Tras buscar la forma más conveniente de contarles el proceso y el porqué de la declaración de Alcalá de Henares como Patrimonio Cultural de la Humanidad, hemos encontrado el texto más completo y que mejor se adecua a nuestra línea: El publicado por el semanario alcalaíno "Puerta de Madrid", en su edición del 9 de Enero del presente año, y que a continuación les presentamos. Es un documento que, para aquellos que sienten Alcalá como algo más que una simple ciudad sede de nuestra Universidad, merece la pena conservar. Queremos agradecer sinceramente a la dirección y redacción del citado semanario su gentileza, no sólo en permitirnos reproducir el texto, sino en pasarnos la versión digital completa del correspondiente artículo, lo que nos ha facilitado enormemente la labor, haciendo a la vez posible el presentarles un documento de gran calidad, lo que hubiera sido imposible de haber tenido que utilizar el escáner. Sentimos no poderles ofrecer las fotografías con su calidad original, pero hemos llegado a un compromiso ineludible entre el mantenimiento del texto y su composición y el tamaño del fichero a incluir en Internet, para evitar que la carga de la página correspondiente supusiera un tiempo excesivo. Si algún lector está interesado en poseer el documento completo con las imágenes aparecidas en el "Puerta de Madrid" en toda su belleza, no tienen más que solicitarlas por e-mail a Vivat Academia, o bien ponerse en contacto con la redacción del semanario, por si dispusieran de los números atrasados. Para recuperar el texto completo, con las fotografías, tal como aparece en la revista Vivat Academia, pulse el recuadro que aparece a continuación.
¿A qué y por qué se concedió a Alcalá el Título de Patrimonio de la Humanidad?El todo Alcalá, eso que antes se llamaba "las fuerzas vivas", considera sin discusión que la declaración de Alcalá como ciudad patrimonio de la humanidad es cosa muy buena, pero no todo queda ahí porque algunas de esas fuerzas vivas luchan denodadamente entre sí para dilucidar de cuál de ellas es el mérito de la declaración y a qué parte de la vieja y más sufrida que vieja Alcalá se ha declarado patrimonio de la humanidad. Por ello y por ver si podemos contribuir a aclarar el papel de Alcalá entre los personalismos de este alcalaíno nuevo y de aquel complutense viejo, hemos decidido publicar en su integridad el informe que ha apoyado la declaración. Esperemos que así quede claro por fin, para quien tenga el gusto y la paciencia de leerlo, qué triunfos ha ostentado la ciudad complutense para hacerse acreedora a esta declaración. Pilar Navío nos ha traído el informe escrito en francés, Jorge San Román lo ha traducido, nosotros lo publicamos y ustedes, si quieren, lo leerán. Aquí está y no va más.
LISTA DEL PATRIMONIO MUNDIALAlcalá de Henares (España) Nº 876
Justificación por el
Estado parte
|
La puerta de San Bernardo y
la Puerta de Madrid proceden respectivamente
|
A finales del siglo XV, el núcleo urbano se expandió con la construcción, fuera de las murallas, del convento franciscano de San Diego, alrededor del cual se instaló la población. Después de un ataque del rey de Navarra, se construyó una muralla más sólida para proteger las zonas de expansión, al sur y al este. La ciudad prosperó hasta que en 1496, fecha en que los judíos fueron expulsados de España por decreto real, éstos se marcharon llevándose consigo sus actividades comerciales. Sin embargo, el tejido urbano permaneció intacto, circunstancia que permitió la creación de una nueva ciudad universitaria.
Esta última fue la "hija" del Cardenal Jiménez de Cisneros, que comenzó su labor con la fundación del Colegio de San Ildefonso. Al contrario que otras universidades de Europa, como las de Bolonia, Oxford, París y Salamanca, Alcalá de Henares no se desarrolló lentamente, adaptándose poco a poco a su entorno urbano, sino que Cisneros la concibió desde un principio como una entidad, que invadió una ciudad medieval parcialmente abandonada y la convirtió en una ciudad cuya única función era la universitaria. Ello implicaba la construcción de alojamientos para profesores y estudiantes y la prestación de servicios tales como la puesta en marcha de sistemas de alcantarillado y la pavimentación de las calles. Se reconstruyó la pequeña capilla de San Justo para convertirla en iglesia, y recibió el título de "Magistrale". Sus canónigos se convirtieron, por tanto, en maestros (Magistri) de la Universidad. Se fueron añadiendo progresivamente otros centros de enseñanza: su cantidad alcanzó finalmente la cifra de veinticinco Colegios Menores y ocho grandes monasterios que eran igualmente facultades de la Universidad. Este modelo de facultades universitarias y de instituciones religiosas universitarias sería con posterioridad ampliamente adoptado en el Nuevo Mundo y en el resto de España.
En el Fuero Nuevo de 1509, Cisneros reforzó su visión gracias a un marco jurídico eficaz. El objetivo principal de la Universidad era formar administradores para la Iglesia y el Imperio español. La Biblia políglota complutense (1514-1517) da fe del tipo de trabajo que empezó a hacerse en Alcalá. Hicieron falta diez años para conseguir esa obra maestra de tipografía que puso los cimientos del análisis lingüístico moderno y de la estructura generalmente aceptada para la elaboración de los diccionarios. La obra de Antonio Nebrija, autor de la primera gramática europea de una lengua romance (Gramática de la Lengua Castellana) consagró el modo de trabajo que se venía realizando en Alcalá y serviría de modelo para gramáticas similares de numerosas lenguas europeas y americanas. Las Nuevas Leyes de Indias, fruto del trabajo de las facultades de Derecho de la Universidad, fueron elaboradas en Alcalá y allí se publicaron en 1542.
Sin embargo, a comienzos del siglo XVII, el número de estudiantes, estimado en 12.000 en el siglo XVI, empezó a disminuir a favor de Madrid, donde la Iglesia estaba creando facultades e instituciones religiosas universitarias inspiradas en las de Alcalá. Este proceso continuó hasta 1836, fecha en la que, como consecuencia de la confiscación por Mendizábal de las propiedades eclesiásticas y universitarias, la Universidad fue trasladada a Madrid.
Por consiguiente, Alcalá de Henares se vio de este modo privada de su razón de ser. Los edificios históricos de la Universidad y el tejido urbano de la ciudad misma se vieron amenazados pero fueron conservados gracias a los propios ciudadanos de Alcalá. Se produjo un hecho excepcional: la Sociedad de Condueños compró la mayor parte de los edificios universitarios y los conservó. Algunos de estos edificios permanecieron desocupados, con la mirada puesta en el regreso de la Universidad a la ciudad, mientras que otros se destinaron a usos militares, conservando intactas sus características principales.
La ciudad empezó a crecer con la llegada, en 1856, del ferrocarril. Sin embargo, sería en los años sesenta (de este siglo) cuando conocería una expansión importante a raíz de la llegada masiva de inmigrantes nacionales, que, abandonando otras regiones de España se trasladaban a lo que se estaba convirtiendo en un centro industrial. Afortunadamente, este desarrollo, en su mayor parte imprevisto e incontrolado, no afectó al centro histórico, que seguía estando mayoritariamente en poder de la Asociación de Condueños o del ejército y estaba protegido por su clasificación, en 1968, como zona histórica.
En 1970 comenzaron a oírse voces que reclamaban el regreso de la Universidad cuando la institución madrileña acuñó el término "complutense" en su denominación oficial. En 1974 se estableció una Escuela de Economía en Alcalá pero habrían de pasar tres años más hasta que la Universidad de Alcalá de Henares fuera finalmente inaugurada.
En 1985 se firmó un convenio para la renovación y la devolución a su uso original de los edificios militares, y las siete edificaciones que componían la creación original de Cisneros fueron restituidas por la Sociedad de Condueños. Otros edificios históricos fueron recomprados e integrados en la Universidad o dedicados a actividades culturales asociadas.
El paraninfo durante una de las entregas solemnes del premio Miguel de Cervantes por los reyes. Lo relativo a la lengua española ha sido una de las claves de la declaración de Alcalá como patrimonio de la humanidad |
El conjunto universitario empieza en la Plaza de Cervantes (antigua Plaza Mayor) y se extiende hasta el este de la ciudad medieval. Parte de las antiguas fortificaciones medievales fueron destruidas con objeto de prolongarlas alrededor del nuevo tejido urbano. El trazado está inspirado en los principios del urbanismo humanista, con dos ejes principales y un espacio central abierto (Plaza de San Diego) sobre el que se elevan los principales edificios universitarios.
En el centro del recinto medieval fortificado se encuentra la Iglesia Magistral (catedral), de donde parte la red de calles que se ramifican posteriormente en los antiguos barrios judíos y árabes. Al Noroeste se encuentra el recinto eclesiástico, cerrado por sus propias murallas y en cuyo centro se ubica el palacio arzobispal.
El casco histórico propuesto para su inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial cuenta con veinte edificios clasificados como monumentos nacionales; otros 445 están igualmente protegidos por la legislación española (ver la sección "Estatuto jurídico" más adelante). En las líneas que siguen solamente se describen algunos de ellos.
La Universidad (y Colegio Mayor de San Ildefonso) constituye el centro de la ciudad universitaria. Construida entre 1537 y 1553 por Rodrigo Gil de Hontañón, uno de los más grandes maestros del estilo plateresco, destaca por su majestuosa fachada, cuya esmerada decoración simboliza la fusión armónica de la religión cristiana, del saber y del poder imperial.
La Iglesia Magistral, tal y como se denomina a la catedral de Alcalá, es una estructura gótica, finalizada hacia 1515. Cuenta con una nave principal y dos naves laterales que se juntan para formar el deambulatorio. El presbiterio, alzado, está separado de la nave principal por un magnífico enrejado en forja, obra del maestro Juan Francés. Debajo del presbiterio se encuentra la cripta de los mártires Justo y Pastor. Sobre la tumba de éstos se construyó la capilla románica que en un principio se erigía en este lugar. La estructura se completa con un claustro austero y una torre, la cual constituye uno de los principales rasgos de la silueta de Alcalá.
Los orígenes del magnífico complejo del Palacio Arzobispal se remontan a finales del siglo XIV: entonces tenía el aspecto de una fortaleza, tal y como se puede apreciar desde el torreón de Tenorio. Comenzó a tener aspecto de verdadero palacio tras la construcción del ala este, en ladrillo de estilo gótico-mudéjar, en la que se encontraba en un primer momento la suntuosa Sala del Consejo. La parte central, construida en piedra a principios del siglo XVI, está decorada en estilo plateresco. Muchos arzobispos de Toledo han realizado su propia contribución al conjunto, siendo la más llamativa la escalera monumental encargada por Alonso de Fonseca en 1524.
El Convento de San Bernardo (al que familiarmente se llama Monjas Bernardas) data de principios del siglo XVII. El lado abierto a la vista del público es austero pero la fachada, que incluye la iglesia monástica, está decorada y cubierta de inscripciones relativas a la fundación del monasterio. El interior, de planta oval, está rodeado de capillas laterales y de un presbiterio que contiene un baldaquino sobre el eje principal. La estructura está coronada con una bóveda sobre pechinas.
De las murallas, poco queda. Sin embargo subsisten determinadas puertas, entre ellas la Puerta de Burgos (que formaba parte del monasterio de San Bernardo). La Puerta de San Bernardo y la Puerta de Madrid son estructuras monumentales que datan, respectivamente, de los siglos XVII y XVIII. Fueron construidas para reemplazar a las puertas medievales.
Dentro del conjunto universitario, el Patio Trilingüe, situado en el extremo este del complejo, es uno de los elementos más destacados. Inicialmente formaba parte de la facultad de San Jerónimo, fundada en 1528 por el rector, Mateo Pascual Catalán, para el estudio de tres lenguas (de ahí su nombre). Construido entre 1564 y 1570, dispone de una estructura cuadrangular envuelta por una galería. Las columnas, de capitel jónico, sirven de soporte a unos arcos rebajados. En el centro del patio hay, además, un magnífico pozo.
El Paraninfo Universitario, construido entre 1516 y 1520 y último edificio encargado por Cisneros, se abre al Patio Trilingüe. Su interior consiste en una estancia rectangular de gran altura cubierta por un artesonado de estilo mudéjar. En el piso superior hay una galería con arcos escarzanos. En cuanto a la cátedra de madera, es de estilo plateresco decorado.
La Capilla de San Ildefonso es la capilla de la Universidad, un magnífico edificio del siglo XVI realizado en el denominado estilo Cisneros. Su única nave y su presbiterio ligeramente alzado están cubiertos por un artesonado mudéjar. Entre sus características más significativas figuran los estucos de estilo gótico tardío y plateresco, las esculturas de madera policromada y el estupendo sepulcro renacentista del Cardenal Cisneros. Descuidado desde 1836, el sepulcro sufrió grandes desperfectos siendo, no obstante, objeto de trabajos de restauración desde 1950.
El Colegio y la Iglesia de los Jesuitas constituyen uno de los conjuntos arquitectónicos más impresionantes de Alcalá. La Iglesia de Jesuitas se construyó entre 1602 y 1620. Su fachada monumental representa la transición del estilo austero de Juan de Herrera al Barroco. Con sus dos secciones unidas por aletones y presididas por un frontón decorado con una cruz, recuerda al Gesù de Roma. El colegio adyacente es de estilo más sobrio y destaca su escalera monumental.
Además, en este grupo de monumentos nacionales se encuentran el Hospital de Antezana, del siglo XV, el Convento de Carmelitas de la Imagen y el Teatro de Cervantes (Corral de Comedias), del siglo XVI, y la Ermita de los Doctrinos, la Ermita de Santa Lucía, el Colegio de Málaga y el Convento de Agustinas, todos ellos del siglo XVII.
La zona propuesta para su inscripción está enteramente protegida por lo dispuesto en la ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español, concretamente por los artículos 20 y 21, relativos a la protección de los conjuntos históricos de inmuebles que han sido declarados bienes de interés cultural.
Además, hay veinte monumentos históricos clasificados (ver lo dicho anteriormente al respecto), 55 edificios históricos únicos dedicados a uso institucional (universitario o religioso) y 390 edificios históricos residenciales, que abarcan en total el 80% de la zona propuesta para la inscripción.
La ley exige que la Comunidad Autónoma competente elabore y ejecute planes de protección especial para estas zonas. En el caso de Alcalá de Henares, ello se ha llevado a cabo por el Gobierno de la Comunidad de Madrid y ha entrado en vigor en 1997. El Plan Especial de Protección del Casco Histórico de Alcalá de Henares abarca todos los aspectos de la protección, especialmente el trazado urbano, los espacios públicos abiertos, los límites de las propiedades y los edificios históricos.
Tres zonas arqueológicas han sido clasificadas en aplicación de esta legislación: la ciudad romana de Complutum, las villas romanas y los cementerios visigodos de El Val, así como el sector de la ciudad árabe y los vestigios neolíticos. Todas las obras que se realicen en el casco histórico deben venir precedidas de un estudio arqueológico y, si fuera necesario, de excavaciones o de otros métodos de prospección.
El Plan Director de Alcalá de Henares (Plan General de Ordenación Urbana de Alcalá de Henares) de 1991 contiene igualmente una serie de disposiciones para la conservación de la calidad histórica de la ciudad.
Cualquier intervención que afecte al casco histórico o a los bienes protegidos necesita una autorización previa por parte de las autoridades municipales y autonómicas competentes.
Fachada de la antigua iglesia
|
Patio de Santo Tomás,
|
La Administración estatal, autonómica, municipal y eclesiástica, así como los particulares y diversas instituciones privadas se reparten la propiedad de los bienes que componen la zona propuesta para la inscripción.
Se aplican distintas formas de regulación y control, descritas en la sección anterior. La evaluación de los proyectos de conservación, restauración, desarrollo, etc. es responsabilidad del Ayuntamiento (Concejalía de Urbanismo) y de la Comunidad Autónoma de Madrid (Dirección General del Patrimonio Cultural, Dirección General de la Arquitectura y de la Vivienda). Asimismo están asociados a esta labor el Departamento de Servicios Técnicos de la Universidad de Alcalá de Henares y el Instituto Español de Arquitectura.
Los dos planes mencionados más los planes especiales de 1986 y de 1990 para los lindes del casco histórico definen una zona acotada que queda bajo un doble control administrativo: el del Ayuntamiento y el de la Comunidad Autónoma de Madrid. Tanto la actividad constructora como cualesquiera otros proyectos susceptibles de tener un impacto adverso sobre el casco histórico y su entorno son objeto de un estricto control.
Después del traslado de la Universidad en 1836, algunos edificios históricos fueron demolidos y reemplazados a pesar de los esfuerzos de los partidarios locales de su conservación. Asimismo, se procedió a la modernización general de los interiores y exteriores de muchas de las estructuras antiguas subsistentes. Como consecuencia, el 70% de los edificios residenciales del casco histórico datan del siglo XIX o de principios del XX.
Durante la guerra civil, hubo edificios históricos importantes que sufrieron daños, en ocasiones incluso fueron parcialmente destruidos. El expediente de propuesta de inscripción admite francamente que "las acciones más negativas tuvieron lugar durante los años sesenta y setenta, cuando las ordenanzas municipales autorizaron el resalto o el cambio de alineamiento de los edificios a fin de aumentar su altura".
Una vez catalogado el casco histórico, en 1968, como conjunto de edificios históricos por la Dirección General de Bellas Artes la situación empezó a cambiar. El casco histórico se estaba derrumbando de forma paralela al éxodo de sus habitantes. El acontecimiento clave que explica el cambio de la situación fue el Convenio de 1985 entre la Universidad, el Ayuntamiento, la Comunidad Autónoma de Madrid y la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. Este convenio supuso la creación del marco jurídico necesario para la formidable labor que suponía la devolución de los edificios militares y judiciales del conjunto universitario a sus funciones originales.
Desde esa fecha, se han rehabilitado y restaurado más de 150.000 metros cuadrados de edificios universitarios, así como quince edificios religiosos. Asimismo se han realizado obras en numerosas residencias particulares que suponen otros 150.000 metros cuadrados. Esta labor ha sido, además, recompensada por Europa Nostra, la Comisión Europea y el Consejo de Europa.
A pesar de las múltiples vicisitudes que ha vivido durante los últimos 160 años -deserción de la Universidad, ocupación militar de determinados edificios mayores, guerra civil e indiferencia municipal- Alcalá de Henares ha conservado su tejido urbano y gran parte de sus edificios históricos con un alto grado de autenticidad. Asimismo, ha recuperado, después de un siglo y medio su autenticidad funcional, lo que constituye un hecho inhabitual.
En enero de 1998 visitó Alcalá de Henares una misión del ICOMOS. El ICOMOS consultó también al Comité Científico Internacional sobre las ciudades y pueblos históricos.
A pesar de los vaivenes de su historia, Alcalá de Henares ha conservado o recuperado gran parte de la idiosincrasia particular que ésta le ha dado, en especial la fundación de la primera ciudad universitaria, precursora y modelo de numerosas fundaciones posteriores, sobre todo en el Nuevo Mundo.
Pero su importancia trasciende su papel de modelo de universidades, ya que Alcalá personifica la Civitas Dei, la comunidad urbana ideal, exportada por los misioneros españoles a las Américas, donde sirvió de referencia para la urbanización del Nuevo Mundo.
Su contribución intelectual es de similar importancia, puesto que en Alcalá de Henares se realizaron los primeros estudios modernos de gramática y lexicografía y fue allí donde el español, una de las lenguas más habladas actualmente en el mundo, recibió su estructura gramatical definitiva.
Por último, en Alcalá de Henares nació uno de los gigantes de la literatura mundial, Miguel de Cervantes Saavedra, autor del inmortal Don Quijote.
La de Alcalá de Henares no fue la primera universidad del mundo honor que recae probablemente en la de Salerno- ni siquiera la primera de España, ya que la de Salamanca se creó en el siglo XIII. Sin embargo, fue la primera ciudad universitaria planificada a propósito, con un trazado expresamente concebido para satisfacer las necesidades de la enseñanza y el estudio. En esto difiere de otras universidades anteriores, como las de Bolonia, Oxford, Cambridge o la Sorbona, que se desarrollaron dentro de los límites impuestos por los establecimientos urbanos existentes y ya definidos y a ellos se hubieron de adaptar.
Recomendaciones del ICOMOS para acciones futurasDurante la misión de expertos del ICOMOS, se formularon algunas propuestas de cara a la modificación de la zona objeto del estudio. Aceptadas por las autoridades españolas, se revisaron los planes y las normas, recogiendo totalmente las exigencias del ICOMOS.
Breve descripciónAlcalá de Henares es la primera ciudad universitaria planificada del mundo, fundada por el Cardenal Jiménez de Cisneros a comienzos del siglo XVI. Fue el modelo de la Civitas Dei (ciudad de Dios), comunidad urbana ideal, que los misioneros españoles exportaron a las Américas, y también modelo de las universidades de Europa y de otros lugares.
RecomendaciónQue este bien sea inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial, sobre la base de los criterios II, IV y VI.
Criterio II: Alcalá de Henares fue la primera ciudad concebida y construida únicamente como sede de una universidad, y serviría de modelo a otros centros de erudición de Europa y de las Américas.
Criterio IV: El concepto de ciudad ideal, la ciudad de Dios (Civitas Dei) se llevó por primera vez a la práctica en Alcalá de Henares, desde donde se irradió al mundo entero.
Criterio VI: La contribución de Alcalá al progreso intelectual de la Humanidad se manifiesta por la materialización del concepto de Civitas Dei, por los avances lingüísticos que allí tuvieron lugar, en especial en lo relativo a la definición de la lengua española, y por la que es la obra maestra de su hijo más célebre, Miguel de Cervantes Saavedra: Don Quijote de la Mancha.
ICOMOS, octubre de 1998
|