En este número trece encontrará:
Un lector de Vivat Academia, y amigo, de la Universidad de Salamanca nos remite este artículo para la reflexión. RESERVADO EL DERECHO DE ADMISIÓNPor Ricardo SENABRE (Profesor del área de
Literatura. Universidad de Salamanca) El futuro se presentaba prometedor para F. G. S. Había coronado su carrera de Ciencias Químicas con un brillantísimo expediente y, a las pocas semanas, un ojeador de cierta floreciente industria se puso al habla con él para ofrecerle trabajo. Ante el estupor de sus amigos más cercanos, F. G. S. declinó la oferta, renunciando así a una oportunidad que muchos hubieran considerado, como Lázaro de Tormes, la cumbre de toda buena fortuna. Pero F. G. S. tenía otros planes. Quería dedicarse a la investigación. Albergaba el voraz gusanillo dentro desde que, en las prácticas realizadas durante la carrera, había entrevisto el fascinante mundo del laboratorio y sus posibilidades. Y obró en consecuencia. Solicitó una beca y la logró sin dificultad alguna. Superó los estudios de doctorado y se pasó cuatro años encerrado en el laboratorio, olvidado de cuanto no tuviera relación con su tarea. Publicó algunos trabajos breves y presentó su Tesis doctoral, que obtuvo finalmente el premio extraordinario de su convocatoria. Animado por algunos profesores y compañeros y con el fin de ahondar en su especialidad, se trasladó, gracias a otra beca, a una prestigiosa Universidad norteamericana donde las técnicas en que él se había adiestrado se hallaban mucho más desarrolladas. Allí se sintió deslumbrado por los medios disponibles, por las facilidades para investigar y para comunicarse sin restricción alguna con colegas de todo el mundo interesados por cuestiones análogas. A los seis años de su llegada, F. G. S. se había convertido en una autoridad en su materia, era profesor en la Universidad, recibía invitaciones para dar cursos en otras y, sobre todo, tenía muchas horas libres para trabajar en el laboratorio, (donde ya tutelaba y orientaba a otros investigadores primerizos), con aparatos y elementos técnicos modernísimos. Fue entonces cuando alguien le comunicó desde España que en su antigua Facultad estaba a punto de convocarse una plaza de profesor Titular. Después de meditarlo, F. G. S. decidió concursar. Al fin y al cabo, se trataba de volver a su país y a su ciudad, donde tenía amigos, condiscípulos, familia. Podría ofrecer, además, a sus futuros alumnos algo de lo que en aquellos años de tenaz laboriosidad había ido descubriendo. Sin duda pensaba, como Séneca, que los únicos saberes que valen la pena poseer son aquellos que pueden ser transmitidos. Espoleado por este horizonte, F. G. S. levantó su campamento, abandonó el apacible y fructífero campus de la Universidad norteamericana y volvió, como ilusionado hijo pródigo, a su lugar de origen. Iba tranquilo. Había preparado concienzudamente los ejercicios, su proyecto de investigación era de gran novedad y podía exhibir abundantes méritos en publicaciones científicas, dirección de trabajos, intervenciones destacadas en congresos internacionales, que superaban, incluso, los de algunos miembros del Tribunal que debía juzgarlo. Pero, en contra de todo lo previsible, la plaza no fue para él, sino para otro candidato, antiguo condiscípulo suyo, cuya trayectoria profesional era modestísima, pero que, lejos de emprender aventuras por otros mundos y de buscar la perfección in partia bus infidelium, había resistido en la Facultad como ayudante para todo, manteniendo una fidelidad perruna a la jerarquía. Como hay gentes avezadas a recompensar con fondos ajenos los servicios personales, el candidato "de la casa" obtuvo la gratificación habitual en estos casos. El que se fue a Sevilla perdió su silla. Siempre es posible reclamar, pero la apelación no suele servir de nada. El caso de F. G. S. es real, pero pocas personas podrán identificar el lugar en que sucedió ni reconocer al Investigador que tuvo que volver, con el amargo sabor del marginado, expulsado a la Universidad norteamericana de donde ya no regresará. Porque se han producido, y continúan produciéndose, muchas situaciones semejantes en la Universidad española, pero también (no lo olvidemos) en la mayoría de los organismos públicos. Hay demasiados puestos de responsabilidad ocupados por individuos mediocres con habilidad para la escalada. Y el mediocre, acaso por razones de supervivencia, se rodea únicamente de mediocres, de gentecilla de mentalidad subalterna y limitada. El mérito, la capacitación profesional, la brillantez, son con frecuencia obstáculos para ser admitido en una logia de ineptos y zarramplines que, además, luchan con todas su fuerzas para impedir que se elaboren y se promulguen normas legislativas encaminadas de verdad, y no sólo en apariencia, a favorecer la selección real de los mejores. Pero las Instituciones públicas necesitan una limpieza a fondo. Como los muebles viejos e inmovilizados durante mucho tiempo, se han llenado de carcoma y necesitan ser sometidos a enérgica restauración. La actividad política es también a menudo un cuadrilátero de lona donde no se excluyen los combates fratricidas. Vivimos una época gris, un panorama público mortecino, en el que apenas asoman personalidades de fuste y donde, en cambio, vemos agitar sus plumas multicolores a diversos especímenes de maquinadores, intrigantes y charlatanes que ocupan la información para disfrutar así de posibles prebendas con el beneplácito de múltiples incautos que, deslumbrados por el brillo, sí creen oro todo cuanto reluce; una época de mandos intermedios, de sujetos bien pertrechados y con envidiable acomodo, los cuales, para evitar el desalojo, se agrupan, forman una piña y, armados hasta los dientes, colocan en la puerta blindada de su recinto un cartelito que, bien interpretado, viene a decir: "Reservado el derecho de admisión". Volver al principio del artículo Volver al principioLos becarios más precariosPor José Medina. Universidad de Alcalá De todos es conocido que el puesto de becario no es uno de los más boyantes que existen en el entorno académico-laboral, más bien se encuentra en el nivel inferior, además se concitan en él dos circunstancias peculiares, se cobra poco y se trabaja mucho. Incluso en algunos lugares, como en los, tan citados, Servicios Informáticos de la UA, los becarios son los que llevan el peso del trabajo. Pues bien parece que su situación aún puede empeorar. El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) viene sacando becas asociadas a proyectos de investigación, en los últimos años el candidato sólo puede solicitar una, es decir, para UN proyecto solamente, si lo hace para más de uno es automáticamente descalificado. Imagínense que pasaría si en las paginas dedicadas a ofertas de empleo, en las páginas sepia de los dominicales de los periódicos, pusiera "Usted sólo puede solicitar UN puesto de trabajo". Esta restricción parece que está encaminada a que el ministerio tenga menos volumen de peticiones, aunque también puede ser debida a los macronúmeros para poder decir que se piden pocas becas porque "España va bien". Si la razón es la primera apuntada, yo me pregunto ¿para qué pagamos los impuestos?, si no para que la administración trabaje. La Comunidad Autónoma de Madrid (CAM) en su última convocatoria de becas de Formación del Personal Investigador dice que "el disfrute de este beca es incompatible con el registro en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo u otras agencias de contratación como demandante de empleo, al tratarse de becas que exigen dedicación exclusiva para adquirir una cualificación profesional nueva", no entiendo bien que tiene que ver el efecto con la causa, creo que para apuntarse al paro lo más que se pierde es una mañana, que no creo que afecte al trabajo "exclusivo" del becario. Una exigencia semejante no aparece en las convocatorias a nivel nacional (MEC). Dado el mimetismo de la CAM con el estado esta prohibición puede ser cosecha del Sr. Ruiz Gallardón. o del Sr. Villapalos. Han entendido, estos Excelentísimos señores, que la beca es un puesto de trabajo suficientemente bueno como para que el becario no tenga que apuntarse al paro para mejorar. Habría que recordarles -al Sr. Villapalos por supuesto que no- que cuando el PSOE llegó al poder por primera vez en 1982 las "señoras" de los "señores" de PP (entonces CDS, AP, etc) se apuntaron al paro, tal vez con la sana intención de mejorar su trabajo de "sus labores". Yo no soy abogado, pero entiendo que las disposiciones comentadas anteriormente deben atentar algo a la libertad. José Medina Volver al principio del artículo Volver al principioDefensa de los derechos del No-Fumador IIHola, soy Dominux y vuelvo a la carga de nuevo, con más energía. Tras escribir aquel texto reivindicando los derechos de los no fumadores, he decidido concentrar todas mis energías en dicho asunto. Sé que hay personas que me están apoyando, que piensan como yo, que tienen derecho a respirar aire sin nicotina, sin pestilencias...
Ya está bien de pensar para nuestros adentros, ¡compartamos opiniones! http://nofumadores.virtualave.net
Y si te gusta la idea, hazte colaborador, pues estando diseminados no haremos nada, pero estando todos juntos nos oirán.
Por una universidad libre de humos, visita la página. Volver al principioINCONGRUENCIASPor Julio Gutiérrez. Universidad de Alcalá de Henares Con un Angulo nos intentan cuadrar el círculoCuando en la Universidad de Alcalá se rumoreaba, insistentemente, que el vicerrector José Antonio Gonzalo Angulo podría ser el "Delfín" del rector Manuel Gala Muñoz, va y sale con algunas opiniones que nos han dejado... estupefactos. Claro que lo único que ha demostrado es que se encuentra perfectamente identificado con la política de Gala, (¿o deberíamos decir que es el motor de la misma?) Por si no han tenido la oportunidad de leerlo todavía, (no olvidemos que tenemos lectores ajenos a nuestra universidad), pulsando este enlace pueden ahora recrearse con el mensaje con que nos obsequió por correo electrónico, así como, las cartas que, pretendidamente, le habían hecho llegar unos estudiantes. Este otro enlace les dará la oportunidad de acceder a la respuesta que el profesor José Morilla Critz le dio a través del correo de esta revista. No vamos a opinar más cosas de las ya apuntadas por Morilla, lo que sí le recomendamos al vicerrector Angulo es que, la próxima vez, ponga más cuidado en la redacción de las cartas que "recibe" de los estudiantes. Confidencialmente, un alumno de la Escuela Politécnica, al referirse al centro en el que cursa estudios, siempre dirá "mi Escuela" y no "mi Facultad". Volver al principio de incongruencias Volver al principioEl vicerrector Angulo de la mano del presidente del Consejo de EstudiantesVerdad es que he dudado mucho antes de introducir este comentario entre las incongruencias. El motivo lo van a captar los lectores de inmediato: El incidente es mucho más serio de lo que permite la simple frivolidad de esta sección. El Sr. García Prieto, presidente del Consejo de Estudiantes, denuncia, ante el vicerrector de Estudiantes y Asuntos Económicos y la Vicerrectora de Ordenación Académica y Planes de Estudio, a la profesora de esta universidad, Amelia Calonge (Departamento de Geología), por una presunta irregularidad cometida por la misma, al negar la entrada al aula a los estudiantes que llegaban tarde, al parecer debido a causa justificada, cuando se estaban realizando las encuestas docentes. Dicha denuncia, que se acompaña con una nota del Dr. Gonzalo Angulo a la Dra. Calonge García, está debidamente registrada, según se puede comprobar en este enlace, y se convierte por tanto en un documento oficial de la UAH, con lo que ello supone. Como decía anteriormente, tenemos muchos lectores ajenos a la comunidad universitaria alcalaína, por lo que pido disculpas por hacer un poco de historia, a fin de facilitar la comprensión de los hechos y su gravedad. Doña Amelia Calonge acompañaba al que esto escribe, en el proceso electoral a rector de 1998, en el que era candidato, como un miembro del posible equipo rectoral futuro. Ya en aquella ocasión, algunos responsables del Consejo de Estudiantes, entre los que se encontraba, por supuesto, el Sr. García Prieto, la emprendieron contra nuestra compañera Amelia, acusándola, incluso en la prensa nacional, de haber amenazado por teléfono a estudiantes claustrales. Lo cual, por supuesto, era completamente falso. Aquello se hacía con el beneplácito y la sonrisa del equipo del otro candidato, del que formaba parte el actual vicerrector Angulo, claro está. Pero el Consejo de Estudiantes apoyaba, ¡oh casualidad!, unánimemente al candidato Gala. Una vez hecho este inciso, sigamos con el problema actual. La gravedad de los hechos proviene de lo siguiente: a) Amelia Calonge no ha dado clase en la Escuela de Magisterio en el primer cuatrimestre de este curso, que es la fecha en la que se le imputan los hechos; b) Amelia Calonge nunca ha impartido clases a los alumnos de la especialidad de música, a los que se refiere el escrito. En definitiva, la denuncia es completamente falsa. Cuando Amelia consiguió aclarar al vicerrector la falsedad de los hechos que se le imputaban, recibió por parte de éste excusas, mediante llamada telefónica; pero, como se pueden imaginar, no ha recibido oficio exculpatorio alguno del rectorado, ni excusas, al menos telefónicas, del Sr. García Prieto. El Vicerrector Angulo debería saber que estas cosas son lo suficientemente graves como para no tomárselas con tanta frivolidad. Yo le pido, públicamente y por favor, desde estas páginas, que no se deje manejar por la demagogia de los que quieren convertir la Universidad de Alcalá en un "cortijo". Finalmente, les pido a ustedes que saquen sus propias conclusiones. Volver al principio de incongruencias Volver al principioSi no lo veo no lo creoDía 2 de marzo de 2000: reunión de los profesores, en general, con el Sr. rector de la Universidad de Alcalá, para presentarle una serie de reivindicaciones, relacionadas con la pérdida del poder adquisitivo, a la que hemos estado sometidos los últimos años, y la aplicación estricta en la UAH de los acuerdos a los que han llegado en la mesa negociadora entre sindicatos y autoridades ministeriales y comunitarias. Como todos ustedes saben, esas reivindicaciones han dado lugar al mantenimiento de una huelga de celo en esta universidad, que se está extendiendo a las demás universidades madrileñas. No hubo diálogo porque, como es habitual, cuando el rector Gala toma la palabra ya no la suelta hasta que agota el tiempo de la reunión, o se han marchado los presuntos interlocutores. Pero claro, esto es muy congruente con su forma de actuar, que conocemos desde 1984. ¿Dónde está la incongruencia entonces? Dos por falta de una: 1) Sin rubor alguno, el rector Gala aseguró que él estaba dispuesto a aceptar el compromiso de destinar los fondos que lleguen para estabilización y promoción a los fines propuestos, pero ¡oh desgracia!, él sólo representa un voto en Junta de Gobierno. La Junta de Gobierno podría muy bien destinar esos fondos para otros menesteres, como ya ha hecho en otras ocasiones (?). Advertimos que las palabras no son textuales, pero rogamos a nuestros lectores un poco de comprensión ya que media hora de discurso es difícil de resumir. 2) La profesora Carmen López Mardomingo, en su calidad de Secretaria de la Junta de PDI, leyó públicamente el escrito dirigido al rector, que contenía las reiteradas reivindicaciones, y le hizo entrega del mismo, ante todos los presentes. Ante todos los presentes, cuando dio por terminada la reunión, el rector hizo ostentación de no recoger el escrito que se le había entregado. Requerido por nuestra compañera Carmen, todavía se resistía a aceptarlo (?). ¡Vivir para ver! Volver al principio de incongruencias Volver al principioRecital de incongruenciasPero aquella mañana nos deparaba muchas más sorpresas. Primero fue la Mesa del Claustro, haciendo alarde de su mayoría, casi absoluta, alineada con los planteamientos del equipo de gobierno de la UAH. Después fue el señor rector, haciendo ostentación de su desprecio por todos aquellos que no están a su favor, (¡el que no está conmigo está contra mí!). Ambos nos dieron un recital práctico y una magistral clase-magistral de cómo no se deben olvidar las formas democráticas. Por alguna misteriosa razón, "alguien" cercano al equipo rectoral había decidido que, en esta ocasión, la documentación relativa a la sesión del Claustro no se repartía a los claustrales. Es más, ni siquiera se hacía un número de ejemplares igual al de miembros del Claustro. Teniendo en cuenta que en la citada sesión se iban a debatir, nada más y nada menos, los presupuestos de la universidad, llama la atención tal decisión. Bueno, vale, fue por ahorrar... Pero, si se miran los presupuestos, el derroche está por todas partes, ¿a qué viene ahorrar en miserias? Decididamente otra incongruencia. No obstante, dado que en el orden del día se había introducido un punto de requerimiento al rector sobre su visita personal al dictador Teodoro Obiang, el gabinete del rector no escatimó recursos para sumistrarnos a la entrada un documento justificativo. Pero ahí no acaba la cosa. La Mesa, a pesar de que según rezan los Estatutos y el Reglamento del Claustro no se debe tratar un punto, si conlleva documentación adicional, sin que ésta haya llegado a los claustrales , al menos 48 horas antes, (lo que no era el caso), decide olvidar la normativa, con el derecho que le dan los votos aglutinados en torno a Gala. Tras las protestas de muchos de los asistentes, el señor rector, asistido por su consultor, (acertada denominación que una profesora presente hizo del señor vicepresidente), se empeña en no someter a votación de la asamblea el aplazamiento de la sesión por unos cuantos días, (que no el rechazo de los presupuestos). Argumento: "Mañana se reúne el Consejo Social y debemos llevar los presupuestos". Nueva incongruencia, porque desde el 21 de diciembre que estaban aprobados por la Junta de Gobierno, habían tenido tiempo más que suficiente de haber convocado al Claustro en tiempo y forma para el debate. Nos insinúan, además, que estamos ya en febrero y es hora de repartir los dineros a los respectivos centros de coste. Aquí no vemos incongruencia alguna, habida cuenta que, sospechamos, el señor vicerrector de Asuntos Económicos no debe saber manejar una calculadora y, hasta que distribuye a mano el presupuesto, normalmente nos llegan las cantidades a gastar allá por las calendas invernales. El pasado año, sin ir más lejos, fue por noviembre, el Claustro había dado su visto bueno en enero, cuando por fin supimos a qué atenernos. Bueno, en puridad, hay que reconocer que hubo una partida aún más tardía, que llegó a últimos de diciembre. Pues nada, erre que erre, el señor rector se empeñaba en no realizar la votación. Las malas lenguas comentaban que, a la vez que nos deleitaba con uno de sus larguísimos discursos, que ningún mortal ha conseguido todavía entender, desde el estrado contaba los posibles votos a su favor. Un profesor tuvo que pedirle, reiteradamente, que dejara leer en voz alta el artículo del reglamento que hace referencia a la potestad de la asamblea de, incluso, retirar un punto del orden del día. Se resistía, ¡vaya si se resistía! Dos miembros del PAS tuvieron la mano alzada pidiendo la palabra durante más de veinte minutos, sin que la presidencia de la mesa se dignara concedérsela. Todo eran cuestiones de orden, pero además en este caso para aclarar que el servicio de correo interno de la universidad no había tenido culpa alguna de la no llegada de la documentación, algo que el señor rector insinuó varias veces. Si no se repartieron los presupuestos fue simplemente porque no existían los documentos. Al final, los asistentes fueron enfadándose por el trato despreciativo con que eran obsequiados, y tras exigir la votación, se aplazó el debate de los presupuestos y de la transformación del ICE; que había corrido la misma suerte relativa a la documentación. Podíamos entonces pasar a los otros puntos del orden del día: la explicación sobre la visita a Obiang y ruegos y preguntas. El rector, visiblemente contrariado, decidió que, puestos a aplazar, se aplazaba todo (?). La verdad es que, cansados como estábamos, nadie quiso presentar batalla. Después de todo este recital, nosotros nos preguntamos: ¿habrá algo en los presupuestos que no interesa que descubramos, si hacemos un detenido análisis? En caso contrario ¿a qué viene tanta incongruencia? Claro que, a lo peor, después de ejercer el poder de forma tan arbitraria durante tantos años, el rector Gala y sus más estrechos colaboradores han olvidado el ejercicio del juego democrático Volver al principio de incongruencias Volver al principioLa única política visible de los Servicios "Desinformáticos"Al parecer, la única política que existe en la UAH, referente al funcionamiento de los Servicios Informáticos, consiste en ignorar a los usuarios, en el mejor de los casos, cuando no tratarlos deliberadamente mal, quizás con la idea de que no insistan en serlo -usuarios se entiende. Tras la carta enviada desde la Redacción de Vivat Academia a la comunidad universitaria, respuesta del profesor Morilla al vicerrector Gonzalo Angulo, el autor de estas líneas recibió la nota que pueden leer pulsando el enlace. Mi respuesta fue doble, dado que tengo por costumbre contestar de inmediato los mensajes electrónicos y, habida cuenta que era el día de celebración del Claustro, no tenía tiempo de meditar mi respuesta definitiva. Ambas cartas pueden ser consultadas también sin más que entrar en el mismo enlace. Asimismo, podrán encontrar la respuesta final del responsable del "área de sistemas", emisor del primer mensaje recibido. Observen la calidad humana del lenguaje utilizado para dirigirse a un compañero. Espero que comprendan un poco mi indignación que, no cabe duda, se deja traducir en la respuesta. Esta situación viene siendo habitual y conocemos otros casos con diferentes protagonistas tanto remitentes como destinatarios de estos "magníficos" mensajes, pero que nos han pedido no difundir. A todo esto desde los Servicios Informáticos nos remitían las sucesivas respuestas crecidas convenientemente, ya que tienen la costumbre -mala costumbre- de copiar indiscriminadamente el mensaje original al que contestan, produciendo el efecto "bola de nieve electrónica". Nosotros hemos suprimido de los enlaces dichas partes, para facilitar al lector la labor. De otra forma, sería prácticamente imposible enterarse de algo. ¿Qué se pretende? Tenemos la sospecha de que lo realmente buscado es la demostración inequívoca, ante la comunidad universitaria alcalaína, de que los citados Servicios Informáticos funcionan muy mal y la única solución consistiría en privatizarlos. De lo que no nos cabe duda alguna es de que la culpa no la tienen las personas que allí trabajan, al menos todas. Pero unas cuantas sí parecen empeñadas en dar una imagen terrorífica, fieles a la política "desinformática" del equipo rectoral. ¿Estará la OCU detrás de esta forma de proceder? Como siempre, deseamos de todo corazón estar equivocados. NOTA ADICIONAL: La Redacción de Vivat Academia me pide que les aclare a ustedes, queridos lectores, una duda transcendental, sobre la identidad del "Gran Hermano". Hace unos meses, VA hablaba de la existencia de esa figura orweliana y en la comunidad alcalaína se ha extendido la idea de que el personaje es el Director de los Servicios Informáticos de la UAH. Pues no, tras arduas investigaciones, hemos llegado a la conclusión de que el "Gran Hermano" tiene naturaleza más divina. Se me ha ocurrido que podemos abrir un concurso para ver cuantos lectores han descubierto su personalidad. El premio consistirá en un viaje gratuito por sus dominios. Una aclaración: existen "Hermanos Pequeños" de gran talla física y viceversa, no se confundan. Volver al principio de incongruencias Volver al principio |
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