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ISSN: 1575-2844

Revista Vivat Academia

Histórico Año II

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Noviembre 1999. Nº 10

En esta ocasión:

La Investigación Independiente: Especie en peligro de extinción
Memorandum
Llamamiento difundido en Plant Breeding News 96, Boletín Electrónico de la FAO, 27 de abril de 1999.
"UK scientists meeting with minister"
RECORTES
Un tiro fuera del blanco
Tres de cada cuatro estudiantes de EE UU de secundaria no saben escribir correctamente.
Los libros de ciencias, calificados con un 'suspenso'

LA INVESTIGACIÓN INDEPENDIENTE: ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Teníamos previsto, en este número, incluir un largo e interesantísimo artículo de divulgación sobre fractales, escrito por un alumno de la UAH, habitual colaborador de nuestra revista. Sin embargo, dada su longitud y la inquietante noticia que nos ha llegado a través de nuestros compañeros del C.S.I.C., hemos creído más conveniente no engrosar demasiado el número diez y dar salida a este comunicado y sus informaciones adicionales sobre cultivos transgénicos.

La noticia se refiere a la reacción de las autoridades británicas ante una declaraciones de un especialista que, al parecer contrariaban directamente las nuevas tendencias en alimentación.

El caso es gravísimo, por cuanto representa un ejemplo claro de lo que hemos venido denunciando reiteradamente desde Vivat Academia. La privatización de la investigación a que nos quieren llevar las autoridades académicas actuales, y nuestro equipo de gobierno es ferozmente pionero de este sistema "innovador", lleva inmediatamente a matar, por la vía rápida, toda independencia del quehacer científico: "Sólo investigaremos lo que los poderes económicos quieran y, lo que es peor, sólo se conocerán los resultados que esos mismos poderes estén dispuestos a dar a conocer".

Si prefiere bajarse el comunicado del Dr. Rubio y los documentos relacionados en formato ZIP, para leerlo tranquilamente, sin conexión a la red, pulse con el botón izquierdo del ratón en el siguiente vínculo

Transgénicos.zip

COMUNICADO DEL DR. RUBIO

Estimados compañeros/as,

Debido a su difusión en los medios, muchos de vosotros estaréis más o menos al corriente de la discusión planteada en relación con los llamados alimentos transgénicos. Durante los últimos 8-10 meses, esta discusión se ha extendido a más amplios sectores sociales y se ha transformado en polémica, en gran medida como consecuencia de lo ocurrido en el Reino Unido a partir de las declaraciones para una cadena de televisión realizadas por el Dr A. Pusztai, investigador del Rowett Research Institute (Aberdeen, Escocia). La situación originada en aquel país por parte de las autoridades, especialmente por la forma en que éstas trataron la cuestión, dió lugar a que una serie de científicos, especialistas en diferentes áreas relacionadas con las investigaciones del Dr Pusztai, hiciesen público un Memorandum, (que podéis leer pulsando aquí).

Yo mismo soy uno de los firmantes de ese Memorandum debido a que mi área de trabajo es la Nutrición (aunque no específicamente con alimentos transgénicos), y he desarrollado gran parte de mi investigación en colaboración con el Dr Pusztai. Por tanto, dado que conozco de primera mano su investigación, sus planteamientos y su forma de trabajar, accedí a estudiar sus resultados y a darle mi opinión desde un punto de vista estrictamente científico, como hicieron el resto de los firmantes. Sobre la base de las diferentes revisiones realizadas se redactó el Memorandum publicado el 12/2/99, y que os remito adjunto. En este momento, los resultados obtenidos por el Dr Pusztai están en trámite de publicación en revistas científicas adecuadas.

Junto con el Memorandum os adjunto dos documentos que pueden servir para hacerse una idea más clara sobre el estado de la cuestión. Ambos son artículos publicados en medios científicos oficiales:

1.- Llamamiento difundido en Plant Breeding News 96, Boletín Electrónico de la FAO, 27 de abril de 1999.
2.- "UK scientists meeting with minister". En este segundo documento se facilita una página web
--http://www.bma.org.uk/public/science/genmod.htm--
que contiene el artículo "The Impact of Genetic Modification on Agriculture, Food and Health - An Interim Statement" publicado por la British Medical Association (Board of Science and Education, Mayo 1999). (Los dos documentos pueden ser consultados pulsando con el botón izquierdo del ratón en el área que señala la vinculación).

La razón de enviaros este mensaje, aparte de indicar dónde puede encontrar alguna información quien tenga interés en ello, es solicitar la adhesión al llamamiento expresado en el documento "Transg1" del Plant Breeding News de aquellos que estén de acuerdo con él. Su finalidad es plantear a las autoridades la necesidad de establecer una moratoria básicamente de tipo comercial en relación con estos productos por razones científicas, como se expresa al principio del documento mencionado. Os ruego por tanto que quienes estéis de acuerdo con el llamamiento solicitando una moratoria me lo hagáis saber para poder hacerlo valer en los medios adecuados. Podéis utilizar para ello tanto el correo electrónico como el normal o el fax. Estamos por lo demás abiertos a cualquier tipo de comentario, crítica o desacuerdo, por lo que os agradecería igualmente que quienes no estéis de acuerdo con este planteamiento me hagáis llegar vuestras razones si os parece conveniente.

Recibid un saludo,

Luis A. Rubio
Científico Titular Estación Experimental del Zaidín (CSIC)
Depto. de Nutrición
Cno. del Jueves, s/n 18100 Armilla (GRANADA)

Tel: +34-58-572757
Fax: +34-58-572753
lrubio@eez.csic.es

Acabamos de recibir del Dr. Rubio unos artículos de la Revista Lancet que hacen referencia directa a los posibles problemas de los alimentos transgénicos. Por si alguno de nuestros lectores tiene interés en consultarlos, los añadimos a continuación

Adequacy of methods for testing the safety of genetically modified foods Genetically modified foods: "absurd" concern or welcome dialogue?
Effect of diets containing genetically modified potatoes expressing Galanthus nivalis lectin on rat small intestine Differential binding of the insecticidal lectin GNA to human blood cells
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RECORTES

¿Recuerdan ustedes el artículo aparecido en el mes de junio, en nuestro número seis, titulado "Carta abierta al Señor Ministro de Educación"? En él Julio Gutiérrez nos alertaba sobre las posibles malas reformas en el sistema de selección de los alumnos, para su ingreso en la universidad. Parece que, como es habitual en nuestro país, esa posibilidad es muy, pero que muy, real. Entre el ministro y los rectores terminarán haciendo un bodrio que no beneficiará a nadie, excepto a esos que piensan que la universidad española debe privatizarse poco a poco. ¿No se lo creen?, pues lean atentamente

Un tiro fuera del blanco

Por TOMAS ESCUDERO ESCORZA Diario "El País" ( 04-10-99)

Ante la propuesta de reforma de la selectividad del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), es imposible no ser crítico. No tiene justificación ni socioacadémica ni técnica. El ministerio lo sabe, pues de lo contrario no se hubiera promovido una maniobra tan burda contra los rectores con la supuesta reválida. Si faltan argumentos, se ataca al que se opone. La clave es el anuncio reiterado de una reforma-milagro y algo hay que hacer. Pues de reforma-milagro, nada de nada. La admisión, que es lo que preocupa a todos, no se toca y la selección se empeora. El proyecto no apunta al blanco apropiado.

La coartada y trampa del Gobierno es su apoyo en un informe de una ponencia de ocho senadores que funcionó entre 1996 y 1997, aprobando algunas recomendaciones inaceptables política y técnicamente, no justificadas en el informe. No responden a lo dicho en las 13 comparecencias, ni al resumen que la ponencia hace de las mismas. Son un paquete prefabricado, con otros criterios, que se añadió al final. Esto ocurre con la propuesta de doble o triple corrección y con la de rebajar el peso de la prueba en el acceso, que, además, no está apoyada por el análisis comparado; la doble corrección generalizada es insólita, y España es de los países en los que más cuenta el expediente.

De acuerdo con el informe del Senado, la doble corrección sólo la citó, entre otros procedimientos, un compareciente; lo de aumentar el peso del expediente sólo lo citaron un representante estudiantil, opuesto a la selectividad, y el presidente de una asociación de centros privados.

Aparte de estas matizaciones, no triviales, el MEC no puede hacernos creer que tiene un mandato senatorial: son simples recomendaciones. Si fuera mandato, no podría haber obviado aquellas que sí requieren esfuerzo y recursos ministeriales. En las que pretende desarrollar el MEC solamente legisla, los problemas de aplicación son para otros, básicamente las universidades, pero sólo las públicas.

Lo peor de la doble corrección es que no tendrá efecto positivo en lo que parece la obsesión del legislador, aumentar la fiabilidad de la nota, pues en la práctica se violan las condiciones de aplicación teóricas. El efecto será el contrario. Además, el examen actual tiene un buen nivel de fiabilidad global, como demostró la única experiencia controlada de doble tribunal que ha tenido lugar en España, que yo mismo dirigí en un tribunal en Teruel. Las conclusiones no aconsejaban la generalización de la doble corrección.

La propuesta parece la de alguien que ha estudiado algo de medición, pero nunca ha dirigido un proceso complejo. Está descontextualizada. En teoría, por ejemplo, se aumentaría más la fiabilidad de la prueba multiplicando por tres las preguntas y el tiempo de los ejercicios, de hora y media a cuatro o cinco horas. También sería absurdo: el principio teórico fallaría por el cansancio de los estudiantes.

Si duplicamos correctores, aumentando su diversidad, disminuiremos la fiabilidad. En algunas asignaturas es imposible encontrar tantos correctores especialistas como obliga el proyecto. Así, el proyecto es inviable. Si no queremos aumentar tanto los correctores, les obligaremos a corregir precipitadamente cientos de ejercicios más, algo que sabemos que es muy negativo. En todo caso, es seguro que existirían problemas de menos fiabilidad, pérdidas, errores o filtraciones en el proceso, en horas de fotocopia y trasiego de miles de ejercicios anónimos sin anotaciones entre centenares de correctores.

Y no hablemos de impugnaciones y recursos legales por problemas de este tipo, con la consiguiente pérdida de credibilidad en el sistema, o del trastoque temporal de la admisión o de los costes presupuestarios y organizativos. En Zaragoza, la doble corrección implicaría un coste adicional cercano a cien millones. La ocurrencia costaría a los españoles varios miles de millones.

Por si lo anterior aumenta la fiabilidad, para evitar el milagro, el legislador quiere disminuir el peso de la prueba y aumentar el del expediente secundario, medida más afectada por la multiplicidad de escalas, más manipulable y menos fiable. El hipotético efecto positivo en la fiabilidad de la doble corrección se contrarrestaría por la disminución del peso de la prueba en la media final. ¡Esquizofrenia pura! Esta medida contrarrestaría también la propuesta de dar más peso en la prueba a las disciplinas ligadas a la carrera solicitada, pues el expediente es un promedio de muchas disciplinas, la mayoría no ligadas a la carrera elegida.

El proyecto apunta fuera del blanco, complica todo y no resuelve nada de lo importante. El mismo número seguirá sin poder estudiar Medicina por centésimas. Incluso peor, porque se concentrarán más notas en la zona media. A la vista del descenso de estudiantes y de que a medio plazo los problemas de admisión se centrarán en las biomédicas, el verdadero blanco está en simplificar y no en complicar la selectividad, y en la búsqueda de soluciones concretas allí donde hay problemas, sin generarlos donde no existen.

La propuesta huele a demagogia electoralista, pero todos los grupos participaron en el error en el Senado y deben enmendarlo. No es de recibo, por promesas o ridículo, lavarse las manos y obligar a las universidades, repito, sólo a las públicas, a que carguen con tal dislate. Ni los votos, que al final nunca vienen por este camino, justifican un tiro tan desviado.

Tomás Escudero Escorza es vicerrector de la Universidad de Zaragoza.

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Los dos artículos que recogemos a continuación, aparecidos en la misma fecha en el diario "El País", nos deben hacer reflexionar sobre el desmedido interés de algunos responsables académicos españoles en introducir el sistema educativo yanqui en España, con todas sus consecuencias. Entre ellos se encuentra el rector de la Universidad de Alcalá, quien no duda en ensalzar todo lo relativo al modelo americano, empezando por las privatizaciones de los servicios universitarios, que ya está poniendo en práctica

Tres de cada cuatro estudiantes de EE UU de secundaria no saben escribir correctamente.

Los resultados de un estudio provocan la alarma entre las autoridades norteamericanas.

ROSA TOWNSEND, Diario "El País", Miami (04-10-99).

El sistema educativo escolar de Estados Unidos acaba de recibir dos suspensos tan colosales en lenguaje y ciencias que las autoridades han declarado "un fracaso" el plan nacional de educación, iniciado hace 10 años. Los datos que han provocado la alarma se recogen en un estudio a gran escala que revela que tres cuartas partes de los estudiantes norteamericanos de entre 9 y 16 años no son capaces de escribir a un nivel aceptable. En la Tercera Cumbre Nacional de Educación de la pasada semana salió además a relucir que la enseñanza de matemáticas y ciencias está muy por debajo de las metas marcadas en 1989.

Los libros de ciencias, calificados con un 'suspenso'.

La Evaluación Nacional del Progreso de la Educación, una organización creada por el Congreso, ha medido la capacidad de redactar de 160.000 estudiantes de 4º, 8º y 11º grado escolar (de entre 9 y 16 años) a lo largo del país y ha hallado que sólo uno de cada cuatro sabe componer un texto con la estructura y fluidez correctas para hacerse entender. Eso significa que sólo uno de cada cuatro estudiantes en edad de graduación reúne los requisitos elementales para ingresar en el mundo laboral, subrayaron con gran preocupación funcionarios del departamento de Educación.

Hasta ahora, la paradoja de que la mayor potencia económica del mundo contara con una "educación secundaria mediocre", como la ha calificado el profesor de la Universidad de Harvard Howard Gardner, era motivo de inquietud entre las clases política y académica, pero no representaba una amenaza inmediata para la hegemonía norteamericana. De no tomar medidas para elevar el nivel académico, advierten los profesionales de la docencia, la generación llamada a liderar el futuro podría dar al traste con el tren de prosperidad de EE UU en la segunda mitad de este siglo.

El presidente de la nación, Bill Clinton, hizo un llamamiento nacional para mejorar la educación durante su discurso de apertura de la Tercera Cumbre de Educación del pasado viernes. Su principal propuesta es contratar a otros 100.000 profesores, pero no cuenta con el apoyo del Congreso, de mayoría republicana.

Al presentar los resultados de la Evaluación Nacional del Progreso de la Educación, el secretario de Educación, Richard Riley, pidió también más fondos para remediar la situación. "Si no invertimos en el arte de escribir, nunca lograremos reducir el número de estudiantes que, después de graduarse, tienen que pasar por cursos especiales para poder ingresar en la universidad", afirmó Riley.

Los resultados del estudio sobre la capacidad verbal indican una correlación entre el nivel económico, el grado de educación en el entorno familiar, el grupo étnico y el sexo de los alumnos. Este último factor marcó, sin embargo, notorias diferencias a favor de las chicas, que superan a los chicos entre un 15% y un 17% en todas las categorías puestas a prueba y todas las 39 jurisdicciones escolares en las que se hizo la evaluación.

Las diferencias también parecen acentuarse geográficamente. Connecticut, el Estado con el mayor nivel de vida, es también el que mejor ha salido en los cuestionarios, seguido de Massachusetts y Maine. Mientras que los Estados sureños -como Misisipí, Carolina del Sur, Luisiana, Alabama y Florida- se situaron en la cola de aprendizaje. Otro factor determinante ha sido el grupo étnico. Los alumnos anglosajones y de origen asiático tienen una mayor capacidad de escribir, mientras que los hispanos y negros sacaron peor puntuación. En la escala entre 125 y 300, el promedio máximo nacional fue de 148. Sólo un 1% de los estudiantes sacó 224 puntos.

En el estudio, realizado el pasado invierno pero dado a conocer el miércoles, participaron estudiantes de colegios públicos y privados, y es el primero que se hace desde 1992 a escala nacional. La prueba de 25 minutos pedía a los alumnos escribir un ensayo en "estilo narrativo, informativo o persuasivo".

Por ejemplo, a los más pequeños se les pidió escribir sobre su objeto preferido y sobre lo que verían si entraban en un castillo mágico; los de octavo grado debían describir la llegada de una nave espacial y también sus programas preferidos en la televisión pública, y los mayores redactaron un ensayo sobre un poema de Walt Whitman y otro sobre el proceso electoral.

Atención personalizada.

Lo que el estudio no analiza son las razones a las que obedece la precaria situación educativa. Sí destaca los factores asociados con la mejor puntuación, como prestar atención más personalizada de los profesores, documentar los trabajos de los alumnos, exigirles borradores en los ejercicios de redacción y discutirlos con los estudiantes, leer antes de escribir y planificar antes de sentarse a escribir.

En EE UU hay 48 millones de escolares y 110.000 colegios, 27.000 de los cuales son privados. El promedio de alumnos por clase es de 17 a 24. El cuerpo docente norteamericano es de casi tres millones de maestros, que cobran un salario base de entre 18.000 y 40.000 dólares al año (entre 2.800.000 y 6.500.000 pesetas).

Los libros de ciencias, calificados con un 'suspenso'

R. T, Miami

Los libros de texto de ciencias de Estados Unidos no sirven. Ése es el dictamen recién emitido por la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias, la mayor organización norteamericana de científicos, y que ha centrado las discusiones de la Tercera Cumbre de Educación a fines de la pasada semana. La mayoría de los libros cubre demasiados temas y ninguno de ellos bien. "Incluyen muchas actividades que son irrelevantes para aprender ideas clave de ciencias y no ayudan a los estudiantes a relacionar lo que hacen con las enseñanzas de los libros", resalta uno de los apartados.

El informe forma parte del Proyecto 2061, un plan a largo plazo que se inició en 1985 para reformar la educación en las áreas de ciencias, matemáticas y tecnología para el siglo XXI. Sólo uno de los libros usados en los colegios de todo EE UU fue calificado con un "aprobado marginal": el texto de física Materia y moléculas, publicado hace 11 años por la Universidad de Michigan.

Los peores temores.

Los editores de los otros nueve libros suspendidos han rechazado ahora hacer comentarios, pero anteriormente habían dicho que los cambiarían cuando el mercado demandara el cambio. El director del Proyecto 2061, George Nelson, declaró el viernes: "Este estudio confirma nuestros peores temores sobre los materiales usados para educar a nuestros hijos en los cursos fundamentales. La educación en ciencias es esencial y tiene que mejorar si queremos que nuestros estudiantes estén preparados para avanzar en la universidad y en el terreno laboral".

Las malas noticias llueven sobre mojado. Hace un año, el ministro de Educación, Richard Riley, ya advirtió de que EE UU tenía que acelerar sus esfuerzos para mejorar los conocimientos de ciencias y matemáticas de sus estudiantes y para estar a la par del ranking internacional y hacer competitiva la fuerza laboral de cara al mercado global del nuevo milenio.

Riley hizo estas declaraciones tras conocerse el Tercer Estudio Internacional de Matemáticas y Ciencias en el que los estudiantes norteamericanos quedaron sólo por encima de Chipre y Suráfrica.

Los resultados estaban muy lejos de la meta establecida por el presidente George Bush hace una década en el Plan de Educación 2000, y que fue reiterada por Bill Clinton en 1994, de que los estudiantes de EE UU debían ser los mejores del mundo.

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Última modificación: 16-12-1999