidad hacia los trabajadores, de las persecuciones, tal como fue denunciado en el semanario "Puerta de Madrid" por los representantes sindicales, (y que también pueden consultar pulsando este enlace), y de las privatizaciones salvajes que se están llevando a cabo. Esto último ha dado lugar a acuñar un nuevo término para designar a los "neotrabajadores" de la UAH: OCU-PAS (personas de OCU que hacen funciones de PAS). Lo lamento por nuestros lectores ajenos a la comunidad alcalaína, pero sería largo de explicar qué es la OCU, aunque quizás la lectura del artículo que se cita en el enlace pueda ayudarles. c) Se ha desenmascarado a una parte de los representantes sindicales que se han puesto, disciplinada e incondicionalmente al servicio del equipo de gobierno, sin que les importe en absoluto el futuro de sus compañeros. Estos sindicalistas aludidos militan casi todos ellos en el sindicato UGT y, muy probablemente, su actitud ha sido la causante de la derrota electoral de la lista del mencionado sindicato en estas elecciones a Junta de Gobierno, sobre todo en el PAS. Para hablar de lo que conozco más directamente, en mi calidad de profesor, ahí tienen a una serie de representantes que una vez elegidos no asisten nunca a las sesiones del órgano para el que fueron designados por sus votantes, (alguna vez quizás sí, cuando se trata algún asunto que les afecta muy directamente). Entre ellos hay directores de departamento, decanos, profesores de a pie, etc. Incomprensiblemente alguno de ellos ha sido nuevamente elegido. El exponente más significativo, y que ha dado lugar a un enfrentamiento verbal entre dos sectores de UGT y la propia Junta de PDI, ha sido el caso del Catedrático de Derecho José María Espinar Vicente. Dicho profesor, Vicepresidente del Claustro, Vicepresidente de la Junta de PDI y Secretario del Consejo Social de la Universidad de Alcalá, arremetió contra la candidatura avalada por la Junta de Personal Docente e Investigador, utilizando la sede de UGT para enviar un mensaje electrónico a la comunidad alcalaína, y asegurando que dicha candidatura no había sido avalada por la reiterada Junta, (se puede consultar el mensaje, en este enlace). Desafortunadamente para él, uno de sus compañeros del sindicato UGT, José Morilla y el mismo presidente de la Junta, Enrique Téllez, le dieron cumplida respuesta, (también pueden encontrar esta última en este enlace), haciendo público ante sus electores que regularmente no asiste a las reuniones. d) El rector Gala, a partir de la constitución de esta nueva Junta de Gobierno, va a carecer de su coartada habitual, que a nadie convenció jamás, pero que él gusta de repetir, en la idea de que así salva su responsabilidad en los desaguisados que provoca: "el rector es sólo un voto en Junta de Gobierno". La verdad es que da un poco de pena oírle tales cosas, porque eso sería justo si habitualmente sus propuestas fueran las derrotadas y la Junta de Gobierno le obligara a diseñar una política contraria a sus planteamientos. Sin embargo, ocurre todo lo contrario, la política la diseña él junto con su equipo y ha sido raro que perdiera una votación, hasta ahora. Y por último sólo resta decir que estos resultados no deben hacernos caer en la confianza de que todo está ya arreglado y que la Junta de Gobierno va a volver a impulsar una auténtica universidad, libre de trabas privatizadoras y megalomaníacas. Aparte del trabajo, arduo con toda seguridad, que vamos a tener los representantes elegidos, está el trabajo de nuestros electores que, entre otras cosas, deben estar atentos a que nuestras posturas defiendan, sin lugar a dudas o equívocos, las ideas y posturas que prometimos durante la campaña. Y para terminar, un símil cinematográfico: ¡Que la fuerza nos acompañe! Volver al principio del artículo Volver al principio |
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