Seis chistes malos, seis, y una adivinanza peorSigfrido del Alce Matrimonios Un matrimonio estaba conversando: - Mi amor, ¿Crees en el amor a primera vista? - ¡Claro! Si te hubiera visto dos veces, no me caso. Cuidado en cómo se pregunta El señor de la casa llama por teléfono y contesta la empleada: - ¿Ha llamado algún imbécil, María? - No, usted es el primero, señor. Por listo Un tipo estaba sentado en el avión al lado de una tierna niña. El hombre miró a la niñita y le dijo: - ¿Charlamos? He oído decir que los vuelos parecen menos largos si uno conversa con la persona que tiene al lado. La niñita, que acababa de abrir un libro para ponerse a leer, lo cerró lentamente y dijo con voz suave: - ¿Sobre qué le gustaría conversar? - Pues no sé -dijo el hombre-. ¿Qué tal de física nuclear? -y mostró una gran sonrisa. - Bueno -contestó ella-. Parece ser un tema interesante. Pero déjeme hacerle una pregunta primero. Un caballo, una vaca y un venado comen lo mismo, hierba. Sin embargo, el excremento del venado es como bolitas pequeñas, el de la vaca es una plasta y el del caballo parece una pelota de pasto seco. ¿Por qué cree usted que sucede eso? El tipo, visiblemente sorprendido por la inteligencia de la niña, lo pensó un momento y luego dijo: - Hmmm, no tengo ni idea. A lo cual la delicada y dulce niña respondió: - ¿De verdad se siente capacitado para discutir sobre física nuclear, cuando no tiene ni idea de una mierda? Caricias ... De repente ella, que estaba medio dormida, sintió que él la acariciaba. Primero fueron caricias tímidas, periféricas, como si tuviera pudor, luego las caricias fueron subiendo de tono. Cada vez más, por todo el cuerpo, sus manos la recorrían de arriba abajo como hacía... no recuerda bien, pero supone que tres años por lo menos. Sensaciones que creía olvidadas volvían... Su cerebro recordaba... Las caricias se amontonaban y repetían, él la levantaba, le daba vuelta, ahora era un torbellino de sensaciones indescriptibles. De repente... Nada... ¡¡¡Nada de nada!!! - ¿Qué pasó? -preguntó ella-. Sigue, por favor.... ¡¡¡quiero más!!! - Shhhh -la calmó él-, ya está. - ¡¡¡¿¿¿Cómo que ya está???!!! - Ya está, ya encontré el mando a distancia. Sigue durmiendo. En la ferretería - ¿Me da un enchufe? - ¿Macho o hembra? - Me da igual, no lo quiero para criar. Uno de ZP Este era un día en que el señor presidente paseaba por la calle, cuando escuchó una voz que decía: - ¡Que se muera el presidente! Este miró desconcertado para todos lados y cuando vio un loro en la ventana de una casa, comprendió y decidió que debía advertir a los dueños del animal. Tocó el timbre y, al abrir la dueña de la vivienda, el presidente disgustado le dijo que volvería a pasar al día siguiente y esperaba que el loro no volviera a decir la frasecita. La señora preocupada, fue a casa del sacerdote, que también tenía una loro, para cambiarlo, a fin de evitar el problema. La señora se llevó el loro y, al día siguiente volvió a pasar el presidente y observó complacido que el loro no decía nada. No obstante, por aquello de incordiar que es lo suyo, le preguntó al loro: - ¿Hoy no vas a decir que se muera el presidente? A lo que el loro contestó: - ¡Que Dios te oiga hijo mío, que Dios te oiga! Adivinanza ¿Por qué los funcionarios públicos son ateos? Porque no creen que después haya una vida mejor. Volver al principio |
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