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La ley básica del capitalismo es tú o yo, no tú
y yo.
Karl Liebk Nech
La moderación es siempre la táctica preferible.
Carlos I
EL EFECTO BOLA DE NIEVE O LA
HISTORIA PRESUPUESTARIA DE LA UNIVERSIDAD DE ALCALA:
LA NECESIDAD DE UN CAMBIO DE ACTITUDES
Recientemente, con motivo de unas declaraciones a la prensa, en las que
el actual Rector Magnífico de la Universidad de Alcalá, "aseguraba" que no se
presentaría a la reelección, Manuel Gala afirmó que la gestión de la Institución que
gobierna desde hace casi 17 años era ejemplar y no necesitaba cambios. Incluso llega a
insinuar que, si esos cambios se vislumbran entre los futuros rectorables de los próximos
comicios, se pensaría lo de la reelección.
Pues bien, en estos días se está discutiendo en la Comisión de
Asuntos Económicos de Junta de Gobierno, la Memoria económica del ejercicio de 1999 y
Vivat Academia no ha resistido la tentación de hacer una análisis de los datos
presentados, pidiendo el asesoramiento de algunos expertos, para informar a sus lectores
de la veracidad de las aseveraciones de nuestra máxima autoridad académica.
La Universidad de Alcalá (UAH), como todas las entidades públicas,
está obligada a presentar el Estado de Liquidación de su Presupuesto, el último
realizado corresponde al año 1999, junto con una Memoria Económica que permita
tener la información complementaria necesaria para poder interpretar adecuadamente la
liquidación realizada. Precisamente la presentación de los resultados del año 1999
invita a una reflexión sobre cuál es el estado financiero-patrimonial de la UAH que,
como ya se adelanta en el título, responde a la inteligible idea de que estamos frente a
una bola de nieve (entiéndase resultados negativos que deben necesariamente financiarse
con endeudamiento) que va haciéndose cada vez mayor al estar rodando cuesta abajo (la
herencia también negativa de ejercicios anteriores).
No es sencillo desentrañar las causas de esta situación, pero en las
páginas siguientes trataremos de poner en evidencia que la misma tiene su origen en dos
hechos fundamentales. Por un lado, los objetivos últimos que la UAH se ha planteado con
su política de gasto, entre los cuales los correspondientes a la docencia y la
investigación han estado claramente subordinados a lo que podríamos denominar patrimonialización;
por otro, la gestión de los recursos que, al hilo de lo anterior, no ha resultado nada
eficiente, e incluso, sumamente imprudente.
Apuntamos la idea de la dificultad en analizar la situación, porque la
primera impresión que tiene cualquiera que se enfrenta con la información presupuestaria
de un organismo público es que puede perderse con suma facilidad en la
"maraña" de cifras y conceptos, pese a la imagen fiel que deben
trasladar las cuentas. Este hecho sin ser necesariamente imputable a los propios
elaboradores de la información, que se han atenido a las normas generales existentes, no
los exime de la responsabilidad de ofrecer a toda la comunidad universitaria, al margen de
la legalidad, una información resumida y clara del estado financiero de la UAH, aparte de
que existen algunas omisiones importantes a las que nos referiremos más adelante, que en
nuestro caso concreto complican aún más cualquier de análisis que quiera realizase.
La lectura del Balance de situación de la UAH en el año 1999,
es decir, del estado de fondos que refleja la situación patrimonial de la universidad,
ofrece una serie de conclusiones importantes que pueden resumirse en los siguientes
puntos:
1. El activo se ha reducido considerablemente como consecuencia
de la puesta al día en la valoración de nuestro inmovilizado (terrenos,
edificios, mobiliario, maquinaria, etc.) y de la no-propiedad acreditada, por el momento,
de entre otros el "buque insignia" de la UAH: el edificio de San Ildefonso. Ello
ha supuesto que la UAH valga a fines del año 1999 aproximadamente unos 23.500 millones de
pesetas menos (¡¡) que en el año anterior.
2. Nuestro activo circulante también refleja una caída
significativa de 1000 millones respecto al año 1998, 20 % en cifras relativas,
consecuencia de que nos deben menos dinero que hace un año.
3. El resultado del ejercicio de 1999 es negativo por un importe
preocupante: prácticamente 2230 millones de pesetas, cifra que contrasta fuertemente con
los más de 1000 millones de "beneficio" del año 1998.
4. Más preocupante aún resulta el estado de las cuentas de
acreedores, pues tanto a largo como a corto plazo la UAH ha tenido que endeudarse más,
pero de manera especial con los bancos, dado que la deuda con estas entidades (¿o sólo
con una?) es de 3344,6 millones de pesetas (un 10 % de incremento respecto al año
anterior). En conjunto, la UAH debe a finales de 1999 un importe superior a los 11.000
millones de pesetas. Afortunadamente no somos una empresa privada, en caso contrario
estaríamos en una clara situación de "quiebra técnica", por lo que hay que
matizar estos resultados de acuerdo con la información que suministran otros documentos
del estado de cuentas de la UAH.
Concretamente, la Cuenta del resultado económico patrimonial,
permite comprobar que las pérdidas del ejercicio de 1999 (técnicamente desahorro)
por el ya comentado valor de 2230 millones, se originan en el hecho de que nuestro gasto,
que alcanzó la cifra de 16.818,2 millones de pesetas, se disparó respecto al año
anterior, con un incremento cercano al 50 %, en tanto que los ingresos crecieron a un
ritmo mucho más bajo (19 %). Con los datos complementarios que ofrece la Memoría
Económica no es fácil saber lo que ha ocurrido, pues los gastos de funcionamiento
de servicios y prestaciones sociales (personal, amortizaciones, otros gastos de
gestión, gastos financieros) crecieron en una proporción parecida (algo más de 2000
millones de pesetas respecto a 1998) que las transferencias y subvenciones, fuente
de financiación primordial de la universidad, que también lo hicieron por un valor
similar. El problema parece radicar en que los gastos y pérdidas de ejercicios anteriores
registraron en 1999 una cifra superior a los 3100 millones de pesetas, además de que los
ingresos por matrícula cayeron en 800 millones.
¿Son estos resultados reflejo de una gestión económica correcta?
Parece que hasta el más optimista diría que no, la UAH está manejando sus finanzas
cuando menos de una forma imprudente, hipotecando muy claramente su futuro para
años venideros, salvo que aparezca un "mirlo blanco" que condone estas deudas y
"borrón y cuenta nueva". ¿Es esto posible? La experiencia indica que ya se ha
hecho en el pasado, pero tenemos serias reservas de que vaya a hacerse en el futuro, al
menos sin ningún tipo de contrapartida. La aprobación de una Ley de Estabilidad
Presupuestaria puede estar a la vuelta de la esquina y en este contexto, con la
pretensión de unas finanzas públicas equilibradas para todos los organismos públicos,
las condiciones o exigencias de una eventual condonación o asunción de la deuda por un
ente superior serán elevadas. Por lo tanto, un manejo prudente y acorde con los
verdaderos fines de nuestra institución sería exigible por parte de la comunidad
universitaria.
Hay que ser consciente de que se puede contra-argumentar por la vía
fácil: decir que todas las universidades públicas tienen finanzas desequilibradas. Esta
afirmación puede ser sólo cierta en cuanto a los resultados finales, pero lo que
diferencia la situación de unas y otras universidades son las motivaciones que ha
conducido a estos déficit. Ello conduce a plantear cuál es la finalidad primordial que
una universidad tiene que perseguir como institución al servicio de la sociedad:
¿adquirir y rehabilitar patrimonio? o ¿atender a las necesidades de su personal
profesores y PAS- para proporcionar una enseñanza de calidad por el camino de
proporcionar los mejores medios y satisfacer así mejor las demandas de sus clientes
-alumnos-?
Si la respuesta es afirmativa para la segunda interrogante, unos
resultados negativos encontrarían una justificación más satisfactoria que en el caso de
que la prioridad fundamental se le diera a la primera cuestión. Desgraciadamente no es
esta la situación de la UAH, donde la docencia y la investigación no ven crecer sus
recursos en los últimos años en la misma proporción que las rúbricas relacionadas con
el patrimonio, e incluso las iniciativas y proyectos relacionados con estos fines no son
acogidos con el mismo entusiasmo por parte del equipo de gobierno.
Lo anterior significa que, aparte de pequeños recortes presupuestarios
en un escenario de austeridad como el que venimos conociendo, la razón fundamental del
desequilibrio presupuestario de la UAH debe encontrarse en una vocación, nada oculta por
otro lado en la visión que nuestro máximo dignatario (Manuel Gala) ofrece en sus
declaraciones públicas y privadas, muy loable quizás desde el punto de vista de
ciudadano alcalaíno, entre los que muchos nos encontramos y que como tales podemos
aplaudir, de preocupación con un celo extraordinario por las cuestiones relacionadas con
la recuperación y rehabilitación de edificios históricos; celo que lleva incluso a la
adquisición de propiedades en municipios de otra provincia (léase Palacio Ducal en
Pastrana, Casa del Torreón en Sigüenza, etc.) o incluso a plantear la construcción de
nuevas viviendas en el campus.
Pero, no debe perderse el hilo argumental de este artículo. La
situación económica de la UAH es preocupante por sí misma. Tanto es así que los
elaboradores de la información económica omiten, en la presentación del resultado
presupuestario del ejercicio, las partidas que ajustadas al saldo presupuestario (- 409,2
millones de pesetas) deberían arrojar el déficit de financiación de 1999 (- 2229,7
millones de pesetas) ¿Cómo se ha incluido si no este dato en el balance? ¿Es que no se
conocen los créditos gastados financiados con remanentes de tesorería o las desviaciones
de financiación producidas en el ejercicio?
Igualmente, la Memoria económica que está concebida como un
documento que amplía y comenta la información contenida en el Balance de situación,
la Cuenta del resultado económico patrimonial y el Estado de liquidación del
presupuesto presenta notables omisiones que dificultan comprender adecuadamente el
estado económico-financiero de la Universidad. En concreto, de acuerdo con el Plan
General de Contabilidad Pública vigente, falta la siguiente información:
1. El cuadro de financiación, que recogería el origen de los
recursos (entradas de fondos) originado por variaciones en el patrimonio, variaciones en
el exigible a largo plazo, disminuciones del inmovilizado o posible excedente financiero
del ejercicio, y la contrapartida del destino o aplicación de dichos recursos en los
mismos conceptos mencionados anteriormente. Esta información de conocerse permitiría
saber las razones de la variación del capital circulante entre los ejercicios de 1998 y
1999.
2. Dentro de la ejecución del gasto público las omisiones son
notables y se concretan en los siguientes puntos:
a) La ejecución de los proyectos de inversión con detalle de
su desarrollo a fines del año y los importes previstos en cada anualidad pendiente, así
como las peculiaridades de su financiación, indicando si existen recursos afectados y su
cuantía sobre el coste total del proyecto.
b) Detalle de Transferencias y subvenciones concedidas
c) Convenios firmados y vigentes de cooperación,
colaboración...
d) Personal (situación real en el ejercicio)
e) Acreedores por operaciones pendientes de aplicar a
presupuesto
f) Anticipos de tesorería concedidos pendientes de cancelar
g) Obligaciones de presupuestos cerrados (detalladas)
h) Compromisos de gasto con cargo a presupuestos de ejercicios
posteriores
3. De la ejecución de los ingresos presupuestarios también
existe falta de información relevante, especialmente en lo que respecta a:
a) Transferencias y subvenciones recibidas (detalle de las
condiciones)
b) Aplicación del remanente de tesorería
c) Derechos a cobrar de presupuestos cerrados
d) Derechos pendientes de cobro según su grado de exigibilidad
e) Compromisos de ingreso con cargo a presupuestos de ejercicios
posteriores
4. Datos de los gastos con financiación afectada, existe
obligación de facilitar información detallada, gasto a gasto, sobre datos generales
identificativos de cada uno de ellos; gestión de los mismos; coeficiente de financiación
a fin de ejercicio y desviaciones de financiación.
5. Tampoco se proporciona información particularizada sobre el endeudamiento.
A pesar de estas lagunas, el examen de la información suministrada en
la Memoria pone de relieve lo delicado de la situación económico-financiera de la
UAH, particularmente a la vista del estado del remanente de tesorería, pues,
aunque en las cifras presentadas aparece con signo positivo, ¿un descuido?, la realidad
es que su importe es negativo por un valor superior a los 950 millones de pesetas.
Ello significa técnicamente que la UAH comenzó el ejercicio del año 2000 teniendo que
incluir la forma de financiar este déficit de liquidez originado en 1999; y la cantidad
no resulta aún más elevada debido a que se presenta un flujo de tesorería
sorprendentemente (?) muy positivo (del orden de 900 millones de pesetas), casi
cuadriplicando el del ejercicio de 1998. De hecho, si se excluyen de los datos presentados
los cobros y pagos de operaciones no presupuestarias (con cantidades de más de 50.000
millones de pesetas) el flujo neto de tesorería de 1999 sería negativo por un importe
superior a los 1000 millones de pesetas. En cualquier caso, la no presentación de
información detallada de los flujos de pagos e ingresos complica la comprensión de estos
resultados e induce a la duda sobre los mismos.
Aún más grave se torna la situación si se realiza el sencillo
ejercicio de agrupar los ingresos y gastos en forma de cuenta, de acuerdo con la
información suministrada en la cuenta del resultado económico patrimonial (ver cuadro
adjunto), pues el mismo revela que la negativa situación de la UAH no está motivada por
el desempeño de su función docente esencial, dado que, de hecho, el déficit es
relativamente pequeño y puede venir motivado por el pequeño recorte de la subvención
nominativa derivado de la disminución de alumnos. La causa fundamental del mismo se
encuentra en lo que antes denominamos como patrimonialización, que provoca que en
el ejercicio de 1999 las pérdidas procedentes del inmovilizado fuesen de 570 millones de
pesetas, más las derivadas de otros ejercicios por motivación similar y un importe de
3147,2, que sumado al anterior arrojan unas pérdidas y gastos extraordinarios de 3717,2,
que al no poder ser absorbida por las ganancias extraordinarias, y sumadas a los déficit
anteriores, arroja el abultado resultado negativo de 1999: 2229,7 millones de pesetas.
En definitiva, entendemos que esta deriva tan acentuada de la UAH en
materia presupuestaria debe ser corregida de forma inmediata, devolviendo a la Universidad
a sus fines esenciales: docencia e investigación y reservando el afán patrimonialista
para períodos más boyantes. De no corregirse este sesgo, la caída a lo largo de la
pendiente será mucho más dura en términos de un endeudamiento necesariamente superior
al actual, que además no está autorizado por la Comunidad de Madrid, tal como confirma
la auditoría externa realizada por "PriceWaterhouseCoopers".
Tenemos pues en el momento presente una gran responsabilidad a la hora,
no sólo de decidir quién gestiona la Universidad de Alcalá en los próximos años, sino
incluso de exigir que los presupuestos de este año 2001 corrijan este sesgo y nos
introduzcan en un camino de prudencia presupuestaria que hasta ahora se ha olvidado. La
elaboración de este nuevo presupuesto, todavía no presentado (¿quizás porque
no puede cuadrarse?), y su remisión al Claustro debe ser inmediata, so pena que
el actual rector quiera seguir su vieja estrategia de hechos consumados y de oídos sordos
a lo que ya empieza a ser un clamor: la necesidad del cambio. A este fin una constitución
inmediata del Claustro recién elegido y la convocatoria de un debate sobre el estado de
la Universidad debería ser una iniciativa, bien por el rector o, en caso contrario, por
exigencia de los claustrales que compartimos la urgencia de este debate, no ceñido sólo
al tema económico, sino también a otros ámbitos de interés: docencia, plantillas,
imagen de la UAH, etc.
DEBE |
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HABER |
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a.1. Gastos de
funcionamiento |
11.994,1 |
b1. Ingresos de
gestión ordinaria y otros ingresos |
1.585 |
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PÉRDIDAS NETAS
DE FUNCIONAMIENTO (b.1-a.1) |
-10.409,1 |
|
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a.2.
Transferencias y subvenciones |
999,2 |
b.2.
Transferencias y subvenciones |
11.118,3 |
|
|
|
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|
|
PÉRDIDAS POR
OPERACIONES CORRIENTES (b.1+b.2-a.1-a.2) |
-290,0 |
|
|
|
|
a.3. Gastos
financieros |
107,7 |
b.3. Ingresos
financieros |
1,3 |
|
|
|
|
|
|
PÉRDIDAS
FINANCIERAS ( b.3-a.3) |
-106,4 |
|
|
|
|
|
|
PÉRDIDAS DE LA
ACTIVIDAD ORDINARIA (b.1+b.2+b.3-a.1-a.2-a.3) |
-396,4 |
|
|
|
|
a.4. Pérdidas y
gastos extraordinarios |
3717,2 |
b.4. Ganancias e
ingresos extraordinarios |
1884,0 |
|
|
|
|
|
|
PÉRDIDAS
EXTRAORDINARIAS (b.4-a.4) |
-1833,2 |
|
|
|
|
GASTOS TOTALES
(a.1+a.2+a.3+a.4) |
16.818,2 |
INGRESOS
TOTALES (b.1+.2+b.3+b.4) |
14.588,6 |
|
|
|
|
|
|
PÉRDIDAS
TOTALES (DESAHORRO) b.1+b.2+b.3+b.4-a.1-a.2-a.3-a.4 |
-2229,6 |
Las cifras anteriores están expresadas en miles de millones |
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En consecuencia, a partir de este número, siguiendo la línea de libertad e
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