Benjamín Hernández Blázquez Marzo abre la lista de los denominados "meses anfibios", por tener sus dominios distribuidos en dos estaciones. Proviene este vocablo, lo mismo que martes y marcial, del latín Mars=Marte, dios de la guerra, ya que, en este mes, los antiguos romanos iniciaban numerosas campañas bélicas. En las alegorías, como expresiones de procesos mentales, se representa y conforma por un labrador y una golondrina inmersos en un campo sin límites. Asimismo, marzo era el primero en el milenario calendario que establecieron los fundadores de Roma, y como otros almanaques, aun más antiguos, utilizaba como medida del tiempo los sistemas lunares. Las calendas, luna nueva, eran el primer día del mes, así como los idus, luna llena, correspondían a la mitad de este periodo y entre ellos se intercalaban las novenas. Posteriormente, cuando este calendario fue sustituido por el solar, las denominaciones subsistieron, incluso en el cómputo eclesiástico. Las costumbres romanas convergieron que en las calendas se restituyeran las deudas contraídas en especie; pero los pícaros agricultores, o comerciantes de mala fe, decían que esperaban para pagar "ad calendas graecas", es decir, a las calendas griegas, queriendo expresar que nunca pagarían, ya que en la cronología griega no existían estos cómputos temporales. Frase que desde el emperador Augusto hizo fortuna y se tipifica como una fecha inexistente, imposible. La profunda reforma del calendario llevada a cabo por Julio Cesar, el denominado juliano, sirvió para reducir la diferencia existente entre el año civil y el astronómico: existía un error de 11 minutos y 14 segundos, es decir, un día cada 128 años. Escasa desviación, pero con el paso de los siglos se iba acumulando, por lo que en el siglo XVI era de 10 días. El papa Gregorio XIII (1582) lo remedió con otro calendario, el gregoriano. Aquí la iglesia estuvo rauda, tal vez para remediar la obstinación de algunos prelados de regiones centro europeas, que hasta bien entrado el siglo XII iniciaban el año el 1 de marzo. La iglesia se resistía sistemáticamente a ubicar el "año nuevo" en un mes, enero, que recordaba por nombre a Jano, divinidad pagana. De una forma o de otra, en marzo acontece el primer equinoccio del año civil: "por san Matías igualan las noches con los días", y como en el equinoccio de otoño, aunque por distinto motivo, uno de los actores principales son las aves migratorias: ida y vuelta, primavera y otoño, calor y frío son parámetros de la eterna dicotomía de los campos castellanos. Las aves son los mejores indicadores temporales desde el Neolítico: "golondrina llegada invernada acabada". Miles de estos expertos voladores, cambian el monótono cielo africano por el limpísimo de las mesetas castellanas: golondrinas, águilas culebreras, oropéndolas, vencejos, ruiseñores; cigüeñas blancas o milanos negros gestan que el espectáculo esté en los cielos, y tal vez no haya mejor momento para realizar un nuevo inventario. Abajo, el campo con un paisaje de renovación es una pura vibración de sensaciones. En marzo, para los animales de los alcores, cuando irrumpe la primavera, es como el cabo del hosco túnel del perenal invierno. Sinfonías de roedores en celo, mamíferos que buscan pareja y los ovinos que con sus balidos pregonan su prominente parto: "dijo marzo, con tres días que me quedan y tres que me preste abril, pondré tus ovejas a parir"; las hormigas abandonan sus profundas criptas y los lagartos se disponen a salir de sus huras: "en marzo asoma la cabeza el lagarto y en abril acaba por salir". Pero, lejos de lo que el calendario preconice, las señales del entorno publican en marzo el cambio estacional, y los arboles contraídos, después de soportar registros de aguaceros, revientan exhibiendo las flores mas diversas: "en marzo frutales en flor y mozos en amor". Numerosos parajes castellanos se preparan para la renovación del paisaje; empiezan a rezongar las savias, que en los sitios fríos aguantan una semana más para despertar del letargo invernal, y las matas de arboles empiezan a pespuntear de verde. Pero, asimismo, en este mes existe un denominador común, el viento, meteoro determinante en el devenir de pueblos y regiones: "en marzo, la veleta ni dos horas está quieta". Benjamín Hernández Blázquez es Catedrático de la E.U. de Estadística de la Universidad Complutense de Madrid Volver al principio del artículo Volver al principioDe la instrumentación electrónica del automóvilArturo Pérez París. Alumno de la Escuela Politécnica de la Universidad de Alcalá. Hace unos meses publicamos una pequeña introducción a la electrónica básica de nuestros coches. En aquella ocasión, ya anuncié que se trataría del primero, dentro una pequeña serie artículos sobre el tema. Pues bien, como el que avisa no es traidor, les presento esta segunda parte, y ya les adelanto que se preparará en breve una tercera. Espero con esto no aburrirles en exceso y que puedan sacar algún provecho en las futuras "ñapas automovilísticas" que tengan que realizar. Sin más dilación comencemos con los circuitos para la medida de la temperatura del agua del radiador o del aceite del motor. Mediante los circuitos que se describen a continuación, se puede disponer de instrumentos indicadores de la temperatura del agua del radiador o del aceite del motor. Para el primer caso, bastará poner el transductor en un lugar por el que pase una conducción de agua (radiador, culata, etc.); y para el segundo, en la parte inferior del bloque del motor (en el cárter, etc.). Los transductores, en cualquiera de los dos casos, serán termistancias del tipo NTC con formas especialmente desarrolladas para su aplicación en automóviles, tal y como a continuación se muestra: La diferencia entre los circuitos para la medida de temperatura de agua o de aceite será el tarado o calibrado del instrumento indicador, que, en el primer caso, se realizará para un mínimo de la escala de unos 40 ºC y un máximo de unos 100 ºC; y en el segundo, entre un mínimo de unos 60 ºC y un máximo de 140 ºC. El primero de los circuitos que se presentan está constituido por una configuración en puente de Wheastone, donde R1, R3, R4 y la NTC forman el circuito típico de un puente de resistencias; a saber: Para la temperatura máxima que se quiera medir, se ajusta R2 de manera que el instrumento indicador M1 (un miliamperímero) deflexione al fondo de la escala. R1 se ajusta para que a temperatura mínima no exista deflexión. Conviene repetir el ajuste de R1 y R2 por lo menos un par de veces con el fin de hacer el ajuste lo más fino posible. El diodo D se coloca para que, cuando la temperatura de la NTC sea menor que la mínima para la cual se taró, no circule corriente por el indicador M1 y su aguja permanezca en el límite inferior de la escala. El funcionamiento del segundo circuito, se fundamenta en el empleo de un amplificador diferencial: A una entrada de éste se le aplica una tensión fija proveniente de un estabilizador, que servirá como tensión de referencia (entrada al transistor Q2). A la otra entrada se le aplica una tensión variable y dependiente del valor de resistencia de la NTC (entrada al transistor Q1). El tarado del instrumento se realiza por el procedimiento acostumbrado: R3 fija el mínimo de deflexión de la aguja de M1 para la temperatura mínima de la NTC, y R5 la máxima deflexión para la máxima temperatura. El diodo D juega el mismo papel que en el circuito anterior. En estos circuitos conviene tener en cuenta dos observaciones:
Una variante de los circuitos indicadores de temperatura son los circuitos que proporcionan una señal acústica u óptica cuando la temperatura vigilada alcanza un determinado valor, superior al normal de funcionamiento. Estos circuitos están basados en circuitos disparadores Schmitt como el siguiente: Los transistores Q1 y Q2 están montados sobre una configuración típica de báscula Schmitt, como se ha comentado. El transistor Q3 es un amplificador para acoplamiento de la carga (lámpara o relé) al circuito. El mecanismo completo para la excitación de la carga sería, tal y como se describe a continuación: Al aumentar la temperatura, la resistencia de la NTC disminuye hasta que la tensión de base de Q1 se hace tan pequeña que Q1 se bloquea (entra en corte) y automáticamente Q2 y Q3 pasan a saturación. El avisador acústico u óptico daría la alarma de sobretemperatura. El ajuste de la temperatura, para la cual se debe disparar el circuito, se realiza por medio de la resistencia ajustable R3. Cuanto más hacia arriba esté el cursor, mayor deberá ser la temperatura para disparar el circuito. Otros circuitos interesantes de ser comentados son aquellos que nos permitirán contabilizar el régimen de trabajo de nuestro motor. Los circuitos cuenta - revoluciones para motores de explosión de gasolina suelen estar constituidos por un multivibrador monoestable, disparado por los impulsos de encendido y, cuya tensión de salida es leída en un instrumento indicador de bobina móvil o galvanómetro. En la siguiente figura se muestra uno de esos circuitos: Los impulsos se toman de la bobina de encendido. Así, como es sabido, el número de impulsos de encendido del motor es directamente proporcional al número de revoluciones; el multivibrador monoestable se encargará de que todos los impulsos tengan una duración uniforme. El instrumento indicador, conectado en la carga del segundo transistor, apreciará los valores medios de la tensión existentes en esta resistencia, que serán proporcionales al número de impulsos producidos por la bobina. El potenciómetro P1 tiene como misión seleccionar una fracción de la amplitud del impulso, de forma que el monoestable sea excitado sin dificultad. El potenciómetro P2 fija el fondo escala del instrumento indicador para el máximo número de revoluciones del motor. El tarado de este instrumento debe hacerse con la ayuda de otro tacómetro, que servirá de referencia. La alimentación de este circuito también debe ser estabilizada convenientemente, para evitar los errores producidos por las diferentes cargas de la batería y con ello sus diferentes valores de tensión con el tiempo. Actualmente existen en el mercado circuitos integrados especialmente desarrollados para su aplicación en circuitos cuenta - revoluciones de vehículos automóviles. Tal es el caso, por ejemplo, del integrado SAK 215, cuyo esquema de conexión se indica seguidamente: Tal como está el circuito, proporciona una indicación lineal sobre un miliamperímetro de 10 mA de fondo escala, para una deflexión máxima de 6 000 vueltas en un motor que proporcione dos impulsos de ignición por cada vuelta de éste. Existen también en el mercado otros circuitos integrados especialmente desarrollados para su aplicación en el automóvil, tales como velocímetros electrónicos, avisadores de velocidad máxima, etc.; sus esquemas de aplicación son suministrados por las casas fabricantes en sus manuales de aplicación. Otros circuitos electrónicos que me gustaría tratar son aquellos que gobiernan los indicadores de cambio de dirección. Suelen estar resueltos con disposiciones de circuitos que corresponden a multivibradores estables. Las diferencias entre unos y otros radican en la forma de acoplar la carga (lamparitas indicadoras) al circuito oscilador. Atendiendo a estas diferencias, se pueden clasificar en circuitos que realizan la conexión y desconexión de las lamparitas mediante conmutadores electromecánicos (relés), y los que la realizan mediante conmutadores estáticos (tiristores). A continuación, se muestra un ejemplo de cada uno de ellos. El circuito expuesto más abajo, corresponde a la primera categoría. Los transistores Q1 y Q2 forman una configuración típica de multivibrador estable, mientras que Q3 representa el acoplamiento entre la salida del multivibrador y el relé electromecánico. El multivibrador se proyecta de forma que oscile a razón de unos 40 ciclos por minuto. En este segundo, se representa un circuito mediante conmutadores estáticos. En sí, el circuito se comporta como un oscilador con tiristores: Cuando se cierra el interruptor, debido al hecho de que se quieren conectar los indicadores de la izquierda o de la derecha, disparará el tiristor Th1 y ello se debe a que, al querer cargarse C2, circula una corriente por R5 , estableciéndose una diferencia de potencial entre sus extremos que hace que Th1 se cebe. Una vez cebado Th1, las lámparas seleccionadas se iluminan. En esta situación suceden los siguientes fenómenos en el circuito: el condensador C1 se carga aproximadamente a la tensión de alimentación con la polaridad indicada en la figura a través de + 12 V, Th1 y R2; el condensador C3 tiende a cargarse también a la tensión de alimentación a través de + 12 V, Th1, R4 y R2; la constante de carga de este condensador es mucho más elevada que la de C1 debido al valor relativamente elevado de R4. No obstante, C3 no llega a cargarse más de tres voltios, valor suficiente para que Q2 pase a saturación, aparezca tensión en R1 y Th2 se cebe. Cuando Th2 se ceba, el condensador C1 se coloca en paralelo con Th1, y por efecto de su carga, Th1 se bloquea. Al bloquearse Th1, las lámparas se apagan y la tensión de alimentación aparece en R2. Apenas Th2 se ha cebado, el diodo D2 comienza a descargar al condensador C3. En esta nueva situación, con Th2 cebado y Th1 bloqueado, se vuelven a repetir los mismos fenómenos anteriores: C1 se cargará a 12 voltios con polaridad contraria a la que se indica en la figura, C4 comenzará a cargarse a través de R3, hasta que adquiera el suficiente potencial como para conmutar a Q1; conmutado Q1, Th1 se cebará; C1 bloqueará a Th2, etc., etc.; los ciclos se repetirán, hasta que se corte la tensión de alimentación. La frecuencia de oscilación de este circuito es regulable mediante R3 y R4, pudiéndose hacer incluso desiguales los tiempos de encendido u apagado de las lámparas. Basado en el primero de los circuitos expuestos para las intermitencias, se podría también implementar el control de los limpiaparabrisas, sólo teniendo en cuenta dos pequeñas diferencias: que, en este caso, el multivibrador es asimétrico y, además, regulable. Mediante el potenciómetro P1, será posible ajustar la frecuencia del oscilador dentro de los límites de máxima y mínima cadencia de barrido.La única limitación de este montaje es que debe ser aplicado a motores de limpia - parabrisas dotados de contacto final de carrera para el retorno a la posición de reposo de las rasquetas limpiadoras. A continuación, describimos uno de los muchos circuitos que pueden ser utilizados como productores de tonos de avisadores acústicos en el interior de los vehículos, para diferentes tareas (puertas abiertas con el coche en movimiento, para avisar ciertas circunstancias, etc.). El circuito que a continuación se muestra es un poco más complejo que el simple multivibrador estable visto hasta ahora: El circuito produce en el altavoz un sonido con una frecuencia continuamente variable entre unos 700 y 1 400 Hz, imitando las conocidas sirenas. El montaje puede dividirse en cuatro partes fundamentales: cambiador de frecuencia, oscilador, adaptador y amplificador de baja frecuencia. Tanto el cambiador de frecuencia como el oscilador son multivibradores estables. El del cambiador es de una frecuencia muy baja, entre 1 y 0,1 Hertzios, siendo la frecuencia del oscilador de 700 Hz para la máxima tensión colector - emisor de Q3 (en realidad controlada por el valor de la resistencia equivalente colector - emisor de este transistor), que, a su vez, es controlado por la señal cuadrada de salida, convenientemente integrada por R5 y C3, del multivibrador estable cambiador de frecuencia. Se integra la salida del primer circuito para que la transición de frecuencia del oscilador no sea brusca (conmutación con onda cuadrada), sino paulatina. La señal de salida del oscilador modulada en frecuencia es llevada a través de C6 a la etapa adaptadora formada por Q6 y, de ésta, a un amplificador de B. F. que, en este circuito, se ha puesto con un circuito integrado (concretamente el m A 7307), pero que igualmente podría ser otro amplificador con componentes discretos. Una aplicación interesante del circuito anteriormente descrito es la del avisador acústico de fallos del motor, como por ejemplo: falta de presión de aceite, temperatura excesiva del agua del radiador, etc. Aquí termina la presente entrega sobre electrónica básica aplicada al automóvil. Les espero en la próxima. Si alguien pudiera aportar sus conocimientos, para expandir los aquí expuestos con nueva información, o con el fin de rebatir errores que yo haya cometido en esta exposición, o manifestar críticas (a ser posible constructivas por favor), o cualquier tipo de comentario, les animo a que se dirijan a esta magna revista para que aquí me "abronquen" convenientemente por "manta" (hago aquí la solemne promesa de que, en cuanto lo sepa, ahora que manejo algo mejor, no mucho por cierto, este diabólico artefacto de los "internés de la güeb", publicaré, si ello fuere menester, claro, aquello que se me enviare). Espero que haya resultado del gusto del lector. Si no fue así, desde aquí hago propósito de enmienda, para que el próximo artículo salga mejor (eso si no me echan antes por "rollista"). Si, por el contrario, le gustó, y despidiéndome una vez más al más puro estilo Shakesperiano, (llegará a convertirse en una tradición esta forma de despedirse y sino al tiempo) quedemos como amigos y volvamos a encontrarnos donde a la diosa fortuna más la complazca. Volver al principio del artículo Volver al principioRECORTESUna evaluación de las carreras permitirá comparar las universidadesLa nueva ley prevé habilitar a los profesores por un tiempo limitadoSUSANA PÉREZ DE PABLOS, Diario "El País", Madrid Jueves, 22 de marzo de 2001 La Ley de Universidades que elabora el Gobierno incluirá una evaluación de las carreras para conocer cómo funciona cada titulación en las diferentes universidades en las que se imparte, según señaló ayer el secretario de Estado de Educación y Universidades, Julio Iglesias de Ussel. La normativa incluirá además una prueba de habilitación para todos los profesores que tendrá un tiempo limitado de validez. La evaluación de las carreras sería voluntaria y no se trataría de fiscalizar la universidad sino de dar a conocer cómo funciona, por ejemplo, la carrera de Derecho en el conjunto del sistema, explicó el secretario de Estado de Universidades. Estos análisis por carreras puede fomentar la competencia entre universidades, permitir la elaboración de un ranking por titulaciones y facilitar información al alumno sobre cómo funciona cada carrera en cuanto a ordenadores por estudiante, tamaño de la biblioteca, nota media de los alumnos que acceden a la titulación, duración media real de los estudios e inserción de los licenciados en el mercado de trabajo. Actualmente, existe un plan de evaluación que consiste en que cada universidad presenta voluntariamente una serie de carreras para que sean analizadas. Casi todos los centros presentan a esta prueba alguna titulación pero este sistema no permite detectar las diferencias en una misma carrera entre universidades. Respecto a la creación de un examen estatal de habilitación para todos los profesores, el ministerio estudia establecer medidas administrativas con el fin de evitar que se produzca una bolsa de profesores habilitados sin plaza, según dijo el secretario de Estado. El sistema consistiría presumiblemente en que los habilitados tendrían un plazo para escoger una plaza de las vacantes y, si no lo hacen, la perderían. Además, las universidades que solicitaran la habilitación de un número de profesores para cubrir una serie de plazas vacantes tendrían que contratar a esa misma cantidad de docentes en un plazo limitado de tiempo. Esos profesores podrían elegirse entre los habilitados o entre los que ejercen ya en otras universidades. Fomento de la movilidadCon esta iniciativa se persiguen básicamente dos objetivos, el ya mencionado de evitar que se cree una bolsa de habilitados sin plaza (ya que, si se captaran docentes de otras universidades, las plazas que éstos dejarían vacías tendrían que ser ocupadas por otros) y fomentar la movilidad del profesorado. Actualmente, las pruebas de selección de los docentes son organizadas en cada universidad y los profesores que quieren cambiar de centro deben someterse a un concurso de méritos, que previamente debe ser aprobado por la Junta de Gobierno de la universidad. Si esto no ocurre, deben someterse de nuevo a las pruebas de acceso en la universidad de destino elegida, como ya hicieron en la suya. En opinión de los responsables del Ministerio de Educación, la endogamia que existe en la selección del profesorado en la universidad española no es el problema real sino la falta de movilidad del profesorado, según manifestó Ismael Crespo. Julio Iglesias considera que hay una endogamia buena y otra mala y que en determinadas dosis es bueno contratar a los candidados locales para una plaza, como en el caso de los grupos de investigación que son muy especializados. El Gobierno planea además alargar la carrera docente de los profesores, pero no mediante la creación de nuevas figuras (actualmente hay ayudantes, titulares y catedráticos) sino con la prolongación de la duración de los contratos de los ayudantes que aún no sean doctores. Los ayudantes no son funcionarios, tienen un contrato con la universidad que puede durar actualmente hasta cinco años. Según explicó el director general de Universidades, Ismael Crespo, el objetivo de este cambio es dar una mayor estabilidad laboral a los ayudantes que están realizando la tesis doctoral y contribuir con ello a la mejora de la calidad de esas investigaciones. Julio Iglesias aseguró además que el ministerio respetará la autonomía de las universidades y que impulsará la función del Consejo de Universidades (integrado por los rectores, las comunidades autónomas y algunos expertos de prestigio), ya que constituye una pieza esencial del sistema universitario y juega un papel importante en su cohesión. Volver al principio de la noticia Volver al principio de Recortes Volver al principioMenos científicosDiario "El País", Jueves, 22 de marzo de 2001 España gasta en actividades de investigación y desarrollo menos de la mitad de la media europea y aún es más bajo el número de investigadores respecto a su población. Ambos datos suponen una grave hipoteca para nuestro futuro. El retraso viene de lejos, pero, tras el avance registrado en los años ochenta, se ha reducido el esfuerzo en la última década. Son muchos los científicos jóvenes, con una formación comparable a la que tienen sus colegas de otros países, que no pueden realizar su trabajo por falta de oportunidades. El resultado es que abandonan, se desgastan inútilmente en la búsqueda de alguna plaza de investigador o emigran a países que les proporcionan un entorno más receptivo a la ciencia y acaban por aprovechar esa misma formación adquirida en nuestras universidades. El Ministerio de Ciencia y Tecnología anunció un plan para dotar nuevas plazas de investigador con el fin de evitar la precariedad y la falta de perspectivas futuras que tenían hasta ahora los científicos. Pero, como en muchas de sus iniciativas, la solución adoptada no se corresponde con la voluntad de resolver el problema. La inminente convocatoria del llamado Programa Ramón y Cajal prevé la contratación de 800 investigadores con el grado de doctor para este año y un total de 2.000 hasta el año 2003. Pero las condiciones de contratación no son las mejores. No se sabe qué ocurrirá con quienes hayan desarrollado su labor de forma competente durante los cinco años contratados y tampoco se garantiza suficientemente la financiación, que a partir del segundo año pasa a las comunidades autónomas, sin que se haya definido aún ningún compromiso con ellas. El desarrollo del plan supone un retroceso respecto de los esquemas previamente manejados por el mismo ministerio y dejan planteadas tantas incógnitas sobre su futuro como las que resuelven. Difícilmente encontrará España una coyuntura tan favorable como la que ha tenido en los últimos años para afrontar con rigor y decisión nuestras deficiencias en investigación y desarrollo. Haber desaprovechado el tiempo para colmar estas deficiencias es lamentable. Aunque el número de estudiantes decrezca en el próximo futuro, las necesidades de I+D no dejarán de aumentar, como corresponde a un país desarrollado. Volver al principio de la noticia Volver al principio de Recortes Volver al principioEntrevista a HAROLD VARMUSXAVIER PUJOL GEBELLÍ. Barcelona. Diario "El País". Miércoles, 28 de marzo de 2001 HAROLD VARMUS es Premio Nobel de Medicina 1989 "La buena ciencia no depende sólo del dinero"Para poner en marcha un buen programa de investigación, bien sea en un laboratorio, en una universidad o en un país entero, no basta solamente con dinero. Hacen falta, además, buenas dosis de talento, una formación adecuada, un tejido científico e industrial sólido y un plan a ejecutar. Así lo entiende Harold Varmus, premio Nobel de Medicina en 1989 y durante siete años director de los prestigiosos Institutos Nacionales de Salud (NIH, en sus siglas inglesas) de EE UU. Bajo su mandato, los NIH experimentaron el mayor crecimiento de su historia, hasta alcanzar un presupuesto de 20.000 millones de dólares y consolidarse como el principal motor mundial en investigaciones biomédicas. Varmus, actual presidente del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center (MSKCC) de Nueva York, participó en la sesión inaugural del Parque Científico de Barcelona, celebrada recientemente. Pregunta. Los NIH recibieron un fuerte impulso bajo su dirección. ¿Cómo lo logró? Respuesta. Hay varias razones, aunque la principal tal vez fuera el interés público por potenciar la investigación biomédica. Cuando accedí al cargo había muchos grupos trabajando en distintas enfermedades que precisaban de un fuerte impulso para culminar sus investigaciones. Asimismo, desde amplios sectores de la población se percibía que los descubrimientos que se iban produciendo podían tener una aplicación directa y en un plazo de tiempo razonable. Si a ello sumamos una situación económica favorable, es fácil entender el apoyo no sólo del Congreso, sino también de la sociedad estadounidense, a la biomedicina. El ejemplo más claro lo tenemos en el proyecto Genoma Humano, en el que ha existido un fuerte impulso desde el sector público con la participación y el apoyo del sector privado, sobre todo de las empresas farmacéuticas y biotecnológicas, y de la sociedad en general. P. Suele decirse que la ciencia depende del dinero que se invierta. ¿Está de acuerdo? R. El dinero es muy importante, pero no es suficiente. La buena ciencia depende también de otras cosas, como el talento. Para desarrollar una buena investigación hay que tener en cuenta a los científicos y, aunque a veces cueste verlo, algo tan intangible como la oportunidad científica. A ello hay que sumarle tiempo, plazos... P. Y un buen diseño. R. ¿Dónde? ¿Se refiere a un laboratorio de una universidad o a un país? P. Probablemente haya aspectos comunes. R. En efecto, los hay. La planificación, por ejemplo, puede ser clave para el éxito de una investigación. El proyecto Genoma Humano es un buen caso de ello. Se diseñó un programa y se fijaron plazos y objetivos. En ese diseño inicial se incluyó la puesta a punto de la tecnología necesaria y miles de investigadores se fijaron un objetivo común, cada uno en su área, para hacerlo posible. Los resultados se están viendo ahora. Lo mismo se hizo en los años ochenta cuando se detectó el potencial de la red y el sistema detectó que no había apenas infraestructuras ni personal suficientemente formado. Se diseñó un plan para que en pocos años pudiera haber gente, tecnología y ciencia suficiente en este campo. Lo mismo se ha hecho en otras muchas áreas. P. Por tanto, el papel del administrador no se reduce a la financiación. R. Su función es organizar las cosas para que las necesidades que se detectan hoy sean una realidad mañana. Por ejemplo, invirtiendo en la creación de centros, fomentando programas de formación y facilitando la investigación en aspectos básicos de los que puedan surgir aplicaciones. Aunque nadie sepa cuándo va a surgir esa aplicación. P. ¿La investigación en cáncer es otro ejemplo de planificación a gran escala? R. Podría serlo. Se invirtió mucho a inicios de los setenta y es ahora, 30 años más tarde, que estamos empezando a recoger los frutos en forma de nuevos fármacos basados en el conocimiento de los mecanismos básicos del cáncer. El ejemplo es válido para explicar al público cómo una inversión inicial, aunque se tarden años, puede dar resultados positivos. Pero también es verdad que al principio no hubo la suficiente coordinación. Se perdieron muchos esfuerzos y dinero por culpa de una gestión poco adecuada. P. No negará, sin embargo, que 30 años pueden parecerle demasiados a cualquiera. R. Es cierto que a los científicos se nos exige cada vez más resultados y en menos tiempo. Pero la gente debe entender que cualquier resultado que se obtenga debe traducirse luego en algo útil, en una aplicación segura y efectiva. Tras cualquier descubrimiento se precisa de alguien que lo transforme primero en aplicación y luego en explotación comercial. El principio activo del último fármaco aparecido contra la leucemia se descubrió hace casi cuarenta años, y el conocimiento sobre virus y retrovirus en que se basan los actuales medicamentos contra el sida se obtuvo a inicios de los setenta. Quiero decir con ello que el conocimiento es información. Tarde o temprano alguien encontrará la manera de transformarlo en aplicación. P. ¿Y no cree que esa exigencia induce efectos perversos en el sistema? R. Si alguna compañía anuncia resultados que no se traducen en aplicaciones reales, acabará desacreditándose. No obstante, hay algo que no debe olvidarse: las empresas juegan un papel muy importante en el descubrimiento de nuevos principios activos y en su transformación en productos útiles. Volver al principio de la noticia Volver al principio de Recortes Volver al principioEl científico Juan Carlos Izpisúa descubre la clave de la regeneración de órganos y miembros.Juan Carlos Izpisúa debe decidir en diez días si acepta volver a EspañaJAVIER SAMPEDRO, Diario "El País", Madrid Viernes, 23 de marzo de 2001 El equipo de Juan Carlos Izpisúa, del Instituto Salk (La Jolla, California), ha descubierto el mecanismo genético clave que dispara el desarrollo de las extremidades y de al menos algunos órganos en todos los vertebrados, seres humanos incluidos. Los anfibios son capaces de regenerar sus miembros amputados gracias a que ese mecanismo permanece activo en el adulto. La carrera para reactivarlo en las personas está en marcha. Los humanos siempre han mirado con envidia a las lagartijas y salamandras que son capaces de regenerar sus extremidades amputadas. Algunas salamandras como el axolote mexicano también pueden regenerar trozos de órganos como el corazón. El asunto fue objeto de un notable interés científico hasta hace unos 20 años, cuando se abandonó por inmanejable. Pero Izpisúa y su equipo han situado ahora el sueño de la regeneración humana en el ámbito de la investigación de vanguardia directamente aplicable a la medicina. Su trabajo ha merecido hoy la portada de Cell, la mejor publicación del mundo dedicada a la biología. Los axolotes, los pollos y los humanos utilizan exactamente el mismo disparador para generar sus extremidades. Consiste en una complicadísima interacción entre dos familias de proteínas que las células del embrión utilizan para charlar unas con otras, saber en qué parte del cuerpo están y modificar el comportamiento de sus vecinas: la familia Wnt y la familia FGF. La charla entre estas proteínas ocurre antes de que la extremidad se empiece a formar, y es su causa directa. Cuando falla alguno de sus componentes, el animal nace sin piernas, o sin alas, o sin cabeza. Cuando los investigadores provocan artificialmente su activación en un lugar erróneo, en ese lugar se forma un ala o una pata extra. Basta que el mecanismo funcione durante un rato y dispare el proceso. Después, aunque la charla se silencie, las células ya saben cómo formar la extremidad entera y perfecta. Y eso es justo lo que ocurre en los vertebrados superiores, como el ser humano: que las familias Wnt y FGF se callan en cuanto han disparado la formación de extremidades y órganos y ya no vuelven a activarse. En el axolote, según han comprobado también Izpisúa y su equipo, esas familias siguen activas durante toda la vida. Por eso, cuando el axolote sufre una amputación, o la extirpación de parte de su corazón, las dos familias de proteínas vuelven a dar la señal y el miembro o el órgano se regeneran. Izpisúa está convencido de que la activación artificial de los genes Wnt y FGF podrá, con el tiempo, obrar el prodigio de la regeneración humana, no sólo de extremidades, sino también de órganos como el corazón, el pulmón o el hígado. Y el científico español cuenta con el apoyo de la élite científica estadounidense. Esa élite -Harvard, Stanford, Caltech y el propio Instituto Salk- está a punto de definir lo que serán las cuatro o cinco grandes líneas de la investigación biológica en los próximos diez años: los grandes campos que acapararán los gigantescos presupuestos científicos de ese país. Una de ellas será la regeneración y la diferenciación celular, y han propuesto a Izpisúa dirigirla. El español tiene exactamente diez días para aceptar o rechazar ese ofrecimiento. El momento es crítico, porque Izpisúa tiene también una oferta del Gobierno español para dirigir un programa de biología del desarrollo, células madre y regeneración en el Instituto de Investigaciones Biomédicas del Parque Científico de Barcelona. El investigador asegura estar encantado con la idea, pero al proyecto le falta todavía una punta de concreción. Sólo hay diez días. Volver al principio de la noticia Volver al principio de Recortes Volver al principio |
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