Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones.

Lucio Anneo Séneca

Nada es más peligroso que una idea, cuando no se tiene más que una.

Alain

Despierta si estás dormida, morena

La Universidad Española, en general, está sumida en un sueño profundo del que va a ser muy difícil despertarla. Ni siquiera los príncipes azules, con sus besos mágicos, consiguen aliviar el letargo. De la Universidad de Alcalá mejor no hablar; una "mascletá, al más puro estilo valenciano, le hace el mismo efecto que una dulce canción de cuna.

Es triste y decepcionante ver cómo se nos echa encima la "reforma de la reforma" y nuestra comunidad adopta una postura escéptica, cuando no pasota. Bien es verdad que en otras universidades, pocas, se ha originado un pequeño revuelo con el anuncio de que la nueva Ley entrará en el Congreso antes de las vacaciones de verano. En este sentido, algunos colegas de la Universidad de Valencia, nos han remitido un mensaje, con la petición de darle la máxima difusión, que a continuación reproducimos:

En la Universitat de València se está llevando a cabo una campaña contra el anteproyecto de Ley Orgánica de Universidades. Desde el día 21 de mayo se han realizado Asambleas en los distintos Campus, que culminaron en una Manifestación el 30 de mayo por el centro de Valencia, a la que asistieron más de 6.000 personas.
Como continuación de estas actividades, se ha iniciado una campaña de recogida de firmas entre el profesorado a favor de un MANIFIESTO solicitando la retirada del anteproyecto, que se puede encontrar en la dirección:
http://www.uv.es/contralalou/
y puede firmarse a través de la red.
El éxito de esta campaña depende de que logremos conseguir un gran número de firmas, y para ello es imprescindible su difusión. Te rogamos, pues, que no te limites sólo a firmar el MANIFIESTO, sino que lo difundas entre tus compañeros. Gracias.

Pero esta iniciativa no deja de ser una honrosa excepción. No vamos a pararnos a pensar si el manifiesto merece o no la pena firmarlo. Está ahí para que lo leamos y procedamos en consecuencia. No vamos a entrar aquí a analizar si el anteproyecto es bueno o malo, si nos beneficia o nos perjudica, si da un paso atrás o supone un progreso para la educación superior. Eso lo dejamos para el debate. Pero no cabe duda alguna de que Vivat Academia intentará, por todos los medios a su alcance, desencadenar la reflexión y el análisis, que es lo que se supone sabe hacer la universidad, ¿o no?

Por ello, nos hemos vestido nuestras mejores galas de tuno y entonamos la conocida canción: "... bella niña sal al balcón..."

El nuevo marco legislativo que va a determinar nuestro futuro profesional, y el de tantos otros que se incorporarán a nuestra institución en los años venideros, no puede ser tratado con indiferencia, independientemente de su valía. Desde estas páginas lanzamos una pregunta insidiosa: ¿Cuántos universitarios, Estudiantes, PAS o Profesores, se han leído el texto completo? Y si lo han hecho, ¿cuántos se han sentado tranquilamente a analizar las consecuencias? Todo lo más, aquellos preocupados por su posible ingreso en los cuerpos docentes, han echado un vistazo a la nueva configuración de los tribunales y las oposiciones. Los profesionales de la representación han dado una ojeada a las formas de gobierno. Los rectores, ¡oh los rectores!, han reaccionado desproporcionadamente, no porque consideren los posibles males de la aplicación de la normativa, sino por la dificultad añadida para ser reelegidos o gastarse el presupuesto en veleidades megalomaníacas.

Al margen de la "contrarreforma", existen otros muchos problemas que, pese a su grave incidencia en nuestras vidas, no parecen despertar nuestra atención, y eso que la LOU no pretende, ni de lejos, arreglarlos. Véase el aumento que nunca acaba de llegar, disfrazado, como es habitual, de complemento de excelencia, con concesión discrecional. Véase el gobierno caótico de la Institución, no privativo de la UA, al que nos someten nuestras autoridades académicas. Véase la falta absoluta de interés de los equipos rectorales y gerenciales en la mejora de la calidad de trabajo de los asalariados universitarios. Véase la degradación sistemática de la calidad de la docencia. Véase el menosprecio creciente por la labor docente del profesorado, razón fundamental de nuestra existencia. Y pongan ustedes el etc. más largo que se les ocurra, que siempre se quedarán cortos.

¿Qué hace la comunidad universitaria ante tan graves hechos? En el mejor de los casos, ante una taza de café, conversando con un amigo, lamentarse amargamente, pero de ahí a tomar la decisión de comprometerse de alguna forma, por mínima que sea, se abre un abismo infranqueable. Eso si nos olvidamos de aquellos que están muy contentos con la turbulencia actual del río de los acontecimientos (cursos, cursillitos, postgrados, chiringuitos y otras minucias por el estilo, bien pagadas, por cierto, para lo que se trabaja), y que no quieren dejarse ver ni notar para evitar que la foto salga movida.

Durante estos últimos años, el Grupo de Reflexión de la Universidad de Alcalá ha intentado mantener vivo el debate y, en parte, lo ha conseguido. Desgraciadamente, por motivos ajenos a nuestra voluntad, hemos tenido que suprimir las tertulias, para evitar malentendidos. Afortunadamente, los veladores de la "bella durmiente" han reaccionado frente a la LOU y han abierto una nueva línea de reflexión, "El aula de debate universitario", que en los próximos días celebrará su primer acto con la comparecencia de personalidades muy implicadas en la reforma. No nos queda, pues, más que animar a nuestros lectores a la participación activa, como siempre hemos hecho, esperando que, esta vez, "y sin que sirva de precedente", no se vean arrastrados por el prejuicio de los nombres de los convocantes. ¡Deja oír tu opinión en directo!

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