Eran 10 hombres y una mujer. Todos decidieron que alguien se tenia que soltar de la cuerda porque, de lo contrario, ésta se rompería y todos morirían. No conseguían ponerse de acuerdo en quién sería la persona que se soltaría. Finalmente, la mujer dio un discurso muy conmovedor. Habló de cómo ella iba a dar su vida para salvar a los demás, porque las mujeres estaban acostumbradas a ponerse a un lado por el bien de sus esposos e hijos, cediendo ante los hombres y sin recibir nada a cambio. Cuando terminó de hablar, todos los hombres empezaron a aplaudir... NUNCA SUBESTIMES EL PODER DE UNA MUJER. Sigfrido del AlceVolver al principio |
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